13 junio 2017

Scheherezade hubiese preferido un plasma

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2017/05/23/scheherezade-hubiese-preferido-plasma/1183681.html

Supongo que la gente menuda no sabrá el origen de Las mil y una noches, esa vieja recopilación de cuentos maravillosos, de animales, de amor, de crímenes, narraciones picarescas, de viajes? originados por la leyenda del sultán persa que, en venganza por la traición de su primera esposa, desposaba una mujer y al día siguiente la mandaba decapitar, hasta que Scheherezade lo entretuvo toda la noche narrándole una historia cuyo final no desvelaba al amanecer y así podía salvarse ella y las futuras víctimas del sultán. Es decir, se trata de lo que hoy llamamos "relatos enmarcados", cada una de las narraciones genera nuevas tramas, una lleva a otra antes de conocer el desenlace.
En esa fuente hemos bebido relatos como Aladino o Las aventuras de Simbad el marino aunque no sepamos con certeza si pertenecen a Las mil y una noches; tres grupos de relatos originarios seguramente de la India, Persia, Siria, China y Egipto; hasta que la primera versión expurgada de adulterios y hechos de sangre aparece sobre 1700.
Yo no sé a ustedes qué se les pasa por el magín; pero para mí que el presidente Rajoy y sus más estrechos colaboradores tienen un ejemplar de Las mil y una noches como libro de cabecera, arropando los ejemplares del ideólogo Popper, inoculado por el llamado, cordialmente, "obispo" Romay Beccaría.
Ya estarán los malvados pensando que digo esto porque en muchas ediciones de la famosa recopilación se incluye el relato de Alí Babá y los cuarenta ladrones; por supuesto que no es esa mi intención; de sobra sé que los que hagan identificaciones, a su libre albedrío, son responsables de sus consecuencias -incluso de las penales-; no seré yo el que diga que los relatos encadenados que desde hace meses, qué digo meses, años, se dejan leer y oír sobre los negocios del partido del señor Rajoy en Madrid, Valencia, Galicia?, entre otros paraísos populares son nada trasparentes a la justicia. Es más, insisto en que a los encadenados no hay que ponerlos en libertad, pero sí imponerles la Gran Cruz de Isabel la Católica, para "premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en (?) favorecer la cooperación de la Nación Española con el resto de la Comunidad Internacional".
No creo que a ningún biempensante con vecindad en estas tierras, o en el exilio, tenga duda alguna duda de que las relaciones económicas con el principado de Andorra, Gibraltar, Suiza, Panamá y muchos paraísos más, de cuyo nombre querría acordarme, son extraordinarias, después de haber colaborado intensamente, nuestros ínclitos vecinos, a su prosperidad. Consuélense al saber que la traducción del árabe es demasiado literal, ya que "mil y una" significa "muchas". Supongo que la buena de Scheherezade hubiese preferido tener un plasma para contar los cuentos, pero?

No sé qué nos arreglarán antes los fiscales


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2017/05/16/arreglaran-fiscales/1181478.html

La verdad es que los dos problemas más importantes del país para la mayoría de los parlamentarios parecen ser Venezuela y cómo repartir las cenizas de aquel señor caído en Cuelgamuros entre los múltiples deudos que reclaman sus reliquias.

En el caso venezolano, sin ánimo de delinquir ni ofender, ni mucho menos de llamar la atención de la fiscalía, tengo para mí que parte de la izquierda ha tratado de actuar mediando en un conflicto complicado, porque las razones de ambas partes se usan para embestir y no para invertir, y eso no hay torero que lo consiga. Por otro lado, los ricos y los pobres que se fían de los ricos, son tan burros por la cabeza como el sargento que manda en el país a toque de corneta. Pero ya está muriendo gente. Rajoy y sus tuiteros lo saben cuando lanzan sus capotazos sobre las ondas hertzianas del país para ocultar lo inconveniente.

Para lo del señor de Cuelgamuros, ya hay soluciones potentes en las redes sociales; la más posibilista puede ser que un periódico nacional puje por las cenizas y, en los dominicales, en vez de dar cupones para sartenes los dé para conservar un sobrecito de sus restos. Si la mercadotecnia de la empresa es hábil, proyectará distribuir altarcillos impresos en 3D para honrar las reliquias a precio razonable, dependiendo del material utilizado para el ornamento y un variado catálogo de reclinatorios.

