24 septiembre 2019

¿Por qué no en un monasterio?


https://www.laopinioncoruna.es/opinion/2019/09/24/monasterio/1437770.html

La corriente anticlerical en España, pese a haber nacido antes, fue constante en Galdós, Unamuno, Machado, Ortega o Azaña; todos consideran oportuno rebatir la influencia de la Iglesia y secularizar la sociedad española, contra la imagen de un país cuya historia ha sido forjada por la religión y que no podría ser ésta quien pudiera establecer la modernización. ¿Qué pueden tener en común la religión y su más allá y la política que rige el destino de los hombres en la tierra? Con certeza, nada; pero siempre hemos caído en contradicciones entre lo íntimo y lo público como ya débilmente defendía Canalejas: «Maldecir al clericalismo y bendecir a la Iglesia».
Este introito viene provocado por el hecho de que le quiten los simbólicos grilletes al señor Urdangarin, algo que no me anima a tocar las castañuelas; pero, si todo está hecho legalmente por el juez competente, aunque el fiscal y la junta de tratamiento de la cárcel no opinen lo mismo, me callo y punto.
Pero puestos a buscar puestos de redención y socialización para que el condenado no se sienta tan solo se me ocurren algunos, Soto del Real o los cartujos; pero con una condición, que su posible labor no ocupe un puesto de trabajo, esto no sería de recibo. Que después de estafar y de vivir de sopaboba, solo por jugar al balón y casarse como un campeón, le quitase el pan a un ciudadano cualquiera no me parece ni un poquito solidario.
Parece ser que el supradicho reza mucho, le visita un clérigo de su religión semanalmente y no tiene mucha oportunidad de pecar según sus creencias arraigadas en el nacionalismo vasco familiar y en sus lazos de afinidad parental con algunos borbones. No me alegro de que pueda disfrutar de tales privilegios de los que otros condenados están privados. Me guía en esta reflexión la máxima de Concepción Arenal para compadecer al delincuente, aunque en este caso me tomo las cosas con cautela, supongo que al delincuente habrá que compadecerle cuando dé muestras que animen a ello ante la sociedad contra la que ha delinquido; si simplemente son golpes de pecho que intentan mostrar arrepentimiento sin reparación de daños, la verdad es que no me sirven cuando solo ha cumplido 15 de los 70 meses de su condena por prevaricación, malversación, tráfico de influencias, fraude y dos delitos fiscales. Algún dios nos lo pagará, ya que el interfecto no lo hará. Ahora ayudará a cristianizar a personas con discapacidad intelectual, en Pozuelo de Alarcón, no en la Cañada Real, gracias a la intercesión de su señora suegra porque a fin de cuentas el "Gran pagano,/se hizo hermano/de una santa cofradía;/el Jueves Santo salía,/llevando un cirio en la mano „¡aquel trueno!„,/vestido de nazareno." Que conste que los gastos de desplazamiento y custodia desde Brieva (Ávila) a Pozuelo (Madrid) los pagan ustedes.

A fin de cuentas, un vividor con salvavidas.

18 septiembre 2019

Los que hoy juegan a ser césares


https://www.laopinioncoruna.es/opinion/2019/09/17/hoy-juegan-cesares/1435881.html

