30 octubre 2007

El Nobel del `marketing´

Al Gore: "Sería estúpido pensar que las emisiones no van a tener efecto". Hace más de treinta años muchos nos despachamos a gusto diciendo que la autopista del Atlántico era una "navallada" para el país. Hoy nos ponemos colorados sólo con recordarlo; muchos no sabían qué era el CO2 y hoy siguen sin saberlo entre peaje y peaje. Todo sigue igual. Aquí todo blas se siente con derecho de echar la lengua a paseo para pontificar sobre algo inocuo como la selección de futbolistas, como para sentar cátedra sobre la capa de ozono y el efecto de la laca para el pelo sobre la misma. Quizá el hecho de haber estado y seguir estando tanto tiempo bajo el influjo de chamanes de distintos credos tenga su importancia; siempre se pensó por estos lares que el mejor científico era el que ardía en la hoguera.Pero de un tiempo a esta parte, y estos días en plena ebullición, se confunde la demostración científica, el debate técnico con las encuestas electorales. Ahora parece ser que si votas a la derecha no hay cambio climático ni calentamiento del planeta y si votas a la izquierda al mundo le quedan dos telediarios, somos así de frívolos y si nos dan por el palo nos ponemos burros a reventar. A poco leído que esté, cualquier bachiller sabe que el globo que habita sufrió a lo largo de su dilatada vida calentamientos y enfriamientos como para aburrirse, que no hay dinosaurios, que nadie lleva cuenta de los tsunamis y que vaya usted a saber dónde estaba la Atlántida. Otra cosa no habrá habido, pero cambios...En cuanto el primer forofo del primer mundo predica apoyándose en una misteriosa presentación en Power Point y con un documental supersecreto, la moda está servida. Cuatro datos estadísticos bien escogidos, dos chorros de morbo y unas gotas de demagogia forman un cóctel de atractivo, imposible de rechazar por cualquier ser bienintencionado. Todo para procurar que se evite la desertificación y para que llueva en Almería a toque de corneta. No sé cuáles serán las razones oscuras que han llevado a este cómplice de abundantes bombardeos a ser elevado a los más elevados altares del ecologismo con la complicidad de todos los progres biempensantes. Otra cosa es que el resto de los estudios científicos no tengan los altavoces necesarios y que sus conclusiones no sean tan rimbombantes, porque no vaticinan catástrofes inmediatas.También es cierto que cuando este bendito de Al Gore mandaba en USA no estaba tan eufórico con Kioto, y que en todas las escuelas se enseña a apagar las luces, a cerrar los grifos. Todos sabemos que hay que consumir menos petróleo y más sol, que la sostenibilidad es un bien imprescindible y no por eso hemos de pasmar ante este ecologista sobrevenido al que engordamos la cuenta corriente cuando el MEC le compra su DVD al doble de lo que cuesta en los quioscos y que hacerse mensajero de su quijotada costará una pasta gansa que de alguna forma pagaremos. Que le den el Nobel del marketing o algo así. Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos (R. Alberti)

28 octubre 2007

Meirás, Pardo Bazán y `La tribuna´ (y II)

Como el martes pasado, seguimos hablando de Pardo Bazán para comentar el otro detalle que nos quieren colar de rondón los coruñesistas de toda la vida con sus alabanzas a La tribuna, la obra con espacio coruñés, la Fábrica de Tabacos, su obrera Amparo, su marco histórico, la revolución del 1868, las reivindicaciones de clase... ¿Qué nos encontramos? Casticismo puro, más modernito que La gaviota de Fernán Caballero, sí, pero costumbrismo basado en la observación del inferior, de las obreras explotadas sin haber tenido nunca intención de escribir una obra de apoyo al proletariado femenino coruñés. No nos engañemos suponiendo veleidades izquierdistas, la condesa dice: "Es absurdo el que un pueblo cifre sus esperanzas de redención y ventura en formas de gobierno que desconoce [la República] y a las cuales por lo mismo atribuye prodigiosas virtudes y maravillosos efectos". Ahora bien también nos la quieren colar con las veleidades feministas de la señora y, en concreto en La tribuna. Amparo se nos presenta como una precoz líder sindical contra la explotación de sus compañeras; todo muy rico y muy abundante si no profundizamos en las reflexiones que se destilan en la obra. Por ejemplo, se nos explica cómo el puesto de trabajo poco menos que se hereda de madre a hija, que no se llega a saber muy bien si es una ventaja o una maldición; el caso es que la sociedad coruñesa poco menos que celebra la entrada de una niña en la Fábrica con el mismo boato que una boda: "El día en que recogió el nombramiento, hubo en casa del Barquillero la fiesta acostumbrada en casos semejantes, fiesta no inferior a la que celebrarían si se casase la muchacha: Mandó la madre decir una misa a Nuestra Señora del Amparo, patrona de las cigarreras...". Otro asunto espinoso, los malos tratos, no pretendo que la condesa hubiese redactado proyectos de ley de igualdad ni contra las palizas a las mujeres -no creo que ella recibiese ninguna, pero saber, sabía que las había- pero vean cómo se explica en la novela en cuestión el hecho de que una compañera de Amparo robase tabaco para que su marido no le pegase y sus compañeras se solidarizasen robando para ella: "Robar no estaba bien hecho, claro que no, pero también hay que ponerse en situación de cada uno: ¿Cómo se había de gobernar la infeliz, si su marido la tundía y hacía picadillo con ella? ...en fin no era razón de dejar morir de hambre a los chiquillos de la Rita". Pero la moraleja de verdad, la que no nos deja lugar a dudas sobre el papel y la intención de la condesa es la relación de Amparo con Baltasar, el jovenzuelo burgués del que se enamora, que la deja embarazada y sola. La líder no es embaucada, se nos presenta como una trepa vulgar y corriente que abandona sus ideales pensando sólo en su interés particular. Evidentemente el final no es de cuento de hadas, el ascenso social por esa vía es imposible, también para la Pardo Bazán, a Amparo le queda el buen recibimiento de sus compañeras cuando llega sola y abandonada. Cada uno en su sitio, como tiene que ser, faltaría más.

