24 abril 2018

Ahora resulta que solo fue pecado


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2018/04/24/ahora-resulta-pecado/1284776.html


Ahora resulta que solo fue pecado
"Mi patriotismo no se funda en motivos humanos, ni se dirige a materiales fines: mi patriotismo se fundó en mi amor a Dios, persigo conducir a Dios a mis hermanos de raza: a mi gran familia del pueblo vasco ". Sabino Arana
Habrán tenido noticia de un comunicado de ETA hablando de su posible disolución en fechas próximas, supongo que les habrá parecido tranquilizador y habrán dicho que ya era hora, que ya se podían haber acordado antes, que ya está bien de sainete barato por parte de la banda con tanto plazo dilatorio tratando de aupar a sus apoyos políticos.
Porque sí, hay conflicto político entre nacionalistas vascos y nacionalistas españoles, refrendado en la constitución, por las desigualdades que provocan el concierto económico y el cupo vasco, un residuo de los impuestos que se aportan a la caja común, si es que aún existe. Más eso queda hoy al margen, ya que hasta Rajoy echa cuentas y cuenta cuentos sobre esas cifras a cambio del puñado de votos.
No nos puede extrañar que, después de tantas ikurriñas bajo las sotanas usadas contra el liberalismo, los primeros en salir a la palestra después del comunicado de ETA, hayan sido los obispos del País Vasco, Navarra y Bayona pidiendo "sinceramente perdón" por las "complicidades, ambigüedades y omisiones" que se han dado en el seno de la Iglesia durante los años de terrorismo de ETA, sin comentarios.
Así mismo retuercen el comunicado de los terroristas dando por supuesto que han reconocido el "daño causado", "su responsabilidad directa, en el sufrimiento desmedido que la sociedad vasca ha padecido", ¿solo la vasca? Los obispos se regodean con su tabla reivindicativa llamando a la normalización, a atender a los presos alejados del país. En algo se nota que todo nació en las sacristías.
Ahora resultará que todos esos actos de terror solo han sido pecados, que se reconoce la culpa, que se muestra arrepentimiento, se pide perdón y ellos se lo conceden. Magnífico, con la próxima multa de tráfico, ya saben qué hacer, busquen un confesor que les perdone.
Qué ejercicio de fariseísmo por todas partes, qué ansias de seguir ignorando a la sociedad civil, basada en la ley y su cumplimiento, todo lo flexible que la justicia considere. Ahora vendrán los monseñores de Madrid a dorar la píldora a las víctimas y ya estarán las dos velas puestas; ya estarán enfrentadas todas las banderas y sus cruces. Perderá la ciudadanía y ganará esa institución tan antigua y poderosa.

A fin de cuentas ambos nacionalismos coinciden en el origen y en el contenido religioso de los postulados que heredaron del carlismo en el XIX, que sirvieron de base a los mitos que perduran, Dios y Ley vieja, una ideología basada en la religión católica y la raza vasca, que celebra su día de la patria el domingo de Pascua, junto a Santiago y cierra España, para los otros. Ganan los mismos

18 abril 2018

Posados robados y cirugía estética


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2018/04/17/posados-robados-cirugia-estetica/1282490.html


Posados robados y cirugía estética

Es evidente que no me refiero a las fotografías que aparecen en el colorín de la consulta del dentista, donde los famosos en el candelero de cada temporada explotan su imagen, porque alguien se la compra, cual futbolista que ve medrados sus ingresos por derechos de imagen después de una polémica jugada que se retransmite por todos los medios habidos y por haber.

Que una descendiente del dictador reclame en las revistas de la víscera, un ducado puede parecer chusco; pero la realidad sugiere que, por algún subterfugio legal -y me gustaría equivocarme- no hay quien le niegue la herencia del tal papelucho tan lucido como indecente.Es evidente que no me refiero a las fotografías que aparecen en el colorín de la consulta del dentista, donde los famosos en el candelero de cada temporada explotan su imagen, porque alguien se la compra, cual futbolista que ve medrados sus ingresos por derechos de imagen después de una polémica jugada que se retransmite por todos los medios habidos y por haber.
No está reñida tal polémica con el comercio fotográfico y televisivo de las reconstrucciones, que no falsificaciones, de rostros, pectorales, glúteos y demás localizaciones anatómicas que explotan personajes que no tienen otro oficio y sólo este beneficio.
A nadie le cabe duda de que, también aquí, se dan las luchas intestinas, se soborna, se subasta la mercancía, cual lonja de pescado. Mas no quería centrarme en el comercio de abdominales, chilenas, penaltis o cambios de pareja; sino sugerirles la similitud de tales posados con los de las vidas académicas y laborales de ciertos próceres, ciudadanos y ciudadanas con cargos públicos ejecutivos o de representación que, más que maquillados, han sufrido multitud de intervenciones quirúrgicas para conseguir un perfil eficaz ante los medios y el electorado. No creo que hagan falta más explicaciones.
Desde hace muchos años, y trabajo costó, cualquier funcionario público, o aspirante a tal, ha de presentar papeles y papeles compulsados de todos sus méritos objetivos para acceder a un nuevo puesto de trabajo, en libre competencia y desnudándose académicamente ante sus compañeros rivales en buena lid; son públicos, no hay escapatoria, la falsificación es imposible para el común de los mortales en estas latitudes laborales. Pero siempre hay algún atajo, la cirugía estética permite acudir al clientelismo o al mercado de títulos expedidos -previo oneroso dispendio- entre otros, por cualquier chiringuito con el nombre de algún viajero a la Alcarria o de algún santuario americano de relumbrón que explota a pícaros e incautos.
No me ilusiona, me defrauda la catarata de destrucción más o menos voluntaria de currículos maquillados u operados a la que estamos asistiendo; me llega a la nariz el tufillo de los cesantes contemporáneos de Galdós, cuyo empleo dependía de que gobernasen unos u otros. Aunque, mal pensado y mejor atinado, puede que nos acerquemos más a los que, en la posguerra, buscaban certificados de ser afectos al régimen firmados por el cura de la parroquia o el preboste del somatén del pueblo para conseguir una cartilla de racionamiento o un puesto en abastos que facilitase el estraperlo.

