21 junio 2011

Los pecados capitales del conselleiro de Educación

La educación hace al pueblo fácil de dirigir,




pero difícil de manipular, fácil de gobernar,



pero imposible de esclavizar.



(Maquiavelo)



Hace unos días en una cena algo protocolaria, comensales de una de las mesas resolvieron a la hora de los postres remover viejos conocimientos del catecismo escolar católico usado como prueba llave para acceder a los 9 años al bachillerato. Evidentemente los más jóvenes ignoraban preguntas y respuestas -incluso el significado de algunos de los conceptos mentados- y aún en los más maduros hubo lagunas imperdonables a la hora de recitar viejos listados, sobre todo teniendo en cuenta la pericia didáctica de los viejos adoctrinadores.



Entre las lagunas más destacadas triunfó en la noche la de la lista de los pecados capitales y las correspondientes vacunas-virtudes; al final y con la ayuda de algún móvil conectado a internet, los buscadores nos sacaron de dudas para completar ambas listas. Vinieron luego las risas y las aplicaciones prácticas ¿quién es el más pecador?¿quién el más virtuoso? Como no era cosa de que la noche acabara mal, se buscó mártir fuera del escenario y hete aquí que el conselleiro de Educación y su presidente estaban en boca y mente de los presentes por el anuncio de recortes en el servicio público educativo.



Empezó el examen de conciencia con la IRA, ahí sí que nos declaramos culpables, el cabreo y la indignación con la administración que incumple acuerdos que mejoraron la enseñan a pública desde 2007 modificando el número de horas de dedicación del profesorado para actividades que repercutían claramente en beneficio del alumnado; todo deja poco espacio para la PACIENCIA. Sin suda el demonio Amón, el marqués del infierno y sus cuarenta legiones nos poseían. Pero la SOBERBIA es otra cosa, esa sí que la tienen, esa pequeña diferencia de votos en las elecciones autonómicas y la prepotencia con la que se usa la mayoría es, sin duda, símbolo de falta de HUMILDAD, que sí, que se puede tener la razón, pero que se puede convencer en vez de vencer, que se puede dialogar; pero con ese ombligo tan sobredimensionado es imposible, de continuo se lo observan con deleite. No en vano dicen que Lucifer es el demonio que les inspira. La GULA y la AVARICIA les subyugan, lo quieren todo y lo quieren ya, les haga falta o no, representan lo privado, los negocios rentables y a corto plazo, para los menos favorecidos siempre quedará esa especie de beneficencia en la quieren convertir la escuela pública, mientras favorecen los intereses de las patronales del sector, Belcebú y Mammón les tientan a pecar sin que les queden fuerzas para la TEMPLANZA Y GENEROSIDAD, para hablar con padres y profesores.



La LUJURIA y la PEREZA son sin duda pecados del ámbito privado, pero yo creo que en este caso sí tienen un componente público y me explico; lo que se dice vagos no son, entran a saco, pasan el rodillo, caiga quien caiga y desprecian cualquier tipo de pacto o acuerdo, es decir, para eso sí son perezosos, les cuesta sentarse y reflexionar, para hablar de cómo se organizan los tiempos escolares, de cuántos profesionales y con qué perfil se precisan.



Por otra parte, el lujurioso no busca la relación natural, civilizada, respetuosa, busca el dominio, el placer egoísta y yo no veo CASTIDAD política en estos populares gobernantes, veo onanismo.



La ENVIDIA lleva a la mentira compulsiva, lleva ala difamación, al desprestigio del antagonista, a la degradación moral por antonomasia, lleva a decir que sus empleados, los profesores, son una panda de vagos y maleantes, aunque estén sacando adelante un sistema público educativo sin ayuda de nadie y menos de sus gobernantes populares.



Para terminar también con Maquiavelo, recordemos aquello de "Todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento".



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14 junio 2011

El Cristo de la vega

Hace pocos días, un compañero extremeño, discreto, siempre alerta aunque no lo parezca, silencioso, en un debate trascendente me dijo, para que se oyera, algo así como que cuando el pueblo dice que hay que sacar al santo para pedir agua y el cura dice que no está de llover, es mala cosa. El dicho tiene su enjundia conservadora, pero realista, nos deja en el lugar, seguramente no muy bueno, de los más papistas que el señor arzobispo. Y no me sean malpensados, que el santo del que hablo no es Rubalcaba, ni el cura es Rajoy.




