28 diciembre 2010

Consenso o que los dioses le amparen (I)

Se nos está llenando la boca con el mantenimiento del estado de bienestar; pero no sabemos qué es eso. Estado de bienestar lo tienen los que lo inventaron y lo mantuvieron, alimentándolo con sus impuestos, por aquí tenemos lo que queda del auxilio social, las casas de socorro y las escuelas gratuitas. Ya sé que es una exageración, que tenemos ley de dependencia, seguridad social y sistema educativo; pero todo está tan pillado por los pelos, con tal grado de fragilidad que a la mínima ventolera que se levante, los tres o cuatro pilares que dicen que le sostienen se derribarán como chabolas del tercer mundo en un tornado. Estos días llena más papel el futuro de las pensiones públicas, seguramente antes de pronunciarse sobre las cifras mágicas (65, 67, 20, 25...) que circulan amedrentándonos y levantando protestas, haya que analizar alguno de los argumentos de moda y dejar claras las premisas. Las pensiones no las paga el gobierno de turno, sino -hoy en su totalidad- las cotizaciones de los trabajadores en activo, tanto las descontadas directamente de la nómina del trabajador, como las abonadas por la empresa como salario diferido, es decir, dependen totalmente de las rentas del trabajo, de suerte que tendrán que ser trabajadores y empresarios los más legitimados para diseñar las reformas del sistema. Además de esto se presentan ante la sociedad discursos falsos que en nada reflejan la realidad. Por ejemplo, se dice que la seguridad social va mal y que por lo tanto hay que bajar las cotizaciones, es el argumento de los empresarios, porque sería la forma más rápida de abaratar costes y vender más. Otros dicen que la seguridad social no va bien y, por lo tanto, no hay que hacer nada, hay que quedarse quietos; lo suele usar la izquierda argumentando que todas las predicciones demográficas hechas en las anteriores reformas, fracasaron. También hay quien dice que el futuro de la seguridad social peligra y que lo que hay que hacer es recortar prestaciones ya que la crisis, la longevidad de los nacidos desde los 60 y el descenso de la actividad económica lo justifican. Las tres certezas son verdades a medias, pues es cierto que el sistema tiene salud gracias a las reformas anteriores, también es cierto que el hacer hucha con las reservas (políticas anticíclicas, ahorrar para las vacas flacas...) garantiza un futuro, no eterno; pero también es cierto que rebajar el 1% de las cotizaciones (los empresarios siempre piden del 5% en adelante) ya significa pan para hoy y hambre para mañana. Por lo tanto, estudiemos qué, cómo y cuándo hay que tocar el sistema para que siga siendo sostenible. Quedan lejos los agoreros anteriores al 95 que profetizaban la catástrofe del sistema de reparto y vendían las bondades de los sistemas de capitalización (yo ahorro para mí). El Pacto de Toledo, entonces, ya optó por consolidar este modelo solidario entre rentas y entre territorios manteniendo la caja única. Hoy no se atreven a amenazar con lo mismo, hoy hilan más fino, aspiran a implantar de una vez la pensión zócalo, es decir, que el sistema nos garantice la supervivencia con la pensión mínima y todos nos paguemos la suplementaria privada, rompiendo de ese modo con las tres virtudes antes mencionadas. También hay quien prefiere sustituir las cotizaciones por impuestos sobe la renta, aumentando así el beneficio empresarial quedando las pensiones a merced y a cuenta del estado y no de la caja única, un suicidio político y económico. En el siguiente folio hablaremos de las alternativas. www.lafelizgobernacion.blogspot.com

21 diciembre 2010

Estado de alarma y ´vivan las caenas´

Lejos de nosotros la funesta manía de pensar" o "Lejos de nosotros la novedad de discurrir" -circulan las dos versiones-; con estas frases el claustro de la universidad de Cervera (Lérida) creía interpretar el sentir del pueblo municipal y espeso y así se manifestaba ante el rey contra la libertad y reclamaba mano dura; eran los comienzos del XIX y el influjo europeo comenzaba a traspasar los Pirineos, el inexplicablemente deseado Fernando VII saltaba de orilla a orilla del pensamiento optando por las de cal y el respeto a los incipientes derechos ciudadanos o las de arena y el suministro de leña y represión; no sin razón ha pasado a la historia, junto a su padre, como uno de los reyes más nefastos de la historia de España. Dentro de muy poco celebraremos los 200 años de tales acontecimientos, veremos a ver en qué marco incomparable nos acoge la efemérides. No es hora seguramente de hacer el seguimiento de los despropósitos cometidos a lo largo de este tiempo a la luz de tales sentencias, sino más bien de la repercusión que hoy tienen o puedan tener. Dejando claro que la faena de los controladores es un delito de tamaño natural, las meninges seguramente dictan a todo ciudadano de bien que todos los males que les ocurran a los desalmados, que dejaron a medio millón de personas descompuestas y sin viaje, son pocos y benévolos. También queda claro que semejante atentado no ha de quedar impune y que el peso de la ley tendrá que recaer sin piedad sobre todas y cada una de las cabezas según su grado de responsabilidad. No me gustan los uniformes, los de los militares o los de los colegios de monjas, los de los camareros o los de los recepcionistas, ni siquiera echo de menos los de los serenos o los de los acomodadores del cine; evidentemente tengo que convivir con ellos y soportar su utilidad dentro de su ámbito, pero no me queda otro remedio que controlar la ansiedad cuando uno se acerca. Quizá sea por eso que me costó digerir la presencia de militares en las torres de control, seguramente fue la solución imprescindible en una situación de urgencia; quizá no quepa duda de que, ante el reto de los que aprendieron ese pseudosindicalismo con Alcapone y la escuela de Chicago, el estado no podía haber reaccionado de otra forma; pero días después, cuesta digerir que ese mismo estado no tenga otros mecanismos de disuasión distintos del estado de alarma, para que estos sujetos no se pongan otra vez a España por montera, es difícil sostener que en un país cuya legislación mantiene varios millones de parados, hombres y mujeres que en alguna ocasión tuvieron un empleo, que lo perdieron por causas económicas, disciplinarias o, simplemente, porque al señor patrón le salió su despido de las narices, por ejemplo, no haya ley civil que disuada a los salvajes de faltar al trabajo sin razón porque no hay nadie que se ponga en su lugar. Mis cautelas hacia la renovación del estado de alarma nada tienen que ver con los que alimentaron y avivaron el conflicto sin cesar, sino porque ellos mismos serán los que no duden en reclamar soluciones similares cuando colectivos de salarios míseros acudan a la huelga legal para mejorar sus condiciones de trabajo. Si abrimos la espita, pronto se pedirán cadenas para todos, por discurrir. www.lafelizgobernacion.blogspot.com

15 diciembre 2010

PISA 2009: hay que asfaltar el camino

Como cada vez que se hace público el Informe PISA, este folio ha de hacerse cargo de la llamada y lanzar un par de reflexiones al aire sobre las conclusiones que remite el sesudo estudio, siempre con la distancia necesaria y sin dejarse llevar por la marea interpretadora y frecuentemente maliciosa que prematuramente se asoma a los 200 folios de texto y gráficos sin haber tenido tiempo material para hacer una lectura comprensiva de los mismos y sin dominar lo más mínimo las claves de su elaboración e interpretación. A menudo, ya es un tópico, las conclusiones están escritas de víspera y sirven de escarnio del contrincante electoral sin tener en cuenta las fechas en que se hacen las pruebas al alumnado, de suerte que alguno se lleva un buen susto al saber que era él el que gobernaba entonces en España o alguna de sus CCAA. Los más chuscos son los que siempre tienen la sardina preparada para su ascua, los que, por ejemplo, extrapolan conclusiones lingüísticas de cualquier mínima subida del índice de comprensión lectora en una región bilingüe. En todos los billetes publicados estos días abundaron generalidades del tipo: nos estancamos, seguimos por debajo de la media, sin tener en cuenta que no ha habido grandes cambios en las aulas reales, seguimos con la obsoleta cultura tradicional, la transmisiva, y sin recordar que los verdaderos cambios son a largo plazo. Asimismo es importante tener en cuenta, insistir en que las pruebas PISA no son el examen tradicional y memorístico, no se preguntan en ciencias las definiciones de conceptos y datos, sino que se plantean problemas reales y los estudiantes han de buscar soluciones basadas en sus conocimientos. Las zonas que hoy vuelven a reaparecer destacadas son las mismas de 2006, Finlandia, Shanghái y Corea del Sur. Las dos últimas seguramente nos resulten muy extrañas y de difícil aproximación al modelo español por su carácter segregador y competitivo, pero recordemos lo que ya hace años venimos observando de los sistemas nórdicos. Tienen una ley simple y muy adaptable a los centros y su autonomía, a las necesidades de sus comunidades educativas, en ella se enmarcan las labores de los diferentes profesionales de la educación, altamente cualificados y valorados socialmente que desarrollan su labor en unos centros en cuya gestión participan activamente, junto a padres y estudiantes. Mientras tanto, en España, agotamos otra posibilidad de alcanzar el pacto educativo que diese estabilidad legislativa, seguimos con estudiantes y profesores recargados de contenidos en materias desvinculadas de la vida real y centrados en los libros de texto, dejando al margen el desarrollo integral de la persona que pueda asimilar la información con espíritu crítico. Todo ello con las mismas metodologías pasivas y mecanicistas sin evaluar el rendimiento y objetivos alcanzados, en centros poco participativos muy alejados de la realidad que les rodea y que, ante la realidad del fracaso y del abandono prematuro, no tienen más ocurrencia que insistir en la necesidad de reforzar estas conductas negativas. El responsable de PISA lo decía muy claro: "Cambiar un sistema que ha estado muy centrado en la reproducción de los contenidos de unas materias para ir a otro que enseñe a los alumnos a pensar, a aplicar de forma creativa lo que saben, en el que se deje de decir a los profesores qué tienen que hacer, qué tienen que enseñar, para articular en su lugar lo que los alumnos deben ser capaces de hacer y que los docentes decidan qué y cómo enseñar para llegar a conseguirlo". Conocemos el camino, es hora de asfaltar.

07 diciembre 2010

Confucio, ´low cost´

Los nuevos señores del mercado chino, los dueños de la mayor economía emergente, se están bebiendo sin control alguno todos los combustibles fósiles necesarios para la supervivencia equilibrada del planeta, obviando incluso a Kyoto. Allí mandan los mismos que hasta el momento, y al parecer sin trazas de rectificación, mantienen a su barata mano de obra sin el más mínimo derecho social, sin la más mínima garantía de recibir a cambio de su fuerza de trabajo algo más que un breve salario. Pues sí, los dirigentes del partido comunista chino aún gobernando, buscan la perpetuación en el poder sin nadie que les haga sombra, para ello precisan aislar e incomunicar a su masa obrera sin conciencia de clase para que no entre en contacto con la cultura occidental, que sólo se sepa de ella lo bien que se organiza en la administración de empresas, en la creación de riqueza con bajo coste en una economía tramposa. Pero siempre alejados de los peligros de Google. Son muchas las trampas del régimen, buscan la tecnología en occidente, la compran, se la llevan, la alquilan, la copian, como sea, planifican su reproducción para inundar el mercado occidental, también para dejar los dientes largos en el mercado propio y que se fomente el hábito de consumo, que se sienta la debilidad ante la mercancía, que se anhele hasta que el deseo sea tan grande que se anule la voluntad y se renuncie a la dignidad, a cualquier respeto por sí mismo con tal de conseguir los bienes. Eso sí, no se puede dejar de alabar al régimen a sus benditos y sus bondades. De suerte que estamos comprobando cómo desde hace ya bastantes años, el mandarinato gobernante se obstina en la búsqueda y propagación de las ideas que favorezcan que sus súbditos no deseen tener seguridad social ni cualquier otro servicio o derecho derivado de su trabajo y descubrimos que esta piedra filosofal estaba inventada desde hace siglos e, incluso, había sido desterrada y combatida sin piedad desde el propio régimen desde hace más de cincuenta años. La base estaba en el pensamiento oriental clásico, el que aglutina a las diferentes doctrinas religiosas que fundan lo que se ha dado en llamar pensamiento oriental en China, Japón, India, Corea, Vietnam?, el neoconfucianismo, que ha bebido de Confucio, pero también del taoísmo, del budismo, de la búsqueda de la armonía interior, del equilibrio que lleva a la felicidad de todos, pero que cada uno se quede en su sitio buscando la virtud en supuesta armonía con la naturaleza, ese pensamiento que ancló civilizaciones enteras en el pensamiento medieval, lejos de progreso y modernidad es el Confucio redivivo en la sociedad china: Arréglese al estado como se conduce a la familia, con autoridad, competencia y buen ejemplo. Ese capitalismo de Estado quiere que se gobierne como una familia: Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, hermano complaciente. (?) Tal es la estupidez del carácter de la mujer que en todas las cuestiones le incumbe desconfiar de sí misma y obedecer al marido. En resumen, buscan someter y relegar sobre todo a ellas. Pocas diferencias, pues, con nuestra base filosófica griega, con la mística judeo-cristiana y el derecho romano; pero sin ciencia ni conciencia de poder llegar a la Ilustración, y de ahí a hoy. www.lafelizgobernacion.blogspot.com 1 comentario #1 - Ciudadano. el día 07-12-2010 a las 11:58:50 Son sólo alumnos aventajados del sistema capitalista occidental. De hecho, resulta más lamentable la comparación si la hacemos en concreto con España, pues con no muy distante grado de trampas, explotación, corrupción y otros males como los chinos, no conseguimos pasar de ser una economía bananera. Los empresarios chinos malpagan a sus trabajadores para convertirse en potencia mundial. Los empresarios españoles defraudan a la seguridad social para comprarse un audi.

