29 septiembre 2009

¿El conselleiro de Educación ten o corvo dentro?

Hace unos meses opiné en este folio que el conselleiro de Educación empezaba patinando en su andadura al frente de la cosa esta de que las escuelas e institutos funcionen, me pareció que se estaba metiendo en determinados jardines que le podían llevar a la impopularidad. Sin embargo, después tuve que reconocer que terminó el curso empatando el partido, logró pacificar algún conflicto y firmar algún acuerdo beneficioso para la comunidad educativa. Dejo al margen de todo esto la polémica sobre el decreto de gallego y la de los libros de texto, porque no los considero actos de su cosecha, sino estrategias de su partido para romper la cintura de sus adversarios parlamentarios. Nos regaló un verano verdaderamente pletórico de actividad, especialmente los periódicos y sus sufridos becarios veraniegos nunca se lo agradecerán lo suficiente, no había que buscar noticias. Jesús Vázquez no tuvo vacaciones, recortes, alarmas varias, polémicas, fotos a discreción siempre a disposición desde los gabinetes de prensa. Había que marcar las diferencias con los tecnócratas del anterior gobierno, eran déspotas ilustrados que trabajaban para el pueblo, pero el pueblo no se enteraba de que todo era por su bien. El nuevo conselleiro se encargó de dejar claro que a él le traía al fresco la virtud o la justicia de las medidas que tomase; si conseguía un buen titular, la realidad no podría nunca estropeárselo. Los enterados dicen que tiene un equipo difícil, poco compacto, que no saben jugar juntos, que como seleccionador, fracasó. Los más malévolos dicen que en su propia casa le están buscando la ruina. En los mentideros se dice ya que, políticamente hablando, ten o corvo dentro, no comparto totalmente esta opinión. Desde el exterior, y habiendo seguido un poco su trayectoria como diputado en el Parlamento español, se percibe que se trata de un activista partidista. No es una apreciación despectiva, todo lo contrario, sino que lo define como esa especie de delantero osado, intuitivo a veces, obediente otras, que busca el gol sin cesar, pese a que la defensa le acosa, falla casi siempre, pero algún tanto puede anotar a su equipo. No creo que esté amortizado, pese a que la demagógica medida de los libros de texto le haya perjudicado, ni por las caceroladas de las escuelas de idiomas. Todo eso son minucias, aún tiene que aguantar el tirón del decreto de gallego, aún puede servir mucho más a los intereses de su presidente Feijóo. No sé yo, pero le veo más vivo, en la línea del consejero Font de Mora en Valencia con la Educación para la ciudadanía en inglés, del olvidado Lamela, mentiroso inventor de las falsas eutanasias de Leganés. Los neocon de siempre. No sé si al presidente le regalarán trajes como a Camps o hará escuchas como Aguirre, pero tiene un gladiador que creo le durará bastante rato. Podría durar más, sólo si se centrase en su parcela, en alcanzar consensos muy factibles, baratos y beneficiosos para la enseñanza pública

