31 diciembre 2011

No hay ministro de educación ni se le espera, pero los problemas siguen (I)

En estas primeras líneas no podemos afirmar que al frente de los problemas educativos de la nación se encuentre algún técnico o político documentado, le esperaremos con prudencia. Mientras tanto nos pondremos al día en los deberes que siguen pendientes, puesto que el presidente ya ha dado por sentando que acortando la ESO y aumentando el bachillerato, está todo resuelto, lo primero no parece solución, lo segundo era bastante demandado desde diferentes sectores profesionales. Por otra parte debería preocuparle el envejecimiento de la plantilla y la formación de los que suplirán a los actuales; hablan vagamente del sistema de formación y prácticas, pero no sabemos nada más.

Cuando escuchamos decir en distintos foros que la escuela que vivimos, que la escuela que proponemos y ofrecemos a la sociedad es la misma que sufrimos o disfrutamos los docentes actuales adultos, bien adultos, con algo de maquillaje, evidentemente somos algo injustos; pero seguramente no tanto.

Creemos que, sin ambages, la autocrítica es imprescindible, que la formación básica inicial del profesorado ha empezado a cambiar hace muy pocos años y, por lo tanto, incide desde hace muy poco tiempo en la organización escolar. La mayor parte de los docentes de más de 40 años -y no olvidemos que en los próximos años se jubilarán decenas de miles- son autodidactas y hemos de reconocer que se han formado con voluntarismo y palos de ciego, la prueba del algodón puede ser la separación entre la enseñanza superior y el papel que tendría que desempeñar en la actualización científica del profesorado de primaria y secundaria, escasísima, residual y los comprobamos en el porcentaje de los tiempos escolares que se dedican a las prácticas, en ciencias experimentales, idiomas... Es imprescindible una breve mirada al pasado para hablar del abandono escolar, porque entendemos que no hay tiempo escolar y de ocio más malogrado que el abandono temprano y sobre el que hay que actuar inmediatamente. Seguramente en los estudios universitarios quedan restos de los datos de abandono en la antigua EGB, cuando en 6º se hacía aquella especie de reválida en la que se decidía quién merecía seguir hasta 8º o quien se quedaba en el subempleo, en las faenas familiares en el medio rural o, en el mejor de los casos, en el taller de FPI.

Quedaron pendientes grandes sectores de alumnado que abandonaron porque la sociedad, la escuela pública no supo o no tuvo medios para integrarlos, además el mercado laboral solo precisaba mano de obra barata.

Evidentemente el mundo de la mujer, pese a su mejor rendimiento escolar, siguió siendo el más relegado y la hipocresía clerical quiere hoy justificar así la escuela segregadora. Y hablando de tiempos, recordemos que hasta no hace mucho niños y niñas tenían clase de EF separados y que eran ellas las que colaboraban en el comedor escolar para ayudar a los más pequeños.

La educación Infantil de 0-3 es aún hoy una aspiración que se verá frustrada por los recortadores ajustes que nos amenazan con o sin crisis. Ese tiempo, también educativo tiene buenos profesionales formados en los ciclos superiores y en las facultades de educación, pero sigue siendo artículo de lujo para muchas familias. Tiempo perdido para la educación y para la integración social.

A nuestros legisladores se les suele llenar la boca de autonomía escolar, autonomía para ordenar tiempos, calendarios, incluso sesiones, pero seguimos padeciendo y reproduciendo la vieja escuela, en casos la más rancia. El profesorado carece de la libertad, de los incentivos, incluso morales, para embarcarse en aventuras aun hoy casi revolucionarias, son como siempre las maestras de infantil, la vanguardia de la comprensividad, de la integración de los padres y madres en espacios y tiempos...pero el salto es abismal.

No hay nuevas hoy que nos refresquen la esperanza, pero claros son los caminos para avanzar.

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20 diciembre 2011

Valor, precio y ´ley Sinde´


 Hace muchos años me entrevistaban en una emisora de radio apropósito de un trabajo escolar en VHS realizado con un equipo de colegas, ya se empezaba a hablar de piratería, recuerdo que me manifestaba tan a favor de que nuestro trabajo se difundiese que llegué a proponer en antena la legitimidad de que se pirateasen las videotecas de los museos, menos mal que era a un hora intempestiva y aquello no lo escuchaba ni el tato.