30 noviembre 2010

El modelo MIR de la docencia

Pocos días atrás el vicepresidente Rubalcaba salió a la palestra con la propuesta de la figura del MIR docente, una especie de traslado o traducción de la figura del médico en formación a escuelas e institutos. No se puede decir que don Alfredo sea un neófito en la materia, fue secretario de Estado y ministro de Educación, a todos consta que fue un buen conocedor del medio y el que tuvo, retuvo. Simplemente extrañan varias cosas, la primera de ellas es que sea él y no el ministro de educación el que lance el globo sonda, también es importante el lugar, que se deje caer la noticia en un acto del sector, como lo es la Semana de la Educación de Santillana y, por supuesto, el tiempo, el momento electoral que el sector educativo vive en casi toda España, la mayor parte del profesorado votará el jueves 2 de diciembre. En resumen, no hay puntada sin hilo y, aunque advierta de que sólo es una reflexión de un apasionado de la educación, sería un error de coordinación impensable en el recién estrenado gobierno. Bien es cierto que el sistema MIR, de oposición previa a la especialización funciona con garantías en un sistema sanitario de calidad como el nuestro. No es menos cierto que el sistema de selección y formación aparece en el referente PISA para todos, Finlandia; pero es irrefutable que en ambos ejemplos los destinatarios del sistema ya han sido previamente preseleccionados desde la propia educación secundaria, en teoría los mejores currículos a la hora de la selectividad se van a la medicina y en el caso nórdico a la docencia. Una primera diferencia es obvia, se trata previamente de que la opción de la dedicación docente venga ya marcada desde el acceso a la formación superior, algo que hoy no ocurre en España. Podríamos hablar de otra sugerencia, el aspirante a médico especialista en el sistema público tiene por delante un futuro profesional perfectamente diseñado, una carrera profesional perfectamente ordenada en la que caben varias opciones que van desde el ejercicio de la clínica en un centro de especialidades a la alta cualificación en la que cabe la investigación y la docencia universitaria. Hoy por hoy una persona que acceda a la docencia en la escuela pública no tiene clara cuál puede ser su carrera profesional, qué metas puede proponerse y con qué estímulos puede contar; desde hace mucho tiempo se viene poniendo de manifiesto la necesidad de que un estatuto regule la carrera profesional del docente desde que accede hasta que se jubile. Este paso es previo a que nos pongamos a regular la formación inicial del profesorado. Es cierto que en los próximos diez años cumplirá cuarenta años de servicio la generación que se incorporó a la docencia al comenzar los años ochenta y que, consecuentemente, la renovación de la plantilla será imprescindible; hará falta repensar el sistema para que no se repitan las experiencias fracasadas o se busquen modelos de mano de obra más barata. Es cierto que la propuesta MIR hecha hoy huye de modelos ya experimentados y descartados de antemano, pero no queda tan claro que aquí y ahora pase de ser la búsqueda de un modelo más económico.

23 noviembre 2010

Palabras para.... para punta Herminia

A modo de guión neorrealista en homenaje a Berlanga, cómo no. ¿Qué se contará? Una breve historia entre el 25 y el 28 de noviembre de 1975, hace 35 años. ¿Quiénes son los personajes? Cerca de un centenar de jóvenes estudiantes coruñeses. ¿En qué contexto se desarrolla la historia y cuáles son los exteriores? Un luto por el caudillo que llevaba cinco días difunto festejado con sensación agridulce, celebrar una muerte no era deseo del bien criado en la cultura judeo-cristiana civilizada, pero por otro lado, era inevitable el festejo-venganza, que en ocasiones duró tres días y aún dura. El contrapunto lo ponía la desazón, el dictador se había salido con la suya, había muerto en la cama, con su sucesión monárquica atada y con la esperanza de que nada cambiaría, aunque yo creo que él sabía que poco duraría. Los espacios: la universidad en La Coruña era la Normal (Magisterio), Comercio (Empresariales), Náutica y el embrión de la UDC, el Colegio Universitario. Nada que ver, por lo tanto, con las grandes movilizaciones de Santiago? El futuro rector, Meilán, si la memoria no me falla, ejercía de virrey, prohibiendo incluso actos culturales tan inocentes como una exposición-homenaje a Castelao ¡quién te ha visto y quién te ve! La acción: la tarde de aquel noviembre era tristona, pero no intransitable, la reunión de delegados y delegadas de los estudiantes de los edificios universitarios del Ciudad Escolar, de la incipiente Zapateira, con el resto de los barracones de Riazor, estaba cantada. Los representantes de las irremediables tendencias que dividían a la oposición antifranquista, les llamaremos Juan y Carlos, habían tratado de organizar la reunión poscelebración en un bajo a cubierto; sus jefes, con muy buen criterio, les habían mandado a tomar viento y la convocatoria se trasladó de boca en boca para que todos los implicados se viesen en la cala de punta Herminia, un recoleto lugar muy cercano a la Torre de Hércules usado por las parejas en busca de intimidad; muy cerca del lugar que hoy alberga el monumento del Campo da Rata, esa suerte de guarida para pelotones de fusilamiento y aplicación de la ley de fugas que tan dignamente han recuperado, que vio volar tantas mariposas. Había todavía luz cuando desde Cuatro Caminos se dio la consigna del nuevo destino, por el trayecto se perdieron los del buen sentido, los que sabían que aquello sería una encerrona; andando y en buses, aparentando que nadie conoce a nadie, llegamos al pequeño arenal. Apenas comienza la primera intervención el breve acantilado se plaga de abrigos grises, subfusil en ristre, se provoca la desbandada, al grito de que nadie se mueva, que su cuerpo aún está caliente, intentan que no haya huidas, alguien al mar, directamente, alguna pareja a lo suyo, la mayoría comiendo papeles comprometedores -¿Julia, por qué dejaste en el bolso aquello que olía a Frente Polisario?-. Los autobuses grises llegan y se llenan, alguien intenta huir corriendo y afortunadamente el policía no cumple sus amenazas de muerte, no sabían qué hacer. El desenlace: los tres días, las 72 horas de incomunicación, solo los sufren dos pringadas y dos pringados, el resto fueron saliendo poco a poco, como aquel chaval que cazaba gorriones y decía "yo era el que disparaba, yo no sé nada", y desde el calabozo se le repetía sin cesar: "Calla chaval, que va a ser peor". Si lo viese Berlanga? pero lo vivió el bueno de Ernesto Diaz-Noriega, que tenía a su hija encerrada, gracias a él se enteró Radio París, Giscard d'Estaing? el filtro de los pitillos, las gafas, el cinturón, todo prohibido, el furgón al juzgado esposados?

16 noviembre 2010

La cosa era grave antes del G20 de Seúl y ahora es más grave

Sí, la cosa es esto de la economía, que en resumen es el asunto que mide la cantidad de parados y de pobres que hay en el mundo, es decir, la cantidad de los que quedan vivos, que los que se mueren ya no cuentan y aligeran las estadísticas. Érase otra vez en la que hace unos días los jefazos del G20, esto es, los dirigentes de los países más poderosos del mundo, económicamente hablando -donde sí estamos los españoles un poco de prestado- se -juntaban y llevaban en la cartera deberes varios y todos de gran gravedad, en sus neuronas estaban grabados los datos más escalofriantes, 225 millones de personas, así grabadas en las bases de datos, sin trabajo, el 15% de ellas lo habían perdido el 2007, más de 100 millones de personas en estado de pobreza extrema según sus criterios, que a saber cuáles son, ¿para qué seguir dando números? La cosa parecía que empezaba bien, a tomar cuerpo; pero en la cumbre de Toronto se encalló. Poco después apareció como varita mágica la Tasa de Transacciones Financieras, ni usted ni yo sabemos exactamente qué podría llegar a ser, pero nos suena a un impuesto con el que se graven operaciones económicas sujetas a la opacidad fiscal hasta ahora. Mientras tanto, deseábamos que se discutiesen medidas de recuperación basadas en el crecimiento económico, en la productividad que generase beneficios sin necesidad de recortar gastos imprescindibles. Era de esperar que hubiese una definición sobre la calidad del empleo y la protección social al empleado, ojo, que no estamos hablando de la Citröen de Vigo, sino del textil de China. Esperábamos que se hablase de empleo verde, de responsabilidad social corporativa y, sobre todo, de ayuda al desarrollo. En resumen, esperábamos que los políticos demostrasen que tenían la sartén por el mango, que fueran capaces de definir cuáles serían sus líneas de actuación para salir del agujero. Seguramente estoy equivocado de cabo a rabo, pero la impresión más inmediata es que los 250.000 muertos de Haití, que descansan en paz, ahí se quedan hasta que los más de mil fallecidos por el cólera les acompañen en la incineración. En Seúl la reforma financiera ha quedado estancada, y el G20 no parece estar dispuesto a enfrentarse a los líderes empresariales y banqueros que siguen resistiéndose a aceptar ni tan siquiera una regulación diluida mientras que continúan acordándose enormes e injustificadas gratificaciones; es cierto que de allí salió el Consenso de Desarrollo para el Crecimiento Compartido, que sin duda reviste importancia, pero no compensa la ausencia de un compromiso concreto de recursos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio o para el establecimiento de un umbral mínimo de protección social universal, creo que los ciudadanos del mundo se merecen mucho más; sin duda esperan que los Líderes del G20 den muestras de un auténtico liderazgo global y que aporten empleo y recuperación en lugar de inacción y una visión a corto plazo. Aún soy de los que esperan que cuando Francia asuma la Presidencia del G20 en 2011, se recupere una razón de ser colectiva, antes de que el crecimiento estancado y la vuelta a un desempleo galopante les hagan una llamada de atención. Pero también soy de los que ve a Cameron y a Rajoy, es decir, de los que se ve al borde del precipicio antes de dar un paso al frente. www.lafelizgobernacion.blogspot.com

