11 noviembre 2008

Vuelve el nacionalismo de verdad

Hace tiempo que el nacionalismo se esfuerza por ofrecernos una cara amable, lo que se ha da dado en llamar el quintanismo, el bugallismo, una especie, incluso de mestizaje cultural, entre socialdemócratas al uso y nacionalistas civilizados.Sin embargo estos días parece que asistimos a cierto recrudecimiento anticipadamente preelectoral. La Consellería de Cultura hace aguas por un quítame allá esos millones del Gaiás y si tienen que rodar cabezas, pues que rueden. Ya rodaron.Retrocedamos, el Partido Popular se debate entre -y no me gusta acudir al tópico de antaño- las boinas de Galicia rural, coquetas siempre con ese disfraz de galleguismo moderado, casi de andar por casa, y el perfil del político de centro derecha urbana, de La Coruña o Vigo, pero que se extiende como reguero de pólvora, que tanto le da como tanto le tiene una lengua como la otra pero que le tocan las narices con el Plan de normalización Lingüística en la enseñanza y no digamos con los expedientes a los comerciantes por sus rótulos. No sé la importancia ni el miedo real que tendrán a Rosa Díez a sus posibilidades en las próximas autonómicas. No me atrevo a aconsejarles, pero que pongan los medios que puedan a fin de que no les resten votos no es descabellado, seguramente su éxito no será el de Ciudadanos por Cataluña, porque la financiación no será la misma, pero a Feijóo le haría daño.Por lo pronto escolares de Ortigueira se preocupan de recoger firmas para ver qué se hace con su horario de clase, que no tienen las horas reglamentarias en castellano y las inspecciones oficiosas de los comisarios mensales constatan que en Vigo algo así como dos tercios de los centros se pasan la norma por el arco de triunfo y dan en castellano lo que les viene en gana con el acuerdo de clientela.Esa misma pupa les está saliendo a los socialistas, geográficamente hablando, pero torean mejor en ese albero. No hay duda de que tienen mejores espadas para dejar -sin contemplaciones- con un palmo de narices al concejal nacionalista de turno si se pone impertinente, pero ojo, ni el vazquismo es lo que era, ni les hacen tragar a los nacionalistas ruedas de molino demasiado grandes.El órdago lo está echando el nacionalismo en la retaguardia, no el gobernante, que bastante tiene con administrar los abundantes duros que consigue del presupuesto público. Es el de la retaguardia del Ave Fénix Rodríguez que resurge de sus cenizas parlamentarias para poder salir otra vez en los periódicos a cuenta de sus ponencias congresuales de la UPG en las que reclama que las cosas son como han de ser y que lo importante es que las subvenciones que se emplean en mantener medios de comunicación lo sean para que se difundan sus opiniones a todo pasto, mejor en gallego -eso sí-, pero en todo caso que sea con amplitud de columnas y minutos, que para algo tiene dos diputados en Madrid y toda una historia a sus espaldas que le avala como fiel reconquistador.Mala campaña se avecina, porque nuestra realidad lingüística aquí la conocemos perfectamente, pero del Padornelo en adelante se tienen, en general, opiniones poco contrastadas y cuando algún interesado poco viajado duda y te pregunta da por supuestas realidades muy diferentes, siempre calcos de realidades catalanas o vascas. www.lafelizgobernacion.blogspot.com

