19 agosto 2008

No me junto con ranas que no sean de mi charca

Este mensaje, así, aislado, tiene múltiples interpretaciones, unos párrafos más abajo conocerán algunos datos sobre su autor.Podría ser cualquiera de los dos nacionalistas catalanes que estas semanas salpicaron los noticiarios y teletipos abogando por una especie de colecta del Domund a favor de los extremeños, tan subsidiados ellos por la caridad del capital catalán que lleva años y años abusando de su mano de obra barata.Podría haber sido pronunciada por cualquier otro especimen convencido que su raza, color o especial dotación le presuponen la superioridad, porque sí.Pero la cita es de el Juani. Un tipo de interés que nada sabe del euríbor, que no hace declaración de patrimonio. Un tipo raro, muy introvertido, su medio siglo largo está bien llevado para ser uno de esos que no saben qué es una lámpara de rayos para ponerse moreno. Uno de esos que tiene el pelo muy blanco, que choca de bruces con el color del ladrillo rojizo que se le ha pegado a la cara y a la piel de los brazos. Su único lujo es un bolígrafo de propaganda prendido en el bolsillo del tabaco, nadie le ha visto usarlo.El Juani no habla, habla muy poco, hace gestos, comprensibles para los suyos. Cuando lo hace, lo hace muy bajito, con su acento muy cerrado, procuras entenderle mirándole a los ojos, si no entiendes te callas y disimulas. Lo importante es que te habla y no por simple cortesía.Para verlo, fuera de horas de andamio y mortero, has de madrugar para compartir la tostada en la Venta del Chicharrón, al mediodía en el chiringuito de las parcelas de la hacienda Don Rodrigo o con la fresca en cualquier taberna de su barrio. No precisa una gran carta de tapas, sólo lebrija fresco y, en temporada, caracoles, cabrillas o lo que la tertulia demande. Los únicos requisitos son estar solo o con la compañía adecuada.Vive con su madre en el Cerro Blanco, un barrio de casas bajas, casi un poblado, los gitanos son sus vecinos de toda la vida; no soporta bromas pesadas ni ligeras que hagan referencia a su relación con las mujeres. La verdad es que creo que el Juani soporta muy pocas bromas, porque el cuerpo no está para jotas. Lo notas muy pronto, cuando, después de un tiempo, te habla, acepta venir una noche en su motocicleta a compartir un guiso de cuchara y paso atrás en el campo, con concurrencia, pero sin extraños. Esa noche sabes que el Juani hablará, es decir, cantará, no serán palos alegres que animen a la parroquia a bailar sevillanas, será para que, los que sepan, acompañen con palmas secas y sordas su cante, en tonos muy bajos, con quejidos muy sentidos que al estraño ponen la piel de pollo, escuchando y callando, que es lo que sabe hacer el Juani.Por eso el Juani no se junta con ranas que no sean de su charca, a su alrededor pululan colegas de oficio, trepas y pelotas, que medran sin pudor y creen, ilusos, que abandonan la charca.Por eso el Juani está jodido, porque lleva dos meses sin faena, porque el patrón aún no le ha dicho hasta cuando va a seguir así, no se molesta en entender los resúmenes del Consejo de Ministros, porque no hablan de su charca.www. www.lafelizgobernacion.blogspot.com

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