26 mayo 2009

El piquete lingüístico

Desierto de los Monegros, al mando del teniente Villanueva una sección de infantería hace ejercicios, su misión es tomar una colina o similar en una maniobra envolvente, un objetivo fundamental para su compañía y su regimiento. Hete aquí que este señor bajito, oculto tras su bigotito, analfabeto funcional y macarra vocacional, aparece con toda su tropa agotada a varios kilómetros del punto de encuentro marcado por sus superiores. Su interpretación fue que el mapa tuvo la culpa, menos mal que el Sol no había abandonado la galaxia. Fue un error táctico o estratégico donde los haya. Aquí hay quien piensa que tenemos una suerte de teniente Villanueva al frente de la autonomía y se equivoca de cabo a rabo. Creo que tenemos a un estratega con gran dominio del arte de colocar la artillería en su sitio, un profesional que sabe cuándo debe entrar a trabajar el fuego aéreo, que tiene grandes dotes para las maniobras de distracción, incluso para la guerra de guerrillas, no teme el cuerpo a cuerpo en contextos discretos. Si no se lo creen, pasen y vean informativos. Puede estar ardiendo el metal en Vigo, se puede ir a tomar viento Pascual en Lugo, Caramelo en Coruña, sigan y sigan que hay para todos ¿qué? ¿Cuál es el problema? ¿De qué tenemos que preocuparnos? Vaya hombre, ¿no sabe usted que el mayor problema de Galicia es la reforma del artículo 35 de la Ley de Función Pública de Galicia? Está usted en las nubes, perdóneme, pero así no hay quien haga país. El problema es si los aspirantes a funcionarios han de hacer una prueba o no en gallego. Seguro que es una buena estrategia a corto y medio plazo; no le preocupa a nadie que no sea aspirante, que esté preparándose para opositar; pero al mismo tiempo afianza réditos electorales -que el día 7 está muy cerca- puesto que nuestro presidente de la autonomía aparece como Cid Campeador sobre los nacionalistas radicales y deja con cara de póquer a los socialistas, colgados de la brocha, sin saber si seguir pactando en los ayuntamientos o empezar a hacer política por su cuenta. ¿Es o no es una buena estrategia desmovilizadora? Además el presidente, creo que conscientemente, tiene bien situada a su brunete particular, un rol que está jugando la Consellería de Educación. Le afecta lo anteriormente citado, pero sólo de refilón, las oposiciones de profesores siguen estando blindadas legalmente; pero siempre puede colaborar con comandos autónomos, incluso con piquetes con misiones específicas. Inocentemente, servidor hablaba el martes pasado de la posibilidad de que hubiese un papa lingüístico, conciliador, como el recién nombrado responsable del tema del gallego. A día de hoy no le he leído aún ni una sola declaración pública trascendente; pero el caso es que su jefe, el conselleiro Jesús Vázquez, sí actúa como un general con mando en plaza. Hasta ahora nos mareaba con el decreto de gallego, que si te derogo, que si no te derogo; mientras tanto a los colegios llegan circulares de los inspectores acogotando las plantillas para el año que viene, mientras tanto te cuelo de rondón 14 nuevas titulaciones de FP sin que te dé tiempo a decir ni pío. En los institutos tiemblan con la que se les puede venir encima. Lo que yo te diga, un torero.

19 mayo 2009

¿Precisamos un Papa lingüístico?