04 noviembre 2008

Los mundos de Sofía y Obama

Anda la progresía de este país alborotada hoy por la posible victoria de Obama en la elecciones de los EEUU de Norteamérica, parece que les va la vida en ello, no sé hasta qué punto las ansias de que no salga otro energúmeno como presidente y una provocadora como vicepresidenta, compensan el hecho de aceptemos a Obama como si nos visitase la panacea universal en forma de senador. No deja de ser un señor de derechas de toda la vida que empieza o termina los mítines rezando. Indudablemente es un defensor de los derechos civiles -nunca entendí qué son los derechos no civiles-, es decir no tiene problemas con la discriminación racial y esas cosillas; pero, que su oponente y sus admiradores -abogados asociados a la política del mal menor- le traten de socialista y poco menos que de rojo peligroso, es una exageración. Es asimilable a la derecha europea con algunos tics difícilmente homologables. Su programa económico y social no creo que tropezase mucho con el de Esperanza Aguirre. Por lo tanto será saludable que hoy le voten, por pura higiene democrática si así aumenta la participación de por sí ridícula; pero que nadie espere cambios sociales internos importantes ni grandes gestos en la política internacional, siempre sujeta a las ataduras de la industria militar y a la petrolífera.Tampoco entiendo mucho el revuelo por las supuestas declaraciones de la reina Sofía que sirven de base al libro de Pilar Urbano. Vamos a ver, ¿cuál es el problema? Si el conflicto es que la mujer hace declaraciones, que por ley se le prohíba, a ella y a su familia. Si lo inaceptable es el contenido de las declaraciones, entonces algunos tienen un problema añadido, porque son inocentes de solemnidad. A nadie le cabía la más mínima duda del integrismo católico de la Reina, en caso contrario al interfecto le haría falta un buen cursillo acelerado de inmersión en la actualidad. Pero lo curioso y lo que quiero comentar son los aledaños al hecho en cuestión: cómo y por dónde se filtran las noticias, cuáles son las primeras reacciones y las contradicciones entre responsables próximos, que sea la supuesta izquierda la que se mantenga en posición de firmes en defensa de la institución.El ataque a la monarquía, si es que lo hay, viene de la mano de una destacada periodista del Opus Dei, que tiene todavía sin aclarar sus actuaciones antes y después del 23-F. Átense los machos porque en los momentos de crisis es cuando la izquierda se queda sin clientela y la derecha se ve superada por los salvadores de las patrias, populistas y neofascistas. No estamos ante las declaraciones de una abuela cebolleta, homologables a las salidas de tono de Carlos de Inglaterra o las espantadas de Balduino de Bélgica, sino ante una pica de la ultraderecha captando voluntades de los más débiles.En resumen, tenemos reyes por la gracia de Dios, que ellos se lo guisen y ellos se lo coman, mientras sirvan para algo que sigan cobrando el sueldo, cuando no se lo ganen ya se pensará en otra cosa

02 noviembre 2008

El eje educativo Madrid-Roma

Los profesores que estaban en activo en 1988 recordarán el mes de bronca que terminó mandando al paro a quien pudo haber sido un buen ministro de educación, trató de darle un revolcón a la situación laboral del profesorado; pero no tenía una ley que la sustentara y estábamos en vísperas de recesión económica. Aquello terminó bien para los reclamantes, logrando un pellizco para salvar la crisis que se venía encima. Los platos rotos los pagó el sistema, dos años después la Reforma Educativa empezaba a andar sin la correspondiente memoria económica, no había un duro, y logró lo que pudo gracias el voluntarismo de una parte del profesorado que deseaba cambios frente a un sistema anquilosado. Logró esa modernización en las escuelas -las maestras siempre fueron especiales- y fracasó en los institutos, porque los profesores de universidad frustrados también siempre fueron especiales. Estamos ante otra crisis, que pinta de peores colores y que huele fatal. Los gobiernos conservadores en España ya han metido la tijera hasta el fondo, han empezado por las universidades en Madrid y Valencia, tienen unas intenciones claramente privatizadoras. El Gobierno central ha dicho que nada de recortes en el gasto social; pero ya me contarán qué incidencia tiene el MEC con competencias plenas en Ceuta y Melilla. Italia es otra cosa, allí la descentralización es cosa de la derecha más reaccionaria, el país funcionará a pesar del desgobierno, mientras no entren en crisis la Mafia y el Vaticano, no hay peligro. Pese a todo la ministra Mariaestella Gelmini, está poniendo el sistema educativo en peligro, no sólo por conseguir unificar los criterios de toda la comunidad educativa del sector público, ni por amenazar de despido a más de 80.000 docentes y más de 40.000 no docentes, sino lo que es más grave, por querer bajar la edad de escolarización obligatoria a los 14 años, de forma que todo hijo de vecino no tenga más remedio que pedir de rodillas una plaza en las escuelas católicas concertadas y todo eso en un país que ocupa el último lugar, el vigésimo noveno, en gasto educativo según la OCDE, por detrás de la república Checa y que es de los últimos, el vigésimo tercero, en remuneración de profesores, detrás de Eslovenia. ¿Qué fiebre le ha entrado ahora a Berlusconi? Pues ninguna en especial, simplemente se ha dado cuenta de que ya tiene muchos inmigrantes en la escuela pública y sólo le quedan dos salidas o educarlos o echarlos. Evidentemente, y como ya se le ocurrió antes a Esperanza Aguirre, es mejor privatizar, que las clases medias siempre fueron muy agradecidas si el servicio público se lo paga el Estado en una empresa privada y dejar la escuela pública para inmigrantes, con maestros mal pagados, mal valorados y con tendencia a la extinción. El error italiano fue, y se verá en la huelga de pasado mañana 30 de octubre, tratar de hacerlo todo de golpe sin la fineza de Aguirre, que consiguió dejar sin argumentos a la propia izquierda: los que no la votan le piden enseñanza concertada, mejor si es laica; pero tampoco importa mucho, pero sobre todo sin mucha mezcla y con buenas compañías, que son la única garantía de futuro para los bien educados. No sé qué habrá que hacer con las barbas.