09 noviembre 2010

Los apellidos también cambian

Dedicado al ilustre peregrino que creyó llegar a la España de los años 30 Anda que se está montando pequeñita bulla con la historia de los apellidos, de las cantidades de ellos que hemos de portar y sobre el orden que deben mantener. Menos mal que el libro de familia tiene los días contados, si la ley presentada en julio sigue su curso tendremos el Código Personal de Ciudadanía (CPC) que servirá de base para que el nuevo ciudadano tenga su Documento Nacional de Identidad (DNI), de suerte que el nuevo CPC servirá para que en él se vayan grabando los diferentes acontecimientos civiles que le afecten y dejando al margen sus datos más personales e íntimos como hacer mención al estado civil de sus padres y, por lo tanto, evitar discriminaciones ominosas. Mientras tanto hemos de seguir apandando con lo que hay, es decir, que es más importante tener padre que te reconozca como su hijo que madre, que ya se sabe que la tienes. El asunto a discutir hoy en España es ¿a quién se le rinde reconocimiento al asignarle apellidos al retoño recién nacido?, desde 1993 los apellidos de padre y madre se pueden ordenar a su gusto hasta que el mayor de edad decida si los conserva así o los altera. Otros países como Portugal o Brasil no tienen dudas y usan el materno, los anglosajones en general usan sólo el paterno. A los cuatro primeros presidentes de gobierno los recordaremos por sus nombres y sus apellidos paternos, al quinto, por el materno ¿algún problema para la historia? Los apodos siempre han existido y seguirán mandando, porque lo que no se nombra no existe. Al principio llegaba con llamarse Sócrates o señalar el lugar de procedencia, Tales de Mileto; con los romanos la cosa se complica ya que ha de haber un prenombre de contexto familiar, el nombre, el cognomen, el propio de la familia y el ansiado mote, a ser posible, debido a una hazaña. Con el cristianismo llegan los nombres bíblicos y con las invasiones del norte, los nombres germánicos; estos tres componentes más la influencia árabe dan lugar a los apellidos en español. La cosa se va simplificando y en un primer momento triunfa el futuro apellido surgido del apodo y empieza a tener carácter hereditario. Trento obliga a dar nombre de santo al nacido y hasta mediados del XIX no surgen los dos apellidos tal y como los conocemos hoy, primero el padre y después la madre. Es evidente que escarbando un poco en la historia de la lengua y en los patronímicos no cabe duda de que el sufijo -ez (hijo de?) y sus variantes en todas las lenguas es lo que hay que dejar meridianamente claro ante la comunidad, es decir, que Martín se apellida Martínez porque es hijo de Martín y más adelante que Fernán se apellida González porque es hijo de Gonzalo; Fitzgerald, hijo de Gerald; O'Connor, hijo de Connor; Johnson, hijo de John; Mitxelena, hijo de Mitxel?, pobre aquel que lo ponga en duda. Parece evidente que la intención de la cultura cristiana en sus dominios fue el oscurecer la figura de la madre sin tener en cuenta que el lenguaje juega malas pasadas, porque evoluciona como a sus hablantes les viene en gana, no olvidemos que la asociación de dos apellidos como Strauss y Perlowitz da lugar al estraperlo y tampoco olvidemos que adquiría derecho a tomar el apellido de Rey el que llegaba antes desde Monte do Gozo al Obradoiro, dicho sea sin ánimo de perjudicar los beneficios de los comerciantes compostelanos.

02 noviembre 2010

El juglar de sí mismo

La épica siempre ha servido para ensalzar las virtudes reales o ficticias del héroe, siempre se contaron mentiras buscando buenos o malos fines. Aquellos juglares siempre cantaban las hazañas de la mano protectora, alimenticia y su ejemplo siempre cundió. La iglesia pronto comprendió el buen oficio y supo adaptarlo a sus propias necesidades propagandísticas, fíjense sólo en nuestro Gonzalo de Berceo, aquel monje ajuglarado que puso su pluma vasco-castellana y sus habilidades con la cuaderna vía al servicio de distintos monasterios y sus advocaciones haciendo que en el Camino de Santiago riojano floreciesen aquellos lugares que él bien cantaba. También él mismo dio un par de pasos al frente adaptando sus Milagros de Nuestra Señora. Allí encontramos personajes que desde el punto de vista de cualquier código penal civilizado estarían condenados a fortísimas penas -en algunos países a la pena capital-: ladrones, asesinos, violadores?, eso sin hablar del derecho canónico, la abadesa encinta y otros ejemplos similares; pero recuerden que todos ellos eran profundos devotos de la virgen, fieles sin dudas, y por lo tanto, merecedores del perdón milagroso. Sutil propaganda para que los marginales enderezasen sus conductas, no por respeto a sus semejantes, sino por puro interés y miedo al infierno; una forma como otra de vender el producto. Con el tiempo esa épica dejó de ser resultona para públicos algo más cultos y otros subgéneros adquirieron mayor auge. Ya las biografías quedaban obsoletas como género de propaganda y llegaron las autobiografías más o menos maquilladas para mayor gloria del autor. El caso es vender la vida real o imaginaria del que suscriba los derechos de autor; cuando tal autobombo no se puede vender, hay que dosificarlo. Creo que es el caso de Sánchez Dragó y sus últimas intervenciones; el mismo autor que en una de sus primeras obras, Gárgoris y Habidis una historia mágica de España, de finales del 78, fue objeto de múltiples controversias; recuerdo haber escrito entonces una mala crítica, una reseña tan malintencionada de la obra que el editor -recientemente fallecido- con buen sentido la envió a la papelera. Mi malestar, mi cabreo, fue muy grande pues consideraba injusto que en unos momentos en los que teníamos que empezar a saber la verdad sobre la historia de España nos empezasen a vender versiones mitológicas para que nos quedásemos pasmados ante Gerión, por estas tierras, y ante Gárgoris y su hijo Habidis, fruto de la relación de padre e hija para fundar Tartessos, Andalucía, España. Pues bien, el bueno de este culto protagonista que no alcanzó nunca las mieles del éxito editorial y no ha tenido más remedio que ir de mártir por el mundo allá donde le llamaron como autoentrevistador en los programas literarios que le encomendaron y como buen censor de todo lo que le molestaba, hoy tiene la suerte de ser empleado y tener como valedora a Esperanza Aguirre. Precisa vender un libro de reciente publicación y, después de demostrar que se autoplagia en el episodio de las dos chicas japonesas, dice y se desdice continuamente con tal de que hablen de él. Mucho me temo que actúa como juglar de sí mismo, no tanto de sus hazañas bélicas, cual Fernán González, sino como poderoso atleta sexual y objeto de culto; pero seguramente no es más que la vieja historia de este país, la del parchís, como una y cuento veinte. Tan grave me parece el caso de Pérez Reverte, insigne académico que, a pesar de que el grupo editorial más importante del país le malbarata sus libros en los quioscos, no puede evitar sus chacaladas machistas y egocéntricas para tratar de vender lo que tiene a precio de mercado en las librerías a costa de mercadear con las emociones ajenas, aunque sean las del buen ex ministro Moratinos. Otro juglar de sí mismo.

26 octubre 2010

Bendita formación

Desde este folio se reclama de vez en cuando, se intenta llamar la atención, se insiste en ocasiones en que la formación continua de los trabajadores es imprescindible. Lo es, y nadie osa ponerlo en duda, cuando se trata del médico que te ha de implantar ese mágico muelle que permite que por tus arterias fluya la sangre sin obstáculos de tocino inyectado a fuerza de cocidos. Tampoco se le ocurre a nadie que su mecánico le meta mano a su coche sin tener instrumental ni formación adecuada, aquí poco importa cómo la adquiera, pero que la tenga, la use y que nos salga barato. Ni que decir tiene que ese reparador de electrodomésticos que nos visita cuando ya fallan todas las rogativas a los santos patronos, y que pasea linterna y destornillador por las tripas de nuestra lavadora sin tener la más remota idea de sus penas y corriendo el contador, casi taxímetro, que se verá reflejado en los euros del recibo, nos pone la úlcera a flor de piel y lamentamos hasta la saciedad que la bendita marca no le hubiese dado un cursillo, le hubiese regalado un DVD con las instrucciones de reparación, en fin, que el bueno del hombre se hubiese reciclado un poquito para poder pagar a gusto la factura. Echamos de menos la buena formación continua y agradecemos encarecidamente que se demuestre en nuestro beneficio, casi siempre es así; pero de vez en cuando la vida nos da sorpresas y la semana pasada vivimos una que es para encontrar el pasmo definitivo y levitar, levitar sin cesar. Es el caso de un curso de formación del profesorado, algo que ustedes seguramente consideran normal y corriente, necesario, justo e imprescindible; porque los que educan a las criaturas también han de reciclarse aunque no arreglen lavadoras. Seguramente supondrán que la Administración educativa les proporciona actividades siempre útiles, siempre abundantes y siempre con facilidades de asistencia. Pues bien, están equivocados de cabo a rabo, ya que, salvo cuatro aparentes envíos de profesores a que barnicen su inglés, siempre a medias con el Ministerio, aquí cada uno ha de buscarse la vida como pueda. Hubo una época en la que una estructura de centros de profesores fue renqueando con pocos medios para ofrecer cursos y colaborar en la autoorganización de los propios colegios e institutos. Todo va camino de ser historia. Sin embargo, el caso del curso que nos ocupa hoy está organizado por un sindicato amarillo de Ourense, buen amigo de conselleiros, presidentes y demás jerarquías, se desarrolla siguiendo el siguiente esquema: a las 10 una misa en la catedral con la participación de reputado organista, de las 11 a las 12 la entrega de documentación del curso, la bienvenida a los nuevos docentes e inauguraciones varias, a continuación estaba prevista la lección magistral del presidente del Gobierno de la autonomía, seguida de la laudatio del conselleiro. Después de tanto ajetreo científico es lógico un merecido descanso y solaz de los cursillistas a cargo de un cuarteto de viento y canto, para terminar siendo clausurado el docto acontecimiento por el virrey perpetuo de esa única provincia gallega sin mar y de media hora de sesión fotográfica a los pies del ilustrado padre Fejóo, menos mal que el pobre no puede enterarse de los usos de su efigie No me olvido, no, que ya deben ser las dos y media de la tarde y ya hay que comer, es el momento del banquete de gala (sic) en un prestigioso restaurante local. ¿Será capaz la Administración de expedir certificado de asistencia a este curso y darle validez legal? 1 comentario #1 - Ciudadano. el día 26-10-2010 a las 11:36:30 Buen botón de muestra. De los que gobiernan los dineros públicos, y de los que callan y comen de ellos. En España hay corrupción en la política, pero también hay corrupción (moral) en los ciudadanos, que venden su alma por un banquete de gala.

19 octubre 2010

¿Cómo se puede decir eso sin tener miedo?

Está claro que no es lo mismo nacer y ser educado en una tribu amazónica que en pleno primer mundo. La tribu advierte y prepara a sus retoños para que sepan defenderse, para que sean precavidos y venteen el peligro antes de que sea demasiado tarde. No recuerdo ahora el nombre de la etnia, seguro que en el sur de América, en la que, desde que tienen memoria, se adoptó como método de educación sexual y de conservación de la especie que los adolescentes, antes de que las hormonas hiciesen sus efectos, fueran emparejados con un hombre o una mujer adultos, convivieran con ellos durante años como pareja, fueran en cierto modo educados en todo aquello que sus padres biológicos no hubiesen podido o sabido hacer y, ya cuando fuesen adultos maduros, cuando ya no pudiesen poner en peligro la seguridad de la tribu, cuando ya fuesen suficientemente capaces de desarrollar su proyecto de vida en aquella sociedad escogiesen pareja, tuviesen hijos?sabiendo lo que es el miedo a los peligros que acecharían. Eso mantenía su civilización a salvo, muy endogámica y sin lo que normalmente llamamos progreso, pero a salvo por el miedo. Hace pocos días mantuve unas charlas con directivos de un instituto, seguramente modélico por la dedicación de sus profesionales, situado en la Galicia rural, la del interior, en la mal comunicada, podíamos decir que esa especie de Amazonia de la montaña gallega; me contaban que una de sus labores fundamentales era no alterar el entorno cultural de sus alumnos, pero que al mismo tiempo tenían que normalizar su vida para poder enfrentarse a lo que podría ser su vida futura, es decir, se encontraban con pocos miedos a lo que conocían como su entorno inmediato y una gran irresponsabilidad ante lo que podrían encontrarse en el exterior, reflexionaban sobre lo fácil de la convivencia con los adolescentes educados en el respeto, pero no tanto en ser respetados, consideraban imprescindible su socialización exterior, sus viajes físicos y reales, sin internet como intermediario, su normalización en castellano; en resumen, tratando de respetar su hábitat y de ampliar horizontes en los que el miedo fuese un referente que impidiese cometer imprudencias. Sirvan estas dos referencias educativas previas para llegar al objeto real de la pregunta que títula este comentario, la respuesta a esta pregunta es el pasmo ante las declaraciones, por ejemplo del señor Díaz Ferrán, todavía presidente de la CEOE en las que reclama relaciones laborales similares a las de la China aún estalinista, de mayor trabajo y menor salario ¿Está culpando a sus miles de ex empleados, hoy parados por su culpa, de que él ya no tenga empresas? ¿No tiene miedo de que en cualquier momento alguna de esas personas olvide su buena educación judeo-cristiana y le parta la cabeza, porque ya no encuentra otro mecanismo de defensa? ¿De verdad no tiene miedo de salir a la calle y que cualquier damnificado de la reforma laboral por él inspirada le reconozca y pierda las formas y los estribos? De verdad, tampoco es comprensible que un señor portavoz de la derecha como González Pons defina su actitud ante la vida y los problemas actuales perpetrando declaraciones como la de hace pocos días en las que dejaba meridianamente claro que lo suyo hubiese sido ser cristiano en 1212, en la batalla de las Navas de Tolosa para haber matado muchos moros combatiendo codo a codo con el maestre de la orden de Santiago, Pedro Arias. Definitivamente no tiene miedo ni vergüenza.