22 septiembre 2009

Potestas y autoritas, señora Aguirre

Para los griegos potestas es el poder que te viene de arriba, el que se te da para una misión concreta para gobernar o controlar; mientras que la autoritas es el prestigio, la capacidad de liderazgo, el respeto que te ganas. Determinados personajes como el que hoy nos ocupa, tienen mucho del primero, pero poco del segundo. Estoy seguro, porque tengo testimonios de primera mano, de que este curso ha comenzado con profesores y profesoras recibidos en el aula con expresiones de alegría, besos y abrazos; se han ganado lo que necesitan: autoritas. También es cierto que en otros casos los bufidos, comentarios y desazón de los alumnos fueron generalizados; como mucho tienen potestas. Y es que hay de todo, hay profesionales que saben su oficio y por lo tanto se ganan el respeto de sus alumnos y hay advenedizos que sólo saben cobrar el sueldo por pastorear una suerte de ganado muy delicado; los primeros no tienen aquella manida vocación, sino voluntad, conocimientos y buenos oficios, los segundos tienen caradura. Esta pandemia me temo que no tendrá vacunas, tampoco es nueva; que los viejos del lugar hagan memoria para poner en los altares sus buenos recuerdos escolares y olvidar sus bestias negras. Pero llegó Esperanza Aguirre y abrió la caja de Pandora, los profesores en lo alto de la tarima -mejor un cristal blindado ¿no?- y los pupilos, prietas las filas, diciendo buenos días señor profesor y usted lo pase bien, y toda esta payasada para solucionar de un buen golpe dos problemas, el primero el suyo con una buena cortina de humo y el segundo, la educación de su región con sus merlinescos remedios; pero lo malo es que hay veces que los altavoces corrompen y perturban con interferencias los sonidos que reproducen. Por ejemplo, ella da dos voces en Madrid y toda España ha de posicionarse sobre sus ocurrencias; con todo lo que tiene que tapar, y a propósito de que la riada de Pozuelo y sus pijos maleducados en colegios privados de buen tono pasa por el patio de su casa, la liberal de toda la vida se propone pontificar sobre la educación con su ocurrencia de bordar a los docentes con galones, barras y estrellas cual agentes de la autoridad, léase: que gocen del principio de veracidad, como los de tráfico, que su versión va a misa si se contradice con la el conductor multado. Un maestro sólo necesita ese privilegio cuando un adulto, por ejemplo un padre desequilibrado, intenta una agresión o frente a un alumno mayor de edad. En el resto de los casos rara es la ocasión de indisciplina que no puede solucionarse fuera de los tribunales. Por otra parte no hay fiscal en este país que desampare a un profesional de la enseñanza agredido, ya es autoridad, por lo tanto dejémonos de demagogias sobre la enseñanza pública y sus supuestas calamidades, si de lo que se pretende es dirimir en los juzgados los problemas de disciplina de las aulas, patios y pasillos, que vayan reforzando las plantillas de los juzgados y vaciando los despachos de los jefes de estudios. Los que están enlodazando la enseñanza pública no creo que consigan convertirla en un patio de vecindad con somatenes plenipotenciarios

11 septiembre 2009

Niño, deja ya de joder con internet

Niño, deja ya de joder con la pelota. que eso no se dice, que eso no se hace, que eso no se toca. Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma, nuestros rencores y nuestro porvenir. Por eso nos parece que son de goma y que les bastan nuestros cuentos para dormir. Nos empeñamos en dirigir sus vidas sin saber el oficio y sin vocación. Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones con la leche templada y en cada canción. J.M. Serrat La superioridad del adulto sobre el chaval era fácil de imponer, el sopla mocos o el castigo a todo y para siempre eran armas de destrucción masiva, pero de eficacia limitada. El tierno infante se bastaba y se sobraba para saltarse esa norma del balón, la de las peleas a pedradas y las de las fotos enseñadas a escondidas en el recreo del colegio, el teléfono era artículo de lujo, pero se usaba. A fin de cuentas saltarse la norma siempre fue muy fácil con un celtas sin filtro a tres patacones o con una china por una libra. El caso es que la sociedad adulta y bienpensante siempre quiso tener atada y bien atada a su juventud con una buena educación que los mimetizara, que los clonizara, que no se escaparan del camino correcto, para ello siempre contó con un aparato educativo sustitutivo o complementario del cabeza de familia para la doma de los retoños. Cuando eso no era suficiente o simplemente cuando se consideraba preciso ese aparato educativo era sustituido o era complementado en la tribu con la figura del brujo, el poseedor de los poderes, era el que conocía las propiedades curativas o destructivas de las hierbas, el que daba los consejos o las órdenes, pero sin revelar nunca sus secretos; el poder dependía de él y él, sin poder al que servir, no servía para nada. Teóricamente su poder ha pasado a los centros de salud; pero desde que tienen que poner guardias para que no le zurren a los médicos, el tal poder ha menguado considerablemente. ¿Quién lo ostenta? Está claro que la tecnología. Si la autoridad de la familia sustenta su poder en el aislamiento de los críos del mundo que les rodea, fracasará; si lo sustenta en la pura represión dará un paso al frente al borde del precipicio. Algo parecido ocurre en la escuela, gran parte del profesorado carece de las competencias tecnológicas de sus alumnos y los comentarios en los pasillos sobre los próceres del saber son de traca. Ahora resulta que los legisladores conservadores buscan votos en el caladero de los padres y profesores desbordados proponiendo leyes que controlen, limiten, prohíban el acceso a internet y las redes sociales que usan jóvenes y menos jóvenes. Legislen, legislen que ya verán lo que les pasa, lo mismo que a los finlandeses que venden alcohol sólo a mayores de 21 años en las franquicias del Estado a precios desorbitados y tienen alcohólicos desahuciados por todos los rincones. Que los menores aprovechan viajes nocturnos en ferry de Helsinki a Estocolmo para hacer sus botellones y que pagan un pasaje baratísimo a Estonia para volver cargados de suministro de licores suficiente para destruir múltiples hígados. A ver si ponemos un poco de sensatez, los padres o los profesores que no sepan hablar con sus adolescentes han de buscar ayuda, pero no en las ocurrencias de diputados capidisminuidos.

