Nos anuncian un buen año que no tendremos

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2014/12/30/anuncian-buen-ano-tendremos/913479.html

Sin duda estamos más aislados gracias al WhatsApp. Recuerdo cuando el cartero y el sereno pasaban por las casas, repartiendo unas tarjetitas PARA pedir el aguinaldo, a los guardias urbanos se les dejaban los paquetes al pie de aquella especie de garita desde la que controlaban el poco tráfico que había en los cruces. Eran los tiempos de las TARJETAS de felicitación de familia lejana, luego llegaron las comerciales, todas adornaban las salitas de estar.

Este año a los artistas de la MENSAJERÍA se lo han puesto fácil, la interpretación semiótica del escenario del mensaje real en Nochebuena dio mucho juego, también la dicción, el leguaje gestual, la posición de los adornos; la verdad es que fuese cual fuese traería abundante tinta; pero el nuevo rey tampoco ha de presentarse a las elecciones. La catarata de mensajes sigue siendo viral, el pequeño Nicolás queda a bastantes cabezas de la meta.

Podría aburrirles con las simplicidades que le han escrito o con las que ha colaborado el Rey para perpetrar su mensaje de Navidad, con los plastazos que antes o después han perpetrado líderes regionales municipales y candidatos postulados para las más altas dignidades.

No he entendido nunca que el jefe del Estado me cuente sus cuitas para animarme esa noche y las demás autoridades se adapten a su CALENDARIO.

Supongo que sus entrañables encuentros familiares serán eso, entrañables, y no tendrán que discutir entre los cuñados y las cuñadas por los langostinos salados o sosos, por quién tenía que ir a recoger a la anciana tía que vive sola o por el MENÚ de los pequeñazos que no quieren probar el aguacate.

Malos tragos ha tenido que pasar el monarca; no sé si le tira más el libro de familia o el cargo heredado, pero de lo que sí estoy seguro es de que se ha escuchado su discurso con atención, no sé si se habrá entendido. Pero los utópicos esperaban que nombrase a los corruptos con nombres y apellidos, desde los que hacen el CONTINUO paseíllo como Fabra, Matas y otros cómplices, entrando y saliendo del talego con facilidad pasmosa para curar una otitis, hasta los que no lo harán nunca, como su hermana o su cuñado. Si el pueblo quiere carnaza ya tiene a la Pantoja.

Sin embargo, los mortales sí tienen ese lastre, el mismo Rajoy levitaba en su rueda de prensa, pero se le notaban los tembleques en las piernas por el año electoral que se le viene encima, que se nos viene encima, que AHORA empieza a llegar el momento de actuar con memoria y responsabilidad, para no tirarse de los pelos después, cuando ya no haya remedio.

El resto carga la artillería para el próximo futuro, la pólvora sobra; pero, ojo con los NUEVOS, que han hablado poquito, se equivocarán menos.

Toneladas de confeti caerán como un maná poco nutritivo por CUENTA de un estado que olvida sus principales obligaciones para seguir delegando en la ayuda solidaria; ellos seguirán encargándose de las limosnas y de iluminar la miseria con guirnaldas navideñas.