Ya sabemos que este país no tiene mucho remedio; para la crisis, sí, no se me preocupen por los pepinos; pero para el asunto ese del pensamiento, andamos un poco lentitos; si hay que echar una maldición, de inmediato nos acordamos de los patucos del niño Jesús o nos subimos al tejado del pajar para retar a dios a ver si tienen dos asuntos como cualquier hombre y baja a discutir las razones por las que él tiene que soportar un pedrisco que le arruina la cosecha.



La verdad es que creo que fue Galdós uno de los que recordó la clásica imagen de los españoles y los curas, siempre corremos con ellos, unas veces detrás y otras delante. Sin embargo creo que, aunque nos quieran convencer de lo contrario, en la actualidad alguno puede tener las visiones que prefiera persiguiendo sotanas y algún purpurado puede vivir en la paranoia de que cualquiera con pinta de acampado quiere colgarlo del campanario de la iglesia en llamas.



Pero la verdad es que la cosa se va llevando mal que bien en el terreno privado, estamos en época de primeras comuniones, y las catequesis rebosan, o no, y los restaurantes para los convites hacen lo que pueden para captar clientes menesterosos y esclavos de la convención social. Por cierto, y hablando de las BBC, una madre universitaria y cultivada se sorprendía de que las clases de religión no se convalidasen con el catecismo parroquial, porque le estropeaban el horario del fin de semana, le pregunté de qué religión me hablaba, porque en la escuela pública de estos andurriales se impartían, por lo menos, tres distintas. Ante lo cual fuese, y no hubo nada, como dejó dicho Cervantes, a todos los efectos que a servidor le vengan bien.



El caso es que, hablando de cristos, Camps, Cotino y compañía les pusieron uno a los diputados levantinos para que jurasen -los imputados por ser ladrones también- que serían buenos, honrados y se adornarían de los demás atributos predilectos de los próceres de cualquier patria que se precie sin problemas de sastres, gurteles y demás fantasías.



Es una pena que la imagen expuesta a los diputados no fuese la del Cristo de la Vega, aquel que repone el honor de Inés, puesto en duda por Don Diego en A buen juez, mejor testigo:



"Jesús, hijo de María,



ante nos esta mañana



citado como testigo



por boca de Inés de Vargas,



¿juráis ser cierto que un día



a vuestras divinas plantas



juró a Inés Diego Martínez



por su mujer desposarla?"



Asida a un brazo desnudo



una mano atarazada



vino a posar en los autos



la seca y hendida palma,



y allá en los aires ¡Sí, juro!,



clamó una voz más que humana.



Una verdadera pena que no se hubiesen repartido ejemplares de la leyenda de Zorrilla en las tomas de posesión, a lo mejor alguno se arrepentía y se daba media vuelta por miedo al castigo del más allá por falso testimonio.



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07 junio 2011

Vuelta al pasado

Desde hace varios meses se vienen estrenando eventos que recuerdan la muerte de Valle-Inclán hace 75 años, enero de 1936, y se aprovecha la ocasión para desempolvar entrevistas, manuscritos...Es una pena que ese goteo informativo y documental esté impidiendo estudios, publicaciones y conclusiones que vayan redondeando una biografía y obra tan importantes para la literatura española, y que tengamos que ir consumiendo poco a poco esas dosis que nos van prescribiendo los que pueden hacerlo mientras quieran que todo siga así.

Es costumbre en este folio echar mano de Luces de bohemia de vez en cuando y recordar, por ejemplo, ahora la escena en la que el poeta maldito y ciego, Max Estrella, se cabrea y se lamenta que intenten explotarlo malbaratando los libros que intenta revender para sobrevivir y para los que Don Latino no encuentra mejor postor, la ley de la oferta y la demanda a principios del siglo pasado.

MAX: ¿Qué sacaste por los libros, Latino?

DON LATINO: ¡Tres pesetas, Max! ¡Tres cochinas pesetas! ¡Una indignidad! ¡Un robo! (...)