Hoy, según reza la mancheta de algunos medios (artículo 32.1, párrafo segundo, Ley 23/2006 de la Propiedad intelectual), todos los contenidos allí publicados son propiedad de la empresa y nadie puede reproducirlos sin autorización. Es decir, que nadie por haber pagado algo más de un euro o por abonar la cuota de ADSL tiene derecho a apropiarse de lo allí escrito. Evidentemente parece algo obsoleto, todos pueden ver textos aquí publicados y reproducidos en otros medios y más o menos correctamente citadas sus fuentes. A nadie le preocupa si el folio y medio aquí escrito es fruto de seis horas de investigación o de un ratito de ocio del domingo por la tarde. Se le puede poner precio a ese trabajo o se puede valorar; pero lo que no se puede es confundir ambos conceptos. De hecho no recuerdo demanda de este medio u otro similar por el uso de sus contenidos ofrecidos en abierto en la Red ni que un colaborador haya tratado de poner puertas al campo reclamando derechos de propiedad intelectual.

Este largo prólogo viene a cuento porque está sin poner el cascabel (reglamento que desarrolla) al gato (ley Sinde), es decir, hay que aplicar la ley que puede perseguir las descargas ilegales, pero nadie se atreve a firmar el decreto que lo autorice, sobre todo después del pelotazo de la SGAE. Si son algo listos los salientes, dejarán el marrón a los entrantes.

Seguir con el concepto decimonónico de la obra de creación como inversión puede estar vigente si hablamos de piezas de coleccionista, lienzos, manuscritos, vinilos, cuyo precio puede venir dado por la oferta y la demanda. Mucho me temo que el resto de los productores, en este siglo, producen para la generalidad y solo alcanzan los laureles económicos si alcanzan la genialidad o si son realistas a la hora de poner precio asequible a lo que para ellos tiene valor incalculable.

El músico no podrá seguir viviendo de la venta de pocos discos a precio alto, sino de descargas a bajo precio y del directo.

La producción digital ha devaluado monetariamente el texto escrito; pero ya lo había hecho la imprenta frente al copista del monasterio. No me corroe la mala conciencia decir que estoy leyendo la última novela de Pérez Reverte en un copia pirata, al tiempo que reconozco haber pagado por el resto, excepto por una que el propio autor colgó en abierto.

Asimismo también les confieso que pagaré dos euros por la última novela de Isidoro García, La contrabandista de hostias, pese a que él me regalará una copia en papel hermosamente dedicada, espero que tampoco se pierdan un documental emocionante, O segredo da frouxeira de Xosé Abad, creo que por 1,20 euros.

Afortunadamente creo que han caducado las viejas concepciones del mercado cultural; en él los nuevos medios producen más lectores, más cinéfilos, más melómanos y hace falta más imaginación para financiar las producciones más costosas sin que su consumo sea prohibitivo.

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13 diciembre 2011

Kleenex, modernidad y crisis

 La teoría del Kleenex: te jalan, te ensucian, te hacen bolita y te avientan al cesto de la basura (Sin recuerdos de su autor) 

Supongo a que a lo largo de la vida nos encontramos con muchos personajes kleenex y con muchos otros mocosos, seguramente también en algún momento de nuestras vidas somos desechables para alguien o usemos al prójimo de paño de lágrimas para dejarlo tirado después de usar; eso sí, muy bien valorado por los servicios prestados. 

Hay mocosos que te usan para limpiar las gafas y ya eres inservible y los hay que te usan para todo el catarro del día, en ambos casos eres una miseria. 

Por otro lado están los idiotas que han de meterse en todos los fregaos y allá donde se pierda una bofetada corren para no perdérsela, son los típicos kleenex, incluso de varios usos, que no son capaces ni de responder que ya está bien, que ya se comieron las lágrimas de fulano de tal por el mismo problema. 

Es la puñetera realidad la que impone que no hay ni el más mínimo equilibrio entre los mocos que se segregan y los kleenex que se necesitan, incluso los hay que se empeñan en no tomar un mucolítico que les limpie las vías respiratorias, que disfrutan de lo lindo machacando a sus kleenex preferidos, los que nunca les fallan, a los que tienen bajo la suela del zapato. Pero por otro lado está el kleenex agradecido, el que sabe que después de ser usado lo doblan cariñosamente, lo guardan en el bolsillo, jamás va olvidado a la lavadora; él tiene un poco de autoestima porque, pese a ser lo que es y saber cuál es su destino, sabe que en el fondo le tienen cariño. Pero si hay un símbolo de la sociedad de consumo, seguramente es el famoso pañuelo. 

