16 septiembre 2008

La crisis de las vieiras y los comedores escolares

Hay que ver lo que nos rodea, fijarse bien y reflexionar. Con la que está cayendo nos pasamos días y días de chorreo continuo con la redada de las vieiras de pedrigrí gallego fetén; no sé cuántos miles de kilos o de ejemplares furtivos quisieron comprar los cocineros y cocineras de alto estrellato a los que pillaron con las manos en la masa diciendo poco menos que eran para consumo propio, cual bellota de chocolate en manos de algún colgado trapicheando. Tal parecía que el mayor problema del país fuese el consumo de los bivalvos vedados por la contaminación, tal parecía que todo el país tuviera en su dieta habitual el consumo semanal de alguno de estos ejemplares al horno o en empanada y, por lo tanto, nos encontráramos al borde de la rebelión social. Pero debemos estar tranquilos, de lo que se trataba en la operación policial era de proteger la salud de los cuatro privilegiados que se permiten el lujo de consumir el tal bicho en fechas y lugares distintos del resto de los mortales de país, es decir, el de los que en navidades, bodas y banquetes catamos algún ejemplar de especie semejante, congelado y garantizado, a precios altos, pero no estratosféricos y sin pedirle el pasaporte. Reto a quien quiera a que me diga de memoria cuánto cuesta tapiñarse una de esas en el restaurante con las michelines de turno, le rendiré pleitesía y me descubriré el cráneo. Por cierto ¿la Venus de Botticelli de qué viera nace? ¿Está en crisis el Xacobeo? ¿Dejará de haber peregrinos? Mientras tanto asistimos al comienzo de curso en educación infantil y primaria, tan normal como siempre con un viaje de obras sin acabar, con la normal cicatería de la administración educativa en la dotación de profesorado y los errores de bulto achacables a la ineficacia de la inspección y de algunos equipos directivos. La chapuza integral a que nos tienen acostumbrados; pero con un agravante, no hace mucho nos pusieron la miel en los labios prometiendo mejoras que hoy se ven recortadas con la disculpa de la crisis que nos encapota como una especie de bechamel rebozada y frita para que el ojo no pueda ver lo que pasa. Realmente grave es el problema de los comedores escolares, algo habíamos avanzado en los centros públicos para tratar de evitar disculpas entre los consumidores de la privada. Fueron también chapuzas soportadas por las asociaciones de padres -nunca se harán estatuas suficientes en homenaje a esas directivas de APA llenas de madres dispuestas a todo- mientras que la administración educativa distribuye cual aguinaldo veraniego píldoras de subvenciones. Se necesita servicio, no necesariamente gratuito, se necesita un servicio de calidad, no guardería, se necesitan profesionales de la organización del tiempo de ocio. Es imprescindible la extensión de los programas de desayunos en la escuela, el doble turno de comedor que demandan los centros de los municipios de las áreas metropolitanas? Esas son preocupaciones verdaderas a las que los medios han de prestar atención y no desviarla hacia el patriarca del nacionalismo y al poeta de moda arropando y promocionando a la cocinera de moda que les proporciona material de calidad. www.lafelizgobernacion.blogspot.com

