24 mayo 2015

Que no nos traten como idiotas


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2015/05/19/traten-idiotas/958031.html

Los idiotas en la Grecia clásica, de la que hemos heredado la democracia, eran, en resumen, aquellos que se desentendían y no hacían uso de sus derechos como ciudadanos libres. Hoy sigue habiéndolos, los que ejercen de idiotas de forma voluntaria; también proliferan los que sostienen una tendencia, quizá provocada por un viento, por algo que ponen en el agua del grifo o puede ser que la educación que hayan recibido no haya sido todo lo efectiva que hubiese sido menester... Una tendencia que hace surgir criaturas extrañas.
Comprobamos cómo lo ocurrido en Andalucía y el boicot a la presidenta es todo de traca judicial. Por otra parte no sé la razón por la que se le llama Susana, a secas, y no presidenta Díaz, como al señor Rajoy; es fácil ver ahí un residuo, retrógrado, clasista y zarzuelero.
Pongamos algún ejemplo, don Mariano ha simplificado tanto el lenguaje que en las escuelas infantiles se lo tomarían a guasa porque Espinete le supera en agilidad mental, hay que agradecer sin embargo el interés por acercarse a la vulgaridad de la clase baja.
Creo que tiene una feroz competencia en campaña, la de la señora Aguirre, descendiendo desde las más altas cumbres hasta el infierno de Dante en plena Gran Vía requiere mucho más esfuerzo. Agradezcámoslo con plegarias, mas no con el voto, sus insultos son más groseros que los de su supuesto jefe; compite y supera al señor Monago y a todos sus compinches valencianos.
Duro competidor o aliado les ha salido con el señor Rivera, aupado desde las testas coronadas hasta los poderes fácticos y mediáticos que se centra en ocurrencias para apartar a los mayores de cincuenta de su camino y predicando la política económica más reaccionaria del momento. Ni siquiera aportaría la promesa de la lluvia de millones que se ha anunciado el pasado consejo de ministros y que se incumplirá sin duda, porque amenaza peligrosamente el déficit público; pero su campaña esta siendo plagada de candidaturas formadas y firmadas al vuelo, hasta con notables infiltraciones de ultraderechistas confesos.
Además de los que nos llaman tontos y de los que nos amenazan con el caos, tenemos a los nuevos que nos riñen, que nos dicen las cosas a gritos, que están cabreados con el mundo, que se creen iluminados y ungidos de la verdad verdadera, que al final aún no sabemos cuál es su oferta definitiva, sus promesas y su viabilidad, las tienen para todos los gustos y bajo todos los disfraces con un camino ideológico recorrido, en pocos meses, mayor que el de un fórmula 1 desorientado.

¿Huelga en el fútbol?


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2015/05/12/huelga-futbol/955517.html

Cuando escucho o leo la noticia de una huelga en cualquier sector siempre procuro saber más, qué ocurre, cuáles son las causas, a quién beneficia, si hay o no unidad entre los convocantes. A veces descubro que lo que se esconde detrás del titular de la huelga, no es tal. Una huelga es un sacrificio para el trabajador huelguista, siempre le cuesta dinero y en ocasiones el puesto de trabajo; aun así es un derecho constitucional que sigue protegido.
Siempre he defendido que ha de ser el último recurso de los asalariados defendiendo sus derechos y presionando para conseguirlos, cualquier observador puede comprobar que últimamente no hay muchas huelgas convencionales y que las manifestaciones, marchas, encierros? proliferan más que el paro en las producciones y los servicios.
Ya hablando de servicios públicos las convocadas en la educación, en la sanidad, en el transporte público? siempre tienen como objetivo mejorar la calidad del servicio, evitar el recorte o la privatización; aunque esta regla tenga variadas excepciones de sectores muy corporativistas que usan el recurso legítimo de forma gansteril. En ambos casos los ciudadanos salen perjudicados, con el primero pueden verse identificados, reflejados y comprender la convocatoria; en el segundo, casi nunca.
Demasiada divagación para entrar en el asunto. Dejando claro que como ciudadano no me provoca y me importa poco el tema -pese a saber que afecta a mis impuestos- he de reconocer que no entiendo ni a los que convocan esta supuesta huelga por el reparto de derechos de imagen (de las estrellas) ni los privilegios fiscales (de los que cobran para tenerlos). Tampoco entiendo los argumentos de la administración ni del portavoz de las empresas deportivas para oponerse, aunque quizá algunas se estén jugando su supervivencia.
Pero lo que de verdad me desconcierta es la alarma social que se palpa, sobre todo en los medios, abriendo en portada con el tema, siendo la estrella de programas radiofónicos y televisivos, seguramente con razón, porque son sustanciosas las cantidades de las que se habla y seguramente serán más abultadas las de las que no se habla, las de los fondos de inversión dueños de derechos de los jugadores, del mundo de las apuestas y sus intereses? No se habla de otra cosa y seguramente en balde porque no llegará la sangre al río y no habrá "huelga"; no es solo la pelota la que se pone en juego, tener entretenida a la masa también genera réditos; ya lo decía aquel ministro de innombrable recuerdo que hablaba del interés general de algunos partidos de fútbol. Convendría usar el término huelga con precisión. Así nos va.

