19 julio 2011

El tutor en la ESO: hay gente pa tó

Se abrió cierta polémica en la prensa sobre las tutorías en la ESO, es decir, sobre esa hora semanal que el responsable de un curso de adolescentes pasa a solas con ellos, con los alumnos sobre los que tiene mayor responsabilidad. 

Recuerdo, mejor dicho, no recuerdo la figura del tutor en la juventud del largo y viejo bachillerato, la relación profesor-alumno era la de él mandaba y tú obedecías, él decía lo que tenías que vomitar en el examen y, si tú lo hacías, aprobabas, si no lo hacías, suspendías. Solamente en casos de gamberrismo lindante con la delincuencia, la familia era avisada, normalmente para imponer las raciones complementarias de bofetadas y castigos. 

Como se sabe desde hace siglos, lo complementario es lo que falta para la perfección, podríamos concluir que aquello era perfecto, tres elementos del conjunto que se ignoraban y configuraban la tríada, el triunvirato ideal. Uno de los vértices salía seriamente perjudicado, el otro infravalorado, pero qué le vamos hacer, la vida era así. 

Con el tiempo, con algo de modernidad y democracia -que siempre ayudan- las familias comenzaron a tener derecho a ser informadas, a saber cómo le iba a su retoño, podrían visitar al tutor y preguntarle si le premiaba o le castigaba, si necesitaba clases particulares o ya era un desecho de quirófano educativo. El tutor pontificaba examinando -en el mejor de los casos- su libreta de anotaciones o se fiaba de su intuición para saber quién era el hijo de la madre que tenía delante y ella de marchaba tranquila o bajando santoral del cielo al tiempo que se defecaba en la familia más directa del tutor. 

Cierta mejoría hubo entonces, se franqueaban las puertas del sancta sanctorum de la sabiduría, aunque fuese para recibir aceite de ricino en dosis proporcionales a las facultades intelectuales de su hijos. 

Pasó más tiempo y el tutor, por fin, pudo acceder -si puso voluntad en ello- al conocimiento más directo del grupo de alumnos a su cargo, de organizar ciertas actividades conjuntas, de diseñar un sociograma, de averiguar si hay maltratados, marginados, genios o hiperactivos, de saber quien es el líder, de establecer contactos individuales y de conocer enfermedades leves como una miopía o hechos graves como una agresión sexual en el propio domicilio y poder acudir al juez. 

Les podría parecer exagerada esta descripción, pero como le dijo el torero a Ortega -al saber que era filósofo- hay gente pa tó, pero ese aparente ratito de ocio, la hora de tutoría, ha sido muy beneficiosa para el sistema, ha salvado embarazos no deseados, abandonos escolares prematuros, relaciones personales, problemas de salud...en resumen, ha implicado mucho más a los profesores en sus relaciones con los alumnos. 

En Madrid, en el Madrid de Esperanza Aguirre, ya no necesitarán esa hora de convivencia, se dedicará a chapar más geografía o más química. No sé yo qué puso la presidenta en su balanza para eliminar al tutor, pero yo sí les cuento que guardo algún buen recuerdo de algún profesor, por sus conocimientos o pericia al impartirlos, pero raro fue al que volví a saludar por la calle. 

Pregunte hoy usted a los profesores si sus exalumnos les paran, les saludan, les siguen haciendo partícipes de sus progresos en los estudios, en el trabajo...en su vida. No creo que esa horita semanal sea la única causa, pero algo ayuda. 

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13 julio 2011

Lapsus y bulos educativos

El conselleiro de Educación concedió hace días una entrevista a una emisora de televisión dependiente de un medio de comunicación escrito. Entre un evidentemente y otro evidentemente el conselleiro va dando paletadas de cal y de arena tratando de justificar las políticas restrictivas y privatizadoras en materia de dotación de profesorado y se despachó, en dos ocasiones, con afirmaciones que ponen de manifiesto sus deficiencias a la hora de tocar de oído en las materias de su competencia. Habla, por ejemplo, de que los niños y niñas gallegos deberían obtener mejores resultados en comprensión lectora y en comprensión escrita: señor conselleiro, lo que se lee es posible leerlo y comprenderlo porque está escrito, seguro que usted no conoce textos que se puedan leer sin estar escritos, a usted le suena lo de la comprensión oral y la expresión escrita, pero no dude que los profesionales que llevan esto de enseñar a la práctica conocen perfectamente el proceso de las cuatro competencias: entender, hablar, leer y escribir, es decir las dos comprensiones y las dos expresiones. En resumen, un poco de rigor por parte de quien le prepare los guiones antes de que llegue la hora de presentarlos a la opinión pública. 

Y en relación, también, con la opinión pública; recientemente acabamos de conocer los resultados de la Evaluación General de Diagnóstico de 2010, unas pruebas que en todas las CCAA el Ministerio lleva a cabo con 30.000 alumnos de 2º de ESO, 4.500 profesores y 850 directores para tomarle el pulso a la marcha del sistema. Los titulares fueron escandalosos, fueren los medios que fueren, y sus variadas líneas editoriales se despacharon a gusto contra el sistema vertiendo interpretaciones totalmente ajenas a las realidades que arrojaban los números que reflejaban resultados en competencias lingüísticas, matemáticas, medio social y natural. 

Los resultados están expresados en una escala de valor medio de 500 puntos, que es el promedio del conjunto de España, y nos encontramos escasas diferencias entre comunidades (547- 428). 

El informe concluye que la mayor influencia en los resultados no la ejerce el centro escogido para estudiar ni la comunidad autónoma en la que se viva sino las propias expectativas educativas del alumno y lo que ocurre dentro de la escuela y del aula y el índice del contexto social, económico y cultural que rodea al estudiante (ISEC). 

