24 enero 2012

Obispos con mentes enfermas y conselleiros nos gobiernan la vida

Dos ejemplos no muy inmediatos, mas sí recientes, me tienen alborotado, algo alporizado y bastante preocupado por lo que pueda venir detrás. 

El primero de ellos lo protagoniza don Demetrio, monseñor Fernández, para los amigos y seguidores, autor prolífico, pero últimamente famoso por un articulo, carta o sermón, dudo cómo calificarlo, en el que nos conmina a "huir de la fornicación", como si tal señora me persiguiese de forma implacable para perjudicarme seriamente en mis saludes mental y física. El mentado sujeto sostiene que la escuela es el lugar escogido por los demonios para que la lujuria y la lascivia se desenfrenen y que las pizarras digitales muestren el kamasutra el primer día de clase y se convierta en materia de examen para la primera evaluación antes de Navidad. Asimismo sostiene que los medios de comunicación incitan sin pudor ni concierto al onanismo, a la cópula instantánea y a la sodomía, no olvidemos que este señor fue el que nos advirtio de que la Unesco tenía un plan para que en veinte años la mitad de la población mundial fuese homosexual. Pero volviendo a los medios, ¿qué canales de TV ve este señor por la noche?, yo no veo más que series de cadáveres, huesos, crímenes perfectos, polis impecables y científicas listísimas que encuentran a los asesinos con medido vistazo de reojo al microscopio. Es cierto que de vez en cuando aparece algún ligue en el trabajo, pero la información visible de tal evento está a prueba de ursulinas. Es posible que yo vea poca TV, es cierto, y que no controle la TDT y me esté perdiendo las obras maestras del porno. Tendré que ponerme al día. 

No ha lugar a pasmos si pensamos que puso el grito en cielo cuando se propuso que en ciertas ocasiones la mezquita-catedral de Córdoba podría compartir el culto musulmán con el católico. Faltaría más, de sobra se sabe que la arquitectura canta y que para eso los reyes cristianos mataron todos los moros que pudieron. Su compañero de fatigas a distancia es el conselleiro de Educacion, la semana pasada se despachó con una ocurrencia comunicada a todo el profesorado gallego por correo electrónico en la cual le comunicaba la buena nueva de que sus derechos como docente serían defendidos por su Consellería, pero no como hasta ahora con los servicios jurídicos oficiales como hicieron hasta ahora sus compañeros de partido y los del otro también, que con mejor o peor fortuna vinieron defendiendo los intereses de la empresa y sus trabajadores envueltos en algún pleito. Pues bien , don Jesús no cree en la paz escolar y ahora se ha percatado de que 32.000 docentes están en peligro de ser atacados por cientos de miles de padres, madres y sus descendencias, que la convivencia escolar es un mito inexistente y que los claustros se encuentran al borde del pleito perpetuo con peligros incalculables y consecuencias indeseables. 

Además los servicios jurídicos de la Consellería existen, pero a los ojos del conselleiro parecen ser ineficaces, porque el trabajo se le ha encargado a la más famosa compañía de consultas legales por vía telefónica, propiedad de aquel banquero norteño que lleva toda su vida poniéndose las botas, sí ese. De suerte que tal empresa gozará del privilegio del acceso a una base de datos de alta confidencialidad y, de paso, podrá ofertar sus servicios a todos los docentes, por supuesto, pagando, eh.

17 enero 2012

´Escola do caldo´ y ciencia


Parece que se confirma el equipo que dirigirá lo que le queda al Estado que dirigir en materia educativa; al demoscópico ministro y al especialista en prisiones, recién nombrado subsecretario del ramo, se une el nombre de Montserrrat Gomendio, una científica de profesión, parece que investigadora y gestora solvente, será la que lleve adelante la secretaría de Estado de Educación. No es que le quede mucho por donde manejarse, pero lo poco que le queda, le queda revuelto y no voy a referirme a las protestas que tienen a medio país calentito por los recortes de presupuesto, profesorado, oferta de empleo...sino por las sorpresas que siempre te da la vida.

Por ejemplo, el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia está de actualidad desde que el Gobierno valenciano cambia su política presupuestaria, de 9,8 millones de euros en 2009 a 4,4 millones 2012, lo que supone el despido de 113 de los 244 empleados, una rebaja salarial media del 12% y la desaparición de 14 de los 26 laboratorios existentes.

Pues bien, mientras tanto, en ese mismo centro, para vergüenza y escarnio de sus responsables, constructores de aeropuertos y clientes de sastrerías, Consuelo Guerri, jefa del laboratorio de patología celular del centro recibió el premio Manfred Lautenschläger Award, dotado con 25.000 euros, y ha decidido usarlo para no perder a su equipo de becarios, hasta donde llegue, claro... Pero la cosa no queda ahí, otra ciudadana, Cristina Ponce, impulsora del Proyecto Paula, ha conseguido ya más de 7000 euros para que el Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia vuelva a contratar a una científica que investiga la diabetes, enfermedad que padece su hija. "Mientras la gente me apoye continuaré adelante, porque el objetivo es curar la enfermedad o por lo menos mejorar la calidad de vida de los pacientes", explica mientras también denuncia que los poderes públicos han de tomar cartas en el asunto, no solo las cartas de despido, lo recaudado pagará los gastos del salario de una investigadora durante cuatro meses. Menudo derroche.

