23 junio 2015

Otra vez viene el lobo

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2015/06/23/vez-viene-lobo/969429.html

Érase una vez / un lobito bueno / al que maltrataban / todos los corderos.
Y había también /un príncipe malo, / una bruja hermosa / y un pirata honrado.
Todas estas cosas / había una vez. / Cuando yo soñaba / un mundo al revés
José Agustín Goytisolo


No es la primera vez que obligamos al poeta a asomarse a este folio, hoy es para recordar uno de sus poemas más populares, El lobito bueno, que bajo su aparente ingenuidad y su aire de canción infantil evoca la rebeldía ante lo establecido, ante el hecho que desde pequeños nos enseñan quiénes son los buenos y quiénes los malos... y tal vez no sea así. Tal vez sea mejor otro mundo, un mundo al revés, como el que él soñaba desde aquella España de Franco en la que sin duda, los "buenos" y los "malos" oficiales eran bastante discutibles, y en el que era la poesía uno de los pocos medios para sugerir que esto no tendría que haber sido así.
Los lobos de entonces, los fraguistas, los nacionalcatólicos, los de las sectas ultracatólicas, los tecnócratas multiservicio al mejor postor, los nostálgicos guerracivilistas, los cavernícolas golpistas que no olvidaban su victoria asesinando abogados, obreros y estudiantes, los militares que arengaban reclutas o degradaban públicamente a un cabo por leer un libro, el clero ultramontano que condenaba con carácter preventivo al infierno a todo aquel que no se retratase en el atrio los domingos o mantuviese vida en pecado mortal.
El poeta quería que los corderos de entonces fuesen capaces de cambiar las tornas, él sabía de su inocencia, él no se guiaba por la venganza sino por el recuerdo de su madre, Julia, muerta en un bombardeo sobre Barcelona, él deseaba que otros tomasen el control, un mundo nuevo en el que vivir en paz, soñando un mundo al revés.
Ahora sí parece que quieren acongojarnos diciendo que el mundo está al revés, que mandan unos corderos degollados con cara de no haber roto un plato en su vida; que, como Rajoy, nunca han salido del plasma, que parece que no tienen un periodista de confianza para poder transmitir sus buenas nuevas y que estas le lleguen al bolsillo del ciudadano, que las chisteras de Casado, Maroto, Maíllo, Levy y ¡Arenas! no surtirán de suficientes conejos y pañuelos de colores; han de buscar lobos en la otra orilla a los que echarles la culpa de los males que sufrimos, ahora son las conspiraciones demoníacas, las de los hombres lobo, las que le impiden cambiar de discurso sin ponerse colorado, son descamisados clásicos y modernos, son parados, infracontratados y demás fauna canina.
Más corderos los encontramos entre los banqueros de primera línea y los grandes empresarios insaciables a la hora de incrementar sus beneficios, frente a nosotros, los lobos que acechamos sin tregua dejándolos sin sustento ponemos el mundo al revés.
Lástima que sea una falsa ilusión, los lobos siguen siendo los mismos y los corderos también seguimos tratando de huir de sus fauces o de la caldereta del pastor.

18 junio 2015

DE BICHOS, CROMOS Y PACTOS

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí
Augusto Monterroso


No he resistido la tentación de reproducir el famoso y breve cuento de Monterroso, porque estos días postelectorales no deja de hablarse de dinosaurios, puede ser que el estreno de la última película de esos bichos híbridos haya obnubilado a la concurrencia o puede ser que todos nos hayamos despertado del sueño electoral del 24 de mayo y hayamos comprobado que los dinosaurios que nos quitaban el sueño siguen ahí. La noche electoral nos acostamos con la esperanza de que algo cambiaría, que nuestro ayuntamiento o nuestra autonomía cambiaría de aires, gracias a los pactos imprescindibles para devolver a su cueva a los dinosaurios consistoriales, a los de las diputaciones o a los de los gobiernos regionales.
Nos habían prometido unas bodas transparentes, sin secretos de separación de bienes y con fotógrafos en todas las esquinas. Al final ha habido cambio de cromos, compensaciones, ánimo de llegar a acuerdos estables, es decir, acuerdos prematrimoniales como aquel de Isabel y Fernando, los reyes católicos, y sus partijas del poder en ambos reinos con la Concordia de Segovia en el último tercio de S XV.
Estamos, pues, en un momento de euforia merecido; la ilusión de los jóvenes, sea cual sea su edad, rebosa y rebrota como nunca, pero el dinosaurio sigue ahí y no me refiero a Esperanza Aguirre, Monago o Feijoo… Estoy pensando en todos aquellos que se esperanzan con la renovación de su ayuntamiento o su región, que ven las caras nuevas, los nuevos discursos, la felicidad inmediata que se vivió en 1977, 1979 o 1982, por ejemplo, sin pararse a pensar en que el dinosaurio sigue allí.
Y no solo es Rajoy y lo que le quede de su gobierno y de su partido el mes que viene. Estos son dinosaurios de poco peligro, seguramente herbívoros que nos siegan la hierba bajo los pies, que sí nos hicieron y seguirán haciendo daño aunque sufran otra desilusión en las elecciones generales.
Los verdaderos dinosaurios omnívoros se llaman Christine Lagarde, heredera de Rato y Strauss-Khan, atrincherados disparando misiles desde el FMI; También lo es Mario Dragli lanzando consignas de austeridad y privatización desde el BCE y Juncker desde la manija de la Comisión Europea amenazando todos con ese peligroso tratado comercial (TTIT) del que pronto nos arrepentiremos.
Los que ahora llegan, por favor, que sean sinceros, sí hay cambio de cromos, sí hay traiciones y pactos; todo eso no es malo necesariamente. Si no lo pueden contar todo, no pasa nada, somos perspicaces y poco inocentes. No hace falta prometer la felicidad absoluta, nos conformamos con lo que esté a su alcance.