09 septiembre 2008

Esperpentos carpetovetónicos

El apunte carpetovetónico pudiera ser algo así como un agridulce bosquejo, entre caricatura y aguafuerte, narrado, dibujado o pintado, de un tipo o de un trozo de vida peculiares de un determinado mundo: lo que los geógrafos llaman, casi poéticamente, la España árida. Camilo J. Cela
Aún no entiendo la asociación de ideas que tuve estos días entre las declaraciones de un par de personajes y Cela. No admiro al Cela coprolálico, ni al que se dormía en el Senado, ni al que creía ser más español haciéndose propaganda con su meteorismo público. Tampoco admiro al Cela novelista, por diferentes razones, pero sí disfruto con el Cela constructor de relatos breves, de creación y captación de escenas y personajes como es el caso de sus Apuntes Carpetovetónicos, recopilados bajo el título de El gallego y su cuadrilla, el torero Camilo, Zoilo Santiso...ejemplares de pura cepa del país, que forman parte de lo nuestro, los quieres o los matas. No es por lo de gallego, pero tengo que empezar por Fraga y sus declaraciones ante el último farol-autopromoción de Garzón; en ellas lo bruto que lleva dentro rebosa y esparce lo que piensa desde que organizara la celebración de los 25 años de su paz, manifiesta que le molesta que exhumen los cadáveres de las cunetas y las fosas comunes, al tiempo que confiesa que mataron pocos, que los que ganaron tendrían que haber enviado a pasear a más barrabases, aunque el cardiólogo no se lo hubiese indicado. Garzón en su campaña personal no procesará a nadie, pero me gustaría que los archivos de políticos, curas y militares se abriesen, amparados también por la Ley de Amnistía del 77, y personajes como este y muchos otros prestasen su colaboración para que los nietos que quieran entierren a sus abuelos, sin necesidad de lápidas marmóreas en las fachadas de las parroquias ni mausoleos faraónicos en ningún valle. Lo verdaderamente carpetovetónico, hasta las meninges, es lo de Aznar desmintiendo sus paternidades. Desde hace ya tiempo parecía que esta sociedad se estaba modernizando un poquito, que los hechos de la vida privada, quedaban ahí, en esa esfera, a no ser que quisieras comerciar con ellos en la tele y las revistas. En estos medios se le cuelgan hijos y parejas, líos y rollos, reales o virtuales a todo nombre conocido y nadie se molesta en desmentir nada, desde el Jefe del Estado hasta González o Gallardón, la lista sería interminable en este país de porteras. Pero Aznar no, Aznar es un macho español de los de verdad, por los cuatro costados, está absolutamente orgulloso con su rumor y tiene que contribuir a que se difunda más, por eso lo desmiente; Aznar sabe que su clientela más popular -la de los chascarrillos en las tabernas, corrillos y mentideros de cuello blanco pijos o cutres- le admira más, como a aquellos españoles del Duque de Alba que ponían su pica en Flandes o donde se terciase; este sí es uno de los suyos, nada de tonterías con becarias, hay que buscar trofeos de calidad, los que gusta cobrar el español, buen cazador, siempre con la escopeta al hombro. Venga, otra ronda a la salud del buen embajador que nos deja en buen lugar vaya a donde vaya, sea Texas, Azores o Versalles. www.lafelizgobernacion.blogspot.com

02 septiembre 2008

El perogrullo incómodo de Steiner

En mi pueblo sin pretensión tengo mala reputación, haga lo que haga es igual todo lo consideran mal, yo no pienso pues hacer ningún daño queriendo vivir fuera del rebaño; La mala reputación (Georges Brassens) AGeorge Steiner, ese gran divulgador, lúcido crítico y agudo impertinente profesor en Cambridge, le hicieron una buena entrevista para el colorín dominical de un periódico nacional hace una semana. Antes de nada conviene recomendar su lectura, porque el entrevistador deja el suficiente campo para que sobrevuele por los temas a tratar con el libre albedrío del que han de disponer los buenos e incómodos invitados. El viejo profesor parece cómodo y distendido hablando sin reservas de su propia obra. También se suelta la melena poniendo los puntos sobre las íes en aquellos aspectos conflictivos o dudosos que incluso al público poco experto le resultan curiosos, ¿Se lee más El principito o Madame Bovary? Harry Potter, Vargas Llosa, Joyce, Proust, Mann... se les pasa revista sin recato y sin preocupaciones sobre lo políticamente correcto. Particularmente me sorprendió su disculpa pública sobre ciertas opiniones que había vertido sobre la posibilidad de que ETA siguiese el camino del IRA. La polémica étnica surgió cuando los gurús de la intelectualidad gallega y el papanatismo localista leyeron que este Premio Príncipe de Asturias justificaba el uso del catalán en las universidades y no veía necesario que el gallego tuviese el mismo trato, se le recoge esta frase: "¡Pero no me compare el catalán con el gallego!" apoyando el aserto en la diferente calidad de la literatura en una y otra lengua. Nuestros literatos han comenzado a instruir el expediente depuratorio para el auto de fe en el que se juzgará tal herejía. Los aldraxados no invadieron en masa los medios ciscándose en Steiner y tratando de tocar la fibra sensible; mas sí es curioso percatarse de que sólo salieron en defensa de la literatura gallega las entidades corporativas y el par de autores más difundidos y traducidos; las divisiones inferiores, las de los subvencionados, se guardaron mucho de sacar pecho, no vaya a ser que alguien los pusiese colorados, porque tienen los lectores que tienen y sus obras las ventas que tienen. Recurrir constantemente a la lírica medieval gallego-portuguesa para justificar la trascendencia de un idioma en el mundo contemporáneo no resiste un par de pases, sobre todo si tenemos en cuenta que las investigaciones nos llevan a las relaciones de la misma con la literatura provenzal, con la mozárabe y con la primitiva lírica castellana, sin duda muchos de sus autores eran competentes en varias lenguas. Y establecer binomios y dicotomías del tipo Cunqueiro-Plá sólo provoca vergüenza ajena. Los autores que escriben en lenguas minoritarias pueden producir obras de calidad; pero, lógicamente, su cantidad estará relacionada directamente con el número de usuarios de las mismas que se dediquen a la creación y de esa minoría saldrá, si sale, la verdadera obra de arte. No cabe el escándalo si la literatura gallega actual se conoce por sus versiones en castellano, inglés o alemán, bienvenidas sean por lo que representen para el PIB gallego y para los impuestos recaudados en Galicia, asunto muy de actualidad.

