26 octubre 2010

Bendita formación

Desde este folio se reclama de vez en cuando, se intenta llamar la atención, se insiste en ocasiones en que la formación continua de los trabajadores es imprescindible. Lo es, y nadie osa ponerlo en duda, cuando se trata del médico que te ha de implantar ese mágico muelle que permite que por tus arterias fluya la sangre sin obstáculos de tocino inyectado a fuerza de cocidos. Tampoco se le ocurre a nadie que su mecánico le meta mano a su coche sin tener instrumental ni formación adecuada, aquí poco importa cómo la adquiera, pero que la tenga, la use y que nos salga barato. Ni que decir tiene que ese reparador de electrodomésticos que nos visita cuando ya fallan todas las rogativas a los santos patronos, y que pasea linterna y destornillador por las tripas de nuestra lavadora sin tener la más remota idea de sus penas y corriendo el contador, casi taxímetro, que se verá reflejado en los euros del recibo, nos pone la úlcera a flor de piel y lamentamos hasta la saciedad que la bendita marca no le hubiese dado un cursillo, le hubiese regalado un DVD con las instrucciones de reparación, en fin, que el bueno del hombre se hubiese reciclado un poquito para poder pagar a gusto la factura. Echamos de menos la buena formación continua y agradecemos encarecidamente que se demuestre en nuestro beneficio, casi siempre es así; pero de vez en cuando la vida nos da sorpresas y la semana pasada vivimos una que es para encontrar el pasmo definitivo y levitar, levitar sin cesar. Es el caso de un curso de formación del profesorado, algo que ustedes seguramente consideran normal y corriente, necesario, justo e imprescindible; porque los que educan a las criaturas también han de reciclarse aunque no arreglen lavadoras. Seguramente supondrán que la Administración educativa les proporciona actividades siempre útiles, siempre abundantes y siempre con facilidades de asistencia. Pues bien, están equivocados de cabo a rabo, ya que, salvo cuatro aparentes envíos de profesores a que barnicen su inglés, siempre a medias con el Ministerio, aquí cada uno ha de buscarse la vida como pueda. Hubo una época en la que una estructura de centros de profesores fue renqueando con pocos medios para ofrecer cursos y colaborar en la autoorganización de los propios colegios e institutos. Todo va camino de ser historia. Sin embargo, el caso del curso que nos ocupa hoy está organizado por un sindicato amarillo de Ourense, buen amigo de conselleiros, presidentes y demás jerarquías, se desarrolla siguiendo el siguiente esquema: a las 10 una misa en la catedral con la participación de reputado organista, de las 11 a las 12 la entrega de documentación del curso, la bienvenida a los nuevos docentes e inauguraciones varias, a continuación estaba prevista la lección magistral del presidente del Gobierno de la autonomía, seguida de la laudatio del conselleiro. Después de tanto ajetreo científico es lógico un merecido descanso y solaz de los cursillistas a cargo de un cuarteto de viento y canto, para terminar siendo clausurado el docto acontecimiento por el virrey perpetuo de esa única provincia gallega sin mar y de media hora de sesión fotográfica a los pies del ilustrado padre Fejóo, menos mal que el pobre no puede enterarse de los usos de su efigie No me olvido, no, que ya deben ser las dos y media de la tarde y ya hay que comer, es el momento del banquete de gala (sic) en un prestigioso restaurante local. ¿Será capaz la Administración de expedir certificado de asistencia a este curso y darle validez legal? 1 comentario #1 - Ciudadano. el día 26-10-2010 a las 11:36:30 Buen botón de muestra. De los que gobiernan los dineros públicos, y de los que callan y comen de ellos. En España hay corrupción en la política, pero también hay corrupción (moral) en los ciudadanos, que venden su alma por un banquete de gala.

19 octubre 2010

¿Cómo se puede decir eso sin tener miedo?