A LA SALUD DE DON QUIJOTE Y SANCHO

Disculpen este titular, la obra y sus personajes gozan de buena salud; pero tenemos que agradecer los catorce años de trabajo de Andrés Trapiello empleados  en la traducción al castellano actual de las andanzas del hidalgo y su escudero, que servirá de vitamina revitalizante para la novela. Solamente hemos podido leer algunos fragmentos a salto de mata y parece mentira que nos hayamos pasado generaciones y generaciones venerando una obra que precisaba miles de notas aclaratorias a pie de página para ser comprendida. Ni Shakespeare ni Molière han tenido que esperar tanto para ser asequibles al común de los lectores; no hablo de adaptaciones escolares, entre las que hay buenas y malas ediciones, sino de la fiel traducción de adarga por escudo.
Esperamos que el número de conocedores y lectores relajados aumenten con estas facilidades y de paso, además de sonreír con las aventuras –con el Quijote es inevitable- esta nueva lectura debe servir para que los nuevos lectores reflexionen y extrapolen a nuestros días la vigencia de los ejemplos ideados por don Miguel, ese del que dicen que Ana Botella se apresuró a exhumar sus supuestos huesos para hacerse la foto de fin de una campaña personal para un cargo inexistente.
Es una lástima que se haya perdido la hidalguía y se haya sustituido por la astracanada de la noble Esperanza Aguirre, con su cólera que le precede y el reguero de pólvora que la persigue.
También es una pena que en la hoguera del cura ardieran los libros de Alonso Quijano y ahora nos encontremos con amenazas legislativas  que coarten la libertad de expresión e información e impidan, por ejemplo, la publicación de reportajes incómodos para el señor Monago, que no podamos ver al señor Rato, sin esposar, detenido por quedarse con lo que no es suyo…
Evidentemente es deplorable que no tengamos aún un buen gobernador en cada Barataria, que, con  el sentido común de Sancho en plenas facultades, se aplicase a estrujarse las meninges –aunque aún no se disponga de vacuna pública- para resolver los problemas más acuciantes, que haberlos haylos y muy próximos.
Los entuertos que defendía nuestro caballero estaban amenazados por la firme decisión del protagonista para deshacerlos, costase lo que le costase; ahora vemos buenas voluntades y realismo en algunos casos, pero seguramente tendrá que llegar el pragmatismo, antes y después, del día 13 de junio, de suerte que las esperanzas depositadas en las urnas no se vean defraudadas y queden las vergüenzas, los egos desorbitados y las ambiciones desmedidas, al aire. Que la generosidad del hidalgo triunfe de nuevo.

Es cierto que hace falta savia nueva, pero también sabias  y rectas cabezas con los pies en la tierra, que reflexionen con tino como el fantasioso hidalgo en su último lecho.

De asambleas, ágoras y decisiones democráticas

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2015/06/02/asambleas-agoras-decisiones-democraticas/962594.html

Es evidente que las democracias nacieron en las asambleas, las reuniones en el ágora de los ciudadanos libres que debatían los problemas y sus soluciones para la ciudad; pero siempre fueron excepciones como en Roma y sus invasiones, en las de los bárbaros del norte?dioses y reyes en cónclave secreto siempre se han encargado de que el poder se mantuviese en manos de los elegidos y, no exactamente con métodos democráticos; así se fueron sustituyendo las clases dominantes y desapareciendo lentamente, puede ser que aún no del todo, esclavos, siervos?
De vez en cuando se cortó alguna cabeza, en Francia o en Gran Bretaña y muchos creen que gracias a eso se han ido consolidando sistemas democráticos representativos, no exactamente asamblearios.
A estas alturas supongo que pocos creerán que las asambleas son un método de funcionamiento democrático del que salgan las mejores ideas de gobierno, si previamente no están preparadas por uno o varios grupos dirigentes. Por razones obvias son de lo más manipulable y lo sabemos sin hacer referencia a las comunidades de vecinos donde uno siempre lleva la voz cantante o se le paga para que la lleve. Tampoco quizá haga falta recordar cómo se aprendía a dirigir las asambleas de estudiantes o trabajadores, los lugares a ocupar, el tono en el que habría de intervenir cada uno, el momento oportuno para hacer la propuesta que tendría que salir adelante por aclamación y se pidiese poner la cabeza del patrón, del rector o del gobernador civil en la picota.
Acudimos en los últimos meses, y lo hemos visto plasmado en las papeletas de las municipales y autonómicas, a multitud de asambleas a las que legítimamente han acudido líderes de opinión, miembros de partidos políticos e independientes con mucha historia junto a una mayoría expectante de escuchar y asumir ideas brillantes que le revitalizasen la ilusión por la participación política y en conseguir los logros justamente deseados, porque es de derecho. La euforia estaba conseguida y la movilización del voto garantizada a poco que los medios de comunicación apoyasen las alternativas emergentes.
Poco después ya vimos que surgía la duda sempiterna: los fines y los medios, los medios y los fines, ¿qué ha de primar?
Lógicamente, las promesas de los fines se han mantenido durante las campañas, pero a la hora de los pactos empiezan a flojear. Los medios, es decir, la organización asamblearia, fue reconvirtiéndose poco a poco y ya surge el jefe supremo, su núcleo de poder, sus tendencias, sus opositores? como en cualquier otra organización.
Lo que a estas alturas no ha decaído del todo, pero lo hará, es el puntito de soberbia, aquello de que yo no me mezclo, que tú eres la casta y yo no? hasta las elecciones generales; después, como marca la lógica política, ya hablaremos. Mal asunto si hasta entonces no hay sentidiño.