19 noviembre 2019

¿Son señores feudales, caciques y otras hierbas?


https://www.laopinioncoruna.es/opinion/2019/11/19/son-senores-feudales-caciques-hierbas/1453441.html


La verdad es que me gustaría contestar que no hay presiones caciquiles, feudales cantonales o nacionalistas de vario pelaje que torpedeen el gobierno en ciernes al margen de la derecha asalvajada o los ultras; pero a lo peor serán varias las que se enfrenten al pacto de Sánchez e Iglesias apretados en sus asuntos por un mísero allá ese voto.
Sí tengo claro que no hay compraventa de votos masculinos de propietarios con sufragio censitario; pero no sé qué me da en las meninges que algo queda de Los pazos de Ulloa o de Los gozos y las sombras; escojan lo que quieran, a doña Emilia o a don Gonzalo; quienes se adentren en esos mundos ya opinarán, después de haber disfrutado.
La restauración borbónica entre finales del XIX y principios del XX tenía un control electoral basado en una maraña de relaciones entre el poder político y las clientelas locales que sustentó la alternancia política entre conservadores y liberales durante cuatro décadas desde el Pacto de El Pardo en 1885 entre Cánovas y Sagasta hasta la dictadura de Primo de Rivera en 1923.
Prebendas o coacciones eran las que funcionaban en las redes locales y provinciales, ni se me ocurre que sigan existiendo para intervenir en los resultados electorales; es más, dicen que el liberalismo político, tan de moda en estos días, es lo más conveniente; por lo tanto habría que recuperar a los valedores territoriales que equilibren el patronazgo como vínculo entre el electorado y el Estado. Convendría refrescar Caciquismo y oligarquía de Joaquín Costa (1901), Los episodios nacionales ( Cánovas) de Galdós (1912) o Jarrapellejos de Felipe Trigo (1914).
A fin de cuentas hablamos de las noticias falsas difundidas en la red desde hace años, del fino trabajo artesanal del reparto de actas para la formación de mayorías parlamentarias. No se trata de un proceso sencillo; sino de uno -y he aquí el quid de la cuestión– que debe enfrentarse a diferentes realidades locales más o menos dispuestas a encajar el pacto nacional. Es decir, el pacto además de ser de las élites también ha de tener de su lado al cura o al señor que pueda reaccionar de forma diferente a dicho encaje pese al encasillado que le hubiese tocado en suerte.

La Ley Maura (1907) investía al candidato que no tuviese contrincante proclamado sin elección, en el 90% de los cerca de 330 distritos electorales sin competición política, el caciquismo de ayer y de hoy, véanse las provincias despobladas y los diputados que piden su porción de la tarta a cambio del voto, podría hacerse la lista de supuestos agraviados reivindicativos; pero sería más corta la otra, la de los poderosos señores feudales con derecho a todo

12 noviembre 2019

A veces me gustaría vivir en Bélgica


https://www.laopinioncoruna.es/opinion/2019/11/12/veces-gustaria-vivir-belgica/1451436.html


No se lo tomen a broma, lo de Bélgica seguro que es un paraíso. Un país creado hace poco más de 180 años entre Francia y Alemania para no darse de leches entre ellos otra vez más, un país dividido en dos por culpa de sus dos idiomas, de su artificialidad ¡sostenido aún por una monarquía! o viceversa.
No sé, siempre me entran dudas, cuando me lo planteo. El clima no me gusta y no es sano para la vitamina D; pero tampoco el noroeste galaico es la panacea para ponerse moreno y estar bien vitaminado, pese a lo que predican en la Rías Baixas, esa especie de Galifornia que le llaman ahora.
Por otro lado, puestos a comer mejillones, no hay color con los de Lorbé o Arousa. Pese a todo he de confesar que los mejores los he comido en Abejar (Soria), recién llegados de las bateas gallegas. Tampoco les aburriré con detalles posteriores a la degustación marisquera, en lo referente a los jovenzuelos costillares ovinos de la cabaña ganadera autóctona, sería cruel con el lector.
Pero, recuperando el hilo, todos me confiesan que los mejillones bruselenses no valen lo que cuestan y que el muñeco meón petrificado tampoco da para mucho en medio de una arquitectura sí merecedora de la visita.
Pero lo que nos importa es el gobierno ¿o no?. Ya es martes, ya hemos votado y aún no sabemos qué pasará, por lo tanto, mucha calma; como en Bélgica que pasan cientos y cientos de días sin conseguir un gobierno federal en serio y el país sigue funcionando. Ya sé, me dirán que es un país artificial, con dos comunidades poco relacionadas y que sigue funcionando gracias a que existe Bruselas y, allí plantados, tremendos bloques de edificios que albergan la bendita y, deseamos que duradera, burocracia de la Unión Europea que nos va salvando el pellejo pese a las broncas que tengamos con las cuotas de pesca, la política agraria común, los problemas de las migraciones o lo que nos pasará con el Brexit, entre otros conflictos. Aún así son más de once millones de habitantes que van saliendo adelante con un nivel de vida aceptable.
Comparen el mapa electoral belga con el nuestro, la recién nombrada primera ministra Wilmès, hasta entonces ministra encargada del presupuesto, de la función pública, de la lotería nacional y de la política científica; pero no me pidan explicaciones de cómo se guisa esa menestra. Después de año y medio de negociaciones, tiene un panorama poco halagüeño en un Parlamento en el que su partido liberal es el cuarto más votado con 14 escaños, después de los nacionalistas flamencos con 25, los socialistas francófonos con 20 y los ultras flamencos con 18 escaños y otras formaciones menores.

