26 junio 2007

Pasado y futuro de las lenguas

Recordad lo del caballo, se le puede obligar a ir a la fuente, pero es imposible obligarle a beber. De mutuo acuerdo las tres fuerzas políticas apoyaron sin dudar el Decreto que regulará el uso del gallego en la enseñanza. Sí, ya sé que aquí se comentó ya, pero es que hay novedades desde entonces. Una de ellas es que el Consello Consultivo de la Xunta ha hablado y le ha dado un revolcón, dejando en entredicho la legalidad del tal proyecto que prescribía lindezas disciplinarias contra los agentes o los pacientes de la enseñanza que no lo acatasen sin rechistar. A continuación habrán observado los gritos de rigor de los capitostes de la Mesa de Normalización, que si el Consello Consultivo es un residuo de Fraga -cuando sus letrados lo son por oposición-, de que todos sus dictámenes son puramente informativos, sin ánimo de lucro y además son incómodos y no están axeitados a la realidad del país. Viene esto a cuento porque estos días cayeron en mis manos dos escritos muy divergentes, uno de ellos es el artículo del profesor Monteagudo: Existe o dereito de ignorar o idioma galego? (El País 15 de junio). Aquí el sociolingüista de pro, no sólo se limita a reponer negro sobre blanco lo tópicos más manidos sobre las opresiones pasadas, que nadie pone en cuestión, sino que avanza describiendo las presentes, que alguna habrá -no lo dudo- pero que son escasas y, además, destaca como indefectiblemente venideros los males futuros sobre la lengua propia del país. Para conjurar pasado, paliar presente y evitar futuro, propone y "esixe unha presenza maciza do galego no sistema educativo", incluso se podrían hacer chistes a cargo de la expresión, pero allá cada cual. Evidentemente el autor no hace más que una pregunta retórica, su respuesta está clara, no existe este derecho y el que no lo entienda así lleva a Galicia a la desfeita tal y como hacen los que conspiran contra el país. No sé muy bien dónde están las quintacolumnas espías, al margen de alguna recogida de firmas testimonial, más bien el pueblo soberano ejerce como tal y punto. Por otro lado el libro que quiero recordarles es del reconocido y admirado periodista Alex Grijelmo, Defensa apasionada del idioma español, un ensayo ya consolidado casi como manual de referencia, que en su momento causó cierto revuelo y sensación. Creo que se reedita con frecuencia, que no es mala señal. Los ignorantes y mal pensados estarán cavilando sobra las maldades de la obra que tanto gusta a este jacobino arriba firmante, pero no se trata de ningún panfleto concebido por la FAES, sino la obra de un trabajador de la lengua que se preocupa de su mal uso, partiendo siempre de la base de que, como dice textualmente su autor: "El lenguaje representa lo más democrático que la civilización humana se ha dado. Hablamos como el pueblo ha querido que hablemos. Las lenguas han evolucionado por decisión de sus propios dueños, sin interferencias unilaterales de los poderes; aún más: en un principio han impuesto los pueblos su lengua a los poderes". No sé si servirá de reflexión para saber qué son derechos y deberes, individuales y colectivos, pero se puede intentar.