12 octubre 2010

Después de la huelga ¿qué?

Dejando absolutamente claro que la convocatoria de esta última huelga general fue irremediable podemos, ya a toro pasado, reflexionar un poco sobre las causas que la provocaron y las consecuencias que ha de tener. Eso sí, quedan absolutamente excluidas de este comentario aquellas afirmaciones del tipo "la huelga no existió y si la hubo fue por los piquetes" o aquellas del tipo "hay que preparar la siguiente huelga general. Habiendo marcado los límites de la discusión yo creo que el origen está en la miopía, es decir, ante un contexto de depresión económica algunos actores con capacidad de influencia fueron capaces de ver bien de cerca lo que les convenía y no usaron lentes correctoras para ver de lejos; esta no es una crisis normal, cíclica o coyuntural, nos encontramos ante un sistema que hace aguas y los cerebros que tienen que poner sus neuronas a funcionar pecaron de cortoplacismo. Era imprescindible una reforma de la negociación colectiva, seguramente también era necesaria una reforma de la legislación laboral y repensar con calma el sistema de pensiones. Tres problemas y tres interlocutores que con mayor o menor urgencia han de acudir al oculista. Una patronal descabezada y tratando de salvar los muebles in articulo mortis, tratando salvar los intereses de una cúpula desgastada y sin autoridad interna, que, buscando el premio de la lotería sin comprar boletos, quiso ganar un bote multimillonario que incluyese el despido subvencionado, ya no sólo gratuito, y que la seguridad social la pagase el maestro armero. ¿A alguien le cabe duda de que consiguió lo que pretendía? Evidentemente se lleva la mayor tajada del pastel y gratis, pero no consiguió la paz social, imprescindible para que sus accionistas reciban dividendos, siguen siendo titulares de empresas poco competitivas y en las que no invierten ni un real en investigación, sólo esperan que papá-estado siga haciéndose cargo de todo. Un gobierno descoordinado, alocado, esperando a un Godot desesperadamente que nunca acaba de aparecer; con bandazos de libro, como un pollo sin cabeza que no busca más que cumplir con los mandatos de los jerarcas financieros que acogotan la economía del país y con encontrar un socio que apalabre la votación de los presupuestos generales del Estado para el 2011. Así legisla como legisla, incumpliendo todas las promesas electorales. Frente a ellos un sindicato fiel al gobierno, llevándole la contraria sin querer y el otro con el corazón partido, tratando de reencontrar el liderazgo social que se vio trastocado en su último congreso. Con estos mimbres es indispensable que haya interlocución, interlocutores fiables, que se nombre ministro de trabajo, que la CEOE se defina y diga quien dirige su política y que los dos sindicatos aparquen sus disputas electorales y se planteen en realidad llegar a la reforma de la negociación colectiva y a la reformulación del Pacto de Toledo de forma realista en ambos casos, mirando a lo lejos, como siempre han sabido hacer, dejando que ladren los que ponen en cuestión sus existencia, su legitimidad. Previo a todo es imprescindible que el gobierno, escogiendo la fórmula que estime oportuna haga un guiño que se pueda interpretar como que aquí sí ha pasado algo, que los reglamentos de la reforma laboral han de corregir los excesos perpetrados en la ley que tan presuroso llevó a aprobar al Parlamento y que tan pocos consensos suscita. 1 comentario #1 - Ciudadano. el día 12-10-2010 a las 11:19:130(0 Votos) A favor En contra Lo malo de España... son los españoles. ¿Cuántas empresas hay que no vivan de las subvenciones públicas, de tener algún amigo que adjudique contratos públicos a dedo o de sobornar a autoridades para que hagan la vista gorda con los incumplimientos de la legislación laboral? Y, lo que es peor y hace que lo anterior suceda impunemente ¿cúantos españoles de a pie callan todo lo que ven porque esperan que algún día les toque la pedrea en alguna corruptela de las que ven a diario? Luego nos vienen con el cuento de la competitividad, los salarios y la investigación. Este es un país de sinvergüenzas y vagos desde la noche de los tiempos. Y cada vez que un grupo de ilustrados han intentado sacarlo del pozo, la chusma los lincha y pide a gritos que vuelvan las cadenas.

08 octubre 2010

¿Ser analfabeto hoy?

Pudieron escuchar al policía ecuatoriano que a duras penas perpetraba la lectura de un comunicado, que él sin duda no había escrito, en el que proclamaba el golpe de Estado el pasado jueves? Seguro que era un personaje cualificado, pero ¿entendía lo que leía? ¿Era analfabeto? Podríamos responder a esta pregunta con algún argumento fácil, del tipo de que analfabeto es todo aquel que no sabe leer ni escribir, ni está familiarizado con la informática o el lenguaje audiovisual. Pero no creo que fuese lógico acudir a esos extremos. Hoy un analfabeto, además, es un idiota, es decir, un individuo que no hace uso de sus derechos ciudadanos, del derecho al voto, a la huelga, a la participación, a la propia imagen, a la intimidad, a la educación? Incluso podría ser que el actual analfabeto fuese lo que siempre se llamó imbécil, el dependiente del apoyo permanente, el que siempre precisa de un báculo, de un bastón, no necesariamente físico; sino a menudo y muy frecuentemente, el que está necesitado de un apoyo psicológico imprescindible. Estos días, como casi todos los días, hemos conocido estadísticas, por ejemplo las que nos dicen el porcentaje de personas que en Galicia no han ejercido el derecho a la educación o a la huelga, por poner sólo dos ejemplos. Un 40% de los gallegos no tiene los estudios básicos, no ha alcanzado el graduado, lo esencial para que hoy en día sea válido un contrato de trabajo ¿Son idiotas que no ejercen sus derechos? ¿Son imbéciles que sólo esperan el apoyo del Estado para que les facilite un puesto de trabajo y la titulación correspondiente? Seguramente no sean más que estúpidos, los que etimológicamente se quedan pasmados, los que no saben cómo reaccionar ante los problemas que se les presentan. Por ejemplo, piensen en el pasmado de 23 años al que le cundió el tiempo hasta ahora como aprendiz de ayudante de soldador, pero que malamente sabe leer y comprender lo que lee, como el viejo oficial de primera de toda la vida, como el técnico comercial o administrativo de toda la vida, que siempre le juraron al jefe fidelidad eterna y él siempre les correspondió de boquilla mientras ellos trabajaban las horas extra gratis, mientras ellos pillaban vacaciones cuando viniese bien aunque no viesen a sus hijos, que siempre cobraron poco, tarde y mal y que ahora se ven pagados con carta de despido y finiquito a la yugular y sin anestesia. Ahora todos, veinteañeros y cincuentones que siempre se apoyaron en los más poderosos y siempre obviaron ejercer sus derechos, ahora le ven las orejas al lobo y saben que la formación puede ser una salida. Lo sorprendente es que buscando ese báculo, ese apoyo salvavidas, siguen sin saber que ese es su derecho y que no lo han ejercido, que no están demandando ninguna limosna, que es obligación de los poderes públicos el facilitar esa formación aunque sean adultos, que en sus años de vida laboral, pocos o muchos, de sus nóminas se han detraído cantidades destinadas a ese fin, a su formación, aunque ellos no lo supiesen y aunque -lo que es más grave- sus patronos, que sí lo sabían, no las hubiesen utilizado como debieran facilitando la formación permanente y ahorrando penas y despidos en las vacas flacas.

30 septiembre 2010

Componendas entre nacionalistas

Los nacionalistas vascos que facilitarán la aprobación de los presupuestos generales del Estado para 2011 obtuvieron seis diputados a 50.000 votos cada uno, es decir representan a poco más de 300.000 españoles, más o menos el número de votos que cuesta el escaño de Rosa Díez o el de Llamazares. Para terminar la legislatura aún no sabemos bien qué ha regalado el presidente del gobierno al PNV; pero, de lo ya hecho público, podemos deducir, sospechar, echarnos a temblar o directamente indignarnos, encolerizarnos y augurarle todos los males de la gitana que vende ramitas de romero. Los derechos de los ciudadanos hace tiempo que no son los mismos dependiendo de su domicilio fiscal, hasta ahora los pactos de legislatura se venían solventando untando a los nacionalistas de turno con más cantidades, más euros para mejorar el servicio ciudadano en las competencias transferidas, como mucho se agilizaba el calendario de los traspasos, se pactaban infraestructuras de última generación, trenes voladores o prebendas personales. En esta ocasión creo que el salto cualitativo es de mucha trascendencia porque toca a la Seguridad Social, no será la exageración de su fragmentación en 17 cajitas únicas, pero por lo que vamos leyendo una empresa que se instale en el País Vasco no tendrá las mismas bonificaciones de la SS que una que se instale en Cuenca. ¿Esto afecta a la caja única? Es evidente que si se deja de ingresar en esa caja, afecta. Vendernos ahora la milonga de que la caja única es una especie de cuenta a plazo fijo que va acumulando intereses para pagar pensiones futuras es un insulto; de esa caja, más parecida a una cuenta corriente, entran y salen mensualmente cantidades que provienen de las cotizaciones de trabajadores y empresarios y salen cantidades destinadas a los fines que sean necesarios según lo disponga el gobierno de la nación; a partir de ahora será de otra forma, habrá cantidades que ya no se ingresen y habrá gastos que no decida el gobierno. Parece un buen negocio para los nacionalistas vascos, pero puede ser que no lo sea tanto, son una población envejecida, su relación de activos cotizantes con pasivos receptores de prestaciones empieza a ser preocupante, a lo peor dentro de poco se percatan de que es precisa la solidaridad del resto de España. Por estas tierras pasa algo parecido, si a alguna de las provincias le echáramos las cuentas, entre los funcionarios que irán a menos y los pensionistas que irán a más, tienen menos futuro que servidor como humorista. Pero no sé de qué nos asustamos, esta es la postura que mantuvieron con el Estatuto catalán, antes y después de la sentencia y lo que haga falta para que los nacionalistas no se enfaden. Es la misma postura de apoyo a las elucubraciones materializadas y perpetradas por el nacionalista Sarkozy y sus expulsiones de rumanos y la coincidencia con el nacionalista Rajoy y sus compadres catalanes buscando sin éxito campamentos gitanos por Badalona. La semana pasada vimos los primeros pasos de los Presupuestos, las pensiones mínimas y del salario mínimo son, eso, mínimas, es preciso que el Gobierno rectifique la medida de congelación de las pensiones para 2011, que cumpla con los compromisos contraídos de elevar las pensiones mínimas y el Salario Mínimo Interprofesional, que financie estos necesarios incrementos sin recurrir a los excedentes de Seguridad Social, que deben contribuir a garantizar el futuro de las pensiones y no ser consumidos con decisiones cuya financiación debe proceder de los impuestos tal y como se ha acordado en el pacto de Toledo. www.lafelizgobernacion.blogspot.com 1 comentario #1 - Ciudadano. el día 28-09-2010 a las 11:07:550(0 Votos) A favor En contra La política española (en mucha parte por las luces de la ciudadanía) se parece a un patio de colegio de educación infantil: el que más caramelos y menos deberes promete, es el favorito. Que el trilero conocido como ZP no tenía más programa político que cualquier caudillo populista sudamericano era bien evidente poco después de que tomase el poder (si no antes), pero a los españoles nos va que nos halaguen la oreja aunque nos sodomicen a cambio. Por no hablar de los periodistas, cantantes, cineastas y demás 'amigos de la ceja" que por un plato de lentejas venden a su madre (y en

21 septiembre 2010

¿Qué sindicalismo añoran?