DON LATINO: Max, si te presentas ahora conmigo en la tienda de ese granuja y le armas un escándalo, le sacas hasta dos duros. Tú tienes otro empaque.

Una sociedad que nos parece rediviva cuando abrimos los periódicos por las mañanas y que amenaza con convertirse en el pan de cada día, en una especie de regreso al pasado sin vergüenzas, planificado y con los peones, alfiles, caballos y torres bien situados en la estrategia para el ataque y defensa de rey y reina hasta que el desarrollo de la partida les demande actuación.

Y ya que hablamos de viejos tiempos, de la vieja España, no es perdonable pasar por alto sin comentar lo ocurrido esta semana al saltar a la luz ciertas publicaciones en el Diccionario biográfico de la Real Academia de la Historia. Yo creo que se exagera mucho, que se está magnificando y dando pompa y boato inmerecidos al presidente de la institución y al hagiógrafo de Franco, el medievalista Dr. Suárez, autor de la entrada y del que no oyeron hablar en su vida, encumbrándoles a los altares de la ciencia. Simplemente creo que solo hay que detenerse en la fecha, 1999, en la que se encargan estos trabajos, ¿quién es el presidente del Gobierno? ¿Quién la ministra de Cultura? Lo malo no es que en ese momento Aznar y Aguirre busquen quien perpetre la maldad, lo malo es que eso esté ya en los libros de texto de la ESO de varias editoriales. Pero la vuelta al pasado no vive solo de estas anécdotas que engordarán tertulias y profanarán memorias que en silencio han sufrido, que lentamente se han visto horadadas por larvas asesinas, años y años.

La vuelta al pasado real se lee en las páginas de economía -ya no hay páginas de laboral, ya todo es salmón- salvo algún titular que salta a la primera. Y estos días se deslizó, el tablero estaba en tablas entre patronos y empleados, hasta el día 22, las cesiones estaban hechas; pero este país aún no tiene la elite empresarial independiente que se merece, siguen al frente de los patronos los lacayos del poder político más reaccionario, esperando que salga en el BOE lo que no son capaces de conseguir en las mesas de negociación, lo quieren todo, ya y gratis. Si Valle levantara la pluma reescribiría la escena sexta en el calabozo donde se encuentra Mateo, el obrero anarquista al que aplicarán la ley de fugas y Max Estrella:

MAX: ¿De qué te acusan?

EL PRESO: Es cuento largo. Soy tachado de rebelde... No quise dejar el telar por ir a la guerra y levanté un motín en la fábrica. Me denunció el patrón, cumplí condena, recorrí el mundo buscando trabajo, y ahora voy por tránsitos, reclamado de no sé qué jueces. Conozco la suerte que me espera: Cuatro tiros por intento de fuga. Bueno. Si no es más que eso...

MAX: ¿Pues qué temes?

EL PRESO: Que se diviertan dándome tormento.

MAX: ¡Bárbaros!

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31 mayo 2011

Vivir en las preposiciones

Para vivir no quiero

islas, palacios, torres.

¡Qué alegría más alta:

vivir en los pronombres! (...)

Te quiero pura, libre,

irreductible: tú. (...)

"Yo te quiero, soy yo".

(La voz a ti debida. Pedro Salinas 1933) 

Pedro Salinas nos emociona hablando como poeta enamorado, en cierta medida usando la gramática como recurso, en "Qué alegría vivir en los pronombres", les buscaba significados bien reales, les organizaba la ubicación cabal; sintácticamente hablando. Dejaba a la imaginación del lector la operación más o menos compleja de sustituir los pronombres por sustantivos concretos, abstractos; en todo caso lo que a cada uno les provoquen, disgustos o alegrías.

La lectura de los periódicos de esta semana no me produjo buenas vibraciones lingüísticas, noté un abuso de ciertas preposiciones, como si ciertos personajes se hubiesen empecinado en escoger malamente las partículas que la antigua gramática tradicional clasificaba como parte invariable de la oración y carente de significado léxico. Es cierto, la preposición sola y aislada poco produce, pero en cuanto la unimos al resto del sintagma, cuando la integramos en la frase, explota el milagro significativo.

