19 diciembre 2007

Informa Pisa: ya vale para todo

Un veterano profesor de Economía con un dilatado itinerario ideológico de amplio espectro nos ilustró hace unos días en la prensa regional con sus opiniones sobre el sistema educativo. Opina, supuestamente, apoyado por la doctrina PISA, que vivimos un retroceso cultural y le falta al respeto en la cara a la mayoría de la juventud española que no encaja en sus cánones, los tilda de airados y desarmados intelectualmente. Me extraña mucho que un profesor universitario esté sólo en contacto con especímenes que respondan a esta descripción, no sé qué le queda al educador del tutelar de menores. Pero les perdona la vida, "son víctimas del sistema", un sistema educativo que recibe demasiados impuestos para sufragar sus gastos. Olvida el pequeño detalle de que los tan denostados impuestos también pagan los salarios de los profesores universitarios integrados voluntariamente en el sistema público, funcionarios de este Estado supuestamente dotado de una Hacienda insaciable y derrochador por naturaleza. Creo que tergiversa con ganas los resultados afirmando que PISA achaca los males presentes al nivel socioeconómico familiar, cuando el informe aporta datos suficientes para demostrar que son los niveles culturales familiares los que en cierta medida condicionan el éxito, usando indicadores como el número de libros que haya en la casa del chaval (más o menos de 500). Si este dato no tiene componente económico...No se trata de demonizar nada, pero tampoco de comparar lo incontrastable, es decir, el modelo familiar de la posguerra, el del desarrollismo, o el actual siguen caminos muy distintos y, por ejemplo, el papel de la madre puede seguir siendo el de ama de casa vigilante de los deberes de la criatura, pero también puede ser trabajadora a turnos en una planta industrial, nuestro prócer parece añorar también el conservadurismo de roles. No es menos grave en mi opinión, la afirmación de que los males de la sociedad llegan cuando los jóvenes dejan de estar reprimidos y se les ofrece permisividad -menos mal que no dice libertinaje- y se les deja votar. Cuesta creer que se está tratando de limitar el derecho al voto por falta de años. Termina su argumentario con una larga diatriba contra el sistema, centrándose ahora en al falta de evaluación de los alumnos, cuando en realidad quiere decir selección, expulsión del sistema de los que no den su talla. Normalmente no se dice qué se hará con ellos o si la calle los educará mejor. Reclama evaluación exterior para los centros y medir los resultados de los profesores. Idea atrayente sin duda, que podría aplicarse también a quien yo me sé. Pero lamentablemente no da pistas claras sobre el método, salvo las propias leyes del mercado. Sólo un profundo desconocimiento de la realidad puede llevar a que se proponga medir la productividad y pagar por resultados a un profesor de educación especial. Y ojo que no niego la posibilidad de que haya diferencias salariales en función de la dedicación, medida y acreditada por los medios más objetivos; de lo contrario a todos los docentes habría que dejarles escoger a sus alumnos en función de sus potenciales buenos resultados para garantizar así mejor salario, lo contrario es -por lo menos- jugar con las cartas marcadas.

14 diciembre 2007

Informe Pisa: hoy puede ser un gran día, pero verás como...