El protagonista, Max Estrella, pasa la última noche con vida con un anónimo obrero catalán. EL PRESO: Parece usted hombre de luces. Su hablar es como de otros tiempos. MAX: Yo soy un poeta ciego. EL PRESO: ¡No es pequeña desgracia!... En España el trabajo y la inteligencia siempre se han visto menospreciados. Aquí todo lo manda el dinero.(?) EL LLAVERO: Tú, catalán, ¡disponte! EL PRESO: Estoy dispuesto. EL LLAVERO: Pues andando. Gachó, vas a salir en viaje de recreo. El esposado, con resignada entereza, se acerca al ciego y le toca el hombro con la barba. Se despide hablando a media voz. EL PRESO: Llegó la mía... Creo que no volveremos a vernos... MAX: ¡Es horrible! EL PRESO: Van a matarme... ¿Qué dirá mañana esa Prensa canalla? MAX: Lo que le manden. EL PRESO: ¿Está usted llorando? MAX: De impotencia y de rabia. Abracémonos, hermano. Valle-Inclán Luces de Bohemia Anda la derecha endemoniada, está perdiendo los papeles y el Gobierno no tiene otra cosa mejor que hacer que esforzarse con ahínco en el trabajo sucio, parece el sino de la socialdemocracia en este país. Cuando más felices nos las veíamos y nos las prometíamos, la caverna se ampara en la depresión económica para desempolvar sus ansias más oscuras e inconfesables. Parece que ya nos olvidamos de que este viejo continente es, eso, viejo y que su vieja economía no aguanta más sin renovación generacional, que vendrá del exterior o no la habrá. Junto a esos brotes nacionalistas e individualistas no dejan de renacer viejas ideas obviando que el capitalismo tal y como lo conocemos ha fracasado, que se le pueden buscar pequeños parches, pero que nadie puede desmentir que el mercado desregulado y campando a sus anchas está en la base de todos los problemas actuales y que ante este río revuelto hay miríadas de pescadores que desean que las relaciones laborales vuelvan a ser aquellas beatíficas del nacionalsindicalismo, las de la gran familia laboral en la que el padre empresario cuidaba de que a su productor no le faltase casa barata y pistola o muñeca a sus retoños en el día de Reyes. ¿Quién mejor que él para saber lo que debería disfrutar el productor? El final de los 60 y primeros 70 abrió los ojos a los empresarios más lúcidos y se dieron cuenta de que sus beneficios estarían mejor garantizados si se basaban en el diálogo y en el pacto con representantes electos y no con el pelotas del capataz disfrazado de enlace sindical. Ahí empezamos a homologarnos, mucho antes de que se soñase con que las elecciones y la democracia fuesen a llegar inmediatamente. Seguramente está escrito, pero no suficientemente valorado el papel de los sindicatos en la transición, en los Pactos de la Moncloa, en la moderación reivindicativa y en los esfuerzos negociadores mientras ellos conspiraban para ganar el envite del 23-F, el sindicalismo que a ellos les gusta es el que practicaban con las pistolas los asesinos de los abogados de Atocha: ¿hay abogados que defienden a los obreros? Pues se les mata ¿y qué pasa? Pero el asunto se complica, a la caverna ya no le sirve nada de eso, busca las relaciones laborales individuales, como mejor sustituto del esclavismo y como una suerte de feudalismo redivivo. Seguro que no tienen libro de cabecera, pero muchos creo que ansían lo que sus bufones de tertulia les sugieren, ser como aquellos empresarios del textil catalán del primer cuarto del XX, de los del diálogo de los puños y pistolas. Volver a Valle, volver a Luces de Bohemia, a Max Estrella en el calabozo con el obrero catalán al que le aplican la ley de fugas ¿Habrá que pensárselo? www.lafelizgobernacion.blogspot.com

14 septiembre 2010

Una de mártires calentitos

Mas no, de esotra parte, en la ribera,/ dejará la memoria, en donde ardía:/ nadar sabe mi llama el agua fría,/ y perder el respeto a ley severa Quevedo Oh llama de amor viva que tiernamente hieres de mi alma en el más profundo centro, pues ya no eres esquiva, acaba ya si quieres; rompe la tela de este dulce encuentro! San Juan de la Cruz No sé cómo lo verán la mayoría de ustedes, pero servidor no se acostumbrará a los artilugios eléctricos en la cocina, esas planchas, esas vitrocerámicas, no hay fuego, no hay llama, de leña, de gas; puede ser que parezcan avances, pero algunos seguimos prefiriendo para esos usos los hogares, la luz de las llamas, el calor de las brasas de las sardinas malagueñas, de las chuletas al sarmiento o de las cebolletas, las alcachofas o la piña un poco tiznadas. Pero el fuego no fue un simple invento que permitió la evolución de la alimentación humana; como apuntaba más arriba, en el mejor soneto de tema amoroso de Quevedo, la llama vuelve a ser el símbolo de la pasión, la misma que embargaba a San Juan de la Cruz en esa primera lira de Llama de amor viva. A fin de cuentas, para qué nos vamos a engañar, también el fuego siempre fue símbolo de purificación, de muerte, que se lo digan a Servet, a Savonarola o a las de Salem que seguramente no padecían más que Corea de Huntington, es decir, da vida y mata. El brujo de la tribu siempre trató de calmar las iras del volcán arrojándole vírgenes al cráter y al final de todo o se acababan las vírgenes o se acababa la lava ardiente, pero el brujo siempre salía ganando. A los iluminados siempre le vinieron bien los mártires y este curso parece que viene cargadito de candidatos a mártir de la causa lingüística buscando el concurso de la Xunta de Galicia que reinterpretó los contenidos de la Ley de Normalización Lingüística con el pretexto de modernizarla. Era una ley inútil, los que no sigan la política diaria del país no sabrán que partió de un consenso público, pero que siempre hubo otro consenso oculto, el de repartirse una buena tajada del presupuesto mediante el cual las editoriales, algunos medios, cierto circuito cultural monopolizado por el nacionalismo estaban casi satisfechos y con la conciencia tranquila quedándose dormidos sabiendo que trabajaban para que el gallego no muriese en las aulas. Cierto es, no murió en las aulas, pero está maltrecho en los recreos. Mientras tanto la generalidad del profesorado, aun conociendo al dedillo las entretelas legales, siempre actuó con el mejor de los sentidos comunes, haciendo compatibles sus preferencias con las necesidades de sus alumnos. Ahora volvemos a las andadas porque algunas asignaturas han de darse obligatoriamente en gallego y otras en castellano, comienzan a alzarse las primeras voces de los candidatos a mártir porque se les llama a la insumisión a no respetar la ley, sin disimulo y dar las asignaturas en gallego, digan lo que digan padres, alumnos y leyes. En las próximas municipales, en las próximas escaramuzas internas de PSOE y BNG será necesario presentar una hoja de servicios impoluta y repleta de méritos lingüísticos -a ser posible con expediente y sanción administrativa- aunque fuere a costa de machacar los derechos de los demás, la misma estrategia que intentará presentar Feijóo como adalid de la libertad a la fuerza con una norma tal irracional como las anteriores. Sigo esperando que las llamas sirvan sólo para las labores culinarias y para las imágenes amorosas y que no nos churrasquen la vida buscando mártires que ya vamos mayores para que nos aticen con religiones, naciones y banderas. www.lafelizgobernacion.blogspot.com

07 septiembre 2010

Cambalaches

Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé. En el quinientos seis y en el dos mil, también. Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos, contentos y amargaos, barones y dublés Cambalache Así comienza el tango del maestro Disciépolo, con su descripción del mundo en plena ebullición de la gran depresión del 29, si no me informo mal se estrena en la banda sonora de El alma del bandoneón en 1934 y en un principio se llamó Década infame, por supuesto todas las dictaduras argentinas prohibieron el contenido de su letra hasta que llegó el salvapatrias, el populista por antonomasia, Perón. El autor reivindicaba la razón, el buen gobierno, el comportamiento cívico, el buen ejemplo, el respeto a la ley, a la educación, en resumen, la civilización frente a la barbarie; pero destila la amargura de la imposibilidad, de la impotencia para el cambio. A ratos parece que el bueno de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, agita las conciencias en la crisis del S XIV. No sé si el lunfardo habrá producido nuevas letras tan trágicas como ésta en los primeros síntomas que el primer mundo vivió en la piel de los argentinos con su corralito, cuando todos nos conformamos con creer que era su crisis particular, que era su mal gobierno el causante y que aquello no podría llegar a la vieja Europa y mucho menos a USA; luego resultó que empezamos a ver con nuestros propios ojos los efectos de la gran depresión, aunque le sigan llamando crisis y sigamos negándonos a ver la realidad, porque en el fondo cómo vamos a criticar a Camps por llevárselo crudo, si lo que tenemos en realidad es envidia cochina, si seguimos cobrando en sobres, si vendemos billetes de lotería premiados aunque sea con la pedrea?Unas pequeñas diferencias sí las hay entre el ladrón de altos vuelos, el avaro de medio pelo, el insolidario sin remedio y el comportamiento del superviviente que paso a relatarles. Escenario: Exteriores de la estación del AVE en una ciudad media, marquesina de una parada de autobús, 12 de la mañana y calor para aburrir. Protagonistas: lugareño de aspecto normal, cincuenta años largos y pandilla de turistas españoles recién llegados que consultan líneas, itinerarios? Acción: el lugareño otea, escoge ejemplar de visitante como objetivo, se le acerca, le ofrece amable información sobre la posibilidad más adecuada parra llegar cuanto antes al lugar deseado. Se le dan las gracias por su amabilidad. Retoma el contacto con su objetivo, le informa de que el precio del billete es de 1,20euros, a no ser que se tenga bonobús, se le agradece la información. Falta poco para que llegue el 32 y el servicial ciudadano se ofrece para pagar todos los billetes del grupo con su tarjeta y recibir a cambio el importe en metálico del precio del billete con un módico descuento. Desenlace: Fuere por el calor, por el desconcierto o por simple simpatía, la interlocutora del grupo accede al trueque fraudulento, presenciado por el conductor, por el resto de pasajeros, todos ellos conscientes de que el coste del bono es 0,60euros, o es gratuito en de caso parados o pensionistas con ingresos mínimos de subsistencia y de que la empresa pública de transportes es deficitaria y sus pérdidas son compensadas con dinero público; todavía y a ver cuánto dura.

31 agosto 2010

Una novela recién rescatada

Para sacarnos las vergüenzas recientemente ha visto la luz la primera edición en España de la novela de Paulino Masip La aventura de Marta Abril (Madrid 2010, ed. Zimerman) censurada y prohibida en 1953, es de suponer que su supuesto contenido erótico habría escandalizado a alguna sotana de mente calenturienta. Masip fue un periodista riojano con diferentes trabajos en la prensa regional, en Madrid y al final de su vida en España, en La Vanguardia de Barcelona, desde donde parte al exilio en el 39. Como tantos otros después de lograr esquivar la presión en Francia, logra llegar a México, donde continúa su labor como dramaturgo, periodista, poeta, narrador, y conseguir el éxito como guionista de cine (el llamado por Buñuel en ocasiones cine alimenticio). Se ha estudiado mucho el papel y las dificultades de los escritores en el exilio, se dijo que los poetas lo tenían más fácil, que la lírica era extemporánea y universal; que el problema real era el de los novelistas que intentaban retomar su actividad tal y como la habían dejado al abandonar el país y, sobre todo, porque seguían pensando en su público, en el que les leía en los momentos de su derrota, es decir, no saben lo que pasa en España en realidad, no saben cómo se desarrolla la nueva generación lectora, no saben si las nuevas técnicas y modas han calado o no en su público potencial. Cuando Masip publica El diario de Hamelt García o la novela a la que nos referimos hoy, la posguerra y sus males aún no han desaparecido, y me refiero sólo, claro está, a los males económicos; el resto de ellos, bien lo sabe Masip, aún tardarán décadas en desaparecer. Es decir estamos quizá ante la continuación de lo que en los 20 y 30 se dio en llamar novela galante, que sí tuvo gran difusión hasta el comienzo de la guerra entre las clases medias urbanas e iba de lo más suave e intranscendente, casi ñoño, pasando por el claro erotismo de autores como Zamacois hasta el sexo explícito en autores malditos como Hoyos y Vinent. La aventura de Marta Abril es sin duda continuación de aquel género de la España de la preguerra, si la historia hubiese sido otra, su repercusión también lo habría sido. Pero hay una diferencia fundamental entre la hoy comentada y sus referentes: la mujer es protagonista absoluta. Evidentemente no es el primer caso, pero en la novela galante al narrador adopta sin reparos el punto de vista masculino, aquí nos encontramos con que desde el primer momento Marta es el centro, a través de su punto de vista nos enteramos de su pasado más o menos poco confesable, del que evidentemente no se avergüenza, es una mujer culta, formada, independiente y sobre todo, libre, sin más dependencias masculinas que las que ella decide. Evidentemente la acción se basa en el enredo, los saltos sin red de los personajes que el narrador va dosificando de forma que se mantenga la tensión narrativa cara a un final quizá por más previsto no menos sorprendente sin mucha moralina. En el 53, cuando intenta ser publicada, no sólo sigue vigente la novela épica y victoriosa de los vencedores, sino que vieron la luz Pascual Duarte, Nada y sorprendentemente Lola espejo oscuro, que retoma el folletín de tema amoroso. Es cierto que Masip es un exiliado en México y Foxá, Cela, Laforet o Darío Fernández Flórez viven en España.

