24 junio 2014

El país está triste? ¿qué tendrá el país?

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2014/06/24/pais-triste-tendra-pais/853892.html

"La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?"
Rubén Darío, Sonatina (Prosas Profanas)

Pido perdón ya desde el primer momento a Rubén Darío por profanar el primer verso de su Sonatina, sustituyendo a su princesa por el país, que me perdonen también los devotos del autor por este atrevimiento, pero no he resistido la tentación de comparar la reflexión del maestro modernista, en el cambio del siglo XIX al XX, para comentar lo que nos parece que está pasado en este largo tránsito de milenio.
Para Rubén Darío la princesa estaba triste y se preguntaba la razón de su tristeza. La princesa podría ser la poesía que él deseaba libre, sin ataduras, con cisnes elegantes, sin azules pesimistas. Sin duda buscaba la evasión a otro lugar, a otro tiempo.
Seguramente hoy habría que releer este título, la recreación de la princesa y de la poesía triste, como el reconocimiento de un país agotado que necesita reanimación sin demagogia ni propaganda absurda de Montoro. Hoy vemos una sociedad acobardada, desarticulada, desangelada, triste como resumen.
Permítanme la frivolidad de continuar este folio con una especie de trasunto de la pregunta retórica que se hace Rubén Darío, él se lamenta por un estado de ánimo, si quieren algunos, por la metapoesía, por el hacer ramplón de sus contemporáneos por la falta de imaginación, de innovación. Recordemos a los primeros Machado o Valle-Inclán que van dejando huella para que la generación del 27 entre al albero sin miedo, a puerta gayola, reivindicando a Góngora con su apoyo.
El país está triste, seguramente yo esté viendo imágenes distorsionadas, pero ni siquiera atisbé, grandes decepciones por el fracaso de los futbolistas en Brasil. Tampoco yo he visto, ni nadie con serio criterio, grandes masas en el traspaso de poderes de un rey a otro; los forofos no llenaron el espacio disponible, quizá amedrentados por las medidas de seguridad exageradas por el gobierno de guardia. Los de la otra bandera tampoco llenaron el foro, algo tendrán que ver los uniformes dispuestos para su control, pero también algo tendrá que ver la falta de entusiasmo. Siempre se ha dicho que los movimientos políticos en este país son obra de un cortito porcentaje que se mueve a derecha o a izquierda, lejos de las alucinadas interpretaciones del resultado de las elecciones europeas, que han dado la reprimenda correspondiente cambiando la papeleta o quedándose en casa; pero sin más trascendencia.
Este estado de desánimo, de desafecto a las instituciones, partidos? me trae a la memoria el período de descomposición de la política italiana, cuando la democracia cristiana, el partido socialista y los herederos de Berlinguer se disolvían cual azucarillo, se iban trasformando en otras cosas que hoy malviven formando gobiernos sietemesinos; mientras tanto, la sociedad civil italiana sobrevivió a la catástrofe del oligarca Berlusconi o del payaso Grillo; en la que cada uno va a lo suyo, en la que la mafia y el estado vaticano siguen siendo los de siempre. Ya sabemos quiénes mandan.
Nos llevan un par de pasos de ventaja los vecinos mediterráneos, pero no me cabe duda de que los alcanzaremos, somos una sociedad conservadora, los mayores lo fueron siempre, los jóvenes agarrándose a un clavo ardiendo y tragando con lo que haga falta, el resto siguen la norma: en tiempo de crisis, mejor no hacer mudanza. El país está triste, sin duda.

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