Una vez vaciadas las urnas se abrió la veda para el uso de la preposición CONTRA. Los mozuelos y mozuelas insumisos, y los ya no tan jóvenes, que se apropiaron temporalmente de las plazas sólo habían recibido hasta ahora palmaditas en la espalda cuando pedían todo y lo querían ya, "vale chaval, ya sabemos que tienes razón, pero la cosa está jodida en estos momentos". Ahora ya el futuro alcalde de Santiago, Conde Roa, los quiere disueltos y lo quiere ya, por lo civil o por lo militar, que ya se acabó la milonga esta y que los turistas no pueden retratarse a gusto con zapatones. La primera carga, ordenada por los nacionalistas en la Plaza de Cataluña acabó con cientos de heridos, son fotos de primera plana y se les busca la disculpa futbolera.

Esperamos que sus posturas ANTE el sistema se vean materializadas en algún tipo de organización que no permita situarlos en el mundo de los antisistema ya que los que se están apurando a hacer desaparecer el sistema, adelgazar el estado DENTRO de la sociedad, son los que solo quieren conservar sus fondones privilegios, sean ellos banqueros, industriales o rentistas, que tienen muchos que proteger, esos son los verdaderos antisistema.

Si observamos algo de lo ocurrido por la comarca, también después del domingo encontraremos el uso, un tanto oculto de la preposición TRAS, rebuscamos y encontramos qué había TRAS las acciones y omisiones de ciertos barones que perdieron los favores populares. Lo más peligroso lo veo TRAS las caretas de los ganadores, su jefe se apresuró, mucho antes del 11 de junio a dejar claro que, según sus resultados, se comportará cual pretor Galba después de consumar sus conquistas. Decía el señor Negreira que los suyos gobernarían AL 61 % de la población, esta preposición A está muy conscientemente escogida, no gobernará PARA los ciudadanos, para él es territorio conquistado y como tal será arrasado y yermo.

Hace pocos días me preguntaban si estaba molesto por el azul del mapa político, no, molesto no; preocupado por la indiferencia e insensibilidad de la mayoría de los ciudadanos ante la corrupción, sí, y un poco más cerca de la Puerta de Sol, también.

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Vivir en las preposiciones

Para vivir no quiero

islas, palacios, torres.

¡Qué alegría más alta:

vivir en los pronombres! (...)

Te quiero pura, libre,

irreductible: tú. (...)

"Yo te quiero, soy yo".

(La voz a ti debida. Pedro Salinas 1933) 

Pedro Salinas nos emociona hablando como poeta enamorado, en cierta medida usando la gramática como recurso, en "Qué alegría vivir en los pronombres", les buscaba significados bien reales, les organizaba la ubicación cabal; sintácticamente hablando. Dejaba a la imaginación del lector la operación más o menos compleja de sustituir los pronombres por sustantivos concretos, abstractos; en todo caso lo que a cada uno les provoquen, disgustos o alegrías.

La lectura de los periódicos de esta semana no me produjo buenas vibraciones lingüísticas, noté un abuso de ciertas preposiciones, como si ciertos personajes se hubiesen empecinado en escoger malamente las partículas que la antigua gramática tradicional clasificaba como parte invariable de la oración y carente de significado léxico. Es cierto, la preposición sola y aislada poco produce, pero en cuanto la unimos al resto del sintagma, cuando la integramos en la frase, explota el milagro significativo.

Una vez vaciadas las urnas se abrió la veda para el uso de la preposición CONTRA. Los mozuelos y mozuelas insumisos, y los ya no tan jóvenes, que se apropiaron temporalmente de las plazas sólo habían recibido hasta ahora palmaditas en la espalda cuando pedían todo y lo querían ya, "vale chaval, ya sabemos que tienes razón, pero la cosa está jodida en estos momentos". Ahora ya el futuro alcalde de Santiago, Conde Roa, los quiere disueltos y lo quiere ya, por lo civil o por lo militar, que ya se acabó la milonga esta y que los turistas no pueden retratarse a gusto con zapatones. La primera carga, ordenada por los nacionalistas en la Plaza de Cataluña acabó con cientos de heridos, son fotos de primera plana y se les busca la disculpa futbolera.