LA BOFETADA DE JUANITO

Supongo que sería un sábado por la tarde de los sesenta, Juanito ya hacía 3 ó 4 años que había hecho la primera comunión y propone ir a la iglesia del barrio a confesarse antes de la misa del domingo. Entramos en aquella iglesia gigantesca, moderna, oscura, vacía, el eco de los pasos retumbaba y amedrentaba. Juanito es el primero que se acerca al único confesionario que parece habitado, se arrodilla y permanece aislado, solo con el cura. Pasan un par de minutos, suponía que estaría autoinculpándose de las pequeñas faltillas que podría haber cometido un chaval como él, como cualquiera de nosotros. Sin embargo el tiempo se dilataba y se detuvo de pronto cuando repentinamente Juanito se levanta despacio, el cura echa medio cuerpo fuera del ventanuco, era un gigante mayúsculo, en medio de aquel silencio, sin mediar grito ni palabra, le sacude un bofetón a mi amigo que salta trastabillando varios metros hasta perder el equilibrio. Nos vamos. Por supuesto ni me acerco al escenario del crimen, caminamos un buen rato mientras él contenía las lágrimas y disimulaba el rojo de su cara. Mientras tanto pensaba en qué podría haberle confesado Juan a aquella autoridad sagrada para que le adelantase el paso por el purgatorio a los diez u once años; en mi cabeza sólo podían aventurarse pequeños embustes o sisar dos reales en los recados de la tienda del barrio. No llegué a saberlo porque cuando, por fin, Juanito habló lo hizo para justificar el castigo recibido, él era culpable y por lo tanto había de ser castigado y no se hable más del asunto. Las clases de religión eran duras, los sermones y las catequesis eran películas de terror que en muchos casos provocaban variados efectos rebote. Evidentemente la adolescencia ya significaba el abandono de todos los rituales, salvo aquellos a los que las convenciones sociales te tenían abocado, pero mientras tanto, el miedo llevaba al engaño, a la mentira, no se le podía contar a aquel señor todo lo que te pasaba en el mundo real, que por otra parte era de lo más legal e inocente. Pero ese engaño nunca te salía gratis, traía consigo el más cruel remordimiento, un sentimiento de culpa que te podía llevar al infierno interior y que te atormentaba sin piedad. Con el tiempo crees que aquello está superado, pero es mentira, has abandonado las creencias, no sólo las prácticas, has racionalizado tu infancia, pero siempre hay un sustrato indisoluble. Juanito, estudiante muy brillante, pocos años más tarde terminó abducido por una secta ultracatólica, se lo llevaron lejos. La actual escasez de clientela parece que ha iluminado al cardenal Cañizares, quiere adelantar la edad de la catequesis y de la primera comunión, porque según él el uso de razón ya se posee a los seis o siete añitos, que cuando se lo proponen ahora, con 9 ó 10 ya deben estar muy maleados y es imposible encarrilarlos fuera del alcance del demonio, el mundo y la carne. Naturalmente este es problema privado de los que siguen esa fe y el resto tendríamos que mantenernos al margen, como no discutimos el ramadán; pero da la casualidad que el señor Rouco y sus seguidores tienen a bien intervenir en nuestros asuntos terrenales con mucha frecuencia, que quede constancia de que la tortura de menores está fea.

17 agosto 2010

Pruebas de incompetencia

Lo cierto es que a veces nos cuesta digerir el hecho de que tengamos administraciones tan incompetentes, que nos hayamos dotado de administradores tan inservibles para gestionar los dineros públicos y quiero comentarles algún ejemplo. Parece ser que la Unión Europea se da cuenta de que en todos sus países la alimentación de sus escolares no es todo lo sana que debería, que hay un escaso consumo de frutas y verduras y un exceso de grasas dañinas suministradas en muchos casos desde los propios centros escolares; para paliar en la medida de lo posible esta situación libra los fondos económicos necesarios para una campaña que prime esas modificaciones en los hábitos de conducta, hasta donde se pueda llegar. Para ello las administraciones educativas, en nuestro caso las comunidades autónomas, no tienen más que solicitarlo y comprometerse a cumplirlo usando los fondos para lo que van destinados. Pues bien, nos encontramos con realidades que te dejan la cara pasmada, por ejemplo Cantabria, no lo hará porque se le ha pasado el plazo de solicitud ¿son competentes para tener competencias o tendrían que devolverlas al Estado? Madrid tampoco lo hará porque argumenta que eso sólo beneficia a los productores agrícolas mediante subvenciones indirectas y ellos no son región de producción agroalimentaria. Es la misma responsabilidad de gobernante que demostraba Aguirre negándose a controlar la venta de chuches en los colegios y a aplicar la ley del tabaco Otro ejemplo. Esos días se cederá por parte de la Xunta a una empresa privada la gestión de la petición de ayudas para las personas con problemas de dependencia en Galicia. Aparentemente esto no tendría que ser preocupante si no fuese porque personas ajenas a la administración manipularán datos sensibles y muy confidenciales sobre problemas de los ciudadanos y no se podrán ofrecer las garantías necesarias de que estos datos serán tratados con la confidencialidad e imparcialidad que se le puede y se le exige al funcionario público. Las disculpas de la administración fueron varias, no es cuestión de agilidad, es mentira, ella es responsable de agilizar todo lo que pueda rendir la plantilla encargada, si no fuere bastante, refuércesela, tal y como es imprescindible en momentos de vacaciones y así se hace en todos los servicios, para eso ella misma se dota de listas públicas y baremadas con personas dispuestas a ese trabajo eventual. La verdad es la de siempre, que se haga una chapuza barata en las subcontratas, que es lo que da beneficio rápido y fácil. Esta misma administración autonómica es la responsable de que veamos focos y focos de incendios y que haya que ir buscando información paralela de fuentes a veces poco fiables no se sabe con qué intención, por un lado se dice que la opacidad no crea alarma social, como si estuviésemos en la edad media y el correo fuese de boca en boca y a caballo, también que los pirómanos no se verían retratados en los medios después de sus hazañas mortales. Hemos conocido administraciones que sin duda han facilitado los datos más o menos maquillados, pero reales y esa es la única práctica que los ciudadanos merecen. La realidad es que sólo cuando una de estas administraciones de juguete se siente de verdad desbordada, desgraciadamente con dos personas muertas, empiezan a sospechar que a lo mejor no son lo suficientemente competentes, precisan ayuda y dicen la verdad de una vez.

10 agosto 2010

Lidiar es inevitable

Anda el patio alborotado, sin verano, sin sequía informativa, pareciese que una inoculación de estrés pretraumático -aún seguimos en crisis y aún no hemos entrado de lleno en la gran depresión- tuviese a la peña en pie de guerra de forma que no hubiese que acudir a banalidades para rellenar el folio como otros veranos. Por el terruño, como no hay taurinos a los que masacrar por seguir conservando un rasgo cultural en decadencia natural acelerada por las factorías de dibujos animados, se optó por mantener la vida política de la Xunta al calor de los efluvios jacobeos y su continuo fluir de personajes con prisa para que el cielo los proteja. Mal momento, el cielo sin duda está, como es debido, ocupado en Haití y Pakistán y le importan un bledo los trajes de Camps. Sin embargo Feijóo, que sí pone las velas a los dioses cuando hace falta, es un poco más descreído que sus comilitones y se encomienda más fervorosamente a los poderes terrenales buscando escenarios en Santiago y en Madrid que vayan más allá de las fotos inevitables de las merendiñas y toda suerte de degustaciones de moluscos y crustáceos, de alacranes y bichos variados, que deambulan por los alrededores de nuestras iglesias. Pero decíamos que para Feijóo el concepto, el mismo que el de Manquiña, busca trascendencia mundana y la encontró en el bipartito; sí, sorprendentemente el gobierno de Touriño le dejó en herencia un buen lote de preacuerdos firmados con empresarios y sindicatos que no habían llegado a plasmarse en foto de portada. Pues bien, con estos mimbres más cuatro duros bien colocados, más unas buenas intenciones bien aliñadas de promesas fácilmente exigibles y con cumplimiento poco problemático, encontramos justificación para esa foto de los cinco juntando las manos en remake de la conseguida por su antecesor. Sus frutos empiezan a propagarse estos días, la reforma de la renta de inserción social para personas en exclusión y su relación con la atención a la dependencia, puede ser el buque insignia. Mientras tanto los nacionalistas echan pestes, pero algunos han de callar, porque fueron cómplices antes, sin embargo, los rencorosos y marginados políticos son los más ágiles matarifes de toros y toreros. Ni estas fotos son balón de oxígeno ni evitarán broncas duras ya en septiembre, Feijóo lo sabe, los otros firmantes también, aquí no hay indulto para ningún toro de casta noble y buen embiste. Puede que haya sido una buena faena, pero nadie saldrá por la puerta grande, después de lidiar con azabaches o bragados sin afeitar. Se apuntan gran cantidad de monosabios para guiar las reatas en su faena secundaria, pero en realidad no son más que un paseíllo de ratas de burladero que no se acercarían ni al más manso de los cabestros. Sin duda la negociación en la política, en todos los ámbitos de la vida real, no deja de parecerse al bien natural o a la manoletina con la muleta, a fin de cuentas, a parar, templar y mandar por parte de más inteligente, que sabe que se arriesga a ser bien empitonado si su rival es más listo o mira a lo zaino. El triunfador no siempre está en el mismo bando, pero el que consigue los trofeos, fuese cual fuese el escenario, merece respeto, como dijo -hay dudas sobre si fue El Gallo o Gerrita- cuando le presentaron a Ortega como filósofo: Hay gente pa tó. www.lafelizgobernacion.blogspot.com

03 agosto 2010

Los viajes de Don Gerardo

Hay noticias que te teletransportan y transmutan en el tiempo, que te evocan los momentos en los que The Beatles componían aquel Magical Mstery Tour, el magico y misterioso viaje provocado por, dicen las malas lenguas, algún ácido visionario, o cuando se concebía Lucy in the Sky with Diamonds, mágicas siglas que también evocan la irrealidad lisérgica. Pues bien, parece que los dirigentes de ciertas empresas y, sobre todo que ciertos dirigentes patronales, actúan bajo los efectos de alcaloides presentes en el cornezuelo del centeno como algunas canciones de los sesenta. Por ejemplo, observen la quiebra de una de las mayores operadoras de viajes, propiedad de este benefactor de la humanidad del cual hablamos en el título de hoy y todavía capitoste de la patronal, aquel que juraba en televisión ante el público y en horario de máxima audiencia, que había hipotecado su casa para que sus empleados pudiesen cobrar la nómina. En efecto, este prócer no sólo ha dejado en la calle a más de mil familias gracias a su impecable gestión y sus habilidades negociales, sino que ha puesto la guinda del pastel -y nunca mejor dicho lo del pastel- de suerte que él y su socio aparecen ahora como empleados de sus empresas quebradas, horas antes de darle la boleta al personal, autoadjudicándose un sueldo de 170.000 eurazos, para poder trincar también en el proceso concursal que reparta los restos entre los acreedores. No se me alboroten que todavía da para más; este ínclito sujeto es el autor de propuestas tan clarificadoras como alucinantes como las que han presentado para que el derecho de huelga no se pueda ejercer mientras se negocia un convenio colectivo, no me digan que no es digna de pasar a los anales de las sentencias ocurrentes, ni Confucio ni Groucho Marx, ni Aristóteles ni Woody Allen, ninguno tiene nada que hacer ante lo propuesto por la patronal, según él la negociación colectiva ha de ser un proceso según el cual la patronal es libre de embestir con recortes, despidos, y cierres de empresas, mientras tanto el banco social ha de recibir estas propuestas de rodillas, a puerta gayola, sin más defensa que algún capotazo y disculpen los progres por el símil, polémico últimamente. Parece chiste, pero no lo es, las supuestas bromas están llegando muy, muy lejos, tanto que entre los antes citados y sus correas de transmisión en el Parlamento han conseguido retocar, por decirlo de una forma suave, la ley de reforma laboral hasta límites surrealistas y, seguramente, lo han hecho sin la ayuda de sustancias como las sugeridas más arriba. Ustedes sabían que había un despido procedente, señalado así en sentencia por el juez, que podía obedecer a causas disciplinarias u objetivas, es decir, el despedidor había de demostrar fehacientemente que la situación económica de la empresa era insostenible, con toda suerte de balances y contabilidades. Aquí también funcionaba la ley del embudo, pequeños empresarios, sin la ayuda de grandes ingenieros y maquilladores contables, difícilmente podrían engañar; pero las grandes corporaciones, ya saben ustedes que nunca tienen un duro, que todo son pérdidas hasta que llega el momento de repartir dividendos. Pues bien, a partir de ahora bastará que el patrón o sus representantes lleguen diciendo con cara compungida que las cosas no les van bien, para poner de patitas en la calle a quien le venga en gana. Ya ven el modelo que se nos viene encima, el del señor sin escrúpulos que usará todos los beneficios para hacer contratos bonificados y subvencionados y, pasado algún tiempo, dirá que ya no puede más y de los 20 días de indemnización, 12 se los regalan también. Negocio redondo, todo sale de las arcas públicas. www.lafelizgobernacion.blogspot.com

