http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2013/04/23/ley-embudo-jungla/714737.html
Son los mismos que siguen solazándose con las soflamas de los patriotas
y empuñan de continuo estandartes y cruces
con que emular a sus mayores,
mientras avanza por las avenidas
un cortejo triunfal de bienpensantes.
Líbrate, compañero,
de esas iglesias y esos mentecatos.
José M. Caballero Bonald
No me gustan las certezas, esas seguridades que te abruman. Hoy es el día del libro, el día de Cervantes, el día de Caballero Bonald, de su premio Cervantes y ha adelantado ya que parte de su discurso se dedicará a don Miguel, a ese Cervantes oscuro, solitario, cautivo, el perdido en la Italia renacentista, el que vagaba por la Sevilla babilónica a finales del XVI y principios del XVII, autor todavía entonces de un solo libro, La Galatea. "Voy a hablar -dice Caballero- de las zonas en penumbra de su biografía". Un Cervantes que después escribiría: "El ver mucho y leer mucho aviva los ingenios de los hombres".
Caballero Bonald es invitado frecuente a este folio, tarde le llegan los premios, antes siempre llegaron los vetos del poder, sobre todo del poder de su viejo jefe don Camilo, el de Iria Flavia, por no callarse, porque fue y es un infractor, por personaje a contracorriente que confiesa: "Yo no sabría escribir ni vivir, si estuviera seguro de todo", "El que no tiene dudas, el que está seguro de todo, es lo más parecido a un imbécil", afirmó el escritor cuando publicó en 2009 La noche no tiene paredes. Antes, en Manual de infractores (2005) instaba a "conectar con una actitud de desobediencia, de enfrentamiento a todo lo que sonara a gregario, a sumiso, a hipócrita", atacando con dureza "a los bienpensantes, a los necios y a los que abominan del rango de infractores". Este orfebre del idioma, pensador del lenguaje debería ser frecuentado por los poderosos y facilitarles la cura de humildad; pero es difícil, Cervantes también ayudó a certificarlo cuando escribía aquello de "Entre los pobres pueden durar las amistades, porque la igualdad de la fortuna sirve de eslabón a los corazones; pero entre los ricos y los pobres no puede haber amistad duradera".
Este es el momento en el que personajes como Fátima Báñez, siguiendo la moda de Cospedal se adentró en la experimentación, en la innovación de los recursos retóricos, para hablar de la movilidad exterior de los jóvenes que se marchan a trabajar, si pueden, a otros países, no por necesidad, sino por vicio y codicia. Un poco de sensatez es imprescindible y sigo con don Miguel: "El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho, que no todos los ingenieros han de tener trabajo en el barrio en el que nació su abuelo", pero la ministra resbaló y ofendió.
También Martínez Pujalte tuvo un traspié al tratar de revolver las aguas del río y convertirse en el campeón de los pescadores, cuando en realidad no pasa de botarate emisor de tinta de calamar. Ahora resulta que los hipotecados sin recursos, en realidad, son pícaros que con la dación en pago van saltando de piso en piso, especulando. Hace falta ser retorcido, piensa el ladrón que?, es más, se retuerce las meninges para convencernos de que sus votantes dejan de comer para pagar la hipoteca, que el resto son unos viciosos egoístas que no quieren pasar hambre. Tanta seguridad pone los pelos como escarpias, sobre todo cuando amenazan algunos cavernícolas con aplicar el código de Hammurabi, más de 1700 a.d.C, para legislar sobre cuando las mujeres han de tener o no hijos
No hay comentarios:
Publicar un comentario