30 septiembre 2010

Componendas entre nacionalistas

Los nacionalistas vascos que facilitarán la aprobación de los presupuestos generales del Estado para 2011 obtuvieron seis diputados a 50.000 votos cada uno, es decir representan a poco más de 300.000 españoles, más o menos el número de votos que cuesta el escaño de Rosa Díez o el de Llamazares. Para terminar la legislatura aún no sabemos bien qué ha regalado el presidente del gobierno al PNV; pero, de lo ya hecho público, podemos deducir, sospechar, echarnos a temblar o directamente indignarnos, encolerizarnos y augurarle todos los males de la gitana que vende ramitas de romero. Los derechos de los ciudadanos hace tiempo que no son los mismos dependiendo de su domicilio fiscal, hasta ahora los pactos de legislatura se venían solventando untando a los nacionalistas de turno con más cantidades, más euros para mejorar el servicio ciudadano en las competencias transferidas, como mucho se agilizaba el calendario de los traspasos, se pactaban infraestructuras de última generación, trenes voladores o prebendas personales. En esta ocasión creo que el salto cualitativo es de mucha trascendencia porque toca a la Seguridad Social, no será la exageración de su fragmentación en 17 cajitas únicas, pero por lo que vamos leyendo una empresa que se instale en el País Vasco no tendrá las mismas bonificaciones de la SS que una que se instale en Cuenca. ¿Esto afecta a la caja única? Es evidente que si se deja de ingresar en esa caja, afecta. Vendernos ahora la milonga de que la caja única es una especie de cuenta a plazo fijo que va acumulando intereses para pagar pensiones futuras es un insulto; de esa caja, más parecida a una cuenta corriente, entran y salen mensualmente cantidades que provienen de las cotizaciones de trabajadores y empresarios y salen cantidades destinadas a los fines que sean necesarios según lo disponga el gobierno de la nación; a partir de ahora será de otra forma, habrá cantidades que ya no se ingresen y habrá gastos que no decida el gobierno. Parece un buen negocio para los nacionalistas vascos, pero puede ser que no lo sea tanto, son una población envejecida, su relación de activos cotizantes con pasivos receptores de prestaciones empieza a ser preocupante, a lo peor dentro de poco se percatan de que es precisa la solidaridad del resto de España. Por estas tierras pasa algo parecido, si a alguna de las provincias le echáramos las cuentas, entre los funcionarios que irán a menos y los pensionistas que irán a más, tienen menos futuro que servidor como humorista. Pero no sé de qué nos asustamos, esta es la postura que mantuvieron con el Estatuto catalán, antes y después de la sentencia y lo que haga falta para que los nacionalistas no se enfaden. Es la misma postura de apoyo a las elucubraciones materializadas y perpetradas por el nacionalista Sarkozy y sus expulsiones de rumanos y la coincidencia con el nacionalista Rajoy y sus compadres catalanes buscando sin éxito campamentos gitanos por Badalona. La semana pasada vimos los primeros pasos de los Presupuestos, las pensiones mínimas y del salario mínimo son, eso, mínimas, es preciso que el Gobierno rectifique la medida de congelación de las pensiones para 2011, que cumpla con los compromisos contraídos de elevar las pensiones mínimas y el Salario Mínimo Interprofesional, que financie estos necesarios incrementos sin recurrir a los excedentes de Seguridad Social, que deben contribuir a garantizar el futuro de las pensiones y no ser consumidos con decisiones cuya financiación debe proceder de los impuestos tal y como se ha acordado en el pacto de Toledo. www.lafelizgobernacion.blogspot.com 1 comentario #1 - Ciudadano. el día 28-09-2010 a las 11:07:550(0 Votos) A favor En contra La política española (en mucha parte por las luces de la ciudadanía) se parece a un patio de colegio de educación infantil: el que más caramelos y menos deberes promete, es el favorito. Que el trilero conocido como ZP no tenía más programa político que cualquier caudillo populista sudamericano era bien evidente poco después de que tomase el poder (si no antes), pero a los españoles nos va que nos halaguen la oreja aunque nos sodomicen a cambio. Por no hablar de los periodistas, cantantes, cineastas y demás 'amigos de la ceja" que por un plato de lentejas venden a su madre (y en

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