Como ven, también he caído en la trampa, no he escrito nada sobre el fisco, los fiscales, los paraísos fiscales, el canal de Isabel II, Ignacio González y demás hierbas. Recordemos que la palabra fiscal deriva de la latina fiscu(m), "cesta de mimbre o de junco", que usaban para recaudar los impuestos, Por lo tanto, confiscar, no era más que "echar al cesto del Estado" o de quien sea. Más de dos mil años después, en las iglesias se sigue pasando el cesto recaudatorio, como ha de ser.

Centrémonos en el paraíso fiscal y nos vienen a la mente los evasores fiscales, con ganas de que el fisco les eche el guante. ¿Siempre son islas paradisíacas? En realidad parece ser un error de traducción ya lexicalizado. En origen dicen que la expresión es Tax Haven, literalmente Refugio Fiscal, pero se atribuye el error de traducción a nuestros vecinos franceses, quienes confundieron la palabra original haven (refugio) con Heaven (cielo, paraíso) dando lugar al termino francés Paradis Fiscal, del que lo tomamos nosotros. Se non è vero è ben trovato.

Aún y así resulta curioso ver cómo, a pesar de este posible error, uno y otro concepto vienen a reflejar la misma idea, ya que un sitio donde alguien se refugie de Hacienda bien pueda considerarse un paraíso. Parece ser que la asociación de ideas le jugó una mala pasada al traductor inicial. Curiosamente, concluyo, no veo defendidos mis derechos ciudadanos por algunos de nuestros fiscales, poco resueltos a saber qué pasa en los paraísos o en los refugios del fisco.

09 mayo 2017

¿A qué espera Rajoy para tratarnos a todos igual?


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2017/05/09/espera-rajoy-tratarnos-igual/1179203.html

Me parece estupendo que cada voto de un diputado canario o del PNV salga por unos cientos de millones, espero que repercuta en los servicios que reciben mis amigos que viven por allí y que los disfruten con salud. Me gustaría que el presidente Rajoy -igual que me hubiese gustado que sus predecesores en el cargo lo hubiesen hecho- pensase, también, en el hecho de que muchos cavilamos y llegamos a la conclusión de que, si no hay fronteras, el documento que llevo en mi cartera para identificarme en Bilbao, Córdoba, Alicante o Lugo es un cromo que lleva mi foto, un número y una dirección, quién sabe si la correcta. Soy consciente de que la igualdad de derechos del artículo 14 de la Constitución me otorga ciertas, pocas, garantías; por eso le pediría al presidente que los votos de todos los diputados valiesen lo mismo y no fuesen las rondas de copas pagadas por el ministro Montoro las que marcasen las diferencias entre convecinos.

¿Qué quieren que les diga?, no estoy de acuerdo con el régimen foral de origen medieval del País Vasco y Navarra, me parece un anacronismo; pero sé que tengo que respetarlo, porque Alfonso XII lo firmó en 1878 al acabar la II guerra carlista y a partir de entonces sus diputaciones forales recaudan los impuestos que ellos diseñan (salvo IVA?) y destinan un cupo a ceder al Estado negociando cada cinco años. Esta teoría está recogida en la Constitución del 78 y reconocida por la UE y sus tribunales, por lo tanto nada que objetar y pongo punto en boca, no rehabilitaré a Franco que los suspendió en Vizcaya y Guipúzcoa -por no acatar su ley- y los mantuvo en Álava y Navarra, por su fidelidad al régimen.

Pero no me quedo tranquilo con los resultados, porque tanto me da quién cobre los impuestos, Madrid o la diputación correspondiente, simplemente quiero que se cobre y se pague lo mismo. A ser posible que pronto podamos pagar los mismos impuestos que los alemanes. El ejemplo de mi desasosiego, sin ningún ánimo de demagogia barata, se puede señalar con pocos números y redondeando. Andalucía gasta en educación el 25% del presupuesto y 750 euros por cabeza, el País Vasco el mismo porcentaje y 1.200 euros por barba. Son las dos comunidades con mayor porcentaje de gasto educativo con datos aproximados, pero que pueden ilustrar la capacidad de inversión de cada territorio y, por lo tanto, los servicios de sus vecinos.

En el País Vasco los 535.000 pensionistas disfrutan del copago farmacéutico que nos regaló el PP en 2012; pero allí cuentan con el respaldo de un fondo de compensación que les permite, en los casos de rentas más bajas, recuperar el dinero abonado por la compra de los fármacos, 300.000 devoluciones de copago en tres años, por un montante de 20,5 millones de euros, no solo para pensionistas con rentas bajas, sino para parados sin subsidio, rentas de inserción, inmigrantes irregulares. Estaré dispuesto a creer que allí se gobierna mejor, que no hay evasión fiscal ni ingeniería financiera, que no hay economía sumergida y que no se vota al PP; todo bien, hasta que los nacionalistas les venden el voto al PP en Madrid.