A fin de cuentas Stefan Löfven es soldador, sindicalista y primer ministro de Suecia; no veo la necesidad de las fantasías

10 abril 2018

No son ranas de mi charca


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2018/04/10/son-ranas-charca/1280256.html


No son ranas de mi charca

El Juani siempre dice que no se junta con ranas que no sean de su charca. Quienes siguen el historial de Cifuentes, aún sin saber qué habrá pasado hoy, tienen la certeza de que le quedan pocas ranas en su charca. Tampoco El Juanicomparte charca con ranas de la derecha nacionalista catalana que estas semanas salpica los noticiarios con colectas, además de la del 3%, para las fianzas de sus afiliados en prisión provisional. Seguro que esa precariedad es culpa de extremeños y andaluces, tan subsidiados ellos por la caridad del capital catalán que lleva años y años abusando de su mano de obra barata. El Juani es un tipo de interés que nada sabe del Euribor, que no hace declaración de patrimonio. Un tipo raro, muy introvertido, su medio siglo largo está bien llevado para ser uno de esos que no saben ponerse moreno con una lámpara. Uno de esos que tiene el pelo muy blanco, que choca de bruces con el ladrillo rojizo que se le ha pegado a la cara y a la piel de los brazos. Su único lujo es un bolígrafo de propaganda prendido en el bolsillo del tabaco, nadie le ha visto escribir. El Juani habla muy poco, hace gestos, comprensibles para los suyos. Cuando lo hace, lo hace muy bajito, con su acento muy cerrado, procuras entenderle mirándole a los ojos, si no entiendes te callas y disimulas. Lo importante es que te habla y no por simple cortesía. Para verlo, fuera de horas de andamio y mortero, has de madrugar para compartir la tostada en la Venta del Chicharrón, al mediodía en el chiringuito de la hacienda Don Rodrigo o con la fresca en cualquier taberna de su barrio. Solo precisa lebrija fresco y, en temporada, caracoles, cabrillas o lo que el tabernero disponga. Los únicos requisitos son estar solo o con la compañía adecuada. Vive con su madre en el Cerro Blanco, un barrio de casas bajas, los gitanos son sus vecinos de toda la vida. La verdad es que El Juani soporta muy pocas bromas, porque el cuerpo no está para jotas. Lo notas muy pronto, cuando, después de un tiempo, te habla, acepta venir una noche en su motocicleta a compartir un perol de guiso de cuchara y paso atrás en el campo, pero sin extraños. Esa noche sabes que El Juanihablará, es decir, cantará, no serán palos alegres que animen a la parroquia a bailar sevillanas, será para que, los que sepan, acompañen con palmas secas y sordas su cante, en tonos muy bajos, con quejidos muy sentidos que al extraño ponen la piel de pollo, escuchando y callando. Por eso El Juani no se junta con ranas que no sean de su charca, a su alrededor pululan colegas de oficio, trepas y pelotas, que medran sin pudor y creen, ilusos, que abandonan la charca. Por eso El Juani está jodido, porque no entiende a Cifuentes, ni a Rajoy, ni a Puigdemont, ni los resúmenes del Consejo de Ministros

03 abril 2018

El ardor guerrero ministerial cantando a la buena muerte


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2018/04/03/ardor-guerrero-ministerial-cantando-buena/1277907.html