Está claro que no es lo mismo nacer y ser educado en una tribu amazónica que en pleno primer mundo. La tribu advierte y prepara a sus retoños para que sepan defenderse, para que sean precavidos y venteen el peligro antes de que sea demasiado tarde. No recuerdo ahora el nombre de la etnia, seguro que en el sur de América, en la que, desde que tienen memoria, se adoptó como método de educación sexual y de conservación de la especie que los adolescentes, antes de que las hormonas hiciesen sus efectos, fueran emparejados con un hombre o una mujer adultos, convivieran con ellos durante años como pareja, fueran en cierto modo educados en todo aquello que sus padres biológicos no hubiesen podido o sabido hacer y, ya cuando fuesen adultos maduros, cuando ya no pudiesen poner en peligro la seguridad de la tribu, cuando ya fuesen suficientemente capaces de desarrollar su proyecto de vida en aquella sociedad escogiesen pareja, tuviesen hijos?sabiendo lo que es el miedo a los peligros que acecharían. Eso mantenía su civilización a salvo, muy endogámica y sin lo que normalmente llamamos progreso, pero a salvo por el miedo. Hace pocos días mantuve unas charlas con directivos de un instituto, seguramente modélico por la dedicación de sus profesionales, situado en la Galicia rural, la del interior, en la mal comunicada, podíamos decir que esa especie de Amazonia de la montaña gallega; me contaban que una de sus labores fundamentales era no alterar el entorno cultural de sus alumnos, pero que al mismo tiempo tenían que normalizar su vida para poder enfrentarse a lo que podría ser su vida futura, es decir, se encontraban con pocos miedos a lo que conocían como su entorno inmediato y una gran irresponsabilidad ante lo que podrían encontrarse en el exterior, reflexionaban sobre lo fácil de la convivencia con los adolescentes educados en el respeto, pero no tanto en ser respetados, consideraban imprescindible su socialización exterior, sus viajes físicos y reales, sin internet como intermediario, su normalización en castellano; en resumen, tratando de respetar su hábitat y de ampliar horizontes en los que el miedo fuese un referente que impidiese cometer imprudencias. Sirvan estas dos referencias educativas previas para llegar al objeto real de la pregunta que títula este comentario, la respuesta a esta pregunta es el pasmo ante las declaraciones, por ejemplo del señor Díaz Ferrán, todavía presidente de la CEOE en las que reclama relaciones laborales similares a las de la China aún estalinista, de mayor trabajo y menor salario ¿Está culpando a sus miles de ex empleados, hoy parados por su culpa, de que él ya no tenga empresas? ¿No tiene miedo de que en cualquier momento alguna de esas personas olvide su buena educación judeo-cristiana y le parta la cabeza, porque ya no encuentra otro mecanismo de defensa? ¿De verdad no tiene miedo de salir a la calle y que cualquier damnificado de la reforma laboral por él inspirada le reconozca y pierda las formas y los estribos? De verdad, tampoco es comprensible que un señor portavoz de la derecha como González Pons defina su actitud ante la vida y los problemas actuales perpetrando declaraciones como la de hace pocos días en las que dejaba meridianamente claro que lo suyo hubiese sido ser cristiano en 1212, en la batalla de las Navas de Tolosa para haber matado muchos moros combatiendo codo a codo con el maestre de la orden de Santiago, Pedro Arias. Definitivamente no tiene miedo ni vergüenza.

12 octubre 2010

Después de la huelga ¿qué?