16 octubre 2007

Meirás, Pardo Bazán y La tribuna (I)

Está bien esto de que por culpa de las Torres de Meirás, se hable de Franco, de Pardo Bazán y los Cavalcanti -sus dueños reales-, a fin de cuentas se habla de memoria, histórica por supuesto. Estos días pasados se airearon los métodos confiscatorios de las fuerzas de ocupación en el 36 para quedarse con las Torres y dárselas al dictador, de las supuestas intenciones de devolver a la comunidad sus viejas propiedades; por mí que compensen a las víctimas, dejen el caserón para la visita, que no les suelten un duro a sus ocupantes, que me llega con un reportaje por la tele. Me interesa hablar un poco más de sus antiguos dueños. Aprovechando todos los pisuergas se toca y retoca la figura literaria de la condesa de Pardo Bazán y las ascuas y las sardinas revolotean sin control. Que no hay que quedarse en las frivolidades de sus coqueteos con Galdós es absolutamente cierto, sobre todo porque las cartas privadas no han de ser públicas ni publicadas. Si le llamó ratoncito mío es cosa de ambos y al resto nos importa bien poco. Que la señora tenía gran cultura, pretendía estar a la última, que estaba muy viajada y estudiada, también es cierto; pero detengámonos en un par de detalles. Por un lado se trata de vendernos su producto como el no va más del progresismo de la época y aquí quizá convenga un ratito de reflexión. Los que pasan el Rubicón racionalista y progresista de la segunda mitad del XIX son, sobre todo, los naturalistas franceses, Zola y compañía. Ella los lee y publica La cuestión palpitante para dejar claro que es buena católica y que los del norte se pasan varios pueblos describiendo las entretelas de la sociedad; que sí, que es cierto que existen, pero que para qué vamos a contar la retórica de alcantarilla, los temas soeces y groseros, ya sabemos que el pueblo hace lo que hace a oscuras. Quizá por eso Zola le responda: "Lo que no puedo ocultar es mi extrañeza de que la señora Pardo Bazán sea católica ferviente, militante, y a la vez naturalista; y me lo explico sólo por lo que oigo decir que el naturalismo de esa señora es puramente formal, artístico y literario". Queda claro que Zola es un caballero francés y que podría despacharse a gusto diciéndole a las claras que le parece una hipócrita con todas las letras. Quizá hablando claro y pronto, a la señora condesa no le apetecía que las cosas cambiasen tanto y tan deprisa y lo dejó bien explicado: "No solamente entre las cigarreras, sino entre todas las obreras española, ha cundido bastante la idea republicana, muy propia para lisonjear teóricamente esa sed de justicia que, en efecto posee en alto grado la plebeya. Mas por un contraste que también tiene su explicación, la obrera republicana de España sigue siendo devota, haciendo novenas y costeando funciones a sus predilectos santos y vírgenes..." Muchas intenciones descriptivas de los males de las obreras, pero poca intención de que sus condiciones mejorasen ni de que se librasen de sus corsés ideológicos. adogil@terra.es