Cuando a mi amigo Curro se le asoma un contertuliano con la fresca, al anochecer, proponiéndole cualquier aventura fuera de lo normal, bien sea un fin de semana en Ayamonte o una simple manzanilla en el Habana de Sanlúcar, pueden pasar dos cosas, que estemos a día diez y la cosa no vaya mal o que estemos a día diez y Curro tenga problemas, como él dice, "ecuménicos", es decir, que tenga un par de imprevistos y, por lo tanto, su capacidad de conocer mundo se vea capitalmente disminuida. Bromas aparte, lo de conocer mundo está bien y el Papa de los católicos es un buen viajero; no sé yo si será tan buen diplomático; pero bueno, es cosa suya y de los suyos. Estos días de ahí atrás estuvo por Israel y me dio la impresión de que se metió en camisas de once varas. No sé a qué clientela perseguía, pero esa especie de misa concelebrada con un rabino de medio pelo y un imán del que no se sabe ni el nombre no dan la impresión de un éxito ecuménico ni económico. Porque, claro está, estas misiones diplomáticas nunca son inocentes o bien buscan la unificación territorial, doctrinal en este caso, o buscan el ecumenismo petrolífero. No le veo yo resultados que promuevan los fuegos de artificio. Esto de tener un Papa esta bien, no me digan que no. A fin de cuentas, contar con un Botín, o un Ortega, o un Obama, con un buen dedo para dirigir es un chollo; pero estos tres ejemplos que les cuento no son buenos ejemplos, porque se les caen los palos del sombrajo a la mínima que se despisten. Aquí necesitamos otras categorías; en Galicia somos otra cosa, el coche y la hipoteca ya nos los facilita Zapatero con esas subvenciones remasterizadas. Nuestra necesidad ineludible es la lingüística, es que no sabemos qué hablar, ni qué escribir. Zumba que te zumba están a diario con las monsergas, es cierto que el pueblo municipal y espeso se abstiene de opinar, porque habla en la lengua que le da la gana y es libre de decir lo que le venga en gana. Pero a cada instante anhelo más la llegada de un Papa lingüístico, alguien que nos revele la verdad absoluta, alguien que nos diga si este 17 de mayo lo hicimos bien o mal, alguien que nos diga si en Galicia tenemos que ser monolingües, si tenemos que ser bilingües o si cada uno puede ser lo que quiera con el permiso y el respeto debido a los demás. Esto es complejo, insisto en el modelo religioso, porque a los católicos les va dando buen resultado lo del Mesías, los profetas y demás mitos; a los demás monoteístas también les va bien; pero bueno, por quedarnos con lo más cercano, quedémonos con los que hacen milagros, es lo que nos hace falta. No creo que el buen hombre que se ha hecho cargo del asunto este de la Política Lingüística tenga esas gracias divinas, pero esperemos que sea capaz de templar gaitas entre los cuatro aprovechados que sacan rendimiento editorial y académico anual tal día como anteayer, los iluminados que le siguen buscando las esquinas a la Mesa Camilla de Ramón Piñeiro y los ciudadanos con vecindad administrativa en Galicia.

12 mayo 2009

Del ´noxo´ y de la xenofobia

Hace bastantes años el término xenofobia empezaba a ser utilizado con cierta normalidad; aunque su significado no era siempre bien conocido y, por lo tanto, su uso no siempre era el correcto. Recuerdo haber oído una conversación entre dos adultos, eran buenos amigos, pero surgió un motivo de disgusto, una desavenencia, no recuerdo la causa de la discusión. El caso es que el más ofendido quería recriminar a su circunstancial enemigo y manifestarle su desagrado, su rechazo. Su vocabulario de gallego hablante le llevaba a usar la expresión "das noxo"; pero en un ataque de innovación léxica se arrancó con un "das xenofobia", le sonaba a gallego, sabía lo que era la fobia, pero no albiscaba el odio a los xenos, esa verdura raquítica e insípida. Los dos eran blancos, sus diferencias raciales se limitaban a la diferencia de estatura. Lógicamente, los espectadores poco pudieron hacer para contener la risa y quizá la vergüenza ajena. Pero el bueno del hombre sí era consciente de que la xenofobia era mala, no sabía la razón, pero era mala. Creo recordar que podríamos estar saliendo de la crisis de los primeros noventa. A partir de entonces llagaron porque hacían falta y contribuyeron a llenar las arcas de la Seguridad Social, cotizaron para la Formación Profesional, para pagar el desempleo, como todo hijo de vecino. Pero, no sé, seguramente exagero, me da la impresión de que hay quien considera que esa dedicación no debe dar pie a recibir las compensaciones generadas por el trabajo realizado, que éstas han de conservarse -que la crisis viene muy dura- sólo para los nativos. Seguramente nuestro personaje, el descrito más arriba, diría hoy algo así como que da noxo tanta xenofobia. Fíjense en los grandes tertulianos que braman pidiendo el despido gratuito y demás beneficios sociales, se quejan de que los trabajadores rumanos en España ganen más cobrando el paro en España, que malviviendo de hambre en su país; es que tienen unas cosas estos rumanos, mira que querer lo que es suyo ¡en qué cabeza cabe! Más cercano fue el episodio protagonizado en Vigo por sindicalistas nacionalistas que pusieron en duda la legitimidad de contratar a inmigrantes que se encuentran en la lista de espera a la que se van a buscar nuevos trabajadores. Sin comentarios. Esta es ya una sociedad enferma, estamos a un paso de Berlusconi y con Aznar cual Ave Fénix llamando a la puerta. Mientras tanto Ibarretxe se permite el lujo de insultar a la mitad de sus vecinos y no pasa nada; eso sí, siempre humillado ante su dios. Los sesudos pensadores, buscadores de salidas justas a la crisis se afanan en hallar respuestas a las grandes preguntas, quieren decirnos cómo será la nueva sociedad que salga de la crisis, qué posdemocracia nos espera una vez que el liberalismo ha demostrado que no sirve. Pero me temo que hay problemas más urgentes que la posdemocracia, la predemocracia es el fundamental. Las actitudes que en este noroeste empiezan a verse ya son viejas conocidas en regiones más desarrolladas donde huele a podrido desde hace tiempo. Es un virus que tiene algo de puerco y nada de porcino, no provoca fiebre, pero sí noxo.