Dejando absolutamente claro que la convocatoria de esta última huelga general fue irremediable podemos, ya a toro pasado, reflexionar un poco sobre las causas que la provocaron y las consecuencias que ha de tener. Eso sí, quedan absolutamente excluidas de este comentario aquellas afirmaciones del tipo "la huelga no existió y si la hubo fue por los piquetes" o aquellas del tipo "hay que preparar la siguiente huelga general. Habiendo marcado los límites de la discusión yo creo que el origen está en la miopía, es decir, ante un contexto de depresión económica algunos actores con capacidad de influencia fueron capaces de ver bien de cerca lo que les convenía y no usaron lentes correctoras para ver de lejos; esta no es una crisis normal, cíclica o coyuntural, nos encontramos ante un sistema que hace aguas y los cerebros que tienen que poner sus neuronas a funcionar pecaron de cortoplacismo. Era imprescindible una reforma de la negociación colectiva, seguramente también era necesaria una reforma de la legislación laboral y repensar con calma el sistema de pensiones. Tres problemas y tres interlocutores que con mayor o menor urgencia han de acudir al oculista. Una patronal descabezada y tratando de salvar los muebles in articulo mortis, tratando salvar los intereses de una cúpula desgastada y sin autoridad interna, que, buscando el premio de la lotería sin comprar boletos, quiso ganar un bote multimillonario que incluyese el despido subvencionado, ya no sólo gratuito, y que la seguridad social la pagase el maestro armero. ¿A alguien le cabe duda de que consiguió lo que pretendía? Evidentemente se lleva la mayor tajada del pastel y gratis, pero no consiguió la paz social, imprescindible para que sus accionistas reciban dividendos, siguen siendo titulares de empresas poco competitivas y en las que no invierten ni un real en investigación, sólo esperan que papá-estado siga haciéndose cargo de todo. Un gobierno descoordinado, alocado, esperando a un Godot desesperadamente que nunca acaba de aparecer; con bandazos de libro, como un pollo sin cabeza que no busca más que cumplir con los mandatos de los jerarcas financieros que acogotan la economía del país y con encontrar un socio que apalabre la votación de los presupuestos generales del Estado para el 2011. Así legisla como legisla, incumpliendo todas las promesas electorales. Frente a ellos un sindicato fiel al gobierno, llevándole la contraria sin querer y el otro con el corazón partido, tratando de reencontrar el liderazgo social que se vio trastocado en su último congreso. Con estos mimbres es indispensable que haya interlocución, interlocutores fiables, que se nombre ministro de trabajo, que la CEOE se defina y diga quien dirige su política y que los dos sindicatos aparquen sus disputas electorales y se planteen en realidad llegar a la reforma de la negociación colectiva y a la reformulación del Pacto de Toledo de forma realista en ambos casos, mirando a lo lejos, como siempre han sabido hacer, dejando que ladren los que ponen en cuestión sus existencia, su legitimidad. Previo a todo es imprescindible que el gobierno, escogiendo la fórmula que estime oportuna haga un guiño que se pueda interpretar como que aquí sí ha pasado algo, que los reglamentos de la reforma laboral han de corregir los excesos perpetrados en la ley que tan presuroso llevó a aprobar al Parlamento y que tan pocos consensos suscita. 1 comentario #1 - Ciudadano. el día 12-10-2010 a las 11:19:130(0 Votos) A favor En contra Lo malo de España... son los españoles. ¿Cuántas empresas hay que no vivan de las subvenciones públicas, de tener algún amigo que adjudique contratos públicos a dedo o de sobornar a autoridades para que hagan la vista gorda con los incumplimientos de la legislación laboral? Y, lo que es peor y hace que lo anterior suceda impunemente ¿cúantos españoles de a pie callan todo lo que ven porque esperan que algún día les toque la pedrea en alguna corruptela de las que ven a diario? Luego nos vienen con el cuento de la competitividad, los salarios y la investigación. Este es un país de sinvergüenzas y vagos desde la noche de los tiempos. Y cada vez que un grupo de ilustrados han intentado sacarlo del pozo, la chusma los lincha y pide a gritos que vuelvan las cadenas.

08 octubre 2010

¿Ser analfabeto hoy?

Pudieron escuchar al policía ecuatoriano que a duras penas perpetraba la lectura de un comunicado, que él sin duda no había escrito, en el que proclamaba el golpe de Estado el pasado jueves? Seguro que era un personaje cualificado, pero ¿entendía lo que leía? ¿Era analfabeto? Podríamos responder a esta pregunta con algún argumento fácil, del tipo de que analfabeto es todo aquel que no sabe leer ni escribir, ni está familiarizado con la informática o el lenguaje audiovisual. Pero no creo que fuese lógico acudir a esos extremos. Hoy un analfabeto, además, es un idiota, es decir, un individuo que no hace uso de sus derechos ciudadanos, del derecho al voto, a la huelga, a la participación, a la propia imagen, a la intimidad, a la educación? Incluso podría ser que el actual analfabeto fuese lo que siempre se llamó imbécil, el dependiente del apoyo permanente, el que siempre precisa de un báculo, de un bastón, no necesariamente físico; sino a menudo y muy frecuentemente, el que está necesitado de un apoyo psicológico imprescindible. Estos días, como casi todos los días, hemos conocido estadísticas, por ejemplo las que nos dicen el porcentaje de personas que en Galicia no han ejercido el derecho a la educación o a la huelga, por poner sólo dos ejemplos. Un 40% de los gallegos no tiene los estudios básicos, no ha alcanzado el graduado, lo esencial para que hoy en día sea válido un contrato de trabajo ¿Son idiotas que no ejercen sus derechos? ¿Son imbéciles que sólo esperan el apoyo del Estado para que les facilite un puesto de trabajo y la titulación correspondiente? Seguramente no sean más que estúpidos, los que etimológicamente se quedan pasmados, los que no saben cómo reaccionar ante los problemas que se les presentan. Por ejemplo, piensen en el pasmado de 23 años al que le cundió el tiempo hasta ahora como aprendiz de ayudante de soldador, pero que malamente sabe leer y comprender lo que lee, como el viejo oficial de primera de toda la vida, como el técnico comercial o administrativo de toda la vida, que siempre le juraron al jefe fidelidad eterna y él siempre les correspondió de boquilla mientras ellos trabajaban las horas extra gratis, mientras ellos pillaban vacaciones cuando viniese bien aunque no viesen a sus hijos, que siempre cobraron poco, tarde y mal y que ahora se ven pagados con carta de despido y finiquito a la yugular y sin anestesia. Ahora todos, veinteañeros y cincuentones que siempre se apoyaron en los más poderosos y siempre obviaron ejercer sus derechos, ahora le ven las orejas al lobo y saben que la formación puede ser una salida. Lo sorprendente es que buscando ese báculo, ese apoyo salvavidas, siguen sin saber que ese es su derecho y que no lo han ejercido, que no están demandando ninguna limosna, que es obligación de los poderes públicos el facilitar esa formación aunque sean adultos, que en sus años de vida laboral, pocos o muchos, de sus nóminas se han detraído cantidades destinadas a ese fin, a su formación, aunque ellos no lo supiesen y aunque -lo que es más grave- sus patronos, que sí lo sabían, no las hubiesen utilizado como debieran facilitando la formación permanente y ahorrando penas y despidos en las vacas flacas.

