17 junio 2016

¿Se han acabado las reválidas?


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/06/14/han-acabado-revalidas/1079250.html

Después del estrepitoso fracaso y espantoso ridículo de la aplicación de las pruebas de 3º y 6º de Primaria en la mayor parte de las CC.AA., el Ministerio de Educación debería de haberse hecho el haraquiri, no le han seguido ni los suyos, en las pocas comunidades que amagaron con cumplir con la Lomce. El colmo del absurdo fue el presidente gallego usando en los medios, sin cortarse un pelo, la palabra tabú: reválida. Ni él se enteró de que no querían que se le llamase así. El primer problema lo tiene la RAE, ya no puede definir "reválida" como el examen que se hacía al acabar ciertos estudios, como el bachillerato. En todo caso queda claro que revalidar es confirmar la validez, corroborar, ratificar, reafirmar? algo que ya está conseguido. Don Miguel Gila diría aquello de "aquí alguien timó a alguien hace más de 40 años y alguien quiere volver a engañar a alguien, ahora".
El 5 de abril todos los grupos, menos el PP, acordaron la paralización de las reválidas; los representantes de padres y madres, docentes y estudiantes también se oponen. ¿Por qué esta descalificación tan abrumadora? ¿Por qué el gobierno se pone de perfil?
La reforma educativa del final del franquismo (1970) ya intentaba superar la rigidez del sistema, ante el fracaso de las pruebas memorísticas, con la supresión de las "temidas reválidas", introduciendo la evaluación continua.

Sin embargo, en los últimos años el auge de este modelo neoliberal, tecnocrático y conservador, ha llegado cuando ya es cuestionado en muchos países del Norte. Ya han comprobado que la fiebre examinadora no trae "mejoría". La experiencia de EEUU indica que ha reforzado la mediocridad del sistema.
Este modelo de evaluación no está al servicio de la mejora de la educación, sino a segregar más que a identificar problemas y buscar soluciones. La evaluación sirve para seguir educando y hacerlo mejor, hacen falta medidas y recursos, después se deben rendir cuentas. Hay que darle la vuelta al calcetín, no se puede seguir utilizando la evaluación como mecanismo de promoción o exclusión. Hemos de cambiar el enfoque de los exámenes y las reválidas como estrategias de legitimación de una clasificación, como naturalización de una selección social por vía académica. En la educación, y más aún en la obligatoria, la evaluación debe tener una función formativa, de ayuda al aprendizaje. Una carrera constante de obstáculos y superación de pruebas y reválidas al final de cada etapa es antipedagógica, sancionadora y excluyente. Es apostar por un modelo de enseñanza basado en la presión del examen, frente a otro centrado en las necesidades y motivaciones del alumnado. Y no vale para todo el argumento de preparar para el futuro; brillantes expedientes académicos sobreviven laboralmente como pueden y desahuciados de la escuela, triunfan en cuanto aterrizan en la vida real.

Mi papá me mima, mi gestor me arropa


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/06/07/papa-mima-gestor-arropa/1077084.html

La verdad, no sé si tendría que escribir este folio sin abogado; pero recibamos a puerta gayola, tal y como parece que se enfrenta la familia Messi al proceso judicial, extraordinariamente atípico para un lego, como servidor. Quede claro que no me gusta el fútbol, si no es con amigos, vino y tapas; pero somos libres de gastar el dinero, el tiempo libre y las neuronas en lo que nos dé la gana. Como dijo Rafael El Gallo, al saber que Ortega era filósofo, "Hay gente pa tó". Tampoco tiene importancia que me asombren las cifras que se mueven en el fútbol profesional y la burbuja que no pincha, ¿son las inyecciones de los fondos de inversión, del capital chino o árabe?, ¿qué pasa si se van? No llego tan lejos.
Pero volvamos al pelotero argentino que ilusiona con sus filigranas en la cancha a los aficionados; creo haber leído o escuchado estos días que en 2014 fue el mayor contribuyente individual al fisco español, después de aclarar sus pufos con Hacienda de 2007 a 2009. Si ya es reincidente, razón de más para que sintiese el aliento de Cristóbal Montoro en el cogote sin descanso; pero parece ser que no ha sido así, que el chico, con cara de pasmado y vocabulario de tercero de Primaria, ha vuelto a las andadas afiliado a la cofradía de los hombros encogidos, del yo no sé nada, a ver si mi padre sabe algo, seguro que mis abogados lo saben, yo firmo? no entiendo? Qué joya de muchacho, no creo que sea culpa de la Logse.
Previamente fue vitoreado en la puerta del juzgado por sus fans; pero lo que más me pasma es la declaración de padre e hijo y las intervenciones de la Fiscalía y la Abogacía del Estado.