02 mayo 2017

El 2 de mayo y Lluís Llach me indigestan


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2017/05/02/2-mayo-lluis-llach-indigestan/1176942.html


Me pasa con frecuencia, no entiendo las revueltas patrióticas, no creo que en 1808 me alinease con los curas sublevados contra el francés. Es una pena que Lluís Llach no hubiese escogido esta fecha para sus gloriosas declaraciones sobre su soberanía, su independencia y qué hará con la memoria del abuelo Siset y la estaca que todos contribuimos a que cayera para que él pudiera seguir vendiéndonos discos y entradas a los conciertos; pero mejor no hacer caso a estas fantasmadas, si no pasan de anécdota a categoría. De lo contrario, habría que tirar otra estaca, si toca lo intocable, la libertad.

Con el 2 de mayo, con Daoíz y Velarde, con las guerrillas de patente nacionalcatólica, y demás aventuras me pasa algo parecido, me lo creí en su momento -de niño- y crecí un tiempo sin ponerlo en duda hasta que pasó lo que pasó y, por fin, leí y supe que lo cierto es que la guerrilla estaba integrada por desertores cercanos al bandidaje, por campesinos, curas absolutistas.

Para empezar, muy pronto confirmé que el bueno de Goya era un afrancesado de libro y que las imágenes que nos inoculaban - La carga de los mamelucos y Los fusilamientos del 3 de mayo- no eran la narración de la valentía y el heroísmo de un pueblo. Dicen que cerca de 500 muertos en 48 horas, en nombre de la épica y el romanticismo, sin que se cuenten entre ellos ni un duque, ni un humilde conde, ni un simple señorito. Nadie crea que eso lo pintó Goya cuando ocurrieron los hechos, movido por un sentimiento patriótico. Lo pintó seis años después, cuando Fernando VII retomó el poder, en 1814, cuando Goya le comunicó al gobierno "su deseo ferviente de perpetuar por medio del pincel las escenas de nuestra gloriosa insurrección contra el tirano de Europa". Goya estaba señalado como traidor así que se libró de esta manera de la muerte.

Todos baleados por los franceses que llevaban un mes allí, a mesa y mantel, porque el bobo de Fernando VII esperaba su reposición inmediata, es decir, nada de levantamiento heroico, solo un Madrid vendido a la matanza y el desastre por dos borbones geniales, Carlos IV y Fernando VII. Es cierto que el francés levantaba ampollas; pero los que se paraban a pensar un ratito, querían que la Ilustración llegase a España y por eso los preferían antes que a los lisiados de la flor de lis de los borbones.

Lo fundamental es que, gracias al agobio de Goya, conservamos pintura antibelicista, de la guerra como el mayor de los horrores. Ni ejércitos épicos, ni soldados heroicos. Solo hombres, vecinos, con el espanto en el rostro. En fin, que ni el pueblo fue una piña ni todos estaban en contra de Napoleón, ni el conflicto fue el mismo en toda España, ni los guerrilleros ni las élites estaban de acuerdo sobre qué régimen político apoyarían. Solo un país dividido entre absolutistas y liberales.

25 abril 2017

Algún día habrá que recuperar la vergüenza

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2017/04/25/dia-habra-recuperar-verguenza/1174693.html

"Que el príncipe no se preocupe de incurrir en la infamia de estos vicios, sin los cuales difícilmente podrá salvar al Estado".

El príncipe, Maquiavelo.

No sé qué más habrá pasado hasta hoy martes, pero estoy viendo a la ciudadanía enardecida, enervada con los casos de corrupción recién asomados a la justicia, a los votantes de los presuntos culpables denunciando e indignándose en los autobuses, en los bares, esperando el turno de la pescadería; no se habla de otra cosa, el pueblo municipal y espeso se reafirma en que, a estos que se lo llevaron crudo, no los votarán ni los vecinos de la escalera. Una pena, no tienen vecinos de escalera, ni de portal, solo de nube financiera, porque la política ya no da más de sí.

Ya supongo que el burdo intento de ironía no les ha convencido; pero las malas prácticas llevan siglos de historia y parecen inherentes al ser humano. En el fondo, ¿lo que ocurre hoy es tan grave?, ¿es y ha de seguir siendo así, toree quien toree?

Tenemos ejemplos, no en democracia, pero ejemplos. En el reinado de Ramsés IX, 1100 (a.n.e.), en Egipto, se documenta el Tebasgate, cuando Peser, antiguo funcionario del faraón, denunció a una banda de profanadores de tumbas.

