¿Oxígeno, butano o cartilla de racionamiento?

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2014/12/23/oxigeno-butano-o-cartilla-racionamiento/911771.html

Ya hemos visto que para el gobierno los parados son corruptos por naturaleza, de ahí que haya ordenado a los inspectores de trabajo la persecución de todos aquellos que tienen derecho a prestaciones después de su despido y que abandonen otras labores más urgentes como las cajas negras, los contratos en la empresa fantasma, los sobres, las horas extraordinarias que no se pagan ni se cotizan y mil artimañas más con las que los empresarios defraudan al fisco.

El lunes pasado llegaron los reyes magos para unos cientos de miles de parados y paradas de este país que está, según algún oráculo, saliendo de la crisis. La cicatería de patronales y gobierno ha impedido que la cobertura fuera más amplia y que los cuatrocientos y pico de euros de oxígeno llegasen a más familias.

Don Mariano tuvo que rectificar y abandonar los villancicos de los que hablábamos el martes pasado, para entonar alguna copla lastimera reconociendo que en muchas casas se pasa muy mal, tan mal como para empotrar en coche con bombonas de butano en un acto de desesperación. Solo le faltó, al presidente, reconocer que era su labor el que esos ingresos mínimos de inserción social corriesen por cuenta del erario público y no del voluntarismo de ONG y de las aportaciones solidarias de la ciudadanía.

Es duro decirlo, pero a lo peor es precisa la cartilla de racionamiento mientras dure esta situación. Nadie se cree que salgamos del agujero a la velocidad que nos anuncian.

Sé que muchos se han escandalizado con esta propuesta, quizá sea exagerada, a fin de cuentas entre los bancos de alimentos, cocinas económicas, comedores escolares?malo será que nos sigan creciendo chiquillos con sobrepeso, como dice Ignacio González, porque les sobra pasta en la dieta y les faltan verduras y fruta. Claro que nos quejamos de vicio porque tenemos agua y no se nos mueren de sida, ébola, tifus o malaria.

Mientras tanto, aquí seguimos preocupados de cuestiones baladíes, de si los futboleros apasionados se parten la cabeza unos a otros, porque les da la real gana. Nos entretenemos con las aventuras del pequeño Nicolás, otro estafador que surge del amparo de los poderosos y solo cometió el error de emularlos prematuramente, el discípulo de la FAES les ha salido precoz, atrevido e imprudente; a ver si los jueces consiguen que cante y les quite la careta a los que le llenaban la cartera.

Claro que hay asuntos más graves como la forzada dimisión del fiscal general del Estado, tratan de aparentar que es una secuela de la espantada de Gallardón, pero me da en la nariz que los motivos están distantes.

Peor espectáculo están dando los futuros candidatos a todas las elecciones que se nos vienen encima, desde el PP hasta Podemos, nadie se libra de la quema. Va a ser cierto aquello de que entre todos la mataron y ella sola se murió, la democracia treinteañera.