BONO Y SU CONCIENCIA

Uno puede basar el sentido de su vida en su conciencia, es decir se puede inventar un ojo invisible, que le vigila constantemente, supuestamente le dice lo que está bien o lo que esta mal; es el mecanismo por el que las creencias, filosofías o religiones mantienen a sus adeptos, es algo así como no robo, no mato, por lo tanto soy bueno, por lo tanto puedo dormir tranquilo, mi conciencia me deja dormir. Es una forma de engañarse, muy extendida, pero que sólo sirve para engañarse. Hay quien vive esa existencia en la intimidad, sin molestar al prójimo, y a fin de cuentas con su pan se lo coma; pero están muy cerca los que airean a los cuatro vientos su supuesta conciencia, lo que les dicta ese ojo misterioso, los que tienen que estar justificando día a día minuto a minuto qué son y por qué son así, las razones que les llevan a actuar de una determinada forma, los que están en confesión perpetua, sin pudor y sin garantías de estar diciendo la verdad cada vez que invocan la certeza y bondad de sus palabras y obras. Dice el viejo latín excusatio non petita, accusatio manifesta. No sé si a estas alturas le ven alguna relación a lo que va de folio con el título, pero no me digan que el ejemplar provocador e inspirador de estos párrafos no tiene todos los números para que le toque la rifa de fariseo del centenario y créanme que no tendría que ser así, que yo durante mucho tiempo tuve un buen concepto de él, aunque sólo fuese por haber sido acusación particular, hace 30 años, contra los asesinos de los abogados de Atocha en el 77. Pero no sé, en treinta años todos damos vueltas y en esa trayectoria el señor Bono se empeñó en confundir su actividad pública con su vida privada y, sobre todo, cuando ambas se fundieron en el couché de revista, digital o de celulosa con colorines. Nadie me quitará de la cabeza, salvo argumentario muy poderoso, que este hecho, esta mezcolanza, ese continuo acudir a la tranquilidad de su conciencia, le ha perjudicado en algunas de sus aspiraciones. Puede ser que hayan sido sus circunstancias, lo que desde entonces le rodea, las que le hayan llevado por la senda, casi por el precipicio, de la mediocridad y del pijerío más recalcitrante. Con sólo un poquito de dialéctica en su vida se habría dado cuenta de que son sus hechos los que conforman su existencia, su conciencia y no al revés, que somos capaces de salir de un envoltorio de frikis con ansias de riqueza y aristocracia monetaria para ser en realidad lo que queremos ser, no lo que nos diga el ojo del gran hermano. Que no me venga con milongas de persecuciones y paranoias; el señor Bono se dejó querer y se dejó favorecer, él y sus circunstancias; parece ser que sobre todo sus circunstancias. Ahora vendrán los lamentos por las injerencias en la vida privada, ¿qué broma es esa? Pepe Pérez no tiene el mismo problema a no ser que se salte el código penal, entonces sí, saldrá en las páginas de sucesos, no en las del corazón, ni en las de los trapicheos. Es una pena que duerma tan tranquilo porque se crea en paz con su conciencia; él lo sabe, no es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino al contrario, su ser social es el que determina su conciencia.

20 julio 2010

De diferentes y variadas dietas

Cuando te enfrentas a esta palabra lo primero que tratas de saber es qué quiere decir y en el vicio de algunos está incluido el saber su origen, su etimología. Cualquier hablante español sabe que cuando usa esta palabra ha de tener como referente su alimentación, mas no es el único significado del vocablo que nos obsesiona a diario. Es cierto que podemos hablar de dos términos homónimos, dos palabras que en español suenan y se escriben de la misma forma, pero que seguramente provienen de étimos distintos. Cuando se habla de dieta, en principio y para todos, el significado es ajo y agua , compañero, que te prohíben comer todo lo que te gusta, cuando te gusta y como te gusta, que estás gordo, que supuras colesterol y triglicéridos, que el ácido úrico va dejando rastros y charcos en el coche y que, por lo tanto, tienes todo prohibido y, además para siempre, y, además, que te vas a morir antes de lo previsto y malamente, muy enfermo. Sin embargo, yendo a los orígenes de la palabra nos encontramos con que ya Homero (VIII a.C.) usaba la palabra deta, junto al verbo dainumai, ir de banquete, por ejemplo, decía: "terminada la faena y dispuesto el banquete, comieron y nadie careció de su respectiva porción". Más tarde el médico Hipócrates (V-IV a.C.) sentenciaba en Aforismos sobre la dieta: "Ni la saciedad ni el hambre, ni cosa alguna que exceda de lo que la naturaleza quiera, es bueno". De suerte que la etimología nos desvela que en su origen el término actual dieta proviene del griego diaita "modo de vida", que se derivaba, a su vez, del verbo diaitan "regir uno su propia vida", "gobernarse", que pasó al bajo latín como diaeta. Posteriormente, el vocablo se fue especializando hacia una forma particular de "regir la propia vida mediante un régimen alimenticio". Aquí seguramente comience la división de opiniones, habrá quien piense que es absolutamente posible autogobernarse, que todo depende de los actos que uno mismo se propine y habrá quien, por el contrario, se debata entre lo que está en sus manos y lo que depende de sus circunstancias, por simplificar, más que nada. Pero no se acaban aquí las dietas, parece que del latín dies, no sólo derivamos el término día, sino el de jornada, el de la jornada de reunión; la asistencia a cualquier institución se sigue denominando dieta, uniendo los dos significados, el de la propia asistencia y el de la propia manutención por la asistencia, la remuneración de los legisladores. Quizá desde el S. XVI en el que la dieta de Worms condenó al destierro por hereje a Lutero a ser recluido en el castillo de Wartburg, las dietas del sacro Imperio romano-germánico pasaron a la historia. Desde entonces muchos Parlamentos nos tienen a dieta, es decir, lo que en lenguaje coloquial se entiende como régimen restrictivo de alimentos que nos mantiene insatisfechos. La solución que proponen muchos, la de saltarse la propia existencia de los Parlamentos, con seguridad no es ni útil ni necesaria, pero también es cierto que podrían darnos alguna alegría alimenticia de vez en cuando en forma de decreto, de ley, reglamento, de lo que pueda ser, que ya vamos un poco empachados de decretazos y eso es malo para las dietas; pese a todo siguen siendo necesarias e imprescindibles.

13 julio 2010

Otra vuelta al fracaso escolar

En los últimos meses, semanas, han visto la luz varios estudios que valoran causas y efectos del llamado abandono educativo temprano. Personalmente prefiero seguir la tradicional denominación de fracaso escolar, como el referido al fracaso de la escuela, no del escolar. En ellos se constatan mejor realidades como que el fracaso y el abandono no aparecen de repente, la desvinculación escolar-escuela nace y crece antes de que aparezca, de que se manifieste como un problema. Ya reconocemos, por fin, que uno de cada diez alumnos de Primaria no cursa el curso correspondiente a su edad, que ese parámetro en la Secundaria obligatoria puede llegar a cerca de 30%, dependiendo de la región y que poco más del 70% del alumnado que comienza el Bachillerato logra acabarlo, estas cifras se agravan si consideramos que poco más del 60% se gradúa en Bachillerato o en ciclo medio de FP. Los factores de riesgo están también muy analizados, ellos fracasan más que ellas; el nivel económico y cultural de los padres constata que los hijos de clases bajas y sin estudios tienen casi la mitad de los boletos para fracasar, mientras que los hijos de la clase media y de padres con estudios sólo un 20% de papeletas para el abandono. ¿Qué decir de los inmigrantes? Fracasan más del 55%, pero es que además suelen coincidir en sus casos los peores indicadores socioeconómicos. El proceso de abandono suele comenzar, decíamos, con la desvinculación, los problemas de absentismo suelen muy graves, más del 90% tiene 225 faltas de asistencia injustificadas. Alrededor de este porcentaje están los que han repetido algún curso y casi la mitad han dejado de presentarse a algunos exámenes de determinadas asignaturas. Los casos de indisciplina también son evidentes, se concentran en el primer ciclo de la Secundaria obligatoria, el 60%, mientras que en Bachillerato son muy escasos. Los protagonistas valoran muy poco la eficacia de la escuela para su formación, la que encuentran en el puesto de trabajo es más gratificante para ellos. Las familias presionan, pero pesa más el atractivo de un mal empleo que facilita el acceso fácil al consumo y a cierta independencia. Es más, el fracasado no tiene conciencia de tal, piensa que ya ha abandonado el útero protector de la escuela y ya ha llegado a la edad adulta. La conclusión no puede ser más evidente, esta sociedad ha de replantearse la escuela que precisa. Muchos dicen que es cuestión de prestigio de la institución, pero esto no se dicta desde el BOE y por lo tanto la flexibilización ha de pasar a ser la clave que ocupe los recursos públicos que sin duda han de incrementarse para que la institución resurja y se actualice. El los países que triunfan en PISA, por ejemplo, la escuela comprensiva da herramientas a la generalidad del alumnado y se preocupa, sobre todo, de detectar a tiempo al que se puede quedar descolgado; ahí y entonces es cuando el grupo de profesionales se vuelca en su recuperación por medio de la atención personalizada. Aquí nos seguimos recreando en los brillantes, nos vemos en el espejo, y nos consideramos impotentes e irresponsables con el rezagado e inadaptado. Los cambios de referentes sociales han de ser potenciados por las familias, la escuela podría hacer el resto, por lo menos intentarlo.