No me digan que esto no recuerda lo que nos contaban de pequeños, no solo aquello de pasa más hambre que el maestro de escuela, que se sustentaba de los donativos siempre en especie de los vecinos, porque eran conscientes de que con su salario era imposible sobrevivir y, sobre todo, porque valoraban el trabajo de aquel maestro, de aquella maestra, que dedicaban su tiempo vital a sus hijos.

También les sonará a muchos el recuerdo de las escolas do caldo, esa especie de trueque, en las que los alumnos podían comer el plato de caldo en la escuela al tiempo que se les despejaban las entendederas. Todos las pasaban mal, maestros y discípulos, y la escuela era esa suerte de núcleo solidario, integrador, que llegaba a suplir al estado, a la familia y que a pocos importaba durante la mayor parte del XX, incluida las postguerras.

No me digan que no encuentran similitudes entre la situación en la que se encuentran los despedidos del proyecto Parga Pondal, elite de la investigación formada fuera de España y convencida para regresar y continuar aquí su trabajo, ahora con una mano delante y otra detrás echando currículos por el mundo adelante, porque nuestras universidades siguen sometidas al paletismo y a la alergia a ver mundo.

Nuestros investigadores dependen del mecenazgo fruto de los premios recibidos por sus maestros, la sociedad civil ha de autoorganizarse para seguir llevándole ovos e patacas al maestro-investigador para que siga trabajando y no se vaya con sus patentes. A veces te entran dudas de si en realidad la sociedad ha avanzado tanto como dicen.

10 enero 2012

Pagar con tarjeta, Rafa o Urdangarín

El ciudadano normal pilla un taxi cuando va muy agobiado y el metro o el bus no le van a dar el servicio que precisa en ese momento por su trayecto o por su tardanza. Pocos son los que pueden usarlo como único medio de transporte en ciudad ajena. 

No hace mucho y gracias a una de esas lindezas que nos juegan a veces los controladores, los pilotos o cualquier otro colectivo de saboteadores que ejerce su derecho a la huelga sin cumplir la ley, mi vuelo llegó a Madrid con tanto retraso que me vi obligado a pagar la carrera del taxi, pero miro la cartera y me encuentro que los veinte euros que allí habitan no llegan y preciso pagar con la tarjeta. Yo había visto en muchas ocasiones los gestos de extrañeza y cabreo de visitantes extranjeros perdiendo el tiempo para que les encontrasen un taxi con ese servicio, no entendían que en cualquier país civilizado puedes pagar el café y el periódico con la visa y aquí te miran con cara de mala leche y como si vinieses de Marte. 

Pues bien, al fin me localizaron el coche de Rafa, que así se llama el taxista que me llevó a la plaza de España. Después de atender mis llamadas, cuando me ve tranquilo, entra en conversación para preguntarme si suelo requerir ese servicio, si tengo inconveniente en que me dé su número de teléfono y su correo electrónico, que el está dispuesto a todas horas menos el lunes y que siempre tiene activo el datáfono y la wifi por si tengo alguna urgencia, además lleva un pequeño portátil siempre conectado con una web inglesa que le informa de todas las incidencias en todos los aeropuertos, además no pone la COPE. 

Su charla prudente y nunca inoportuna, justifica el uso de las tarjetas, él reconoce que, como la mayoría, trabaja para el banco, para pagar su hipoteca, la licencia del taxi, su Skoda... es transparente con Hacienda. Para mí ya es razón suficiente para escogerle a él y no a cualquier otro que como justificante me da un papelito con menos valor que la palabra de Camps. 

Dicen los propios técnicos de Hacienda que si no permitiesen los pagos en metálico superiores a 1.000 euros la economía sumergida se reduciría a la mitad, se recaudarían más de 25.000 millones más que ahora ¡y no estamos hablando de carreras de 25 euros!, estamos hablando de compras que no se hacen todos los días. El ciudadano normal no se vería afectado, ¿cuántas compras hace usted al año de más de 1.000 euros? La mano se metería en los cajones de los profesionales libres, libres, sí, libres de pagar impuestos ¿no? 

El Gobierno no parece estar por la labor, siguen hablando de las grandes concentraciones de fraude en la construcción -¿por qué muchos notarios salen de su despacho en el momento del pago?- y en el alquiler, pero siguen sin hablar de los sobres en negro. 

Se sacan de la manga un fabuloso plan de colaboración con los paraísos fiscales, supongo que la colaboración de Urdangarín y otros reputados banqueros y deportistas de elite será inestimable, que incluye la práctica amnistía fiscal para grandes defraudadores y el resto nos conformamos con que nos suban el IRPF, nos bajen el sueldo, trabajemos más horas gratis y lo que te rondaré, morena, porque total también somos corruptos si no pedimos factura al fontanero o al mecánico. 