19 junio 2007

Algo más sobre el 77

Nos estamos llenando las legañas mañaneras de pastosos aniversarios de las elecciones del 77, ciertamente importantes; pero tiene que haber balances para todo y si hay que lamentarse de algún déficit, pues se hace, que no pasa nada. Por lo tanto hay que recordar que se celebraron sin la legalización de todos los partidos, que estaban tuteladas por todos los poderes -se empezaban a llamar fácticos y nadie sabía muy bien qué era aquello- del franquismo. También recordamos que no había habido elecciones locales y los ayuntamientos grandes y pequeños seguían en las mismas manos de los mismos de siempre controlando el cotarrro. Todo fue muy rico y muy abundante, su recuerdo me trae sensaciones contradictorias, el haber participado en la campaña electoral en el sur de Orense, en los pueblos cercanos a la frontera -Lobios, Entrimo, Bande-; en un Dianne 6 con un altavoz en la baca a la salida de misa y a los paisanos mirándonos con cara de pocos amigos o quizá pensando que los marcianos barbudos ya estaban invadiendo sus reductos dedicados al contrabando de menudillo. A todo esto sin poder votar porque nos faltaban unos meses para tener los preconstitucionales 21 años preceptivos. Lo que tenías en la cabeza en ese momento era que la amnistía política que esperabas había empezado a aplicarse en el julio anterior y se completaba en marzo y mayo del 77 -apenas hacía un mes-. Todo hijo de vecino sabía quién las ganaría o, por lo menos, quién no podría ganarlas. El temido TOP, el Tribunal de Orden Público, había sido disuelto seis meses antes, el derecho de huelga asomaba la cabeza tres meses antes y la libertad de sindicación llevaba sesenta días de nada en vigor. ¡Cómo para creerse que aquello iba en serio! Íbamos al trágala convencidos, pero lo hacíamos sabiendo que había otros que también estaban digiriendo lo suyo; era el único consuelo saber que las úlceras ideológicas sangraban. Es cierto que nos estaban vendiendo que el régimen estaba haciéndose el harakiri con la Ley de Reforma Política, pero no es menos cierto que lo hicieron por su propio interés, siempre con la intención de cambiar un poco para que nada cambiase. Habrá quien diga que el esfuerzo reconciliador fue impagable y que las cosas no salieron como a don Manuel le hubiese gustado, pero escuchar hoy a sus supervivientes y herederos deja claro que tienen el convencimiento profundo de que ganaron y lo hicieron de calle. También han de saber que no me estaba reconciliando con ellos sino con sus víctimas, con los que tenían que saltarles al cuello con afán de venganza y había que sosegarles la víscera. En épocas de memoria histórica es realmente ultrajante que se den espectáculos como el de la negativa de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo a revisar el garrote vil que asesinó a Salvador Puig Antich, gracias al voto de dos jueces, ex generales. Siempre hay un par de generales para todo. La democracia no es sólo formas, pero sin formas no hay democracia y para muestra el botón del candidato de la derecha en Santiago que lo único que puede decir de la ministra de Fomento es llamarle marimacho.

16 junio 2007

Más maestros y más calidad de la enseñanza

El horario de los colegios está en el candelero desde hace tiempo, periódicamente salen a la luz las virtudes y las maldades de la jornada continua, la necesidad de extender la red de comedores escolares, que estos sirvan ya los desayunos y que, por lo tanto, los niños sean atendidos desde más temprano. La extensión de las actividades extraescolares por las tardes, los campamentos urbanos en periodos vacacionales, etc. En resumen y, como no podría ser de otra forma, los edificios públicos dan más y mejor servicio a la Comunidad Escolar en la que se integran. Ni que decir tiene que ninguna de estas medidas ha dejado de ser motivo de discusión entre le colectivo docente y entre los padres afectados. El servicio que se reportaba a unos siempre trajo como consecuencia ciertas responsabilidades añadidas, sobre todo, para los equipos directivos de los colegios. Que la escuela siempre fue guardería nadie lo discute; evidentemente, siempre fue algo más importante, pero el componente asistencial siempre estuvo presente tanto en núcleos rurales muy aislados como las antiguas Escuelas Hogar como en los barrios de las ciudades con salarios precarios.

Como no podía ser de otra forma, fueron surgiendo colectivos profesionales nuevos en los colegios, cuidadores de comedor, monitores deportivos, animadores..., pero se seguía manteniendo la uniformidad del horario del profesorado con el de las horas lectivas de los niños, es decir, el profesorado trabajaba 25 horas (más cinco para otras actividades), las mismas que los alumnos recibían de clase. Puede seguir diciéndose que eran pocas horas, pero hay que estar allí para saber lo que es.

Era una reivindicación muy antigua desvincular ambos horarios y se ha conseguido desbloquear casi de carambola.

La Consellería de Educación se descolgó con una propuesta unilateral de modificación de la jornada escolar -por lo tanto también de la jornada laboral de los maestros- en la que ampliaba las horas de escolarización en junio y en septiembre. El nefasto sindicalismo nacionalista en la enseñanza convocó inmediatamente huelga, ya comentada desde estas líneas, para conseguir nada. Mientras tanto, la Administración no tuvo más remedio que acceder a firmar un Acuerdo con el sindicalismo responsable el 30 de abril, en él se paliaban los efectos del desaguisado, restaurando la jornada de mañana con comedor y abriendo cauces negociadores que vieron su frutos inmediatamente, prueba de ello es que en mas del 90 % de los centros desoyeron la llamadas objetoras que propugnaban la desobediencia desde los agoreros nacionalistas.