En una reciente conversación salió el tema de la investidura y, sin saber cómo, apareció el problema del cesarismo y sus ejemplos actuales. Dándole vueltas después, la asociación me vino al magín, recordando a Vázquez Montalbán en O César o nada (1998) y al impío don Pío en César o nada (1910) llegando a ligar ambas obras con las ansias actuales de los candidatos a las más altas magistraturas y su cesarismo. El carácter, la ambición ya los sentía Baroja, en él resuena el tema del hombre que emplea todo su vigor, sin remilgo alguno, sin miramientos morales, en alcanzar la cumbre de la sociedad que sigue presente hoy.
Baroja nos cuenta el ascenso político de César Moncada en dos escenarios, uno es Roma y los esfuerzos del joven César, sobrino de un cardenal, para formarse en la brega política y ganar algún tipo de influencia que le ayude a empezar su carrera. Todo ello desde una posición cínica que le lleva, pese a ser anticlerical convencido, a no despreciar las posibles ayudas de su tío o de cualquiera que le haga conseguir un acta de diputado. El segundo escenario transcurre en Castro Duro; César ha conseguido por fin iniciar y culminar con éxito su carrera política, entre los engranajes del caciquismo y la corrupción de la época, descritos con tono ácido y buscando la regeneración de la vida política. Sin duda la visita del protagonista a Roma, extasiado por la historia de los Borgia, le retrotrae a Julio César con un paralelismo pasmoso. Un joven Baroja anarquizante acostumbrado a retratar la baja sociedad, que ahora nos describe negocios, tramas económicas, con solvencia, sin perder la llaneza de su pluma todoterreno; que enhebra diferentes visiones de la sociedad de su tiempo, la rancia nobleza, el atraso de la industria, la pobreza del pueblo, los males presentes a principios del siglo XX.
Sin salirnos de la trama, hay que ir a Vázquez Montalbán que, en O César o nada, nos deja una novela en la que explica la historia humana que hay detrás de la ascensión de los sobrinos del papa Calixto III, el valenciano Alfonso Borja, que conforma un círculo familiar con el papa Alejandro VI y los hijos de éste, César y Lucrecia, y se cierra con Francisco de Borja, uno de los inspiradores de la Contrarreforma. Se les presenta, saltando en el tiempo como seguidores de Lucky Luciano: en cualquier negocio lo más importante es no ser el muerto. Son introductores de la modernidad en los crímenes, porque cualquier Estado se funda en un asesinato herméticamente cerrado en una caja, que será razón de Estado, según Maquiavelo.
Creo que a cuento de este tema fue el valenciano Joan Fuster quien dijo: En aquel tiempo todos eran asesinos, pero los nuestros eran mejores.

Ya me contarán cómo queda lo de la investidura, o no

10 septiembre 2019

Libro de texto, especie en extinción


https://www.laopinioncoruna.es/opinion/2019/09/10/libro-texto-especie-extincion/1433948.html


Los libros de texto han estado siempre manipulados por el poder; no hará falta recordar que usábamos la Enciclopedia Álvarez como libro único para toda disciplina, concepto que sí funcionaba en la España nacional-católica, a la misma hora. En aquel tomo creo recordar que la historia era la del imperio, las matemáticas eran áridas; de las ciencias naturales algo recuerdo de listas de huesos y músculos, pero ahora los futbolistas parecen tener otros cuyo nombre no he estudiado; sin duda, culpa mía. De la gramática mejor no hablo, porque a veces leo el verbo fue con tilde. De la geografía solo recuerdo las largas listas de comarcas de cada provincia, cabos, golfos, cordilleras y ríos sin aprender nada de las personas y costumbres de aquellos lugares, suponíamos que todos comíamos lo mismo, en las mismas épocas del año y bailábamos la misma jota. Y qué decir de la historia sagrada de los sábados por la mañana, aquello era una película gore con las aventuras del antiguo testamento, mujeres convertidas en estatuas de sal, niños a punto de ser asesinados por sus padres, mares que abrían paso a los caminantes o los efectos de la colombofilia en la procreación, en fin lo adecuado para un niñato de 9 años afectado por el miedo al pecado sin oportunidades de cometerlo. Pese a todo algunos salimos, no sé cómo; muchísimos se quedaron en el camino y la sociedad del momento nada hizo por ellos, ni siquiera los himnos patrióticos al final del libro.