26 agosto 2008

Gritos y susurros

Desde hace meses se susurra por las esquinas, pero como no había crisis, pues cada uno a lo suyo. Que la directora general no se comerá el mazapán en el cargo -dice la funcionaria más enterada- , que no vende una escoba y sólo sale en el periódico porque la ponen podre. Que la conselleira no durará dos telediarios, que sigue sin sacarse el carné ni se hace una foto con nadie. Llevamos más de un año con especulaciones, susurrando las crisis que no hay, ni las de gobierno ni las económicas, pero los ánimos han llegado a caldearse tanto que los susurros han devenido gritos y llegarán a alaridos de verdadero pánico. Pánico entre los presuntos implicados, por ejemplo, de la patronal gallega, representada por su jefe de filas muy pendiente de las adjudicaciones de los molinillos de viento, una sustanciosa tajada de negocio seguro y con futuro; muy pendiente también de la salida al parqué de miles de metros cuadrados de suelo público para que los promotores amortigüen la crisis haciendo casitas baratas; muy pendiente también del aterrizaje de las empresas de servicios que atiendan a las personas dependientes con la pasta que venga de Madrid ¿De quién depende todo eso?, casualmente de los nacionalistas cogobernantes con Quintana a la cabeza. Nada es intrínsecamente malo, ni los kilovatios ni los pisos ni atender a quien lo necesite, pero sumen dos y dos y también les pasará que no entiendan cómo a estas alturas a nadie le parezca extraño ese conglomerado de opositores a que las elecciones se celebren en otoño; todos -patronal, populares y nacionalistas- tienen los mismos intereses y son compañeros de viaje. Se vocea por las esquinas. Seamos sinceros, aquí y en todo el mundo civilizado, se ha jugado con las fechas del adelanto electoral ad libitum, sin el menor pudor y es lícito, moral y legal porque la baraja es la misma para todos, por lo tanto, nada de flagelarse, que los cilicios no purifican, dejan marca y heridas que se infectan. Si el presidente Touriño y compañía deciden esta semana anunciar lo que se predica a voces por las esquinas a nadie pillarán desprevenido ni con el paso cambiado. Aquí todo hijo de vecino tiene su cartelería preparada y la artillería cargada con munición de todos los calibres. Incluso ya hay quien va un par de pasos adelante augurando qué conselleiras no seguirán en el futuro gabinete por no haberse matriculado en la academia más adecuada para su futuro político. A pesar de todo, los más incrédulos siguen desafiando a la realidad, una realidad que no les gusta, que todavía no la pueden cambiar y que, incomprensiblemente, no pactan con ella. Es muy simple, la realidad es que hay muy pocas diferencias entre la moderna derecha conservadora no nacionalista y los propios nacionalistas a secas, los que quedan una vez expurgada la cúpula, por lo tanto no está tan lejos el posible pacto -el propio Fraga no lo negó- de gobierno o de tolerancia entre nacionalistas y populares, cada uno perdería sus plumas en el camino, pero los molinillos son los molinillos. www.lafelizgobernacion.blogspot.com