El viernes se produce la firma de otro Acuerdo cuya negociación ya estaba comprometida desde abril, se trataba de desvincular el horario de apertura de los colegios del horario de trabajo de los maestros. Por fin se racionalizan os catálogos de los centros, se les dota de especialistas suficientes en inglés desde educación infantil, se amplía la plantilla en más de 1.000 maestros, se reduce su jornada laboral... Aquí los del NON tuvieron que decir que sí, que ya pasaron las municipales.

05 junio 2007

La adolescente objetora

Continúa la campaña electoral con varios frentes abiertos, uno de ellos es el de la nueva asignatura, Educación para la Ciudadanía. Sus contenidos están en la LOE y en sus desarrollos, los libros de texto están en las imprentas, están actualizándose los profesores que la impartirán; son expertos en Filosofía, en Sociología, en Derecho, en Historia... es decir, no son catequistas del tres al cuarto que vayan a contar la milonga del diluvio universal, sino que son los mismos profesionales que les enseñan a sus hijos adolescentes qué decía Descartes. Si alguien sospecha que a los profesores los selecciona Pepe Blanco con el fin de que voten a Zapatero, se equivoca.

Un sector social teledirigido por el Foro de la Familia usurpa los derechos de esta menor de edad y se enfrenta al Estado, así con todas sus mayúsculas. Sus padres pueden hacer lo que quieran, recurrir, patalear, con todo su derecho, como lo tenemos todos a reivindicar, a presionar contra leyes que creemos injustas, pero sabiendo que habrá quién crea que son razonables, pero usar a esta chica para estos fines es indigno.

La joven que están utilizando como reclamo para la objeción de conciencia contra la asignatura en cuestión es la más necesitada de un buen baño de los contenidos de la nueva materia. Bajo la consigna de "a mí nadie me come el coco" percibimos que esta adolescente, adolece, carece, como todos sus semejantes de ciertas experiencias, es inmadura, no es su culpa, quizá el Sistema Educativo tendría que haberla dotado de cierto bagaje cultural. Por ejemplo, tendría que haberle explicado las características del diálogo entre las personas, de los argumentos razonados, de la defensa de las opiniones propias con respeto a las de los demás, que la carencia facilita la violencia. Tampoco le vendría mal tener alguna noción del marco jurídico en el que se integra esa convivencia dialogante, no tiene que ser docta en leyes, pero sí saber cuáles son sus derechos y deberes, entre otros los correspondientes a los menores de 18 años. Seguramente también le conviene tener conocimiento del cuidado de las personas dependientes, de sus derechos como mujer, de la distribución de la renta o del papel de los ejércitos en los conflictos internacionales.

En resumen, tendría que haber sido inoculada con los perniciosos e ilegítimos contenidos educativos que el malvado Estado le quiere inculcar en una operación de lobotomía escolar.

Los propios centros católicos concertados ya han cedido en sus reivindicaciones -su tajada habrán sacado- y la impartirán tal y como dice su propio asesor, el filósofo de moda, José Antonio Marina, cuando sentencia: ¿Cómo debe ser el buen ciudadano? Si somos capaces de proporcionarle un marco ético claro y estable para que reconozca y respete la dignidad humana, y para que participe en política de manera responsable y consciente, entonces creo que la iniciativa merecerá nuestro aplauso.

Si el Estado flaquea, podrá venir quien demande que no se explique cómo funciona el cuerpo, qué se oculta tras La Celestina o, lo más peligroso de todo, los números irracionales.

