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23 diciembre 2008

Comisiones, César, Bruto y Casio

Bruto nunca trató de esconder sus convicciones políticas. César estaba muy encariñado con él y respetaba mucho sus opiniones. Sin embargo, Bruto y Casio, como muchos otros senadores, comenzaron una conspiración contra César, los mismos que en los idus de marzo del 44 a.C. le asesinaron. Tras la felonía, se demostró que la ciudad de Roma estaba contra los conspiradores, ya que la mayor parte de la población amaba a César. El poderoso y ambicioso Marco Antonio decidió aprovecharse de la situación y el 20 de marzo habló airadamente de los asesinos en el elogio fúnebre de César. A partir de entonces Roma dejó de ver a los conspiradores como salvadores de la República y fueron acusados de traición. Bruto se dedicó a obtener fondos para financiar un Ejército, la guerra se aproximaba; él y Casio, ya derrotados, se suicidaron. No sé qué clase de cable se me ha cruzado cuando yo sólo quería seguir con mis reflexiones de la semana pasada sobre los cambios que podría sufrir la dirección de Comisiones Obreras. Decía que podrían tener varias lecturas; 72 horas después de haberse producido tal mudanza por exigua diferencia, son también muchas las continuidades que se me vienen al magín. Obras son amores y no buenas razones, dice el refrán, y a las obras del equipo de Fidalgo se le podrán suponer ausencias como a cualquiera y sobre todo son responsabilidad de sus propios Bruto y Casio, que como todo César los tiene, aunque no hayan esperado a los idus de marzo, pero su conspiración y empeño en la incomodidad vienen de lejos. Pero mi reflexión quiere descender más al detalle, esta Roma sigue unida, porque así lo quieren su César y su Marco Antonio, pero las guardias pretorianas están repletas de aprendices de brujo con las armas agazapadas. La mayor organización del país no tiene grandes diferencias internas, pero tiene algunas: está sometida al dictado de la soberanía catalana, sí aunque a los profanos les sorprenda, Cataluña hace y deshace lo que le viene en gana. Desde el punto de vista político y con una Izquierda Unida en fragmentación acelerada, sólo le quedan los dictados socialistas y convertirse en segunda marca. El contenido del discurso del nuevo líder y sus referencias al sindicato de gobierno son dignas de buenos comentarios. O este sindicato sigue siendo autónomo y muy pegado a la arena política marcando sus diferencias y diseñando la nueva forma de construir sindicalismo internacional imprescindible, como hasta la semana pasada, o su aportación al mantenimiento de condiciones de trabajo dignas y a la construcción de una sociedad justa e igualitaria será absolutamente imposible. Que nadie olvide que cuando estalla la guerra civil entre César y Pompeyo, Bruto se alía con éste. Después del desastre de la batalla de Farsalia pide clemencia a César, le perdona inmediatamente, le hace gobernador de la Galia y al año siguiente, 45 a.C., César le nomina al cargo de pretor unos meses antes del 15 de marzo del 44, que pierde la vida. Claro que las cosas han cambiado mucho desde entonces, el imperio romano cayó víctima de sus contradicciones y desde entonces hemos aprendido mucho.

16 diciembre 2008

Fidalgo, Comisiones y confusiones

El folio de hoy viene provocado por la irrupción apresurada de algunas opiniones desde hace unas semanas con las que se interviene directamente en el debate interno sobre el Congreso de Comisiones Obreras que comienza mañana y en el que se ventilará, sólo aparentemente, el liderazgo de Fidalgo al frente de la mayor organización de este país. Allí parecen manejarse abundantes informaciones de difícil acceso a la opinión pública o por lo menos a la no iniciada en el debate. Y este creo que es el error de algunos que estos días se han empeñado en frivolizar la necesidad de un cambio personal al frente de la dirección, porque lo que se está poniendo al tapete no es una poltrona; sino el futuro del único sindicato autónomo del que se dispone en estos momentos y, por lo tanto, el futuro de las grandes decisiones que han de conformar el devenir no sólo de los asalariados sino de la propia economía de país. Si estuviéramos en otra situación y no cayendo la que cae seguramente podría ser posible entretenerse en divagaciones, pero la cosa no está para fiestas y los experimentos hay que hacerlos con gaseosa. Ni Fidalgo es un topo de la FAES, ni su sindicato puede llegar a ser una segunda marca sindical en manos del gobierno.Desde 2005 el denostado Fidalgo viene describiendo el peligro en el que estamos cayendo, los futuros cuatro millones de parados, un país en el que el hundimiento económico deja a las familias con un endeudamiento superior al 140 % de su renta anual disponible, con el 70% del riesgo de los bancos concentrado en la deuda hipotecaria y una deuda exterior cercana a los 800.000 millones de euros, acumulados en los últimos años, creer que la solución de todos los males es un quítate tú para me ponga yo, por lo menos es miopía, sobre todo si no se aporta ni un solo número ni un solo dato que alimente el debate ni permita divisar soluciones.No se menta en los comentarios crítica alguna a las propuestas apoyadas desde hace años por tirios y troyanos como demuestran sus publicaciones: se bajaron los impuestos cuando no se debía, no se invirtió ni a tiempo ni suficientemente en I+D+i, se malforma y se maltrata a los profesionales, becarios en precario hasta las canas, la vista gorda en la contratación es norma común, y todo por no hablar de la dependencia energética.Seguramente es aquí donde Fidalgo fue uno de los primeros en poner el dedo en la llaga al atreverse, que sí es osadía, a hablar de que hay que ponerse al día en el debate sobre la energía nuclear. El aumento de consumo eléctrico es señal de crecimiento económico y si seguimos creciendo como queremos y los particulares queremos seguir consumiendo Kw y litros de gasoil a nuestro antojo nada responsable, habrá que pensar en algo distinto a lo actual.Sobre esto es sobre lo que se ha de discutir y sobre lo que el principal sindicato ha de pronunciarse y elaborar alternativas, en caso contrario flaco servicio le hará a su clientela.Como en todos los casos similares hacen falta más cuentas y menos cuentos.