21 agosto 2007

Denso agosto de traducciones

Nos está cayendo un agosto movidito, aquí parece que no descansa ni el gato e incluso parece, que desde los lugares de descanso se aprovecha el tiempo, el poco tiempo que queda hasta la campaña de las elecciones generales sin haberse recuperado aún de la resaca de las municipales, para lanzar las andanadas correspondientes.

Hoy que tendríamos que estar ocupados comentando las peripecias del chaval francés al que quieren empapelar por tener una muy buena traducción pirata del último Harry Potter, apenas podemos lamentarnos de una sociedad que persigue la difusión cultural y denuncia reivindicando el lucro cesante causado por el jovenzuelo de habilidades precoces.

Que alguien les explique a los jóvenes traductores piratas que sus delitos de lesa patria por traición mercantil son terriblemente mayores que el vandalismo pandillero, que la quema de coches en las noches de protesta. Porque lo suyo no es una cuestión lingüística superficial, es el torpedear a la todopoderosa editorial Gallimard en la línea de flotación. Hay que callarlo a toda costa y ponerle puertas al campo de internet. Ilusos. La versión castellana que circula por mi casa estos días, es muy correcta. Seguramente también somos delincuentes peligrosos. Como los de las portadas de El jueves, carne de secuestro judicial. ¡Traduzca usted algo, hombre¡

Por otra parte también me entero de que ha habido intentos o consumaciones de traducción del puesto de trabajo del responsable de los museos científicos coruñeses, que su renombre internacional en todos los idiomas no es suficiente aval para la concejalía de cultura coruñesa de la que han tomado posesión recientemente los nacionalistas. Supongo que le habrán rebajado el sueldo y su lugar en el escalafón; pero nada habrán podido hacer con su prestigio.

El colmo parece que ha sido el amago de traducción de la Casa de las Ciencias, parece ser que se conforman con suprimir la preposición y el artículo y conservar los dos sustantivos, algo es algo; no les tachen de radicalismo localista.

Parece ser que también hubo un intento de traducir los contenidos de las interpretaciones de la Sinfónica, que salen muy caras. Ahí sí que me pierdo, puesto que mi incultura musical roza lo vergonzoso. Dejar de tocar las polonesas de Chopin a cambio de negras sombras, me deja sin sentido, es romanticismo puro y duro en ambos casos, es nacionalismo puro y duro en ambos casos, es elitismo en ambos casos.

Supongo que también les habrían llegado a los oídos las mismas guerras de banderas de todos los años en el País Vasco y las mismas banderías de rácana negociación con los catalanes. No es que sean serpientes de verano, son las mismas víboras, áspides, boas y cascabeles que buscan presa aprovechando el cambio climático del que habla aquel despistado: frío en el norte y calor en el sur.

www.lafelizgobernacion.blogspot.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Usted es pura DE-MA-GO-GIA No perderé el tiempo con su blog ni un segundo más. No se moleste en contestarme, simplemente censúreme.