http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2014/12/16/ojos-abres-villancico-cantan/909497.html
El villancico tiene un origen claro, la palabra "villano", el poblador de la villa; eran originariamente canciones profanas, "coplas de villanos". Sus temas tenían que ver con situaciones amorosas, noticias locales, burlas... Parece que desde la segunda mitad del siglo XV, resurgen de formas musicales populares mucho más antiguas; pero lo que hoy nos ocupa es la evolución etimológica, la que derivó en "villano" como malvado, mientras que el "villancico" conservó su significado asociado a la canción popular vinculada con lo religioso.
Pues bien, parece que algún villano ha empezado demasiado pronto con los villancicos de este año y solo hablaremos de dos ejemplos: transparencia y mordaza.
¿Para qué queremos tanta supuesta transparencia? ¿No se vive mejor sin saber los detalles? Y sobre todo ¿no se está más tranquilo sabiendo que nos cuentan lo que les interesa y se camufla el resto? ¿No somos todos cómplices y responsables de lo que hacemos y dejamos de hacer cuando votamos o dejamos de hacerlo?
¿Nuestro mayor problema es que cuatro iluminados o desesperados se manifiesten más de la cuenta? Por supuesto que no, estamos contemplando que grandes empresas chantajean al Estado para conseguir subvenciones y chantajean a sus trabajadores poniéndolos entre la espada y la pared, para que los costes de producción bajen y puedan competir con la falta de derechos de los trabajadores en otros países. Ahí no hace falta ley mordaza, hace falta la transparencia que no aparece en el portal del gobierno.
Que el ministro de Interior sea más transparente de lo que debiera es un error que ha de pagar, no se puede echar la lengua a paseo copiándole el discurso racista a Le Pen. La capitana del barco del CSIC acaba de dar una lección de profesionalidad rescatando a más de cien refugiados sirios en el Mediterráneo.
Que el ministro de Economía no quiera transparencia en el asunto de Bankia y otras cajas descartando la posibilidad de la investigación es otra patada en el mismo trasero de la ley de transparencia, si quiere investigar al gobierno anterior, que lo haga; como si quiere llegar hasta Leovigildo, pero que no se escape con milongas.
Que el presidente de la Comunidad de Madrid se harte de repetir que él es el primum inter pares de la transparencia y se hinche como un pavo alardeando de que sus niños son los más rollizos, coloradotes y sanísimos y no los desnutridos, es una doble desvergüenza y no una disculpa para que no se abran los comedores en período no lectivo.
Que la transparencia de Monago sea tan hilarante como la de los hermanos Marx, ya es vox populi, y tendrá que esperar a los carnavales de Cádiz para saber lo que vale un peine, si antes nadie lo desbanca del pedestal de la desfachatez.
Mientras tanto el espíritu navideño nos empapa con esa lluvia fina de villancicos triunfalistas de Rajoy sacándonos a toda prisa de la recesión, aunque no lo veamos en la calle; la realidad es muy tozuda, desahucios? llamadas a la solidaridad para depositar potitos, lentejas, conservas y botellas de aceite al salir del supermercado. Tendremos la conciencia un poco más tranquila, pero no le hacemos mucho favor al país y la ley mordaza nos lo impedirá cada vez más si no abrimos los ojos.Y ahora todos a cantar villancicos.
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