Viene uno y lo jode. Así rezan carteles y azulejos en toda suerte de locales. Algo así puede estar pasando con el tan cacareado mamotreto. Vamos por el tercer Informe PISA, que de esta vuelta trata de analizar los conocimientos científicos de nuestros alumnos. En este mismo periódico hace tres años comenté ampliamente mi opinión sobre la validez de este tipo de estudios. Seguramente sí, sigo estando de acuerdo al cien por cien con, lo que decía hace tiempo. De lo que sí estoy seguro es de que se trata de un informe técnico, hecho por técnicos y destinado a ser leído y analizado por técnicos. No es que quiera restarle capacidad de estar informada a la opinión pública, ni que quiera hurtar las verdades del porquero de Agamenón a la sociedad, a los padres ni a los políticos en general; pero sí creo que todos deben tener claro que todos los resúmenes, comentarios, encuestas callejeras, sesudos análisis..., insisto aún, siguen siendo mercantilistas y solapados, es decir, interpretan cuatro números con criterios economicistas y del informe sólo se leyeron la solapa.Baste un par de detalles, en los países de nuestro entorno la información sobre el PISA, no voy a decir que pase desapercibida, pero que es cierto que se usa de una forma más racional, es una verdad del tamaño de una vaca. En los lares de nuestros vecinos el PISA no es un arma arrojadiza y menos electoralmente; son los mesurados sociólogos, los aburridos pedagogos los que analizan unas pruebas más o menos objetivas. Aquí no, aquí vamos comentario sobre comentario, tertulia, sobre tertulia sacudiéndonos cantazos a diestro y siniestro en los occipitales, en los abdominales e incluso más abajo.Si para algo me sirve la historia esta es para repensar otra vez más que los traspasos educativos no están funcionando todo lo bien que nos prometimos. Ya tenemos sistemas sanitarios y educativos autonómicos diferentes y no sé yo que me da en la nariz para sospechar que la descentralización administrativa hubiese sido suficiente para garantizar derechos lingüísticos y no ahondar en diferencias que demuestran injusticias. Fíjense que es el MEC el que se somete a las pruebas del renombrado informe, pero sólo son diez las comunidades autónomas las que se dejan evaluar. Aquí empiezan las competitividades fuera de tono. Por ejemplo, a cuento de qué los andaluces han de quedar como los más dejados de la mano de la ciencia y los castellanos viejos, los más avanzados. Supongo que tendrá algo que ver la densidad de población escolar, el nivel de penetración del alumnado inmigrante... No olviden que son 20.000 chavales y chavalas de 15 años, un puñado de directores y ningún profesor, los evaluados, los que deciden que la escuela marcha o es un fracaso.De aquí en adelante pongan a remojo todos los titulares que les caigan ante los ojos, sepan, pues que cuando hablemos de una media de 500 puntos en el informe, una diferencia de 10 o 20 es considerada indiferente, por no decir estadísticamente despreciable. Aquí las cosas, educativamente, van todo lo bien que pueden ir gastando lo que se gasta, que no es mucho.

04 diciembre 2007

Novedades duras

La movilización se refuerza siempre en campaña electoral y ya llevamos mucho tiempo dentro de esa piscina a la que nos han lanzado a todos a chapotear con mayor o menor éxito. Hay nadadores federados que compiten legalmente, pero también hay submarinos, tiburones, fanecas bravas y escarapotes. Incluso hay algunos que nadan con traje de neopreno, otros con un mísero flotador y los demás con el simple bañador.La temperatura que desprenden los cuerpos y objetos allí a remojo sube y sube de forma que el líquido elemento-ambiente se calienta de tal forma que ya parece estar climatizado sin gastar un mísero kilovatio y sin que el termostato tenga posibilidad de regular nada.Empezó la cosa con las beatificaciones masivas, nada que objetar al contenido religioso del acto. Sí he de decirle al Gobierno español que no me gustó, allí postrado, rendido. Esto es recibir cargas de profundidad en plenas aguas extraterritoriales.Los presupuestos generales del Estado contemplan el aumento de la asignación a la Iglesia católica hasta el 0.7% detraído de los servicios a todos los ciudadanos. Esto es nadar con traje de buzo y guardar la ropa de la liturgia a buen recaudo. Aquí y en Roma. También podría ser actividad pirata en las aguas turbulentas y electorales.Los tiburones del papel prensa y las ondas episcopales siguen a la carga y cada vez nos sorprenden más con su inestimable imaginación, con su providencial inspiración de desconocida procedencia, pero con fines como los de los pescadores desalmados, con malas artes y siempre aprovechando el río revuelto. Por fin el jesuita portavoz de la Conferencia Episcopal, desobedeciendo las instrucciones de su congregación, alcanzó el obispado; antes con el poder de la palabra el daño era doloroso, pero pasajero, como el de la faneca brava, ahora con poder real podemos echarnos a temblar y escapar de sus fauces como del hambre.En medio de todo esto vemos a monseñor Blázquez, con cara de bonachón, que no deja de recibir bofetadas del "fuego amigo". Se atreve a poner en cuestión en una homilía el papel de la Iglesia católica en el golpe del 36, pero no se crean que pidió perdón como se dijo, simplemente sembró la duda de que pudo haber habido injusticias por ambos bandos, que el apoyo de la jerarquía católica no tendría que haber sido tan brutal en la colaboración con la represión... El caso es que el bueno del presidente de los obispos sólo tuvo el apoyo explícito de uno de los suyos, como para echar cohetes y tener la sensación de que resistes con mísero flotador rodeado por la Sexta Flota. La guinda la pone el ex alcalde Francisco Vázquez, que en un reciente artículo recuerda al intrigante Tarancón coronando al rey Juan Carlos hace 32 años y haciendo gala de la lucha de la Iglesia por las libertades. No pueden caber tantas inexactitudes en tan poco espacio y no sé a quién le quiere hacer un favor, al Rey o a la Iglesia.