15 marzo 2011

El ´hiyab´ y el futuro de sus portadoras en Arteixo

Seguro que les suenan aquellas viejas películas de indios y soldados, después de las batallas la cosa terminaba bien, con los buenos quedándose con los territorios y con los malos indios condenados a conservar sus tradiciones en las reservas, la paz era firmada fumando ambos jefes la pipa de la paz en señal de buena voluntad y cumplimiento de lo pactado. A mí me recuerda lo que estamos viendo desde hace semanas con la posición indigna que las autoridades educativas mantienen en el artificial conflicto de la niña de Arteixo y su asistencia a clase con el hiyab. Partamos de la base de que la niña es ciudadana española, nada más y nada menos que tiene DNI, un documento que como al resto de los que lo portamos nos garantiza la igualdad de derechos y que no obliga más que a respetar las leyes, no a sostener una determinada identidad, esa chica no ha de ser idéntica a nadie. Este conselleiro de Educación, cual general de las tropas vencedoras, seguramente ha tenido mucho que ver con la redacción de un documento electoral denominado Programa Marco del Partido Popular. Compromiso 2011-2015. Una educación para el futuro (págs. 25-31), que es público, se puede leer, subrayar y comentar; tuve la ocurrencia de detenerme, es una vieja costumbre ante los textos de los grandes partidos porque allí se encuentra información de primera mano -no la última ni la verdadera pero sí la que no aparece en los mítines y panfletos-. Pues bien, si pueden asómense a las fuentes originales y verán cómo todo el éxito educativo estará centrado en un gran eje: cada grupo de padres por sus intereses y afinidades diseñará la escuela que quiera, a quien dejará entrar en ella, el Estado se limitará a pagar los gastos. Lógicamente después quedarán residuos, marginales y extranjeros, de esos sí que se hará cargo la escuela pública. Es decir, dejación de funciones, irresponsabilidad social y más negocio para las empresas que se acercan al mundo educativo. Por cierto, un inciso, no sé si saben que el mundo de la educación especial, tanto el público como el sostenido por conciertos, ya está invadido por las empresas de limpieza y del ladrillo; sí, el señor ese que vende camisetas de futbolistas de élite, ahora que el asunto de la construcción está parado, se dedica a la atención de alumnos con necesidades educativas especiales a precio de saldo. Volviendo a Arteixo, es bastante indignante que un centro público redacte y apruebe un código de derechos y deberes que incluya la prohibición del velo. El único motivo es impedir la matriculación de niñas musulmanas, vecinas del municipio desde hace muchos años y practicantes de su cultura y religión en armonía tan perfecta, por lo menos, como los que sacan sus santos a paseo. Esa niña y sus correligionarios, con los que me unen muy pocas cosas, ha de consumir todo el doctrinario del folclore nacionalista integrado en su currículo y ha de convivir con villancicos y fiestas con nombres de santos católicos, sin rechistar, pero no lo puede hacer con el velo. Por lo tanto, ese nacionalismo irreverente ¿qué es lo que quiere? Pues ni más ni menos que arremeter contra lo distinto, que se convierta al buen camino y, si no lo consigue, que por lo menos no se mezcle, que se junte con los suyos en su escuela, en su iglesia, y que no contamine a la gente de bien que ha de ser escolarizada según su sexo, declaración de la renta, religión, color de piel... con su tribu. La única esperanza de que bajo ese hiyab florezca el pensamiento crítico es la escuela pública. www.lafelizgobernacion.blogspot.com

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