26 junio 2018

Desconcierto a estribor y comedia de enredo


https://www.laopinioncoruna.es/opinion/2018/06/26/desconcierto-estribor-comedia-enredo/1304538.html

Parece que entre la tripulación que gobierna este barco por estribor ha cundido un gran mareo; la desorientación se ceba entre los viajeros de estos camarotes por el cambio del capitán del navío y padecen dificultades para encontrar su correcta ubicación en el barco. Han sido muchos años de travesías en los que solo había que tener claro un criterio, saber quien mandaba.
No hubo nunca mejor amalgama que el poder y mantenerlo a toda costa; si bien es cierto que, en ocasiones, esta navegación de cabotaje había tenido y seguía teniendo servidumbres comerciales en cada puerto poco, o nada, decentes y honradas.
Por lo tanto, una vez que esas normas y costumbres quedaban claras, el resto era superfluo.
Con obedecer y seguir fielmente al líder, se acababan los problemas, los mareos, las incertidumbres; la única preocupación era ocupar en cada ocasión un camarote bien situado, más amplio, mejor servido de provisiones, en el que el lujo brillase más que el sol. El líder que gobernaba el puente de mando proporcionaba buenos reconocimientos para compensar los sacrificios, remuneraba generosamente las lealtades inquebrantables; no siempre con divisas de curso legal, en ocasiones con destinos en cubierta, cerca del puente de mando, donde las dádivas eran más opacas y sustanciosas.
El problema aparece cuando el timonel es rebajado del servicio y renuncia a ocupar un lugar subalterno a estribor, desembarca en tierra a observar acontecimientos desde una aislada torreta al borde del mar.
A partir de entonces el cataclismo se desencadena y surgen hostilidades entre aspirantes a ocupar la sede vacante por primera vez en todas las singladuras; tripulación rasa y pasaje han de decidir quien ha de dirigirlos, algo insólito, inaudito, que provoca alarma y confusión -no hay costumbre de votar- sobre cuál será el futuro más próximo y, sobre todo, qué han de hacer para que la estiba de estribor no se descontrole.
Ante este dilema se postulan los aspirantes al mando. Casi todos veteranos, descartado el heredero natural, acobardado por la siniestra situación, quizá mejor diestra, ya que hablamos de estribor.
Es ahora cuando el desconcierto se transforma en comedia de enredo, aunque no sigan las pautas marcadas en el S.XVII, por ejemplo, en La dama boba; tenemos al galán joven y guapo, con poco pasado, pero sustancioso en carnaza para los de babor, se admira con alevosía y no tiene miedo al ridículo del sobaquillo ilustrado; también el culto y maduro noble se presenta con sus credenciales con pocas manchas aparentes y verbo florido.

Por fin, aparecen en liza las dos damas, no son exactamente trasunto de las Finea y Nise de Lope; pero quizá por su rivalidad ante el poder se las pudiese comparar, una sería la monja alférez y la otra una suerte de Rasputín napoleónico controlando los hilos del guiñol. Pobres habitantes de estribor ante esta encrucijada.