¿Se pueden imaginar aquí una situación semejante con el resultado del domingo y una solución que salga a flote? Como diría el maestro M.A. Aguilar, veremos

05 noviembre 2019

Los 'Bonnie and Clyde' del ladrillo: eso de las firmas en los planos lo lleva mi marido


https://www.laopinioncoruna.es/opinion/2019/11/05/bonnie-and-clyde-ladrillo-firmas/1449341.html


Bonnie and Clyde allá en los años 20
formaron contra el orden un terrible clan.
Bonnie and Clyde, un chico y una chica
que en poco tiempo fueron los reyes del mal
Lo malo fue, que su primera infracción
saliera bien resultando que
su crimen sin castigo quedó.
Los Mustang (1968)
A la diputada Rocío Monasterio solo le ha faltado decir que esto de las firmas en los planos lo lleva su marido. Esta dirigente de la ultraderecha ascendente puede dejar caer el argumento quedando ante su electorado como una joven estudiante de los últimos cursos de carrera que se saca unos duros dando clases particulares, en secreto, a adolescentes que tienen problemas para aprobar algún examen o a adultos que precisaban formación para cambiar de empleo con ansias de mejora. Décadas atrás y también ahora sé que se percibe magra remuneración, como cuando no había IVA ni IRPF; pero los siervos eran y son baratos y necesitados de pecunio. De ninguno de aquellos matados que preparaban las últimas asignaturas se podrá encontrar su firma en ningún acta calificando al alumnado ni certificando sus notas y recuerdan perfectamente dónde y para quién trabajaron sin estar titulados para ello en los primeros y mediados años setenta, saben perfectamente el mes y el año en el que aprobaron el último trabajo académico y la oposición, si fuere el caso.
Puedo darles un dato contrastado, muchos sexagenarios siguen teniendo sueños, incluso pesadillas, en las que dudan si han aprobado tal o cual asignatura, tal o cual oposición. No creo que este sea el caso de la señora diputada ni de ninguno de los pobres mendicantes a su servicio en los negocios. No veo que sea el caso de la señora Monasterio, seguro que ya habría confesado sus pecados, habría tenido la absolución garantizada y el amparo necesario de las autoridades para tener las espaldas bien cubiertas ante los fraudes continuados, suyos y de su pareja canónica, empresarial y presuntamente delictiva.

Por eso no entiendo que esta señoría nos tome el pelo con su titulación y su fecha de colegiación como arquitecta; podría equivocarse en el mes, pero calcular mal con seis años de diferencia es grave para una persona que se forra haciendo cálculos en los que se va la vida de la gente. La verdad es que no entiendo que se titule y colegie en 2009 mientras firma documentos oficiales desde antes del 2003. Allá ella y la Justicia, ni qué decir tiene que sus clientes paganos y los electores, también paganos, tendrán algo que decir si sigue en sus funciones con cargo al erario público. Allá se apañen el parlamento madrileño y su partido, la mayoría de la opinión pública lo tiene claro, pero seguro que le quedan fans que la sigan votando. Así nos va.