09 octubre 2007

Algo se mueve

El martes pasado les comentaba el veto y el despido de Cristina Peri Rossi de los medios de comunicación públicos en Cataluña. Como todos los que nos hemos hecho eco de tal fechoría he recibido amable respuesta colectiva en la que se anuncian novedades, aguardamos las buenas nuevas. Si han seguido los acontecimientos habrán visto que el presidente autonómico, Montilla, ya recula y sólo los recalcitrantes nacionalistas, disfrazados de republicanos progres siguen dando la matraca, esto es que algo se mueve. Seguimos por aquellos lares y les cuento sin acritud que ya hay problemas con el inglés. Bien, tranquilos, no es que los nacionalistas catalanes no quieran aprender inglés, que para algo Pujol es un gran políglota -pese a que su castellano sea bastante pobre- , de lo que se trata es de que para ejercer como maestro en Cataluña hay que superar todas las barreras lingüísticas que los sucesivos gobiernos autónomos han querido ir imponiendo. De aquellos polvos vienen estos lodos: hay que extender la enseñanza del inglés a los tres años y no hay maestros suficientes. Para ser profesor de inglés en las Escuelas de Idiomas no llega con saber inglés. Los filólogos recién licenciados en cualquier universidad no pueden enseñar inglés... El conflicto laboral, por lo menos la polémica laboral, están servidos. Los mentideros dicen que por este lado algo también se mueve. En las universidades de por allí también cuecen habas de este tipo, a un señor de Sevilla con la Selectividad aprobada, nadie le puede negar la matrícula en una universidad catalana; pero como ese señor no es tonto se preocupará de saber qué le van a exigir, en qué lenguas le darán clase, cuánto tiempo dispone para aprenderla y quién se la enseñará. No sé si sus ansias se dirigen a no recibir Erasmus del resto de Europa, pero si siguen por la vía estrecha se encontrarán pulcros e inmaculados con un ADN impoluto. No creo que lleguen a morir de un ataque de éxito, moverán pieza. Como ven se pueden hacer tonterías desde muy diferentes sitios y situaciones, se pueden hacer limpiezas lingüísticas por doquier, que el bípedo inteligente siempre sabrá burlarlas; vamos hombre, eso ya desde que dejó de apañar frutos de los árboles y de cazar a pedradas. Pero puestos a seguir con las majaderías no se pierdan la de Sarkozy jugando al CSI, mandando chupar esa especie de bastón de limpiar las orejas y que no le cruce la frontera ningún cromosoma ilegal contaminante. Y no podría faltar la última, la del vídeo del las Juventudes Socialistas tratando de demostrar que la asignatura de Educación para la Ciudadanía es necesaria; menos mal que de ellos no depende la tal materia, que si llega a ser por sus chuscas ocurrencias entre una chica, buena ciudadana, y un chico pijo malcriado jugando al pasapalabra, nos quedábamos como estábamos. Algo más se moverá por ahí y dejarán el vídeo para mejor ocasión para no ponerse a la altura de Esperanza Aguirre.

02 octubre 2007

Pártase usted la cara para esto

Cristina Peri Rossi es uruguaya, estudió Biología y se licenció en Literatura Comparada, la leo desde que llegó a España, exiliada después de haber publicado sus primeros libros en Montevideo (1963), perseguida por la dictadura militar que convirtió aquella pequeña Suiza, el pequeño país de oficinistas de Benedetti, en un lugar donde la represión de las botas de media caña duró hasta 1985. La recuerdo en la revista Triunfo desde 1972 y ahí también fue incómoda para la dictadura franquista, hubo de exiliarse, otra vez, a París unos años hasta que se acogió a la nacionalidad española.Se nacionaliza. ¿Qué estoy diciendo? ¿Dejó de ser uruguaya? ¿Es española? ¿Es catalana? Fortuna la trajo salvando la vida para que nos contase sus cuentos y nos leyese sus poemas. El mercado laboral la llevó a trabajar en TV3 y Cataluña Radio. Todo muy bien hasta que se dieron cuenta de que hablaba en castellano, tardaron en darse cuenta, pero cuando lo hicieron ya tenía la carta de despido en sus mismas narices. Cabe que se pregunten si la echaron por hablar en castellano o por lo que decía en castellano ante un público que sin la menor duda entiende las dos lenguas. Pueden solucionar su duda con una moneda, a cara o cruz; pero... no sé yo, si Cristina Peri Rossi bailase sardanas a discreción ante el auditorio podría seguir sin ser víctima, esta vez, de la represión nacional-identitaria. La despiden por una resolución del consejo de Administración de la CCRTV por la cual se transmite una comunicación verbal a los técnicos que elaboran el programa El oficio de vivir en la cual se dice que se pueden admitir todo tipo de colaboradores que hablen en cualquier lengua menos en castellano. Pasen y vean. Luchen ustedes contra un par de dictaduras para esto. La recuerdo defendiendo a capa y espada los derechos de los catalanoparlantes, para que ahora vengan y le digan literalmente que no le pagan si habla en castellano, que si publica un libro, van a mirar a ver si la invitan a que lo presente.Pero no todo van a se malas noticias, también las hay buenas, no vaya a ser que nos deprimamos. Una buena noticia es que han decidido repartir libros en los cuarteles de policía en Galicia. No voy a ser yo el que diga que no se han de repartir libros; allí, en los garitos de carretera y hasta en los confesionarios, faltaría más; pero -siempre hay un pero- lo que no me explico es la razón que lleva a las autoridades competentes a decidir lo que han de leer los guardias y en que lengua han de leer. Vamos a ver, se están disfrazando las cosas ¿se trata de que lean o de que lean en gallego? ¡No son mozalbetes de la ESO a los que se les reconduce a la normalización! Trátenlos con respeto, si quieren que lean, páguenles la factura de la librería y no se molesten en campañitas comerciales e inútiles.El último guardia que me paró en la carretera me invitó en perfecto y maternal gallego a soplar por el artilugio, lo hice y me despidió cordialmente dándome las buenas noches; evidentemente yo también le hablé en gallego, no sólo por cortesía.