Tampoco está haciendo nada la sociedad actual ni la administración educativa, sean cuales sean sus subdivisiones geográficas, con la vieja polémica de los libros de texto manipulados, adaptados a una determinada opción política autonómica, normalmente también nacionalista.
Es buen momento para que salgan a la luz los materiales escolares, con una ley educativa sobrepasada, una inspección educativa del Estado, ornamental, en todas las autonomías. Lo mejor que se puede hacer con ellos es que dejen de ser obligatorios, y sé que me paso de frenada; he visto explicar ciencias diseccionando vísceras de animales, aprender geografía con el recorrido de la vuelta a España, explicar las lenguas hablando y entendiendo, antes de aprender a escribirlas y todo sin las tecnologías actuales al alcance de muchas aulas para tener menos fracaso escolar.
Por favor no hagamos propaganda con la mitología del reino de Aragón, de Felipe V y su retrato revuelto, todos aprendemos geometría con la Mezquita. Hagamos proyectos didácticos sobre los diferentes pucheros, potes, fabadas, cocidos, pringás, arroces y paellas, migas y gachas, marmitako y pil pil, asados y parrillas, gazpachos y sopas de ajo; aprenderán ciencias, geografía, historia, cálculo... destripemos además Palabras para Julia y conocerán más mundo

04 septiembre 2019

Las sombras educativas de Aguirre y Aznar son alargadas


https://www.laopinioncoruna.es/opinion/2019/09/03/sombras-educativas-aguirre-aznar-son/1432035.html


No es que sea, lo que vemos en la Comunidad de Madrid, un hecho anecdótico, sino que es un ejemplo de lo que ocurre ya en tantas comunidades autónomas, pero quizá con más acentos y subrayados.
Se van escabullendo de los tribunales, no sabemos quién es más hábil, seguramente él; van cayendo testaferros y manzanillos que se vendieron o alquilaron por unos cuantos fajos de billetes en cuentas geográficamente corrientes, bien distribuidas por su opacidad. Si observamos los nuevos nombramientos de la presidente Díaz Ayuso en la consejería de educación, comprobaremos la tendencia que ya apuntaban los datos previos y no es difícil hacerlo porque ha recuperado el espíritu de Lucía Fígar, famosa por sus privatizaciones y sus cuentas pendientes con la Púnica. Una señora que, antes de que la Lomce de Wert arrollase, ya había adjudicado más de noventa parcelas para centros concertados en lugares en los que no había oferta pública de plazas escolares. Para seguir con esa política de recorte millonario nada mejor que Enrique Ossorio, discípulo de la pareja que titula este folio, alto cargo especializado en privatizaciones de las administraciones públicas.
Madrid se ha puesto a la cola en la inversión en educación pública en toda España y las perspectivas son más duras con este gobierno tripartito y la ayuda de los antiguos cargos del exministro aquel al que premiamos con una canonjía en la OCDE, después de comprobar la dureza de su faz ante todo tipo de críticas sin inmutarse.
El ultraliberalismo sigue con ganas y dispuesto a presentar armas legislativas otra vez con sus actitudes inquisitoriales, dogmáticas y radicales. Estos nombramientos en Madrid son una forma de entrar en batalla con la comunidad educativa; un cierre de filas radical desde el punto de vista económico, obviando las necesidades de la red pública, que continúe la segregación y la falta de equidad.
Siguen pensando que ha de haber alumnado que ha de ocupar vagones de primera, segunda o tercera clase según el origen y los recursos económicos de las familias. Se han olvidado, es un decir, del mandato constitucional de la igualdad de oportunidades que debe presidir las etapas obligatorias.
Desde los años ochenta han sido muchos los esfuerzos de integración, de universalización de la escolarización obligatoria para alcanzar buenos resultados, muchos años de preocupación por el fracaso escolar para que se tengan que soportar nuevas ofensivas contra la enseñanza pública.

Que conste que hoy quería hablar del consejero andaluz de salud al que se le perdió la presentación de diapositivas, definió el aborto como un chupetón y ahora se le caen dos lagrimones con la listeriosis y ofrece a una madre, víctima de un aborto, posar en una foto con su próximo hijo. Sigue siendo consejero. Vendrán más días de gloria.