26 febrero 2013

Tampoco hemos avanzado tanto

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2013/02/26/hemos-avanzado/696425.html

Por puro azar encontré el discurso que tendría que haber pronunciado Julio Cortázar en 1983 en la Universidad de Sitges pocos meses antes de morir. Se paraba el maestro en repasar el papel del intelectual, del compromiso social del escritor en la denuncia de la dictadura, de la injusticia? algo ya muy manido en aquellos tiempos, hoy dirán que es rancio, se ocupaba en reflexionar sobre los instrumentos de comunicación, usando todos los medios a su alcance, no solo sus propias herramientas literarias, recomendaba apoyarse en todo aquello que estuviese a su alcance y que llegase más lejos para hacer llegar los mensajes, proponía cómo se podía aprovechar el bajo precio del correo por vía marítima para hacer llegar pequeños paquetes de libros a Chile, despistando así la censura y la requisa. Evidentemente hoy nos diría que los escaneáramos y los colgáramos en la nube de algún servidor informático seguro.




Trazaba Cortázar paralelismos y recordaba con simpatía al revolucionario poeta romántico Shelley que se esforzaba, pese a las terribles consecuencias que le traía, en difundir sus escritos, poemas y proclamas en botellas al mar, globos al aire? en los primeros años del siglo XIX difundiendo el amor libre o el ateísmo y ser expulsado de Oxford.



La televisión le preocupaba, sus monopolios, sus censuras, en general el mundo audiovisual, la tecnología punta de los primeros ochenta, no la veía controlable por la ciudadanía, ni por las fuerzas políticas críticas con el sistema.



Desgraciadamente no erraba, el mundo de la cultura sigue siendo peligroso para el poder, se sigue censurando y no pasa nada, hace unas semanas el diario de mayor tirada del país retiraba de su edición un artículo de Miguel Ángel Aguilar en el que se preguntaba si Rajoy compatibilizó durante años sus salarios provenientes de la política con los de sus puestos, que no ejercía, como registrador de la propiedad. Ese mismo diario vendía ejemplares sin fin con las fotocopias de la contabilidad de Bárcenas. Átenme esa mosca por el rabo.



Afortunadamente esa tecnología punta, hoy la Red, tiene variados sistemas de comunicación, su influencia social es gigantesca, pero el poder sigue estando en manos de dos o tres personas, vemos cómo las iniciativas tecnológicas de emprendedores que llegan al éxito, son absorbidas a golpe de talonario por los poderosos de la industria de las telecomunicaciones.



Al mismo tiempo observamos que sí se pueden extrapolar los métodos de Cortázar o Shelley, pero son los discursos de una inmensa minoría incapaz de consumir todo lo que está a su alcance ni de discriminar el grano de la paja.



Tampoco hemos avanzado tanto, nos quedamos en una suerte de orgía productiva, todos producimos y difundimos información y opinión, pero no sabemos por qué dimite el Papa, no sabemos nada de su mayordomo, de la banca vaticana o de la promiscuidad de la curia.

No hay comentarios: