03 septiembre 2013

´Ninis´ y ´sisis´, a lo que caiga, el Consejo de Estado ha hablado

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2013/09/03/ninis-sisis-caiga-consejo-hablado/758322.html

Recuerdan que hace algunos años, cuando aún hacía poco que contábamos en euros, se acuñó el término mileurista? Seguro que también recuerdan la alarma social que se creó atreviéndose la población a decir en alto que no había derecho a que un trabajador cualificado ganase menos de mil euros. Se fue acongojando la opinión y hoy por hoy ya nadie da una cifra mínima por la que se pueda ir a trabajar las horas que sean, los días que al patrón le parezcan oportunos y las labores que se desempeñen; es más, si un joven preparado cobra los mil de marras, le hacen la ola en la pandilla y es el rey del mambo.
Por eso me parecen muy injustas muchas de las críticas a los llamados ninis, a los que ni estudian ni trabajan, porque se lo estamos poniendo muy difícil tanto para una cosa como para la otra. Estudiar, prepararse más y mejor, en el país o en la movilidad exterior, está al alcance cada vez de menos familias y a costa de muchos sacrificios, que solo pueden hacer una minoría. El resto tendría que depender de la justicia social e igualdad de oportunidades, garantizada por el Estado, mediante un sistema de becas, que mal que bien ha venido funcionando hasta que el ministro del ramo se interpuso entre los que llegan preparados a la universidad con medios económicos suficientes y los que legan con buen bagaje académico, pero con pocos recursos para desplazarse o compatibilizar estudio y trabajo temporal...
El nuevo sistema de becas y ayudas es manifiestamente injusto, partiendo de la base de es el Estado el que sufraga la mayor parte del coste de cada plaza de cada estudiante ¿hay igualdad de oportunidades? No la encontrarán. Se exige infalibilidad a un becado y no se pide al resto de los estudiantes, el alumnado con posibles sigue si aprueba raspado; el alumnado becado precisa un plus.
En su dictamen sobre el nuevo sistema de becas y ayudas al estudiantado, el Consejo de Estado ha subrayado que este debe asegurar que los alumnos que carecen de medios económicos puedan estudiar de igual forma que el resto, sin tener que exigirles mayor nivel de rendimiento. El Consejo de Estado, con una clara postura que rebate la perversa e interesada vinculación que se ha hecho entre el alumnado vago y el derecho a las becas y ayudas, recuerda, además, que es un error pensar que a los estudiantes les es indiferente el resultado de los estudios y que, en el transcurso de los mismos, el propio sistema educativo ya impone exigencias académicas que acaban determinando su continuidad.
Por otra parte, el dictamen hace evidente también la falta rigor del Ministerio al elaborar el borrador sin haber previsto una memoria de impacto capaz de evaluar las consecuencias que podrían concurrir de aplicarse los nuevos requisitos académicos, a día de hoy, no se sabe con exactitud, cuánto, donde, cómo, cuántos y quiénes tendrán o no becas.
Wert ya tropieza varias veces en la misma piedra, ya son varios los dictámenes que valoran negativamente y con contundentes argumentos las previsiones contenidas en proyectos de enorme trascendencia para el sistema educativo en su conjunto. A pesar de ello, el Ministerio pretende que esta perversa política de becas y ayudas que ya ha dejado fuera del sistema a miles de estudiantes, lamentablemente, se consolide en la educación española lesionando de forma inaceptable la igualdad de oportunidades, que es el objetivo último de las ayudas y dificultando -si cabe- aun más la situación de la juventud en España, con un coste social irreversible para el país en su conjunto.
Ya lo sabéis, jóvenes, maleta, pasaporte y ánimos; os fastidiarán también allí, pero por lo menos aprenderéis otra lengua.

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