03 septiembre 2009

El informe TALIS: ¿los profesores ante el espejo? (y III)

Entramos, por fin, en el comentario del núcleo duro del informe TALIS, es decir, la visión que tienen los profesores de su práctica docente, de lo que debe ser o no ser. Aquí es donde nos caemos con todo el equipo, la dicotomía es la siguiente: o el profesor considera que su trabajo es la exposición de sus conocimientos y el del alumno el de cogerlos al vuelo o, por el contrario, el profesor ha de ir facilitando herramientas para que asimilen y sepan aplicar los conocimientos aprendidos. España e Italia están a la cola, aquí se opta por la solución fácil, ladrillo en clase y deberes para casa, que si con nosotros dio buen resultado, a ver por qué no ha de darlo con los adolescentes de internet. Los buenos resultados académicos búsquenlos en Dinamarca, Austria, Bélgica?TALIS hurga un poco más e investiga lo que pasa en las diferentes asignaturas, de forma que los más tradicionales siguen siendo los de matemáticas y lenguas extranjeras, mientras que en el otro extremo están las tecnologías, las destrezas profesionales. Nada nuevo, el Mediterráneo ya está descubierto. Por otra parte estos profesores de librillo consideran muy importante el intercambio de ideas, pero no están por la labor de la colaboración profesional, el individualismo es pecado muy común de las salas y tertulias de los centros. Lamentablemente muchos profesores se quejan del clima en el aula, del tiempo que han de dedicar a mantener el orden, se pueden atar cabos y TALIS pone de manifiesto que en los países con planteamientos constructivistas hay mejor clima escolar, más disciplina y mayor rendimiento. La conclusión es de blanco y en botella, el profesorado noruego se encuentra satisfecho con su trabajo y lo ve eficaz, el español también cree que hace un buen trabajo, pero que no es eficaz. Uno de los aspectos más llamativos del estudio es el de la evaluación del profesorado. Aquí es palabra tabú, como en Italia, Portugal e Irlanda, países en los que más del 80% del profesorado no es evaluado o no se le informa de los resultados de la evaluación. Tampoco son evaluados los centros en su conjunto, pero lo peor es que no se sabe qué se ha de evaluar. TALIS se centra sobre todo en las prácticas innovadoras, en la formación y desarrollo de los profesores y en los resultados de los alumnos. Pero evaluar por evaluar tampoco sirve de nada, TALIS dice que el profesorado quiere ver recompensas por el buen trabajo y por el esfuerzo, el 75% dice no ver ningún reconocimiento por su esfuerzo suplementario, en España no llegan al 20% los que ven algún fruto, incluso son objetivos y los que ven por el rabillo del ojo lo que hace el prójimo confiesan que sus compañeros merecerían algo más y no se les da. No es que no me lo crea, pero me da en la nariz que los encuestados no son sinceros al 100%, el funcionariado español está acostumbrado al café para todos, para el que se esfuerza como para el que cumple discretamente o para el zángano. En el momento en el que se diga que el que trabaja más ha de cobrar más, veremos lo que pasa. Ojo al parche, pues, si queremos que esto marche, hay que garantizar recursos y profesorado cualificado y reconocido, intensificar su formación, poner todos los medios para crear aulas con el personal de apoyo preciso y los cambios de actitud imprescindibles para la mejora del clima de convivencia escolar y, por fin, estimular la evaluación eficaz y justa de cuyos resultados se pudieran beneficiar todos los integrantes del sistema. No quiero terminar estos folios sin destacar una ausencia en el informntramos, por fin, en el comentario del núcleo duro del informe TALIS, es decir, la visión que tienen los profesores de su práctica docente, de lo que debe ser o no ser. Aquí es donde nos caemos con todo el equipo, la dicotomía es la siguiente: o el