Parece ser que su nómina y sus retenciones de IRPF están en regla, me lo creeré, que sus problemas vienen de la publicidad que hace poniendo su cara. Aseguro que he pasado ratos pensando qué he podido consumir, qué producto, qué servicio en cuyo precio estuviese repercutido el coste publicitario pagado a este tipo, he repasado hasta la marca de champú que compro en el supermercado y no lo asocio, pero algo le estaré pagando.
Toda esa pasta gansa cobrada por su cara dura no ha tributado un duro en España, el señorito mandó que se la ingresasen en Uruguay y otros lugares bien escondidos. Tan escandaloso me parece que la fiscal haya sostenido que hay fraude por decisión de su padre (le pide año y medio) y exime al futbolista porque nadie se lo explicó, como que la Abogacía del Estado haya mantenido la petición de 22 meses para ambos acusados, pues considera que aunque Jorge Messi era la persona que supervisó la trama defraudatoria, mantuvo informado de la misma a su hijo quien, a fin de cuentas, era el obligado tributario. Tranquilos, no pasa nada, el fútbol sigue.

Rajoy no empieza con buen pie el posible pacto educativo


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/05/31/rajoy-empieza-buen-pie-posible/1074789.html

Algunos recordarán el último intento de alcanzar el Pacto por la Educación, era el curso 2009/10, Ángel Gabilondo era el ministro del ramo y Zapatero, el presidente. Por diferentes razones la negociación de aquel acuerdo fallido me pilló cerca de algunos actores con responsabilidad y poder, en principio, para llegar a acuerdos. Entre noviembre de 2009 y marzo de 2010 hubo no menos de diez reuniones oficiales entre los negociadores socialistas, Mario Bedera al frente, y los populares con Juan Antonio Gómez Trinidad.
Todas las fuentes bien informadas citan la última reunión, una discreta comida en el café de Oriente en Madrid en la que socialistas y populares alcanzaron una entente en la que ni la educación para ciudadanía ni la religión suponían mayor obstáculo para el pacto, el PP no hacía batalla de esos temas, y se constataban acuerdos sobre FP, programas de cualificación profesional inicial, evaluaciones, 4º de la ESO? Pero al fin, fue Génova, fue la señora Cospedal, entonces plenipotenciaria y ascendente, la que pone el veto a los acuerdos a los que habían llegado sus compañeros. Por el camino se quedaba más de un año de acuerdos con sindicatos, patronales de la privada, asociaciones de madres y padres, en fin, la Comunidad Educativa, que tenía esperanza e ilusión para que se materializase en forma de ley y para largo.
Gabilondo decidió que si los acuerdos eran buenos para nuestra educación, aunque el PP se negara a firmarlos, había que incorporarlos al sistema educativo; era tarde para llevar a la Cámara un proyecto de ley de reforma de la LOCE, en la tramitación de la Ley de Economía Sostenible se introdujeron modificaciones producto del acuerdo no firmado: 4º de la ESO, PCPI y se promulgó un RD de reforma de la FP; pero todo se derogó en cuanto el PP ganó las elecciones.

Desde Wert ya no se ha vuelto a hablar de pactos educativos hasta la pasada campaña electoral y la presente; su heredero, Méndez de Vigo, ha vuelto a mentarlos, pero está quedando claro que la única forma que tiene de entenderlos se llama LOMCE, la ley más intransigente de la historia de nuestro sistema educativo.
Pero su jefe, Rajoy, ha dado un paso al frente en Valencia, comunidad en la que sus mandados dejaron la escuela pública en los barracones; aún no sé cómo se atreve después de todo lo que han contado, o no, sus amigos del alma. El nuevo gobierno autonómico ha puesto en marcha nuevas construcciones y plantillas para rehacer lo de todos y tal política ha supuesto el cierre de pocas aulas concertadas innecesarias, las sotanas han salido a las calles y raudo acudió don Mariano a socorrerlas defendiendo los privilegios de los de siempre disfrazados de libertades, cuando los derechos de la mayoría no están aún recuperados con calidad después de sus recortes y privatizaciones.

Familia y empleo. Cañizares y Rosell


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/05/24/familia-empleo-canizares-rosell/1072567.html


Supongo que recuerdan al jerarca católico con puesto de mando en Valencia, don Antonio Cañizares Llovera, que el año pasado se lució con sus declaraciones denunciando que en la invasión de los emigrantes y los refugiados "no todos eran trigo limpio" y que habría que pedirles certificado de cristiano viejo, sin sombra judía o musulmana, a los que aquí pidiesen asilo. Después quiso arreglarlo, pero ya se sabe.
Recientemente ha vuelto a impartir doctrina, no ya a sus seguidores, que en eso yo no me meto, sino marcando el camino que ha de seguir esta sociedad plural y ahí sí que no. En esta ocasión también se ha subido al pedestal del orgullo para intentar menospreciar a su posible auditorio y arengarlo para defender su modelo único de familia ante lo que ha llamado "escalada contra ella de dirigentes políticos, el imperio gay y ciertas ideologías feministas". Esta proclama belicista, dicen los entendidos, podría llegar a incurrir en el delito recogido en el artículo 510 del Código Penal, que castiga a quien incite a la discriminación y al odio.
Supongo que entre sus seguidores habrá de todo, incluidos los que son llamados al exterminio, y poco caso le harán; ha habido cierto revuelo mediático, pero muy localizado en su zona de influencia y escasa actuación de los poderes públicos. De la Fiscalía nada se sabe, salvo las denuncias presentadas, en fin, impunidad. También me escaman los bienpensantes que lo critican y acuden a su jefe Francisco para buscar argumentos, cada día está más demostrado que a Bergoglio pocos de sus subordinados con mando en plaza le hacen caso y, también cada día más claro, que sus aparentes buenas y modernas palabras son solo humo, faltan la verdad y los hechos. Aún no saben qué es una mujer, ni la maternidad, ni el futuro de los hijos, ni la educación y la sanidad, ni el trabajo digno, ni la vivienda y esas cosas que estos señores siempre tienen garantizadas.