Esperamos que sus posturas ANTE el sistema se vean materializadas en algún tipo de organización que no permita situarlos en el mundo de los antisistema ya que los que se están apurando a hacer desaparecer el sistema, adelgazar el estado DENTRO de la sociedad, son los que solo quieren conservar sus fondones privilegios, sean ellos banqueros, industriales o rentistas, que tienen muchos que proteger, esos son los verdaderos antisistema.

Si observamos algo de lo ocurrido por la comarca, también después del domingo encontraremos el uso, un tanto oculto de la preposición TRAS, rebuscamos y encontramos qué había TRAS las acciones y omisiones de ciertos barones que perdieron los favores populares. Lo más peligroso lo veo TRAS las caretas de los ganadores, su jefe se apresuró, mucho antes del 11 de junio a dejar claro que, según sus resultados, se comportará cual pretor Galba después de consumar sus conquistas. Decía el señor Negreira que los suyos gobernarían AL 61 % de la población, esta preposición A está muy conscientemente escogida, no gobernará PARA los ciudadanos, para él es territorio conquistado y como tal será arrasado y yermo.

Hace pocos días me preguntaban si estaba molesto por el azul del mapa político, no, molesto no; preocupado por la indiferencia e insensibilidad de la mayoría de los ciudadanos ante la corrupción, sí, y un poco más cerca de la Puerta de Sol, también.

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25 mayo 2011

Esperamos las utopías de Benedetti


Te quiero en mi paraíso 


es decir que en mi país 



la gente viva feliz 



aunque no tenga permiso 



Si te quiero es porque sos 



mi amor mi cómplice y todo 



y en la calle codo a codo 


somos mucho más que dos
Lo normal y lógico es que no se le extraiga todo el jugo a un poema hasta que haya tenido el suficiente tiempo de reposo desde la primera lectura, hay quien dice que se le van las vitaminas; pero no es cierto, se le reproducen. En este caso no debe uno resistirse a compartir la oportunidad de poder probar el mosto del año y también el futuro reserva, la base es la misma; el resultado, óptimo en ambas circunstancias. (Biografía para encontrarme, Mario Benedetti) 


Por eso aún no será difícil acercarse y encontrar el buen bouquet del viejo tinto, pero sin que tengamos que ponernos exquisitos y tratar de interpretarlo como una obra de arte de difícil acceso, elitista y distante de sus prójimos. A la primera encontraremos ¿cómo dicen los entendidos? El retrogusto, propio de ciertas añadas. 



Son 62 sorbos, tragos largos, propicios a variados maridajes. Sabemos que, con toda probabilidad, son los últimos cosechados para nosotros, para sus seguidores, para los que buscaban himnos como "Esta mañana desperté emocionado/ con todas las cosas que tengo que hacer/ antes que el reloj sonara. / Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante. / Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener". 



Para los que encontraron lucidez y consuelo en Canciones de amor y desamor como los versos que encabezan este folio o los que siguen: "pero hagamos un trato/ yo quisiera contar/con usted/ es tan lindo/ saber que usted existe/uno se siente vivo/y cuando digo esto/quiero decir contar/aunque sea hasta dos/aunque sea hasta cinco/no ya para que acuda/presurosa en mi auxilio/sino para saber/a ciencia cierta/que usted sabe que puede/contar conmigo". 



El 17 de mayo, además de celebrar las letras gallegas, el día de internet, el día contra la homofobia, también se cumplieron dos años desde que Mario Benedetti falta y este mes recuperamos el volumen de poemas escritos y seleccionados antes de su muerte con la sabia intención de las obras pergeñadas en el ocaso, se tenga la edad que se tenga, cuando la muerte llama, a los 30 o a los 90. Es la expresión de la duda, sin tregua ni cuartel, entre la certeza del nacimiento y la seguridad del difunto; con todas las incertidumbres añadidas, con las inseguridades bien desordenadas en el alma aporto mis preguntas sin respuesta. 



Es cierto que las obras de madurez transpiran menos ansiedad; las preguntas sin respuesta seguirán así; pero el poso de sabiduría es más poderoso y llamativo, dominado por la palabra bien pulida con experiencias, oro bruñido al sol relumbra en vano decía Góngora de la belleza del rubio cabello femenino. 



