16 diciembre 2008

Fidalgo, Comisiones y confusiones

El folio de hoy viene provocado por la irrupción apresurada de algunas opiniones desde hace unas semanas con las que se interviene directamente en el debate interno sobre el Congreso de Comisiones Obreras que comienza mañana y en el que se ventilará, sólo aparentemente, el liderazgo de Fidalgo al frente de la mayor organización de este país. Allí parecen manejarse abundantes informaciones de difícil acceso a la opinión pública o por lo menos a la no iniciada en el debate. Y este creo que es el error de algunos que estos días se han empeñado en frivolizar la necesidad de un cambio personal al frente de la dirección, porque lo que se está poniendo al tapete no es una poltrona; sino el futuro del único sindicato autónomo del que se dispone en estos momentos y, por lo tanto, el futuro de las grandes decisiones que han de conformar el devenir no sólo de los asalariados sino de la propia economía de país. Si estuviéramos en otra situación y no cayendo la que cae seguramente podría ser posible entretenerse en divagaciones, pero la cosa no está para fiestas y los experimentos hay que hacerlos con gaseosa. Ni Fidalgo es un topo de la FAES, ni su sindicato puede llegar a ser una segunda marca sindical en manos del gobierno.Desde 2005 el denostado Fidalgo viene describiendo el peligro en el que estamos cayendo, los futuros cuatro millones de parados, un país en el que el hundimiento económico deja a las familias con un endeudamiento superior al 140 % de su renta anual disponible, con el 70% del riesgo de los bancos concentrado en la deuda hipotecaria y una deuda exterior cercana a los 800.000 millones de euros, acumulados en los últimos años, creer que la solución de todos los males es un quítate tú para me ponga yo, por lo menos es miopía, sobre todo si no se aporta ni un solo número ni un solo dato que alimente el debate ni permita divisar soluciones.No se menta en los comentarios crítica alguna a las propuestas apoyadas desde hace años por tirios y troyanos como demuestran sus publicaciones: se bajaron los impuestos cuando no se debía, no se invirtió ni a tiempo ni suficientemente en I+D+i, se malforma y se maltrata a los profesionales, becarios en precario hasta las canas, la vista gorda en la contratación es norma común, y todo por no hablar de la dependencia energética.Seguramente es aquí donde Fidalgo fue uno de los primeros en poner el dedo en la llaga al atreverse, que sí es osadía, a hablar de que hay que ponerse al día en el debate sobre la energía nuclear. El aumento de consumo eléctrico es señal de crecimiento económico y si seguimos creciendo como queremos y los particulares queremos seguir consumiendo Kw y litros de gasoil a nuestro antojo nada responsable, habrá que pensar en algo distinto a lo actual.Sobre esto es sobre lo que se ha de discutir y sobre lo que el principal sindicato ha de pronunciarse y elaborar alternativas, en caso contrario flaco servicio le hará a su clientela.Como en todos los casos similares hacen falta más cuentas y menos cuentos.

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