Hablando de trabajo, no puedo terminar el folio sin avergonzarme de la incultura del señor Rosell, patrono mayor de las españas, que cree que el empleo fijo es cosa del XIX. Puesto que no ha leído, tendríamos que esperar a que Galdós o doña Emilia levantasen la cabeza y le contasen algo sobre los cesantes, le explicasen qué derechos laborales tenían las cigarreras trabajando a destajo, por labor entregada, ni el penoso trabajo infantil... No, señor Rosell, ni en el XIX ni en gran parte del XX, ya no pido que se lo estudie ni que se lea los Episodios Nacionales, sino que le recomienden alguna película basada en Dickens, así le sonará lo que ignora. Sabrá también que a partir de la segunda posguerra es cuando la socialdemocracia, en algunos países, se percata de que los derechos laborales pueden ser útiles. Menos mal que sus declaraciones no se leen en los institutos ni en el extranjero, pero deja entrever a las claras sus objetivos, volver raudo y veloz a ese feudalismo tardío que renace.

¿Por qué hablamos más de Cela que de sus obras?

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/05/17/hablamos-cela-obras/1070465.html


"Me queda el consuelo de pensar que, al haber escrito
tantas y tantas páginas, no he podido equivocarme en todas".
Juan Ignacio Ferreras (2010)

La respuesta seguramente será más tonta que la pregunta; también hablamos de Delibes, de Torrente... pensando que cualquier bachiller de ahora o de la LOGSE o del BUP o de los nuestros de 6º y reválida en los sesenta, podría hablar con fundamento de haber leído algunos títulos.
Dicen que Cela se consagró a crear su personaje y disfrutar de los dividendos que reportaba; apoyo la afirmación poniendo el límite original en los alrededores del Nobel, cuando se crea su industria, en serio. El caso es que al final de los setenta no sabíamos qué era una novela ni los criterios para valorarla; leer el Pascual Duarte (1942) sin conocer su contexto ni la narración en 1ª persona ni un tremendismo gratuito y poco verosímil, era consumir un libro publicado gracias a la protección del todopoderoso Juan Aparicio, a las órdenes del cual también sirvió Cela como censor, y después de que le dejase la vacante Eugenio Suárez cuando se va a fundar EL CASO. Es evidente que describía cruelmente la vida de la posguerra, pero quién habría podido pagar el precio de ese ejemplar con la cartilla de racionamiento.
Nada nuevo hay en la prosa sentimental de Pabellón de reposo o en el pastiche de las Nuevas andanzas?del Lazarillo (1944); pero otras dos obras, Viaje a la Alcarria, descripción magistral, impresionista, mas no novela, y La colmena (Buenos Aires, 1951), 250 páginas con cerca de doscientos personajes movidos por el hambre y el sexo que nos describen una estampa desoladora del Madrid de la posguerra, a golpe de fichero, con organización, precisión, un gran catálogo incompleto al que le pudo faltar la segunda parte para llegar al objetivismo, son relatos que perduran.
Mrs. Caldwelld habla con su hijo no pasa de ser un ensayo delirante y psicopático y La catira, un encargo venezolano, exagerado, poco legible sin el diccionario adjunto, pero ambos fracasos como novela.
Más adelante llegan el San Camilo 1936 (1963), un juego que refleja la propia ambigüedad política de Cela, y Oficio de tinieblas 5 (1973), con aspiraciones a renovación técnica ya caduca. La Mazurca para dos muertos (1983) nos lleva otra vez a la preguerra y la guerra, un texto muy trabajado que se agota en sí mismo, dejando al margen trama y personajes, después mejor no seguir, por respeto.
En fin, como nos abrió los ojos el bueno del maestro Juan Ignacio Ferreras, aquel verano en Denia, seguro que Cela intentó abrir nuevos caminos, pero no acabó ninguna novela. Por eso es un gran prosista, solo por haber escrito un cuento, Las orejas del niño Raúl, allá por los 50. Hace poco me enteré de que aquel jovenzuelo Ferreras, lector voraz, le ganó al ajedrez al prometedor narrador Cela, ¡jodido chaval!, masculló don Camilo, dándole un manotazo al tablero.