29 mayo 2007

El usted en las aulas

Era una sociedad represora, en las familias, en las calles, en los cuarteles, en las fábricas, en las iglesias, por lo tanto no había más remedio que fabricar sujetos fácilmente reprimibles en las aulas. Puede sonar exagerado, pero puedo contarles la historia de un amigo que hoy es profesional competente y de prestigio en su campo. Compartimos un profesor de español durante el bachillerato -llegó a ser flamante mandarín de una Facultad de Psicología- que para librarle de sus demoníacos males le obligaba a situarse en un extremo de la clase, a acercarse a él, lentamente, hablando, si al llegar a su altura seguía tartamudeando recibía como estímulo una generosa mano de bofetadas. Ni que decir tiene que mi amigo no cambió, que da conferencias, cursos, participa en congresos... a pesar de aquel sujeto al que había que tratar de usted y de cuyo nombre me acuerdo perfectamente, pero no me da la gana de decírselo. En esas épocas nos levantábamos cuando entraba el director, no le apeábamos el tratamiento a nadie, pero tampoco sabíamos el nombre completo de ningún profesor. Tampoco nos hacía mucha falta, con los motes nos apañábamos perfectamente, si los veíamos de lejos por la calle cambiábamos de acera, si teníamos un problema serio el profesor no era un recurso de auxilio ni en las circunstancias más extremas. ¿El tú o el usted era el problema?, estoy convencido de que no tenía nada que ver. Pero parece que la derecha francesa ha descubierto la piedra filosofal para que desaparezca la violencia en la escuela entre los alumnos y entre alumnos y profesores, que todos se traten de usted: "sólo la distancia entre profesores y alumnos puede llevar al respeto" dice Xavier Darcos, nuevo responsable de la educación francesa; mas estén tranquilos los padres de los parvulitos, la norma nos les será aplicable, podrán jugar con la maestra, darle un beso y llorar con ella cuando lo precisen. A partir de los seis años que se preparen, que ya será distinto. No sé mucho del currículo del tal ministro -escribió sobre Merimée, Tácito... y esto no me deja muy tranquilo-, pero no lo veo yo muy seguro de sí mismo, que tenga que reforzar su autoestima con la punta de la pluma de firmar normas, leyes y demás artilugios es por lo menos lamentable y no cabe menos que augurarle un buen fracaso en el país que hizo de la libertad objeto de exportación al mundo civilizado. Yo creo que por estas latitudes caminamos por mejores senderos, sinuosos en ocasiones, pero seguro que dirigidos a mejor meta; la convivencia distante y forzada no es convivencia y en estos momentos si las familias no se dan cuenta de que una adolescente prefiere hablar con su profesora de un embarazo no deseado antes de hacerlo con su madre es que pasa algo raro. Dejo en el aire una pregunta: ¿Qué pasaría si esa adolescente tuviese que tratar de usted a su profesora?

22 mayo 2007

De lenguas y pifias electorales

Hace pocos días se cumplieron cien años de la elección de Benito Pérez Galdós como diputado republicano por Madrid, -ya lo había sido en dos ocasiones anteriores por Puerto Rico- y en plena campaña explica sus razones en la carta que dirige, el 6 de abril de 1907, a Alfredo Vicenti, director del diario El Liberal, adhiriéndose al partido republicano: "Es muy cómodo decir: La política, ¡qué asco!, como pretexto para no intervenir en ella. Es como si una inundación invadiese los sótanos de una casa y los inquilinos del piso principal se subieran al tejado diciendo: ¡Uf, qué agua tan sucia! Yo no quiero mancharme sacándola. Y, entre tanto, el agua fuera reblandeciendo el solar y los cimientos" "Pues yo no he tenido inconveniente en bajar al barro sin miedo a que me manche. El absentismo político es la muerte de los pueblos". En plena efervescencia contra un Maura represor y caciquil escribe: "[de un lado] triste rebaño monárquico, empantanado en el páramo de la oligarquía, en la ruina y el marasmo; de otro, un pueblo, de nuevo en pie, con todo el espíritu de libertad y reivindicación que palpita en nuestra historia desde Viriato hasta Prim". Dejando lo poco extrapolable que es el mensaje y fijándonos sólo en el estilo advertimos que crispación sí había, pero con estilo propio, claridad y calidad lingüística. Poco de eso se despacha en nuestros mítines, lo malo no es que se trufen de coloquialismos y mercadotecnia, que los oradores no sepan quién fue Prim ni qué es un páramo, la oligarquía o un marasmo; lo malo es que no conocen la lengua en la que hablan, están obligados a hablar en un lengua en la que no tienen la mínima competencia para expresarse en privado; el culto a la misma les obliga a usarla en público, artificialmente. El resultado es deplorable. Debe ser en lo único en lo que coincido con la Mesa de Normalización de marras. No sé aún qué norma ideológica les impulsa a expresarse en una lengua que no conocen, que la mitad de su auditorio usa con poca frecuencia. Pero hoy quiero comentarles otro asunto, también electoral, que tiene como escenario la capital del reino en la que se enfrentaron en cruel debate un buen gestor público y político mediocre, con un político advenedizo y desconocido como gestor -Gallardón y Sebastián- . Si los socialistas querían vacunarse del virus del tamallazo de hace cuatro años, lo que han conseguido es contagiarse de la bacteria de la inutilidad mediática y electoral, mezclando al novicio en la alcachofa con un supuesto cómplice del choriceo mediterráneo en una ceremonia de la dispersión montada por el señor Sebastián. No es eso, señor Sebastián, no es eso; si a usted no lo reconoce por la calle ni el gato dedíquese a otra cosa y no a aspirar a la alcaldía de Madrid maniobrando con artes que le alejan de la izquierda. No entendió usted lo que era la política ni lo que era la política de izquierda. Es ajeno a ambas cosas y, por eso mismo, debería ser prudente y tener alguien al lado que le dijese que no todo vale, que actuaciones como las suyas se las dejamos a los de siempre. No le vendría mal un poquito más de aquel Galdós que se ve político "como función elemental del ciudadano y como final de una vida de abnegación, sin más recompensa que el goce que nos produce el cumplimiento del deber".