En la Grecia clásica y en la descontrolada Roma imperial, no nos detendremos, Demóstenes o Pericles visitarían hoy la Audiencia Nacional; ya dijo Cicerón: "Quienes compran la elección a un cargo se afanan por desempeñar ese cargo de manera que pueda colmar el vacío de su patrimonio". De Julio César se recuerda "La ropa de sus gobernadores estaba llena de bolsillos".

En la Edad Media tampoco nos deleitaremos, ya sabemos que en aquel momento robar pasa a ser pecado católico -de los de confesarse y hacer tabla rasa-, los impuestos feudales no eran más que protección mafiosa a cambio de algo de tierra prestada.

Dante sitúa a los corruptos en el octavo círculo del infierno de la Divina Comedia, pero sufrió el exilio por sus chanchullos, prevaricaciones y cohechos y el papado de los Borgia merecería una antología de la amoralidad.

Pasamos de largo por la bancarrota de nuestros siglos de oro, para recordar cómo la llegada de Robespierre trajo un breve aire fresco, el jacobino Saint-Just se vio obligado a reconocer que "nadie puede gobernar sin culpas". Napoleón concedía robar un poco y administrar con eficiencia.

La llegada de la revolución industrial aumentó las prácticas ilegales, Madame Caroline, protagonista de El dinero, de Émile Zola, retrata sin piedad las costumbres de la época: "En París el dinero corría a ríos y corrompía todo. Winston Churchill asiente que "un mínimo de corrupción sirve como un lubricante de la máquina de la democracia".

Rajoy tiene enciclopedia y banquillo para aburrir, pero el esclavismo, los señores feudales, el antiguo régimen, todos han pasado a mejor vida; arrieritos somos.

Y Wert volvió, como McArthur, para sacar pecho


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2017/04/18/wert-volvio-mcarthur-sacar-pecho/1172356.html


Yo, en el Congreso, soy un portento de humildad. José Ignacio Wert (22 de octubre de 2013)

Ha pasado casi un mes y me prometí estar callado, no lo he conseguido. Fue ya al final de marzo, a iniciativa de Unidos-Podemos y aún no entiendo la razón, cuando el ínclito llegó convocado a la subcomisión del Congreso encargada del Pacto Educativo a la que van acudiendo representaciones sociales, sindicales, científicas y demás, para dar su opinión sobre cómo ha de ser el necesario acuerdo, pero a los convocados se les supone la voluntad; llamarlos para darles un altavoz de lujo y que se hagan propaganda, es tontería; es más útil que se la paguen en la prensa.

Aunque no se lo crean, en toda su comparecencia no se refirió -ni en su exuberante exposición ni en las respuestas- a la Lomce, no la nombró ni una vez, solo habló de sus logros, sus preocupaciones, sus esfuerzos y la desgana del resto de los partidos empeñados en hacerle la puñeta. Pero hubo autocrítica, no se crean que este portento de humildad no es capaz, confesó que por culpa de la crisis, "hubo muchas decisiones subóptimas", a ver si ponen este palabro en la selectividad de este año, y qué dicen los correctores, no sé si se incluye entre los malentendidos de las evaluaciones o reválidas, a remojo por lo de ahora.

Por cierto, sí fue preguntado por estas paralizaciones, si le afectaban y no dudó en afirmar que "a mi edad, no me siento desacreditado por nada". Ancha es Castilla, paisanos y paisanas; ya que tenemos una edad -o dos edades- podemos decir y hacer lo que nos venga en gana, tenemos patente de corso, por lo menos él la tuvo para llenar la sesión de gráficas y porcentajes para maquillar su ley en un "período de extraordinaria dificultad", un "periodo de restricción fiscal", un decir, él pasaba por allí.

Es una penosa desgracia ver que gracias a él el profesorado en los centros y, lo que es peor, el que se prepara para opositar trabaja con unas normas rígidas en las que la innovación y las metodologías activas aparecen en un anexo, de página y media, de una orden posterior de 2015 en la que se ofrecen orientaciones para facilitar el desarrollo de estrategias que permitan trabajar por competencias.

Fíjense en un par de detalles, por favor, la ley tiene 64 folios, en todos ellos la palabra innovación aparece nombrada en 4 ocasiones y la palabra evaluación, 180. ¿La ley estaba pensada para el progreso y el futuro? Seguramente sí, pero no de la enseñanza pública. Un burócrata solo podría estar pensando en más burocracia, no en espacios para el trabajo colaborativo, sino en cientos de páginas para evaluar estándares de aprendizaje. Decenas de tablas cuya repercusión real en la práctica docente es el aumento de burocracia.