Pero, pese a todo, no se le aprecia la angustia, sigue preparando la boca por si vuelve un beso; solo a veces, un pequeño autoengaño, acaba convencido de que con la poesía no se cambia el mundo; pero sí se cambia de mundo. 



Quizá también estos días esto suene en la Puerta del Sol. 



En resumen, acérquense sin miedo a Biografía para encontrarme, para hallar lo que esperan, la corta vida, llena de misterios y dudas con los únicos refugios del amor y la soledad. Al final una buena promesa: "Cuando pasemos por el Más Allá/traeremos de recuerdo/cuatro o cinco utopías". Las esperamos. 

17 mayo 2011

De monarquías y religiones

Hace muy pocos días el rey de España estuvo de visita en Marruecos, parece ser que tuvo carácter privado y permítanme un inciso para comentarles que nunca entendí la razón por la cual se difunden las noticias de estas visitas privadas, como si fueran públicas u oficiales; una cosa es que no sean visitas de Estado y otra que sean privadas. Pero a lo que íbamos, un editorialista de los que se despachan con viñetas y no con parrafadas para dejar clara su opinión, dibujaba en un diario a Juan Calos I aconsejando a su sobrino y colega marroquí; según el dibujante, el monarca español solo le daba ltres consejos: que no se metiese en política, que separase al Estado de la Iglesia, dejando la religión a los profesionales y que fuese campechano. Supuestamente con esta fórmula -resultona para el Borbón español desde antes de la transición- el rey marroquí podría cambiar algo para que nada cambiase en su reinado feudal y evitar así revoluciones democráticas siempre incómodas, con riesgo de que los salafistas metan la cuchara y que los vecinos de esta orilla del Mediterráneo nos viésemos afectados. 

Ciertamente estaba avispado el autor describiendo lo que debería haber de campechano, pero eso ya le viene de familia y la juerga cortesana está en el código genético, pero servidor nunca lo pudo comprobar. Sin embargo, parece que yerra en los otros dos asertos. Nuestro monarca, para bien o para mal, sí se mete en política, algunas veces dentro de sus funciones constitucionales y otras en el filo de la navaja, bordeándolas peligrosamente. Es decir, en ocasiones se gana el sueldo a las órdenes del gobierno tal y como lo contempla su "contrato de trabajo", la Constitución, y en otras toma iniciativas públicas y publicadas que comprometen al gobierno de la nación al salir a la luz recepciones, reuniones y entrevistas con próceres y plenipotenciarios que no digo yo que no tengan nada importante que decir, pero que, divulgado, queda feo, incómodo más que nada. Esto en lo que se refiere a la política. 

También le recomendaba, en la ficción que comentábamos, que separase su misión como líder y jefe supremo de la confesión musulmana en su nación, de su papel como rey. ¡Ay amigos! Aquí sí que derrapa en las curvas, se revuelca en el barro y pierde los papeles, porque predica lo que no cumple. 

El rey español no cae en el ridículo de la reina de Inglaterra, que se mantiene como jefa de la iglesia anglicana; pero en España la separación de la Iglesia y el Estado está a años luz de ser una realidad, es cierto que algunos pasos se han dado, ya no es rey por la gracia de Dios, pero que el concordato vigente se mantiene porque a la monarquía y a los sectores más reaccionarios les sigue interesando es una verdad como una catedral, y nunca mejor dicho. 

Ya no voy a volver a repetirme sobre las presiones en los temas educativos y los espurios intereses creados en la escuela, ni en la que se va a montar con la ley que regula los derechos de las personas en el momento final de su vida, la que vamos a tener que oír sobre suicidios y eutanasias. Con las funciones del voto y demás folclore seguirán haciendo lo que quieran. 

Ya solo pido que no haya funerales de Estado siguiendo un rito religioso determinado como volvió a ocurrir tras el terremoto de Lorca, si el Estado cree que tiene una obligación con los fallecidos ha de organizar una despedida civil en la que las palabras sirvan de consuelo a los que padecen el duelo, el Estado no es quien para preguntar si los allegados a las víctimas tienen alguna creencia o práctica y menos para imponerla. Nos queda mucho para ser aconfesionales, como reza la ley.