27 junio 2012

La lógica del miedo y la avaricia rompe el saco

http://www.laopinioncoruna.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2012062600_5_621535__Opinion-logica-miedo-avaricia-rompe-saco

Este maldito tiempo que nos toca sobrevivir nos está dando muchas sorpresas, retumba la cultura del miedo que nos lleva a aceptar lógicas perversas, recortes, subidas, expedientes, privatizaciones, reducciones o que se silencien los conflictos ... el papel de los que se oponen a esa realidad está duro de mantener, la resistencia lucha contra la supervivencia.
Vemos que en sectores y regiones, de los primeros en ser amenazados, los ímpetus de primera hora, los que en otros tiempos ya habrían dado resultados satisfactorios, lamen las heridas de las derrotas, parciales sí, pero derrotas. Vemos que viejas recetas dejan de servir contra los nuevos agravios.
Nos mandan recados indeseables por medio de mensajeros inoportunos como el caso del discurso que recita el príncipe Felipe, de bolos por USA, con hueco en la agenda para inaugurar en Manhattan la escuela de negocios IESE, sucursal integrista para formar a los economistas que hoy triunfan sobre nosotros. Frente a ellos, a los comeflanes de los mercados que no cejan en su empeño de señalar a la señora austeridad, hoy vestida de Merkel -mañana ya veremos- la adoran, le imploran resultados y beneficios, frente a ellos, decíamos, hay vida inteligente, pero llega a pocos medios, en este sentido hablaba hace pocos días el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz en el acto inaugural de un congreso en Madrid sosteniendo que "no existe evidencia empírica o histórica de que la austeridad tenga la virtud de ayudar en la salida de las crisis, como demuestran los casos de España, Grecia, Irlanda o Portugal, que no han mejorado nada y no ven la luz al final del túnel".
Seguramente los enterados quedaron muy reconfortados por las doctas sentencias del ilustre ponente, pero en la puñetera calle se oyen otras cosas y con los buenos consejos no se come ni se paga el alquiler: soluciones o barbarie.
La semana pasada los del G20 se fueron a Los Cabos a reflexionar y como siempre los montes parieron un ratón, a Italia le dicen que equilibre la balanza y crezca, a España le dicen que llega con que no aumente el déficit y eso sin saber a qué apunte contable hay que adjuntar los gastos, amortizaciones e intereses de la famosa línea de crédito concedida a don Mariano y de la que somos avalistas usted y yo.
Por lo tanto, ¿qué mensajes le mandan, amable ciudadano? Pues joróbese, apriétese el cinturón, tenga mucho miedo, ahorre mucho y, sobre todo, chitón, que el que se mueva no sale en la foto. Pero, siempre hubo listos y tontos, eso es bien sabido. Los cultivadores del minifundio, sobre todo cultural, la antítesis del emprendedor, los que solo invirtieron sus billetes de 500 para ver si seguían guardados en el culo de la caja de obeliscos, los que desgraciadamente aprendieron economía en la postguerra, dudan ahora si habrá corralito o no, si tienen que retirar papel del banco o no, y los más vivos quieren que todos paguemos sus inversiones en las famosas preferentes, aquellos duros que se multiplicarían sin hacer muchas preguntas porque el de la sucursal nunca nos había engañado. Se rompió el saco y la ruleta saltó por los aires. Estas tribus que siempre se gobernaron por el dicho de ¿por qué te quiero Andrés? Por el interés, rentistas de medio pelo, nunca emprendieron nada y nada tienen. Eso sí, todos conocen a algún primo de un amigo de Amancio Ortega, que no se diga ...

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