Gilles Lipovetsky (La sociedad kleenex) es el filósofo francés que acuñó el término posmodernidad y ahora nos habla de lo hipermoderno y de la democratización del lujo y la superficialidad, defendiendo que el lujo, anteriormente solo accesible para los dioses, se va democratizando gracias a los medios de comunicación y las zaras de turno y hasta lo que él llama "lujo emocional", el que se consume no para impresionar a otros, sino para experimentar nuevas sensaciones. Es decir, en cierto modo la moda suaviza los conflictos sociales, la sociedad hoy funciona como la moda, porque cambia todo el tiempo y todo es descartable. Es la sociedad kleenex, la sociedad de la superficialidad, lo prueba la frivilodad que domina la publicidad; en "Los tiempos hipermodernos", sostiene que ya no vivimos en un mundo posmoderno, nos describe en la revancha del futuro, y ésa es la gran paradoja: por un lado, es la sociedad de la publicidad, la que busca el placer inmediato y, al mismo tiempo, no lo puede disfrutar porque le pesa una enorme ansiedad sobre el futuro, fruto de las crisis económicas, del desempleo, y un creciente temor en temas de salud, virus y epidemias. Es la ideología de la prevención, no la del disfrute. Es la que se preocupa por un futuro profesional incierto y por la educación de los niños en un contexto conflictivo. Es posible que los kleenex empiecen a ser un poco más valorados. 

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06 diciembre 2011

Un ´forfait´ preparado en algún ´resort´

Pese a que nunca faltó la correspondiente financiación, pese a que se siguió respetando un concordato preconstitucional e injusto, pese a que con todo ello los cesados en las urnas siguieron colaborando para que la jerarquía católica siguiese comportándose como el mayor lobby conocido; pese a todo ello su feroz presencia interviniendo en la vida pública, desde dentro y desde fuera, sin pudor, presionando en la calle y trayendo a sus popes de paseo intimidatorio. 

Quizá esta sociedad sea de memoria fácil, que lo es, pero es injusto no recordar dos cosas, ahora que hay cambio de gobierno, en primer lugar el cambio se produce por errores propios y por el comportamiento timorato de los gobernantes cediendo ante presiones sin cesar, y segundo, las campañas mediáticas teledirigidas por Rouco y sus aliados para derribar al gobierno llegando a usar la crisis como una maldición del antiguo testamento, la voluntad de su dios contra una sociedad descreída. 

Se han empeñado en presentar a esta sociedad semimoderna como un engendro intermedio entre Sodoma y la sociedad postapocalíptica presidido por el matrimonio gay, producto demoníaco por excelencia que está acabando con la moral en los institutos, y el divorcio exprés, que a ver qué va a ser eso de que un matrimonio se rompa sin culpables y por la voluntad de uno de sus miembros, de forma banal, sin alegar causas. Ya ven ustedes en qué monstruo estuvimos a punto de convertirnos y digo en pasado -y digo bien- porque estamos salvados, el miedo a la crisis, a los mercados, a las maldiciones, han conseguido que las instrucciones de Rouco a los nuevos gobernantes se vean cumplidas en muy breve plazo. Hay quien me decía hace pocos días que me enviaría pronto una invitación múltiple, porque se casaría por la iglesia, bautizaría a sus hijas, les haría la primera comunión, confirmación...todo de golpe, en un forfait preparado en algún resort de moda construido ad hoc por el Yunque, los kikos...., por lo que pudiera pasar. 

Y ahora toca formar gobierno, ahora toca hacer las partijas del botín entre los triunfantes y los purpurados quieren salir en la foto. Problemas habrá entre las diferentes facciones, haylos que prefieren prebendas en forma de cargos ministeriales o consejos de administración, también abundan los que prefieren el anonimato y gobernar desde esa discreción que permite escribir en el BOE por persona interpuesta. Tenemos sectas para todos los gustos, que pelean duro por la tarta, pero que no les quepa duda de que la de la enseñanza es de las más jugosas y rentables ideológicamente, es una inversión de futuro. Si eso lleva a tener que buscar alianzas y pactos con honestos gays, piadosos divorciados o fervorosos usureros, no importa. La sinceridad nunca fue virtud por esos lares. 

La ética cívica es lo que están minando los defensores de la eternidad, siempre pasó en momentos de crisis; ante el miedo de los hombres siempre surgió la admonición de la condena eterna. La felicidad, el amor, la ideología -decía Bertrand Russell- no dejan de ser verdad por no ser eternas, no pierden valor, es decir un buen ciudadano puede cambiar de ideas o sentimientos y tomar como fijo de futuro el desarrollo científico y siempre procurando vivir como piensa para no acabar pensando como vive. 

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