http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2014/07/01/pisa-talis-monta-final-raton/855899.html
Los seguidores de este folio estarán ya un poco hartos de que servidor ponga a caldo marinero el informe PISA y no tanto el informe TALIS, porque sale menos en los medios y tiene menos morbo electoral. PISA se ocupa de nuestros alumnos, supuestamente, una panda de inútiles descerebrados, desaprovechados porque no van a la escuela privada, que es allí donde les enseñan de verdad, según las interpretaciones sesgadas que se hacen de sus estadísticas.
Creo que a los implicados les interesa seguir leyendo e investigando por su cuenta; pero, recuerden los ajenos al sistema educativo, que hayan llegado hasta aquí, que algo les puede traer a cuenta, aunque solo sea por curiosidad.
Por ejemplo el TALIS de marras se ocupa de cómo está el profesorado. Algunos me dirán que solo hay que ir a tomar café con un vecino o asistir a un claustro para ahorrarse los varios millones que cuesta el bendito estudio; pero vamos a ser buenos y ortodoxos para tratar de ver qué nos cuentan y cómo somos; eso sí, siempre partimos de la base de que estamos hablando de evaluaciones, de los alumnos en PISA y del profesorado en TALIS. ¿Por qué no se preocupan de evaluar los sistemas educativos en su conjunto ambos informes de la OCDE? ¿Menuda faena si los resultados no son los esperados?
Vamos al grano, el primer dato en España es de traca, más del 30% del profesorado afirma que nunca le han preguntado sobre lo que hace o deja de hacer en el aula (los promedios TALIS están entre el 12% y 7%). Está claro que si a los interesados no se les pregunta ni se les evalúa, lo primero que piensan es que todo el monte es orégano; yo lo haré lo mejor que pueda, lo mejor que sepa o lo que me dé la gana, porque si no sé lo que pasa en el aula vecina ¿con quién me comparo? Esa el la situación de cerca del 80% de los docentes españoles (TALIS anda entre el 20% y el 30%).
Primera conclusión, solo el 20% supone que sí le reconocen el rendimiento (¿?) y un 10% acepta que nota el reconocimiento de forma gratificante, que no solo ha de ser en el sueldo (TALIS habla de un umbral del 25% al 40%) ¿Hay diferencia o no?
Segunda conclusión, el desarrollo profesional de los docentes españoles es percibido por ellos como casi nulo, aproximadamente dos de cada tres docentes (61%) están de acuerdo o muy de acuerdo en que no se ofrecen incentivos relevantes (el promedio TALIS es el 39%) y lo que es más grave, esto se percibe desde que entras en un centro recién salido de la oposición o de unas listas y te encuentras más perdido que en la vieja mili, pueden aparecer almas caritativas que te orienten o veteranos que te exploten. Pese a todo, las cifras dicen que los profesionales españoles se implican más de lo que les motivan acudiendo a cursos, talleres (67%), redes docentes (30%), y paradójicamente los docentes se involucran más (41%) en la investigación individual y colectiva que les sea útil en su trabajo diario.
Reto a TALIS, pobre de mí desde aquí, a que haga un estudio sobre las labores de voluntariado, aprovechadas y desechadas por el sistema educativo en todos sus niveles, realizadas por todos y todas los profesionales que abandonaron el sistema y ahora educan como saben y cómo comprueban que les resulta gratificante ver los resultados y los fracasos.
Para ir terminando, el panorama que se nos presenta es poco alentador, la nueva legislación es poco edificante, en caso de llegar a implantarse, las comunidades educativas de madres, padres, profesorado, estudiantes y personal de apoyo educativo quedan diseñadas como compartimentos estancos; con un equipo directivo, en el peor de los casos, caído del cielo administrativo, para gestionar una comunidad que no es capaz de hacerlo por sí misma y respondiendo solamente ante sus superiores jerárquicos. Privatizando que es gerundio, aunque sea de tapadillo.
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