Machacándolos ya a los 8 años

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2015/05/05/machacandolos-8-anos/953088.html

De verdad que no me imagino en qué estarían pensando los próceres de la Lomce para intentar vendernos la moto de los beneficios de hacer una prueba única de seis horas en dos días a los niños y niñas de 3º de Primaria. Claro que si me pongo a pensar despacio a lo peor se me ocurren un par de ideas perversas.
En primer lugar, nos dicen que es una única prueba para todos y todas, sea cual sea su entorno económico, cultural, geográfico y que los resultados se valorarán con la misma vara de medir, es decir, que los críos de una aldea de la montaña con un acceso a la cultura y un ambiente poco propicio se compararán con los retoños de un colegio privado en la ciudad con todos los recursos a su alcance y con los de unos críos de barrio dormitorio que ya tienen llaves de casa, porque sus padres no llegan de trabajar hasta las tantas.
Por otra parte, esta prueba da por supuesto que el maestro o la maestra de estos niños es un inútil que no los conoce, que no informa a las familias de cómo va su evolución cada cierto tiempo o cuando hace falta; que el alumnado que tiene problemas ya está detectado, seguramente desde Infantil o desde que haya roto a leer en 1º, al volver de vacaciones de Navidad.
Aquí hay un afán claro de establecer competencias desleales entre centros escolares, entre unos que seleccionan a su alumnado, por ejemplo por sexos, y otros que, lógicamente, admiten a todas las familias a las que legalmente les corresponda; se ignoran todos los condicionamientos internos y externos, solo les pongo un ejemplo que hoy sería más extraño, pero que en su momento era el pan de cada día, un centro escolar grande se quedaba sin espacios y usaba los húmedos calabozos de la Casa Consistorial como aulas en las que se apiñaban los niños y los roedores que veían invadido su ecosistema, hoy sigue habiendo barracones prefabricados para almacenar gente menuda.
A fin de cuentas de lo que se trata es de que haya una selectividad lo más temprana posible, no se engañen, esta reválida por mucho que digan que no obligará a repetir curso sí marcará con la etiqueta, y se sabrá lo mismo que habían ya detectado los maestros; pero no se pondrán los medios para solucionar los problemas que saltan a la vista.
Calcaremos las pruebas PISA y estableceremos categorías entre centros e, incluso dentro de la misma aula, pero no veremos que el departamento de orientación esté suficientemente dotado para compensar desigualdades. Aunque estos genios no lo sepan el rendimiento de estos críos al hacer la prueba esos dos días no será el mismo si han desayunado bien o si llegan ya medio desmayados.
No quieren centrarse en la necesaria, urgente, evaluación del sistema educativo en su conjunto, para alcanzar mayores niveles de equidad, no interesa.

01 mayo 2015

Una especie de salario

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2015/04/28/especie-salario/950941.html

Yo creo que es mejor llamarle una especie de salario, que salario en especie a lo que intentaré contar. Mi abuela materna fue cigarrera, solo la conocí jubilada y recuerdo que de chaval, muy chaval, me mandaban a la Fábrica de Tabacos a buscar el sobre de la pensión, era una oficina siniestra en aquella factoría decimonónica en el que las obreras eran despedidas o sancionadas si se les ocurría sustraer algo de tabaco entre sus ropas al salir del turno; no era para consumo propio, era para obtener unas perras más y completar el menguado salario. Hoy eso podemos ver que ocurre en establecimientos de comida rápida en los que comerse una patata o una aceituna es causa de despido fulminante. Después, ya mozalbete, recuerdo seguir yendo a aquellas dependencias, no habían cambiado nada, para recoger y firmar el comprobante de que había recibido algún cartón de tabaco como complemento de la pensión. También recuerdo vagamente que me mandaban llevar la mercancía a un estanco para que lo comprase, supongo, que más o menos a precio de mercado, otras cuatro perras también necesarias. Por aquellos tiempos recuerdo haber cambiado el bono del bus, una peseta y setenta céntimos, por unas monedas en metálico y así poder comprar cigarrillos, celtas cortos, a treinta céntimos el pitillo, en una covacha camino de casa al colegio; también era una especie de salario en especie.
Estas batallitas solo vienen a cuento por haber leído una noticia, días pasados, que me ha dejado pasmado. En muchos convenios colectivos se pacta que los empleados tienen derecho a comer en la empresa o reciben un plus para pagarse un menú o disponen de un microondas para calentarse la fiambrera de las lentejas; son diferentes acuerdos más o menos presentables para que el trabajador no pierda comba y siga produciendo rápido y ligerito. Pero la penúltima que veo es la de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados y Mariscos (Anfaco), que ha planteado, en su propuesta para el nuevo convenio, que las empresas y los trabajadores, sobre todo trabajadoras, se vean forzadas a llegar a acuerdos para que una parte de los salarios se sustituyan por "productos o servicios", es decir, que las empresas podrán pagar hasta un 30% del salario sustituyendo los euros por un lote de conservas variadas, atún, sardinillas, mejillones, pocos berberechos y pocas zamburiñas -que son más caras- en sus diferentes variedades, aceite vegetal, de oliva, escabeche, al natural? Parece que volvemos al trueque medieval y que la trabajadora de la conservera tendrá que intentar pagar el alquiler con la hojalata de la conserva, poner un puesto en el mercadillo o arriesgarse al escorbuto.
Hay antecedentes, sin duda, de centros comerciales que sugieren que parte de su salario se gaste en productos que comercializa su propia empresa; pero podríamos llegar más allá, pobre del que fabrique tornillos, piensos para engordar pollos o aceite para motores. ¡Menudo menú!