profesor considera que su trabajo es la exposición de sus conocimientos y el del alumno el de cogerlos al vuelo o, por el contrario, el profesor ha de ir facilitando herramientas para que asimilen y sepan aplicar los conocimientos aprendidos. España e Italia están a la cola, aquí se opta por la solución fácil, ladrillo en clase y deberes para casa, que si con nosotros dio buen resultado, a ver por qué no ha de darlo con los adolescentes de internet. Los buenos resultados académicos búsquenlos en Dinamarca, Austria, Bélgica?TALIS hurga un poco más e investiga lo que pasa en las diferentes asignaturas, de forma que los más tradicionales siguen siendo los de matemáticas y lenguas extranjeras, mientras que en el otro extremo están las tecnologías, las destrezas profesionales. Nada nuevo, el Mediterráneo ya está descubierto. Por otra parte estos profesores de librillo consideran muy importante el intercambio de ideas, pero no están por la labor de la colaboración profesional, el individualismo es pecado muy común de las salas y tertulias de los centros. Lamentablemente muchos profesores se quejan del clima en el aula, del tiempo que han de dedicar a mantener el orden, se pueden atar cabos y TALIS pone de manifiesto que en los países con planteamientos constructivistas hay mejor clima escolar, más disciplina y mayor rendimiento. La conclusión es de blanco y en botella, el profesorado noruego se encuentra satisfecho con su trabajo y lo ve eficaz, el español también cree que hace un buen trabajo, pero que no es eficaz. Uno de los aspectos más llamativos del estudio es el de la evaluación del profesorado. Aquí es palabra tabú, como en Italia, Portugal e Irlanda, países en los que más del 80% del profesorado no es evaluado o no se le informa de los resultados de la evaluación. Tampoco son evaluados los centros en su conjunto, pero lo peor es que no se sabe qué se ha de evaluar. TALIS se centra sobre todo en las prácticas innovadoras, en la formación y desarrollo de los profesores y en los resultados de los alumnos. Pero evaluar por evaluar tampoco sirve de nada, TALIS dice que el profesorado quiere ver recompensas por el buen trabajo y por el esfuerzo, el 75% dice no ver ningún reconocimiento por su esfuerzo suplementario, en España no llegan al 20% los que ven algún fruto, incluso son objetivos y los que ven por el rabillo del ojo lo que hace el prójimo confiesan que sus compañeros merecerían algo más y no se les da. No es que no me lo crea, pero me da en la nariz que los encuestados no son sinceros al 100%, el funcionariado español está acostumbrado al café para todos, para el que se esfuerza como para el que cumple discretamente o para el zángano. En el momento en el que se diga que el que trabaja más ha de cobrar más, veremos lo que pasa. Ojo al parche, pues, si queremos que esto marche, hay que garantizar recursos y profesorado cualificado y reconocido, intensificar su formación, poner todos los medios para crear aulas con el personal de apoyo preciso y los cambios de actitud imprescindibles para la mejora del clima de convivencia escolar y, por fin, estimular la evaluación eficaz y justa de cuyos resultados se pudieran beneficiar todos los integrantes del sistema. No quiero terminar estos folios sin destacar una ausencia en el informe, echo de menos una valoración de profesores y directores sobre el papel de las familias; es evidente que como decíamos al comienzo, las situaciones son variopintas, distintas culturas, religiones? pero quizá se peque de una cierta consideración de la educación como islote en la sociedade, echo de menos una valoración de profesores y directores sobre el papel de las familias; es evidente que como decíamos al comienzo, las situaciones son variopintas, distintas culturas, religiones? pero quizá se peque de una cierta consideración de la educación como islote en la sociedad