20 junio 2018

Tal para cual


https://www.laopinioncoruna.es/opinion/2018/06/19/tal-para-cual/1302459.html


Dice la física que los polos de distinto signo se atraen y los del mismo signo se repelen, la verdad es que lo he aprendido sin comprenderlo completamente; siendo sincero, sin entender nada. Pero sin ansias de demostración científica hay veces que trato de comprobar si eso funciona en las relaciones humanas, sociales, políticas.
Por ejemplo, pensemos en el apretón de manos; normalmente lo identificamos con el acuerdo, con la buena voluntad, con una actitud amigable, es decir, que dos polos de distinto signo se están atrayendo, por ejemplo, entre el comprador y el vendedor que acuerdan un precio y zanjan así sus diferencias.
Pero antes de conocer esa interpretación sabemos, por los restos arqueológicos, que para los egipcios significaba la sumisión de los humanos a los dioses. En Grecia y en Roma solían saludarse estrechándose las manos, aunque lo hacían agarrando la muñeca de la otra persona y apretando fuerte. Al encontrarse dos desconocidos, lo primero que hacían era enseñar sus armas y ver cómo reaccionaba la otra persona; si mostraban actitud de no querer pelear, procedían a enfundar el arma, apretaban fuerte la muñeca derecha del contrincante y reinaba la paz tranquilamente.
Puede ser que esta hipótesis se confirme, con estas connotaciones, durante la Edad Media y siglos siguientes, pero añadiendo otros gestos como descubrir la celada del yelmo entre caballeros para reconocerse como no enemigos o dejar el rostro al descubierto sin la sombra del sombrero de ala ancha, de suerte que al mismo tiempo que se confirmaba que la mano derecha estaba ocupada, también estaba desarmada.
Incluso hay quien sostiene que sacudir los brazos durante el apretón de manos podría deberse a la necesidad de comprobar que no había armas ocultas en las mangas. En resumen, a un observador ese gesto le puede causar una primera impresión, su grado de confianza en sí mismo, su poder o su agresividad.
Y, por fin, podríamos llegar a analizar los apretones de Trump, el temido apretón de Trump, cada vez que se reúne con un mandatario extranjero. Por supuesto hay ya científicos que se han dedicado a estudiar el saludo de Trump, la forma de apretar la mano y el hecho de ir acercando el brazo hacia sí mismo en señal de control. Quizá muchos teman un encuentro con Donald Trump en especial por su forma de apretar, aunque solo sea la mano, sin ningún botón a su alcance.

Para prueba refresquen su memoria con las últimas imágenes entre el rubio ególatra americano y su soberbio colega norcoreano en Singapur. Me pregunto si son, como quieren aparentar, polos de distinto signo que se atraen, de ahí el intenso y cordial saludo o si volvemos al principio de la historia y en realidad cada uno de ellos se cree una deidad que está sometiendo al otro, al hombre mortal. Aparentemente los dos se sacuden el brazo mientras sonríen satisfechos cara a la galería, pero sigo pensando que la psiquiatría tiene mucho que aclarar.

13 junio 2018

El ADN y la venganza de don mendo


https://www.laopinioncoruna.es/opinion/2018/06/12/adn-venganza-don-mendo/1300261.html


Me sorprende la cantidad de años que llevan los paleontólogos rompiéndose la cabeza estudiando al hombre de Neandertal, que si usaba el fuego, que si fabricaba utensilios de piedra tallada o con huesos, que podría haber sido capaz de emitir algunos sonidos. Digo que me sorprende, porque con haber estudiado someramente las costumbres, lenguaje y pensamiento, actuaciones e inteligencia del expresidente Aznar, ya tendrían las conclusiones más que avanzadas.
Para colmo el biólogo sueco Svante Pääbo ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 2018 porque lleva el pobre hombre desde 1997 estudiando el ADN de los neandertales, llegando a demostrar que se habían cruzado con nuestros teóricos antepasados y que nosotros tenemos, creo, que un 2% de neandertales. A mi humilde entender ha sido una enorme pérdida de tiempo y recursos económicos destinados a la ciencia, creo que una simple analítica a Rafael Hernando y otra a su maestro con cara de guiñol hubiesen servido para llegar a las mismas conclusiones.
Supongo que habrán escuchado al ínclito expresidente en su regreso del pasado y habrán analizando su superficial discurso, el tono y el contenido que destilaba, confirmando la conclusión de que este señor es una suerte de Narciso que se llega a creer las historietas del Capitán América y que como buen superhéroe salvará a la chica del peligro, aunque esa protagonista, la derecha más o menos centrada, se haga cruces y lleve una ristra de ajos en el bolsillo, por si acaso. Y no voy a decir yo que el centroderecha esté entero y verdadero, ya que el calvario judicial no ha hecho más que empezar; pero este sujeto no parece tener predicamento ni avales creíbles en su biografía para amenazarnos con nuevas aventuras. De todas formas, todo podría ser, yo ya dimito de la razón desde el punto y hora que M. Rajoy ya está en los altares de los intocables al haber salido discretamente por el foro.
Me preguntaba, al ver su intervención, en qué estaría pensando Aznar al pergeñar su discurso, qué lectura, qué vieja película habría visto recientemente. Es evidente que no tengo pruebas empíricas como el biólogo sueco; pero estoy muy persuadido de que su inspiración venía de La venganza de Don Mendo, flor y nata de la astracanada firmada por Muñoz Seca, ambientada en la España feudal.

