24 junio 2008

La fuerza del titular: del bachillerato a la maternidad

Sin ánimo de intrusismo, me asomo al comentario puro y duro de lo que pudieron haber leído ustedes días atrás sobre estos dos temas. La publicación del Decreto que regulará el bachillerato en Galicia se resumió en un par de frases que trataban de las asignaturas con las que un alumno puede matricularse en el curso siguiente; parece que se reclama que el clamor popular decapite bachilleres en la plaza pública si no son capaces de aprobar los dos cursos del bachillerato en dos años. Los que necesitan el papel de fumar para todo pueden ir reflexionando sobre la realidad que les dicta dos mensajes: uno, el bachillerato ya no es la preparación para la Universidad y dos, el país, la economía precisan, todos, necesitamos alumnos y alumnas que sean capaces de superar el bachillerato en dos o en tres años para poder acceder a estudios superiores de formación profesional, acordes con sus posibilidades, habilidades, preferencias?No se trata de malgastar el dinero público, como se dice habitualmente, sino de ofrecer las oportunidades que hace años nadie podría tener para completar su formación postobligatoria. Esto ni excluye ni supone superflua la necesidad de unas rigurosas pruebas de acceso a la Universidad; han de mantenerse puesto que nada tiene que ver la investigación sobre los foraminíferos con ser entrenador de juveniles en un equipo de balonmano o con ser el responsable del estudio de una instalación eléctrica. Pero para todo eso hace falta el bachillerato, sin regalos, mas con todas las oportunidades que el sistema sea capaz de brindar sin mermar el necesario esfuerzo del alumnado.El segundo comentario tiene que ver con los titulares vertidos sobre el nombramiento de la nueva Secretaria General del PP que da el pistoletazo de salida de las elecciones del 2012 y, sobre todo, de la campaña electoral interna en su partido. Podrían haber empezado hablando de su relativamente brillante carrera como funcionaria, no es ni será la única abogada del Estado que hace carrera política; incluso le podrían tildar de trepa.Lo que menos me gusta es la mención en los titulares a su condición de madre y soltera. Me parece que es juego sucio y merecedor de todos los descalificativos que podamos atribuirle. Esta señora es madre porque le ha dado la real gana y esta señora no está casada por el mismo par de razones. Los progres de turno no tienen derecho de pernada para pontificar sobre ninguna de las dos cosas y mucho menos para intentar mostrar un distanciamiento del PP de la jerarquía católica, como se ha insinuado; que yo sepa no ha manifestado pertenecer a ninguna iglesia ni está obligada a hacerlo, otra cosa es que se preste a tal maniobra de marketing. El colmo de mi desacuerdo, casi de mi indignación, tiene que ver con un futurible que amenaza con ser certeza. Me temo que esta señora no pasa de ser otro icono electoral. Nunca podrá ser acusada de ser el símbolo de la derechona, no es Ana Botella y sus peroratas hortofrutícolas sobre los matrimonios, pero usar la vida personal como atractivo enganche electoral es tan poco ético como el templagaitismo católico de Bono o el juvenil mensaje de Aído y sus lapsus linguae.

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