El ardor guerrero ministerial cantando a la buena muerte
"Mejor vida es morir, que vivir muerto".
Francisco de Quevedo
He de reconocer que sabía de tal evento malagueño en Semana Santa. Una réplica de la escultura de Pedro de Mena (último tercio del S. XVII), que representa a un crucificado, es paseada por la ciudad en confesional ceremonia católica. Hasta aquí casi todo bien, salvo el peligro que corre el patrimonio cultural y el contenido político, militar y religioso del mismo. Allí presidían jerarcas de la iglesia católica, que no puedo identificar, militares de alta graduación y, al mando, la madrileña ministra de Defensa, Dolores de Cospedal y García, con el acompañamiento de lo que se suele llamar el núcleo duro del gobierno, los ministros de Interior, Juan Ignacio Zoido; de Justicia, Rafael Catalá; y de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo y Montojo, barón de Claret, entonando La canción del legionario, la que habla de los novios de la muerte y en la ocasión dedican a esa imagen del crucificado, que al parecer representa una buena muerte.
Quede claro que respeto, como no podría ser de otra forma, las imaginaciones, manifestaciones populares, su libertad de expresión y, por lo tanto, las de las confesiones religiosas que sus jerarquías organicen, previa comunicación a la autoridad gubernativa en tiempo y forma para organizar los dispositivos de tráfico, orden público y demás menesteres precisos para el buen desarrollo del acto.
Pero no entiendo que funcionarios de las fuerzas armadas ocupen su tiempo pagado con presupuestos públicos actúen en esos eventos, sea como actores o como espectadores. Con su vida particular, en su tiempo de ocio, que hagan de su capa un sayo. Tampoco entiendo que entre las misiones de obligado cumplimiento de los ministros del gobierno de la nación esté acudir, en representación institucional, a estos actos confesionales.
Asimismo no me cabe en el magín que se pongan de luto las banderas por orden la ministra de defensa, no me preocupan las banderas -todas están manchadas de sangre- sino que respeto a aquellos ciudadanos para los que sí signifique algo ese símbolo.
Mas las reflexiones sobre los tópicos al uso esta semana siempre llegan muy manidas; pese a que parece que este año la capacidad de llegar al absurdo se confunde con el ridículo, he caído en la cuenta de que se habla de la buena muerte, supongo que de la muerte digna, espero que se esté pensando en su regulación y que no tengamos que huir a Holanda o Bélgica para tener derecho a la eutanasia, a la muerte asistida cuando ya no soportemos ni deseemos la vida.

Si los cuatro ministros cantores acudieron a partirse el pecho confesando que son novios de la muerte, aunque alguno sólo usase el playback, sirve para que la buena muerte sea realidad, doy por bien pagados sus sueldos y los de los soldados de la halterofilia. De la Constitución ya hablaremos, si ha lugar.

01 abril 2018

La rebeldía estudiantil contra los exámenes


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2018/03/27/rebeldia-estudiantil-examenes/1276122.html

No hablaremos hoy, aunque conmemoremos el 50 aniversario, de los que de verdad vivieron las pacíficas revueltas del año 68. Hoy son expresidentes, ilustres profesores quienes en aquel entonces dirigían su ira y sus ansias democráticas contra un régimen que hacía ya aguas; pero al que le quedaban muchos tiros que pegar. Acabaron expulsados de la universidad, buscando refugio académico por otras latitudes o en la misma cárcel franquista.
Recogían la antorcha de la carrera de relevos, de Tierno Galván, Aranguren o García Calvo, profesores expulsados, que sólo habían pecado de cierta timidez democrática y opositora al régimen, buscando la libertad de expresión en las aulas universitarias como paso previo a que tal derecho se pudiese extender y ser ejercido por el resto de la sociedad.
Pero hoy, sin ninguna razón especial, recuerdo al maestro de las lenguas clásicas, al poeta agitador de conciencias, a don Agustín, autor de la mayor sentencia sobre la educación que yo recuerde. Decía algo así como que la huelga más legítima y consecuente que podían hacer los estudiantes era la huelga contra los exámenes; esa era la rebeldía utópica que defendía y sembraba en aquel páramo de clientelismo escolástico que agobiaba sin instruir, que presionaba sin ilustrar.
Eran épocas para que triunfaran parásitos en las cátedras, mandarines de medio pelo aupados por el régimen; solo cabían los exilios, el interior y el exterior, con mayor o menos dignidad; donde proliferaban con penalidades los autores fantasma o autores negros, grandes productores para sobrevivir por el relativo aumento de lectores alfabetizados que requerían más publicaciones a los autores de éxito para alimentar el mercado editorial.
No olvidemos, por ejemplo, que Alejandro Dumas, padre, llegó a preguntarle a su hijo si había leído su última novela; con la máxima ironía parece que el joven le respondió que sí, dudando que el supuesto autor lo hubiese hecho, no en vano se dijo que llegó a tener 76 amanuenses a su servicio, trabajando sin firmar una línea con su nombre.
Quizá sea por eso que estas dos reflexiones anteriores me traen a la actualidad, una época en la que la autoría superpuesta está al cabo de la calle, siempre supimos quién escribía los discursos profundos de Suárez o los que daban barniz intelectual a Alfonso Guerra, entre otros. Incluso en el mundo de las letras avanza con gran velocidad la mercancía del autor mercenario que se ofrece en la red. Ustedes pueden encontrar jóvenes perfectamente preparados en todas las materias que por pocos billetes les facilitan todo tipo de materiales escritos e inéditos, con buen nivel académico, que le sirvan para sortear cualquier problema que no pueda o no quiera solucionar.

Por eso lo de Cristina Cifuentes no es tacañería, sino rebeldía ante los exámenes. Con 400 euros hubiese solucionado el problema que ahora tiene. La soberbia la aúpa al pedestal del orgullo frente a una universidad en la que sobran agujeros negros.