19 agosto 2008

No me junto con ranas que no sean de mi charca

Este mensaje, así, aislado, tiene múltiples interpretaciones, unos párrafos más abajo conocerán algunos datos sobre su autor.Podría ser cualquiera de los dos nacionalistas catalanes que estas semanas salpicaron los noticiarios y teletipos abogando por una especie de colecta del Domund a favor de los extremeños, tan subsidiados ellos por la caridad del capital catalán que lleva años y años abusando de su mano de obra barata.Podría haber sido pronunciada por cualquier otro especimen convencido que su raza, color o especial dotación le presuponen la superioridad, porque sí.Pero la cita es de el Juani. Un tipo de interés que nada sabe del euríbor, que no hace declaración de patrimonio. Un tipo raro, muy introvertido, su medio siglo largo está bien llevado para ser uno de esos que no saben qué es una lámpara de rayos para ponerse moreno. Uno de esos que tiene el pelo muy blanco, que choca de bruces con el color del ladrillo rojizo que se le ha pegado a la cara y a la piel de los brazos. Su único lujo es un bolígrafo de propaganda prendido en el bolsillo del tabaco, nadie le ha visto usarlo.El Juani no habla, habla muy poco, hace gestos, comprensibles para los suyos. Cuando lo hace, lo hace muy bajito, con su acento muy cerrado, procuras entenderle mirándole a los ojos, si no entiendes te callas y disimulas. Lo importante es que te habla y no por simple cortesía.Para verlo, fuera de horas de andamio y mortero, has de madrugar para compartir la tostada en la Venta del Chicharrón, al mediodía en el chiringuito de las parcelas de la hacienda Don Rodrigo o con la fresca en cualquier taberna de su barrio. No precisa una gran carta de tapas, sólo lebrija fresco y, en temporada, caracoles, cabrillas o lo que la tertulia demande. Los únicos requisitos son estar solo o con la compañía adecuada.Vive con su madre en el Cerro Blanco, un barrio de casas bajas, casi un poblado, los gitanos son sus vecinos de toda la vida; no soporta bromas pesadas ni ligeras que hagan referencia a su relación con las mujeres. La verdad es que creo que el Juani soporta muy pocas bromas, porque el cuerpo no está para jotas. Lo notas muy pronto, cuando, después de un tiempo, te habla, acepta venir una noche en su motocicleta a compartir un guiso de cuchara y paso atrás en el campo, con concurrencia, pero sin extraños. Esa noche sabes que el Juani hablará, es decir, cantará, no serán palos alegres que animen a la parroquia a bailar sevillanas, será para que, los que sepan, acompañen con palmas secas y sordas su cante, en tonos muy bajos, con quejidos muy sentidos que al estraño ponen la piel de pollo, escuchando y callando, que es lo que sabe hacer el Juani.Por eso el Juani no se junta con ranas que no sean de su charca, a su alrededor pululan colegas de oficio, trepas y pelotas, que medran sin pudor y creen, ilusos, que abandonan la charca.Por eso el Juani está jodido, porque lleva dos meses sin faena, porque el patrón aún no le ha dicho hasta cuando va a seguir así, no se molesta en entender los resúmenes del Consejo de Ministros, porque no hablan de su charca.www. www.lafelizgobernacion.blogspot.com

12 agosto 2008

El manifiesto y la normalización (y III)