Por cierto, ya que salió el nombrecito -y que conste que yo no quería- al yerno real no tanto le reprocho que presuntamente sea un chorizo que se haya beneficiado de su puesto, que de esos los hay en todos los estratos sociales; sino que me parece más inmoral esa sensación de impunidad que transmite, ese no sabes con quién estás hablando...; pero mucho más grave que haya evadido los impuestos, que generarían sus ingresos futuros, y de más a más montando fundaciones de ayuda a los discapacitados. 

De forma, que yo me quedo con Rafa el taxista, que le echa horas a la rosca y duerme bien. Si quieren su teléfono escríbanme. 

www.lafelizgobernacion.blogspot.com 

03 enero 2012

No hay ministro de Educación ni se le espera, pero los problemas siguen (y II)

Sobrevolábamos el martes pasado algunos de los problemas con los que tendrá que lidiar el nuevo equipo educativo del Gobierno y concluíamos que abandono prematuro y flexibilidad eran asignaturas pendientes. A día de hoy sabemos que un tal Sr. Benzo se hace cargo de una subsecretaría o similar que se ocupará de la Educación, la FP y las universidades con un currículo que lo sitúa ampliamente versado en temas de Interior, Justicia e Instituciones Penitenciarias. A estas horas no sé si saldrá una corrección de errores en el BOE o si, en realidad, el presidente Rajoy ha sopesado la importancia que tendrá el Gobierno de la nación en la ordenación del sistema educativo y ha llegado a la conclusión de que lo que hagan sus conselleiros, bien hecho estará. Bien es posible que la falta del consenso entre ellos fuese determinante y que los desencuentros se resuelvan gracias a lo pactado con Rouco, Aguirre y las patronales de la escuela privada, que será el currículum oculto que guiará la política educativa del presente Gobierno, por eso al frente del negociado solo queda poner un gestor, testaferro, ejecutor de lo que le manden. Prometo matizar o desdecirme de las maldades inferidas desde este folio. 

Mientras tanto continuaremos recordando que es tarea pendiente que las administraciones fomenten la experimentación de los equipos directivos siempre coaccionados por los dueños de las empresas de transporte escolar. Los adolescentes tienen mucho tiempo a ocupar en esa carrera de obstáculos para llegar a la selectividad en el que se queda el 40% de la población. Los no tan jóvenes vuelven y merecen mejor tratamiento por parte de los poderes públicos. No nos olvidemos que se aprende durante toda la vida, pero de distinta forma. 

Un par de pinceladas ya sobre el tiempo de ocio. Evidentemente nadie con sano juicio es partidario de que las actividades sustituyan la vida familiar, la solución ha de de venir contemplada en los convenios colectivos, planes de igualdad.... que faciliten la conciliación. Por lo tanto hemos de evitar que ese tiempo extraescolar se transforme en escolar. Nuestro conselleiro parece a veces un fervoroso nostálgico de las viejas permanencias y de las permanentes pasantías. El refuerzo educativo ha de hacerse en tiempo escolar y con profesionales ad hoc, no en el tiempo de ocio. 

Hay que rechazar la guardería en manos de aficionados cutres o de elite y reivindicar empresas, cooperativas... profesionalizadas en la ordenación del tiempo de ocio, no tanto para que el chaval de 10 años se aficione al baloncesto o al ajedrez, sino que para que cuando tenga 15 siga siendo aficionado y sepa autoadministrar su tiempo libre sin depender de botellones o adiciones electrónicas. 

Lamentablemente hoy hay que seguir repitiendo que la escuela como institución no es ente al margen de la formación social a la que sirve. Es evidente, por otro lado, que sociedades más evolucionadas, y con sistemas educativos con excelentes resultados en los informes institucionales, alcanzan niveles objetivos relativamente mejores, pero no logran la integración ideal ni evitan males mayores producidos por la insolidaridad y el aislamiento. Por lo tanto, asentiremos con que en la medida que se incrementen y especialicen los medios materiales y humanos, tendremos una escuela más integradora que seguramente será reflejo de una sociedad más justa. Desgraciadamente los tiros parece que van por reducir la esuela a instrucción para fabricar la mano de obra especializada que se necesite en cada momento. 

Pero vamos a terminar con cierto optimismo utópico, pensemos en una escuela que tenga autonomía para desarrollar su proyecto contando con equipos estables para entre otras cosas proponer a la comunidad escolar el tratamiento idóneo de los tiempos de acuerdo con el medio, pensemos que ese proyecto va a ser evaluado, que se comprobaría su eficacia y se repararán los errores. 

Claro que esta escuela tendría que estar enmarcada en un ambiente en el que las estabilidades laborales y económicas de las familias, fuesen razonablemente normales, que el resto de los servicios sociales que interactúan con el escolar garantizasen sus objetivos sanitarios, socioculturales... En resumen, avanzando todos en la misma dirección y a buen paso. 

www.lafelizgobernacion.blogspot.com