15 mayo 2007

In-dependencia y cerebros amueblados en Ikea

Pues ya lo vieron clarito en las fotos de todos los periódicos, unos tremendos autobuses con el eslogan que figura más arriba recorrerán Galicia en nombre del Vicepresidente del Buen Rollo vendiendo los beneficios de una Ley aprobada en las Cortes Españolas y que él, como representante del Estado Español en Galicia ha de aplicar por delegación en beneficio de todos los ciudadanos que lo precisen. Pero, claro, hay que sacar tajada de donde se pueda y estos quince días servirán para que los mayores del lugar se enteren de que el cheque asistencial se lo va a proporcionar el benemérito vicepresidente. De paso se cuela de rondón la palabreja de marras, la independencia soñada del país subvencionado. No cesaron ahí los mis asombros, es más, crecieron desmesuradamente hace unos días cuando oí despotricar al personaje que nos ocupa poner de chupa de dómine al director de la RTVG por no haber dado no sé bien que noticia en la que el protagonista era el antedicho proveedor del bienestar. No soy muy asiduo espectador de las televisiones y no sé si el hecho noticiable era de tal trascendencia que la sociedad gallega quedó absolutamente capidisminuida y deficientemente informada de algún problema de Estado de gran importancia por culpa de los informadores de la televisión autonómica, pero me temo que no hubo manifestaciones populares ni invasiones de correos electrónicos bloqueando, sí bloqueando, los servidores de la CRTG. Es más tengo que agradecer y reconocer la rapidez de su director, Benigno Sánchez, a la hora de poner los puntos sobre las jotas al vicepresidente y a su segundo, Antonio Losada, negándoles la competencia para perpetrar coacciones sobre la programación de los contenidos de los informativos. Supongo que no es su deseo estar todos los días en el candelero respondiendo a provocadores, pero espero que se prodigue un poco más y deje de poner la otra mejilla con tanta frecuencia. Y mientras esto escribo no se me sale del magín lo escuchado hace unos días en la Radio Galega, en un programa matinal en el que su conductora mantuvo una larga conversación con otro periodista de la Radio Vasca en la que se habló largo y tendido sobre las candidaturas para las elecciones municipales y forales en las que participaban los defensores del terrorismo. No se cortaron un pelo y casi parecían plañideras por la posible anulación judicial de las mismas si no se ajustaban a derecho; pero no se crean que usaban argumentos de tipo estratégico, como el de que es mejor dentro que fuera, o el de que hay dudas razonables, qué va, fue pura y duramente apología batasuna. Estoy esperando que ese nuestro par de próceres del nacionalismo protesten un poquito. Pero tranquilos, que no pasa nada, que hoy tenemos Correlingua, Bicos con lingua y eventos culturales varios para echar la lengua a paseo. Es una pena que siempre que se compran muebles de oferta sobren o falten tornillos para los ajustes, si llevamos esta reflexión al plano de las ideas y de la actuación pública de ciertos gobernantes, los tornillos y sus ajustes son más imprescindibles que para una simple cajonera. Una pena, pero es lo que hay, por ahora.