18 junio 2015

DE BICHOS, CROMOS Y PACTOS

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí
Augusto Monterroso


No he resistido la tentación de reproducir el famoso y breve cuento de Monterroso, porque estos días postelectorales no deja de hablarse de dinosaurios, puede ser que el estreno de la última película de esos bichos híbridos haya obnubilado a la concurrencia o puede ser que todos nos hayamos despertado del sueño electoral del 24 de mayo y hayamos comprobado que los dinosaurios que nos quitaban el sueño siguen ahí. La noche electoral nos acostamos con la esperanza de que algo cambiaría, que nuestro ayuntamiento o nuestra autonomía cambiaría de aires, gracias a los pactos imprescindibles para devolver a su cueva a los dinosaurios consistoriales, a los de las diputaciones o a los de los gobiernos regionales.
Nos habían prometido unas bodas transparentes, sin secretos de separación de bienes y con fotógrafos en todas las esquinas. Al final ha habido cambio de cromos, compensaciones, ánimo de llegar a acuerdos estables, es decir, acuerdos prematrimoniales como aquel de Isabel y Fernando, los reyes católicos, y sus partijas del poder en ambos reinos con la Concordia de Segovia en el último tercio de S XV.
Estamos, pues, en un momento de euforia merecido; la ilusión de los jóvenes, sea cual sea su edad, rebosa y rebrota como nunca, pero el dinosaurio sigue ahí y no me refiero a Esperanza Aguirre, Monago o Feijoo… Estoy pensando en todos aquellos que se esperanzan con la renovación de su ayuntamiento o su región, que ven las caras nuevas, los nuevos discursos, la felicidad inmediata que se vivió en 1977, 1979 o 1982, por ejemplo, sin pararse a pensar en que el dinosaurio sigue allí.
Y no solo es Rajoy y lo que le quede de su gobierno y de su partido el mes que viene. Estos son dinosaurios de poco peligro, seguramente herbívoros que nos siegan la hierba bajo los pies, que sí nos hicieron y seguirán haciendo daño aunque sufran otra desilusión en las elecciones generales.
Los verdaderos dinosaurios omnívoros se llaman Christine Lagarde, heredera de Rato y Strauss-Khan, atrincherados disparando misiles desde el FMI; También lo es Mario Dragli lanzando consignas de austeridad y privatización desde el BCE y Juncker desde la manija de la Comisión Europea amenazando todos con ese peligroso tratado comercial (TTIT) del que pronto nos arrepentiremos.
Los que ahora llegan, por favor, que sean sinceros, sí hay cambio de cromos, sí hay traiciones y pactos; todo eso no es malo necesariamente. Si no lo pueden contar todo, no pasa nada, somos perspicaces y poco inocentes. No hace falta prometer la felicidad absoluta, nos conformamos con lo que esté a su alcance.

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