06 mayo 2009

De puercos y teclados

Podríamos empezar a hablar de puercos en sentido figurado, pero hoy no creo que valga la pena. Podemos hablar de teclados, los de los viejos profesionales y los de los mercenarios con su viejo cané de periodista; unos durante años y años dieron ejemplo de seriedad, rigor y de toda la imparcialidad posible; otros, lo usaron de la forma más vil al servicio del mejor postor. Por diferentes razones siempre he admirado a ambos prototipos. A unos por sus dilemas ante el teclado, a los otros por su sangre fría a la hora de hocicar ante un editor. Hay que verse en el pellejo. No me estoy cuestionando hoy las viejas polémicas sobre la ética informadora o sobre la reserva de las fuentes o sobre todos los watergates habidos y por haber. Trato de situarme en los zapatos del periodista que maneja datos, muchísimos datos, de las más variadas fuentes interesadas y que ha de tomar decisiones arriesgadas que cambiarán las vidas de sus lectores, oyentes? Pongámoslos en el caso de la nueva gripe, ya ni le pondré calificativos, en su mano está la información científica, a su servicio se ponen los intereses políticos, ni que decir tiene que de ellos dependen los intereses farmacéuticos, los servicios médicos son sus esclavos. Todo porque de su profesionalidad y responsabilidad depende que lo que pueda ser una simple precaución se transforme en alerta o se precipite hacia el alarmismo. Cada vez es más imprescindible tener más información, pero también más y mejor criterio para discernir lo fundamental de lo accesorio, sobre todo cuando se trata de temas que afectan a la vida cotidiana más inmediata, sobre todo a la salud. Ni México es la cuna de todas las infecciones víricas, ni los cerdos son los peores enemigos del hombre. Prudencia y cautela, cada vez más. A todo ello se le añade el ingente trabajo de documentación al que pueden tener acceso, que si hubo gripes, que si mataron, que si se pusieron todos los medios precisos para atajar los efectos. Pues bien, sólo esa responsabilidad, pero toda esa responsabilidad, es la que está en manos de los profesionales de la información y sus teclados, de un titular infortunado puede depender que se desate un episodio de pánico como el de La Guerra de los Mundos en forma de asalto a las farmacias a la búsqueda de mascarillas o Tamiflú. De unos datos mal explicados puede depender el futuro económico de los productores de pollo o cerdo. De una alarma mal controlada puede depender el colapso de los servicios de urgencia merced a un protocolo médico mal diseñado fruto de una decisión política condicionada por dios sabe qué poco confesables intereses. Y todo ello bajo la humillación de contratos basura, de precariedad, de presión abusiva, de salarios menguantes y horarios crecientes; con cuerdas flojas sobre las que caminar y horcas caudinas bajo las que subyugarse. El día 7, este mismo jueves, cuando leamos las nuevas sobre los efectos de la gripe, acordémonos de que detrás de ellas están periodistas que pierden la vida como Couso o que la sobreviven como la multitud de anónimos que nos sirven a diario.