30 septiembre 2010

Componendas entre nacionalistas

Los nacionalistas vascos que facilitarán la aprobación de los presupuestos generales del Estado para 2011 obtuvieron seis diputados a 50.000 votos cada uno, es decir representan a poco más de 300.000 españoles, más o menos el número de votos que cuesta el escaño de Rosa Díez o el de Llamazares. Para terminar la legislatura aún no sabemos bien qué ha regalado el presidente del gobierno al PNV; pero, de lo ya hecho público, podemos deducir, sospechar, echarnos a temblar o directamente indignarnos, encolerizarnos y augurarle todos los males de la gitana que vende ramitas de romero. Los derechos de los ciudadanos hace tiempo que no son los mismos dependiendo de su domicilio fiscal, hasta ahora los pactos de legislatura se venían solventando untando a los nacionalistas de turno con más cantidades, más euros para mejorar el servicio ciudadano en las competencias transferidas, como mucho se agilizaba el calendario de los traspasos, se pactaban infraestructuras de última generación, trenes voladores o prebendas personales. En esta ocasión creo que el salto cualitativo es de mucha trascendencia porque toca a la Seguridad Social, no será la exageración de su fragmentación en 17 cajitas únicas, pero por lo que vamos leyendo una empresa que se instale en el País Vasco no tendrá las mismas bonificaciones de la SS que una que se instale en Cuenca. ¿Esto afecta a la caja única? Es evidente que si se deja de ingresar en esa caja, afecta. Vendernos ahora la milonga de que la caja única es una especie de cuenta a plazo fijo que va acumulando intereses para pagar pensiones futuras es un insulto; de esa caja, más parecida a una cuenta corriente, entran y salen mensualmente cantidades que provienen de las cotizaciones de trabajadores y empresarios y salen cantidades destinadas a los fines que sean necesarios según lo disponga el gobierno de la nación; a partir de ahora será de otra forma, habrá cantidades que ya no se ingresen y habrá gastos que no decida el gobierno. Parece un buen negocio para los nacionalistas vascos, pero puede ser que no lo sea tanto, son una población envejecida, su relación de activos cotizantes con pasivos receptores de prestaciones empieza a ser preocupante, a lo peor dentro de poco se percatan de que es precisa la solidaridad del resto de España. Por estas tierras pasa algo parecido, si a alguna de las provincias le echáramos las cuentas, entre los funcionarios que irán a menos y los pensionistas que irán a más, tienen menos futuro que servidor como humorista. Pero no sé de qué nos asustamos, esta es la postura que mantuvieron con el Estatuto catalán, antes y después de la sentencia y lo que haga falta para que los nacionalistas no se enfaden. Es la misma postura de apoyo a las elucubraciones materializadas y perpetradas por el nacionalista Sarkozy y sus expulsiones de rumanos y la coincidencia con el nacionalista Rajoy y sus compadres catalanes buscando sin éxito campamentos gitanos por Badalona. La semana pasada vimos los primeros pasos de los Presupuestos, las pensiones mínimas y del salario mínimo son, eso, mínimas, es preciso que el Gobierno rectifique la medida de congelación de las pensiones para 2011, que cumpla con los compromisos contraídos de elevar las pensiones mínimas y el Salario Mínimo Interprofesional, que financie estos necesarios incrementos sin recurrir a los excedentes de Seguridad Social, que deben contribuir a garantizar el futuro de las pensiones y no ser consumidos con decisiones cuya financiación debe proceder de los impuestos tal y como se ha acordado en el pacto de Toledo. www.lafelizgobernacion.blogspot.com 1 comentario #1 - Ciudadano. el día 28-09-2010 a las 11:07:550(0 Votos) A favor En contra La política española (en mucha parte por las luces de la ciudadanía) se parece a un patio de colegio de educación infantil: el que más caramelos y menos deberes promete, es el favorito. Que el trilero conocido como ZP no tenía más programa político que cualquier caudillo populista sudamericano era bien evidente poco después de que tomase el poder (si no antes), pero a los españoles nos va que nos halaguen la oreja aunque nos sodomicen a cambio. Por no hablar de los periodistas, cantantes, cineastas y demás 'amigos de la ceja" que por un plato de lentejas venden a su madre (y en

