13 mayo 2008

Pasaremos un rato con Pancho Álvarez-Fontenla

    Ahora podría decir todo lo que pienso, lo que nunca me dejaron saber: fui niño entre alambradas, (...) me asomaba a la vida, puse mi libertad encima de mis años. [José Manuel Caballero Bonald, ´Pliegos de cordel´]
No hace muchos meses leía en estas mismas páginas un artículo que hablaba de un personaje conocido en esta Universidad; al tercer párrafo estaba convencido de estar ante una necrológica y que el autor lloraba con sentimiento; sin prestar más atención también di por difunto al prócer causante de la laudatio, pero a los dos días me lo crucé por la calle vivito y coleando, ¡sólo se había jubilado! y el cronista se había pasado de frenada. Por lo tanto este folio sólo tiene la intención que dejar bien claro que Pancho está vivito y coleando, que aún va a dar guerra después de su jubilación. Por otro lado tampoco creo que a este profesor de Matemáticas que llegó el 75 a la Normal de La Coruña le presten mucho los panegíricos ni que haya estado esperando a su jubilación para que se le reconozcan sus méritos y dedicaciones exclusivas. Para algunos Pancho es el que les aprobó, honoris causa, para poder ir de maestros a pisar tojos por Galicia adelante. Para muchos es quien les abrió la cabeza para entender cómo se enseña? Para todos es el referente en la Universidad de La Coruña, organizando Orballo, frente al rector instalado en el poder con todos los parabienes y prebendas del mandarinato oficial. La memoria histórica está de moda sobre todo entre los que no la tienen y han de inventársela porque el 68 luchaban en las barricadas de la London School of Economics y durante la transición se afanaban duramente para conseguir un máster en Harvard; siempre pensando que un Audi oficial les estaba esperando. Mientras tanto, Pancho sí estuvo en marzo del 68 en Santiago, sí organizó el nacimiento Comisiones Obreras en la enseñanza? Hace más de dos años en estas mismas páginas dediqué un martes a los que no habían sido llamados a las puertas del poder del nuevo gobierno de la autonomía, decía algo así como que se pasaba frío si se dormía con los pies fuera del DOG. Eran los momentos en los que, si reconocías que no estabas en ninguna lista de nominados para ninguna Dirección General, es que eras un residuo de quirófano, políticamente hablando, claro. Me llamaron cosas bastante feas. Me consta que muchos, quizá Pancho también, ¿por qué no?, fueron llamados mucho tiempo antes, en los primeros ochenta, a las mieles de la moqueta del poder y no acudieron, por diferentes motivos, la integridad y la coherencia tuvieron algo que ver. La fidelidad a las personas y a las ideas es fluctuante, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, todos tenemos momentos de debilidad, pero a Pancho se le quiere y se le demostrará en la cena homenaje que le organiza Comisiones Obreras el próximo viernes, día 23, sin nostalgias y con la mirada en clave de futuro que "tenemos mucho que hablar, compañero".

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