El pesimismo de X.M. Sarille (A impostura e a desorientación na normalización lingüística) cuando analiza el papel de los ayuntamientos democráticos a la hora de hacer una política lingüística que captase hablantes es muy notable. Resalta que las administraciones municipales se han limitado en la mayor parte de los casos a la creación de un puesto de trabajo para un filólogo y lamenta, aunque no lo diga así de claro, que la militancia normalizadora brille por su ausencia; en el caso del ayuntamiento vigués, gobernado durante años por el nacionalismo, o idioma acabou converténdose nunha liturxia. Ya era hora de que desde ese mundo alguien se cargase de razones como para decir esta frase y que no le llamen facha, que es lo que ocurre normalmente. De las universidades gallegas el autor tiene una opinión similar, la titulación de los filólogos no es la apropiada para actuar como propagandistas, se queja de que sólo aprenden fonética, sintaxis y no tienen aptitudes ni actitud para la captación. Ni que decir tiene que la Real Academia Galega y sus aledaños son nidos traición, como ejemplo les refiero la opinión que le merece al autor el hecho de que el presidente de la RAG respondiese a unas preguntas en la misma lengua en la que le fueron hechas: ¡vaya forma de promover el idioma! La laudatio de la MNL es continuada y los lamentos sobre la incomprensión hacia sus desvelos, continuos; en el mismo paquete se incluyen a todos aquellos próximos y lejanos que, habiendo sido invitados al convite, hayan renunciado a la participación. A lo mejor es que la demanda no era tan acuciante y, ni gobernantes ni gobernados, se sentían pletóricos de ansias para convencer al incrédulo de que no hablaba como debía. Termina su alegato el autor con un conjunto de similitudes entre la situación del gallego con la del Titanic hundiéndose. La culpa es de los nacionalistas tibios que no se toman en serio esto de meter en vereda al país -a lo mejor es que le tienen miedo al país-; también comparten delito el resto de los miembros del cuerpo legislativo y ejecutivo, panda de incompetentes de fama internacional; los medios de comunicación son tan insensibles como la piedra pómez, no hacen nada bien a favor del idioma. Por lo tanto y como corolario se nos presenta el futuro del gallego íntimamente vinculado al portugués, para así demostrar su utilidad. Sin más comentarios. Visto lo visto, y si a la fecha en la que estos folios vean la luz, nadie me ha persuadido de lo contrario declaro públicamente que esto no tiene solución, que los que habrían de buscar fórmulas de entendimiento entre las lenguas y que sirviesen para lo que nacieron, para decir cosas, emitir mensajes y recibirlos, no se preocupan ni creen que eso sea posible, que conmigo no cuenten. Así pues, a pesar de que al Manifiesto por la lengua común le hayan salido admiradores y defensores impresentables, a pesar de que todos los pisuergas posibles sirvan para sacarle punta, a pesar de que las ascuas se arrimen sin vergüenza ninguna a las sardinas políticas que convenga, a pesar de todo eso, le daré mi apoyo a la literal redacción del Manifiesto.

05 agosto 2008

El manifiesto y la normalización (II)

Recuerdan que el martes pasado les comentaba mis dudas e impresiones sobre el Manifiesto por la lengua común y les anunciaba mi intención de sopesar ahora mi opinión sobre el libro del profesor Sarille sobre la normalización lingüística (A impostura e a desorientación na normalización lingüística) En primer lugar pongo sobre la mesa la sinceridad y el cambio de tono con respecto a todo lo que nos tienen acostumbrados los gurús del tema. Percibo varios detalles, el primero es el escaso eco que ha tenido la obra; si fuese de autoría de algún nacionalista de carné, este hombre tendría la agenda más repleta de actos para explicar sus teorías que el Planeta de turno. O muy mal informado estoy o no se come una rosca. Las causas del desplante pueden ser dos: el análisis pesimista que hace de los progresos normalizadores del gallego y las críticas sin piedad a quien él considera culpables. Vayan a la fuente original; pero, para hacer boca, les contaré mi visión de la jugada descrita por el autor. Ya en el prólogo arremete contra los filólogos, llevan leña todos, supongo, que por pasar el tiempo mirándose el ombligo sin preocuparse de ganar gallegohablantes. Entrando en harina y analizando las causas que él observa nos encontramos con los gritos de rigor sobre la presión (ojo, no dice opresión) del español como era de esperar. Pero también critica algo que no es tan común: el seguidismo catalán y, por lo tanto el bosque de equivalencias inmersoras traídas de Québec, el Benelux, Israel ? No le duelen prendas en decir que aquí se malgastó el dinero público a espuertas, gobernase quien gobernase la política lingüística, montado chiringuitos subvencionables. Sistematiza después en dos periodos el fracaso normalizador: el Período Débil hasta la llegada de Fraga al poder y el Período Clientelar a continuación. Con respecto al primero hace las alabanzas oportunas a las leyes elaboradas -Estatuto, Ley de Normalización?- deja claras sus influencias catalanas, destaca la creación de los cargos oportunos -Direcciones Generales? y se detiene en las normativas dedicadas a la enseñanza, a la creación de la TVG? Con respecto a los gobiernos de Fraga, los clientelares, apunto de mi cosecha que no fueron clientelares en temas lingüísticos solamente, sino que era su sustancia de funcionamiento. Sostiene dos afirmaciones aparentemente contradictorias: el PP no quiere que se extienda el uso del gallego, pero inyecta pesetas sin control a tal fin, el de callar las bocas presuntamente discrepantes, 3.000 millones al año. Por otro lado, parece alabar la labor de la Mesa pola Normalización Lingüística, presidida por él desde el 86 al 97, como único bastión de integridad normalizadora. En resumen, y por lo de ahora, no ha aumentado el número de gallegohablantes -presumo- porque a ellos no les ha dado la gana. www.lafelizgobernacion.blogspot.com