21 septiembre 2010

¿Qué sindicalismo añoran?

El protagonista, Max Estrella, pasa la última noche con vida con un anónimo obrero catalán. EL PRESO: Parece usted hombre de luces. Su hablar es como de otros tiempos. MAX: Yo soy un poeta ciego. EL PRESO: ¡No es pequeña desgracia!... En España el trabajo y la inteligencia siempre se han visto menospreciados. Aquí todo lo manda el dinero.(?) EL LLAVERO: Tú, catalán, ¡disponte! EL PRESO: Estoy dispuesto. EL LLAVERO: Pues andando. Gachó, vas a salir en viaje de recreo. El esposado, con resignada entereza, se acerca al ciego y le toca el hombro con la barba. Se despide hablando a media voz. EL PRESO: Llegó la mía... Creo que no volveremos a vernos... MAX: ¡Es horrible! EL PRESO: Van a matarme... ¿Qué dirá mañana esa Prensa canalla? MAX: Lo que le manden. EL PRESO: ¿Está usted llorando? MAX: De impotencia y de rabia. Abracémonos, hermano. Valle-Inclán Luces de Bohemia Anda la derecha endemoniada, está perdiendo los papeles y el Gobierno no tiene otra cosa mejor que hacer que esforzarse con ahínco en el trabajo sucio, parece el sino de la socialdemocracia en este país. Cuando más felices nos las veíamos y nos las prometíamos, la caverna se ampara en la depresión económica para desempolvar sus ansias más oscuras e inconfesables. Parece que ya nos olvidamos de que este viejo continente es, eso, viejo y que su vieja economía no aguanta más sin renovación generacional, que vendrá del exterior o no la habrá. Junto a esos brotes nacionalistas e individualistas no dejan de renacer viejas ideas obviando que el capitalismo tal y como lo conocemos ha fracasado, que se le pueden buscar pequeños parches, pero que nadie puede desmentir que el mercado desregulado y campando a sus anchas está en la base de todos los problemas actuales y que ante este río revuelto hay miríadas de pescadores que desean que las relaciones laborales vuelvan a ser aquellas beatíficas del nacionalsindicalismo, las de la gran familia laboral en la que el padre empresario cuidaba de que a su productor no le faltase casa barata y pistola o muñeca a sus retoños en el día de Reyes. ¿Quién mejor que él para saber lo que debería disfrutar el productor? El final de los 60 y primeros 70 abrió los ojos a los empresarios más lúcidos y se dieron cuenta de que sus beneficios estarían mejor garantizados si se basaban en el diálogo y en el pacto con representantes electos y no con el pelotas del capataz disfrazado de enlace sindical. Ahí empezamos a homologarnos, mucho antes de que se soñase con que las elecciones y la democracia fuesen a llegar inmediatamente. Seguramente está escrito, pero no suficientemente valorado el papel de los sindicatos en la transición, en los Pactos de la Moncloa, en la moderación reivindicativa y en los esfuerzos negociadores mientras ellos conspiraban para ganar el envite del 23-F, el sindicalismo que a ellos les gusta es el que practicaban con las pistolas los asesinos de los abogados de Atocha: ¿hay abogados que defienden a los obreros? Pues se les mata ¿y qué pasa? Pero el asunto se complica, a la caverna ya no le sirve nada de eso, busca las relaciones laborales individuales, como mejor sustituto del esclavismo y como una suerte de feudalismo redivivo. Seguro que no tienen libro de cabecera, pero muchos creo que ansían lo que sus bufones de tertulia les sugieren, ser como aquellos empresarios del textil catalán del primer cuarto del XX, de los del diálogo de los puños y pistolas. Volver a Valle, volver a Luces de Bohemia, a Max Estrella en el calabozo con el obrero catalán al que le aplican la ley de fugas ¿Habrá que pensárselo? www.lafelizgobernacion.blogspot.com