07 julio 2010

El ministro casi pródigo

Desde hace meses, quizá durante todo este curso, hemos traído a este folio las venturas y desventuras del posible e imprescindible Pacto por la Educación, un conjunto de medidas urgentísimas para la estabilidad del sistema educativo y la piedra angular para la salida de la crisis: la cualificación del alumnado que aún permanece en el sistema y el retorno al mismo de aquellos que lo abandonaron prematuramente y sin la formación básica atraídos por los salarios de los años de bonanza. Nadie discrepaba en cuestiones de sustancia, quizá fuesen los beneficios exigidos por una parte de la patronal de la enseñanza concertada, quizá no les pareciesen lo suficientemente pingües, como para que populares y nacionalistas catalanes pusiesen algo de su plato de la balanza para alcanzar la paz social y legislativa. Teniendo en cuenta que las competencias ministeriales en materia educativa se limitan a Ceuta, Melilla y la UNED, fuera de estos tres reductos el ministro de Educación manda menos que un árbitro en una corrida de toros. ¿Qué podría haber hecho con los dineros que tenía reservados para la aplicación del pacto? Pues lo más lógico podría haber sido llegar a un acuerdo social con asociaciones de padres y sindicatos, sólo una sugerencia, podría haber enviado el proyecto de ley al Parlamento y que allí dijesen alto y claro sus alternativas desde la oposición y quedasen en ridículo de forma más ostentosa. El asunto es que no debía haber y además no era conveniente una foto con el gobierno, y lo que no puede ser, además es imposible. Pero nuestro rumboso ministro Gabilondo, casi pródigo digo más arriba, aparece renaciendo de su derrota, derrota colectiva podría decir, que no de su fracaso, aquí sólo han fracasado los que non han sabido estar a la altura de lo que la sociedad les exige, tira de talonario y todo aquello que había ofrecido pagar del presupuesto central como parte del acuerdo, oigan, lo sigue poniendo, que si hace falta dinero para la FP, para los programas de cualificación profesional, pues venga, está hecho. Que si hay que mejorar la formación del profesorado en lenguas extranjeras, el programa PALE, o el PROA de refuerzo de alumnado con dificultades, ahí va ese cheque. Que si no tienen dinero para ordenadores, él paga la mitad. Y así hasta más de 590 millones en el presupuesto del año que viene. ¿Qué hacen las CCAA? Como aquella vieja película, Coge el dinero y corre, los consejeros, sobre todo los populares, maquillan algunos nombres, Abalar por Escuela 2.0, y a vender la moto. Desesperanzador. Un último apunte colateral, sí hubo foto, duró poco y no he visto ni un papel que diga la verdad sobre lo acordado. Me refiero al acuerdo entre el ministro de Industria Sebastián y el portavoz popular de economía, el señor Montoro -seguramente una de las personas más felices del mundo, de sonrisa perpetua, fíjense-. Aparentemente se trataba de aplazar una subida del recibo de la luz prevista para este mes. ¿Qué salen ganando las eléctricas? ¿En qué coinciden Gobierno y oposición en realidad? ¿Es un sucedáneo del Pacto por la Energía que se reclamaba, también con insistencia? Sorpresas nos dará la vida. www.lafelizgobernacion.blogspot.com

29 junio 2010

Autarquía nacionalista y protectorados

Volver no es volver atrás. Lo que yo quiero de España/ no es su recuerdo lejano: / yo no siento su nostalgia. / que lo que pasó no vuelve, / y si vuelve es un fantasma. / Lo que yo quiero es volver / sin volverme atrás de nada /
José Bergamín
Hace meses comentábamos en este folio los afanes de los ricos de Santa Cruz (Bolivia) para separarse del pobre y necesitado resto del país. Que esos mismos movimientos con distintos ritmos y matices se viven en Cataluña es noticia caducada desde hace tiempo. Los nacionalistas e independentistas catalanes son capaces de convocar todos los referendos de la señorita pepis que hagan falta mientras sean de juja y no se plantee en serio una reforma de la Constitución que les haga enfrentarse a la realidad cruda y dura de la Europa en crisis, de su crisis. De los belgas, que también frecuentaron estas páginas hace poco, más o menos podría decirse; los ciudadanos de Bruselas, Flandes y Valonia prefieren seguir jugando al escondite antes de llegar a la segregación pura e insegura. En resumen, todos parece que seguimos considerando que el euro es zona segura, que con el dólar perdemos dinero, que con la libra a ver lo que nos puede pasar y por lo tanto, somos conservadores hasta el tuétano. Los nacionalistas son así, de los que van trincando y siempre tienen un paluego. Para ellos la autarquía es el ideal, los vascos eran autosuficientes, como las aldeas gallegas; en los tiempos de hambre, nunca pasaron necesidades de extrema urgencia, pobres aquellos que no tenían aldea. Con sus fueros medievales permitiendo a sus Diputaciones recaudar impuestos y con euskera batúa renacido de los dialectos de los caseríos, ya tienen bastante, son autárquicos. Pero con lo que no contábamos era con que el nacionalismo de Rajoy fuese tan allá, no contábamos con la teoría del protectorado, según este paladín de la globalización nuestra nación vive sometida y es preciso reconquistar el territorio perdido. Claro que ahora no nos invaden los franceses y no precisamos de un alcalde de Móstoles -hoy la Aguirre de nuestros quebrantos- que el dos de mayo levante al pueblo en armas; la carga de mamelucos -aquellos egipcios aliados del francés- hoy llega en bolsas de judías verdes sulfatadas en Marruecos. Nuestro líder en ciernes está preocupado y no es para menos, según él somos un protectorado, no especifica bien de quién -se supone que del FMI y demás ralea- pero lo que es peor, no nos dice si hemos de sublevarnos, de independizarnos o de hacer resistencia pacifista. Vamos a ver, que yo me aclare, que nos diga si el problema es que la zona euro es mala de solemnidad, que nos diga si hemos de subsistir con lo que producimos, que no hemos de comprar fuera, que el petróleo es caro y malo, que sólo hemos de consumir nuestros tomates, nuestros coches, los billetes de avión que nos vendan nuestras compañías aéreas de bandera? A lo mejor su ideal sigue siendo el norte de África, fue protectorado español, francés? ¿y si se le pasa por la cabeza a Duran i Lleida que quiere dejar de representar a Cataluña como un protectorado español? Menos mal que tenemos claro que a ninguna de las cabezas pensantes del Bloque se le pasa por el magín que Galicia sea un protectorado español y que desea buscar la autarquía político-económica, porque en el hipotético caso de que encontrase un gobernante en Madrid que nos la diese, que los dioses nos pillasen confesados. Menos mal que aquí hasta los nacionalistas saben que somos pensionistas y empleados públicos, que vivimos de Madrid y de Bruselas, con la ayuda de los chinos. Ninguno de los nacionalistas, Rajoy, Mas?, nos aclaran si el Fondo Social Europeo, los fondos de cohesión y demás dádivas fueron bien recibidos y bien gastados o los devolvieron por estar contaminados.

23 junio 2010

Estrés, angustia, depresión...

Pongamos que me llamo E, estoy contratado en mi primer empleo temporal; temporal no porque yo quiera, que yo quería ya algo estable, no definitivo, pero sí sin incertidumbres, sigo estudiando, haciendo cursillos, ese empleo no es mi meta en la vida, pero me da vidilla. Voy conociendo el sector, las posibilidades que se me abren. El patrón es más capataz que empresario; pero qué le vamos a hacer. Tiene reloj para entrar, pero no para salir, le suena de algo la expresión convenio colectivo, pagar las horas extra? pero le suena muy de lejos. Eso sí, es paternal como la madrastra de Blancanieves, cuando llegas al cuchitril el primer día te sermonea con aquello de que vienes aquí a sufrir, que sois todos de mantequilla y no tenéis ni puñetera idea de qué es lo que se os viene encima a la hora de comenzar a currar. Justifica lo de la temporalidad con aquello de que si no sirves no voy a cargar contigo para toda la vida, que seguro que eres un flojo y que si te hago fijo despedirte me va a salir por un riñón. Por lo tanto, esta experiencia iniciática en el mundo laboral no puede ser más demoledora, empiezo sin derechos, con todas las obligaciones, sin ningún respeto personal y comiéndome la cabeza. Cuando paso muchos días sin dormir, con picores y sarpullidos varios, el médico me dice que es estrés, que será mal de amores o problemas en el curro. Yo sé qué me pasa. Pongamos que me llamo A, ¡ya me han dado a firmar el contrato indefinido!, la verdad es que ya era hora, me conozco hasta las entretelas de los sótanos de la tienda en la que llevo tres años vendiendo ordenadores, consolas? estoy a la última, porque me gusta y además porque es mi responsabilidad profesional, sí, me considero profesional y que rindo en mi trabajo, que nadie me ha regalado nada y que seguramente podría llegar a ser la encargada de la tienda, si no me pisan la cabeza por ser mujer y quizá madre. Me han hecho fija porque mi despido les sale más barato. ¿Despido?, ¿quién piensa en el despido, ahora que me han hecho fija y puedo hacer planes más allá de tres meses? No tengo pensado hacer un desfalco ni pasarme a la competencia, estoy sana, no falto al trabajo, me agobia sólo pensar que en vez de decirme que confían en mí, ya están esperando a que meta la pata para despedirme. Me cae el pelo, tengo gastristis, se me quitan las ganas de salir con la peña, estoy angustiada. Pongamos que me llamo D, soy un buen vendedor, cumplía quince años en la empresa, desde mis 23 añitos, recién salido de la FP y de un par de prácticas, mi inglés es los suficientemente lucido como para que el jefe no tenga que buscar a nadie para saber qué dicen los libros de instrucciones, me sé al dedillo qué y cómo compra esta empresa, a los clientes los trataba como princesas. Mi niño ya va acabando la primaria y ya se va dando cuenta de algo, le digo que las cosas en la empresa no eran para fiestas, no me atrevo a explicarle lo que es un ERE, que estaré sin trabajo una temporada, que por eso voy a buscarlo al cole más a menudo. No soy capaz de contestarle la verdad cuando me pregunta por qué ya no voy al fútbol, por qué los fines de semana son más aburridos, por qué el domingo no me quito el pijama ni lo llevo a comprar el periódico y las chuches al kiosco. No sabe por qué estoy deprimido. Creo que la canalla insaciable de esa casta empresarial que seguramente nos merecemos no es capaz de saber que el cuarto protagonista, pongamos que se llama N, es la neurosis, cuando despierte a lo mejor no es responsable de sus actos y la monta pequeñita. Un decir. www.lafelizgobernacion.blogspot.com

15 junio 2010

Estado de subsistencia

No están los tiempos para viajar mucho, si no puede hacerlo, infórmese de qué le sirve a usted una tarjeta de plástico en cualquier país del centro y norte de Europa; comprobará que lo puede hacer todo, hasta la más mínima compra, un simple café, un simple periódico, una carrera de cinco euros de taxi; todo, absolutamente todo, es transparente, todos esos pagos tienen su IVA, usted lo paga y el Estado recauda; es muy difícil que exista la economía sumergida. Le escuché al propietario de un modesto, pero próspero, negocio de hostelería del que viven dos familias, en el sur de España que quería venderlo o traspasarlo, pedía una cantidad bastante alta, pero eso sí, la verdad por delante, el negocio tenía menos papeles que el burro de un gitano, es decir en su vida había emitido una factura, hecho declaración de iva, pagado autónomos, nada de nada. Están empeñados en convencernos de que vivimos en el estado del bienestar, lo mismo que en la Europa que lo fue construyendo desde los destrozos de la segunda guerra y de la mano de la socialdemocracia. Esos estados modernos con niveles impositivos altos crearon redes de protección social que fueron o garantizando altos niveles de empleo, de formación, de servicios públicos y fueron formando sociedades que eran conscientes de que su esfuerzo fiscal era bien gobernado por un estado fuerte y sostenido por una moneda sólida. Frente a este modelo, estaba el norteamericano, liberal, que también tuvo sus intentos en El Reino Unido de la Thatcher y en el Madrid de Aguirre. La distancia entre un estado de bienestar y un estado de supervivencia con ciertas garantías es la misma que hay entre el recorte que está sufriendo un parado alemán en sus prestaciones, que verá que su subsidio para calefacción se verá recortado y el de un pensionista español que verá congelada su pensión de novecientos euros. Es decir, este supuesto estado de bienestar nuestro sobrevive gracias a las redes familiares en las que las pensiones de los mayores dan cobertura a hijos o a nietos, en la que el salario fuerte sostiene a los hijos hasta cuando haga falta?Este supuesto estado de bienestar tiene una segunda pata apoyada en un veinte por ciento de economía sumergida, a la que el estado le importa un bledo y viceversa y la tercera es la de una gran red de voluntariado, visible o camuflado, de trabajo desinteresado, que se ocupa de la atención a la dependencia, porque el estado se inhibe, que se hace cargo de los comedores escolares, porque el estado no se hace cargo, que sostiene clubs juveniles, porque el estado no se hace cargo? Y aún hay quien dice desde el liberalismo decimonónico más rancio que hay que adelgazar el Estado, este estado anoréxico en los servicios públicos que mantiene la enseñanza y la sanidad en la cuerda floja y con la inminente amenaza de los copagos y el desmantelamiento. El decreto de reforma laboral que mañana seguramente imponga la derecha me temo que irá camino de acentuar más estas diferencias. Decía el recién estrenado Cameron que la salida de la crisis seguramente nos obligará a otra forma de vivir, claro que sí, él y los suyos no notarán la diferencia, los de abajo sí la verán a diario; pero como en todas las crisis estos magos de las finanzas salen reforzados electoralmente, porque prometen el cielo. www.lafelizgobernacion.blogspot.com