A fin de cuentas recuerden que las peripecias de Don Mendo no eran más que un ataque de cuernos, sus iras se desatan contra Magdalena, la supuesta amante que le engaña, y contra todos los supuestos traidores que habrían mancillado la honra y el buen nombre del protagonista. Así mismo no olviden que en la ficción casi muere hasta el apuntador.

05 junio 2018

Se pasa frío durmiendo con los pies fuera del BOE


https://www.laopinioncoruna.es/opinion/2018/06/05/pasa-frio-durmiendo-pies-fuera/1297995.html


"Porque más vale no ver / fruta madura y dorada / que no se puede coger".
Antonio Machado
Pasan mucho frío todos los desabrigados forzosos cuyo nombre salió en el Boletín Oficial hace años con un buen nombramiento y próximamente saldrán otra vez como cesantes en la sinecura o en la canonjía que disfrutaban, es una suma realmente considerable que nadie atina a contabilizar.
La mayoría no quedará en la indigencia y no voy a ser yo quien diga que todos se hayan puesto las botas, no todos tienen altillos millonarios. Entre ellos hay probos ejecutivos que se reincorporarán disciplinadamente a su antiguo oficio; pero no sé qué será de los sin oficio cómodo o sin beneficio.
Otro colectivo que da penita es el de aquellos que seguirán ahí, altos funcionarios, jefes, jefecillos y asesores de medio pelo que no se sabe si firmaron en su día algún manifiesto de adhesión inquebrantable al líder cesante. Están dejándose la baba por las moquetas para impedir que su nombre salga en el BOE, según se abra por el apartado de ceses, son los de virgencita que me quede como estoy.
De los dos colectivos anteriores se extrae la lista del siguiente grupo, el de los desalojados o predesalojados que no han conseguido acomodo en las infladas nóminas del poder aún retenido y no saben bien qué hacer de cara a resituarse en los círculos del poder; porque, claro, el asunto es acertar a quien hay que apoyar, a los que se distanciaron de la corrupción cuando salpicaba o a los que se apuntaron a todas las merendiñas populares para mayor gloria de sospechosos y condenados. Los de este grupo están que no saben cómo ponerse para salir en las fotos de las próximas municipales y autonómicas, con un jinete, con un caballo ganador, aunque sea con mulo de carga.
Los hasta aquí detallados son legión, pero no son menos los aspirantes de toda condición, artistas, incluso abuelos cebolleta de todas las guerras habidas y por haber que llevan sudando la camiseta de su equipo desde las postrimerías de 68, sin hacer un mísero máster, pegando todos los carteles del mundo, esperando que llegase el día ansiado en que sus anhelos se viesen realizados en forma de pequeño nombramiento que culminase su amplia y brillante hoja de servicios.
Ven el último tranvía. El problema es que el funicular ascendente pasa abarrotado de advenedizos con currículos brillantes, jóvenes gestores o no tan jóvenes trepas.
No hay que olvidar otros colectivos, el de los malditos, que algún día cometieron el traspié de dejarse llevar por la ambición y contradijeron al jefe, nadie se lo reprochó, nunca fueron traidores, pero Roma nunca les considerará fieles de pesebre.

También están los gafes, pero mejor ni los mentamos que trae mala suerte, y los de la fábula de la zorra y las uvas con la que comenzábamos.