14 septiembre 2010

Una de mártires calentitos

Mas no, de esotra parte, en la ribera,/ dejará la memoria, en donde ardía:/ nadar sabe mi llama el agua fría,/ y perder el respeto a ley severa Quevedo Oh llama de amor viva que tiernamente hieres de mi alma en el más profundo centro, pues ya no eres esquiva, acaba ya si quieres; rompe la tela de este dulce encuentro! San Juan de la Cruz No sé cómo lo verán la mayoría de ustedes, pero servidor no se acostumbrará a los artilugios eléctricos en la cocina, esas planchas, esas vitrocerámicas, no hay fuego, no hay llama, de leña, de gas; puede ser que parezcan avances, pero algunos seguimos prefiriendo para esos usos los hogares, la luz de las llamas, el calor de las brasas de las sardinas malagueñas, de las chuletas al sarmiento o de las cebolletas, las alcachofas o la piña un poco tiznadas. Pero el fuego no fue un simple invento que permitió la evolución de la alimentación humana; como apuntaba más arriba, en el mejor soneto de tema amoroso de Quevedo, la llama vuelve a ser el símbolo de la pasión, la misma que embargaba a San Juan de la Cruz en esa primera lira de Llama de amor viva. A fin de cuentas, para qué nos vamos a engañar, también el fuego siempre fue símbolo de purificación, de muerte, que se lo digan a Servet, a Savonarola o a las de Salem que seguramente no padecían más que Corea de Huntington, es decir, da vida y mata. El brujo de la tribu siempre trató de calmar las iras del volcán arrojándole vírgenes al cráter y al final de todo o se acababan las vírgenes o se acababa la lava ardiente, pero el brujo siempre salía ganando. A los iluminados siempre le vinieron bien los mártires y este curso parece que viene cargadito de candidatos a mártir de la causa lingüística buscando el concurso de la Xunta de Galicia que reinterpretó los contenidos de la Ley de Normalización Lingüística con el pretexto de modernizarla. Era una ley inútil, los que no sigan la política diaria del país no sabrán que partió de un consenso público, pero que siempre hubo otro consenso oculto, el de repartirse una buena tajada del presupuesto mediante el cual las editoriales, algunos medios, cierto circuito cultural monopolizado por el nacionalismo estaban casi satisfechos y con la conciencia tranquila quedándose dormidos sabiendo que trabajaban para que el gallego no muriese en las aulas. Cierto es, no murió en las aulas, pero está maltrecho en los recreos. Mientras tanto la generalidad del profesorado, aun conociendo al dedillo las entretelas legales, siempre actuó con el mejor de los sentidos comunes, haciendo compatibles sus preferencias con las necesidades de sus alumnos. Ahora volvemos a las andadas porque algunas asignaturas han de darse obligatoriamente en gallego y otras en castellano, comienzan a alzarse las primeras voces de los candidatos a mártir porque se les llama a la insumisión a no respetar la ley, sin disimulo y dar las asignaturas en gallego, digan lo que digan padres, alumnos y leyes. En las próximas municipales, en las próximas escaramuzas internas de PSOE y BNG será necesario presentar una hoja de servicios impoluta y repleta de méritos lingüísticos -a ser posible con expediente y sanción administrativa- aunque fuere a costa de machacar los derechos de los demás, la misma estrategia que intentará presentar Feijóo como adalid de la libertad a la fuerza con una norma tal irracional como las anteriores. Sigo esperando que las llamas sirvan sólo para las labores culinarias y para las imágenes amorosas y que no nos churrasquen la vida buscando mártires que ya vamos mayores para que nos aticen con religiones, naciones y banderas. www.lafelizgobernacion.blogspot.com