En este contexto, el informe asegura que obtienen mejores resultados aquellos estudiantes con mayores expectativas, (Formación Profesional de Grado Superior o Universidad) que los que planean abandonar los estudios al acabar la etapa obligatoria. Los resultados empeoran en la medida en que los alumnos repiten 1 o 2 veces el mismo curso. El sistema educativo debe tener más flexibilidad ya que no existen expectativas de mejora en los resultados educativos del alumnado repetidor. Asimismo los resultados mejoran si el estudiante está rodeado de personas con niveles educativos más altos (hasta 80 puntos) sin mentar, por supuesto, la ocurrencia genética del informe de la CEOE. En menor medida otros factores son detectados, como el número de libros en casa, que puede llegar a provocar diferencias de hasta 70 puntos. 

El lugar de nacimiento influye muy relativamente: las diferencias de rendimiento entre los alumnos nacidos en España y los extranjeros oscilan entre los 31 y los 42 puntos. 

En resumen, nada que ver con el apocalipsis pregonado a los cuatro vientos en el que la escuela es un nido de niños retrasados y profesores vagos, sacándole punta a un conflicto latente en la escuela pública en Galicia y con elecciones a la vuelta de la esquina. Vayan a las fuentes: http://www.educacion.gob.es/horizontales/prensa/notas/2011/07/evaluacion-diagnostico.html. 

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05 julio 2011

El conselleiro de Educación es un patrón más

Imagínese que su jefe le escribe una carta, puede ser la del despido. Pero usted en principio no parece alarmarse, en su puesto es frecuente que le envíe circulares más o menos burocráticas e, incluso, felicitaciones navideñas. Si hubiese peligro de despido, siempre tendría que haber constancia del tan temido recibí, que anuncia el finiquito. ¿Se han parado a pensar en lo que significa esta palabra aquí y ahora? A pensar, no en las películas americanas en las que todo blas pide la cuenta y se va a otra ciudad a buscarse la vida y el guionista no siempre nos dice si la encuentra o se mata en el camino.




Pero esta nos llega por correo electrónico, no parece mayor peligro, es más fácil de reciclar -qué jefe más majo tenemos- él y nosotros sabemos el destino de estas misivas, es mejor que no se impriman.



Aún así, puede ser que esta sea especial, llega en un momento de conflicto, hay puestos de trabajo en el aire y la cosa está que arde porque aún encima los de los sindicatos están echando leña al fuego contra el patrón convocando algaradas, con sus pancartas y sus coplas megafoneadas, metiéndole el dedo en el ojo al jefe. En fin que no sé qué hacer, en el trabajo hay curro pendiente -para hacer fuera de jornada y sin que me lo paguen-y en la calle me llevan los demonios para estar con el resto.



Algo parecido estaba pasando estos días pasados con trabajadoras, mayoritariamente, en el textil, en la cerámica, en el telemarketing, en la enseñanza.



Seguramente padeció usted las consecuencias en Coruña, en Vigo o en Santiago, se cabreó en el coche y echó pestes contra tanto sinvergüenza que tenía que estar trabajando, como usted.



Vaya hombre, también está usted indignado, pues casi mejor que acampe usted su indignación y que se relaje, que le puede dar un pallá con tanta indignación.



La verdad es que poco se puede hacer para criticar esos despidos, los bienpensantes dicen que sí, que hay que trabajar más; pero ¿quiénes? ¿Por cuánto al día o a la hora? ¿Hasta cuándo? ¿Qué pasa con los que quieren y no pueden?...



La verdad es que en todos los conflictos de estos días la solución pasa por la presión casi violenta, por comunicarle al patrón que sus capacidades reproductivas se van a ver perjudicadas si sigue comportándose así, repartiendo dividendos y despidiendo trabajadoras.



Un caso quizá especial es el de las profesoras, son inmensa mayoría, mandarán a la calle a más de 1.000 y modificarán, reajustarán o ampliarán el horario a más de 30.000. La carta que les envía su jefe les agradece los servicios prestados -se supone que a las que echa a la calle-, les dice que gracias a ellas y a ellos las cosas van muy bien, pero que tienen que comprender que todo tiene que salir más barato en la enseñanza pública, porque entre otras cosas, la patronal privada quiere más negocio. La amenaza queda hecha y a partir de ahí que cada palo aguante su vela, pero que su trabajo es muy importante y que no se deje engatusar por los liantes de siempre.



Los receptores se indignan más, están al límite porque no sacan adelante con los medios que tienen el trabajo que les entra: alumnado nuevo, con necesidades educativas especiales, inmigrantes o porque en la escuela rural se ven acosados por la despoblación a punto de echar el cierre.



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28 junio 2011

La CEOE y la manzana de Eva

Esto de que partidos y organizaciones de todo tipo dediquen a sus intelectuales orgánicos a la producción de ideas, de ocurrencias, de maldades y toda suerte de ideas, causa la impresión de que, en primer lugar, ahí dentro hay los que piensan y los que no piensan, algo per se peligroso, porque podemos encontrarnos en manos de gentes que no piensan y que simplemente replican lo que oyen o, en segundo lugar, podría ser que los encargados de pensar andan todo el día con el peyote puesto, esos son los que nos dictan las consignas. 

Tal parece que les pasa a los de la CEOE y su chiringuito para parir teoría de la buena. Como la genética está de moda y sus múltiples aplicaciones se extienden como reguero de pólvora, dijeron sus eruditos, ¿por qué no vamos a aplicarla a algo que nos venga bien para el negocio? Pudieron haber empezado por los problemas de las familias reales -las de los reyes, digo-, tantos siglos liándose entre ellos y ellas, entrelazando sus apellidos, que al final todo el mundo dijo en los libros de historia que Carlos II el hechizado era tonto e impotente por tanta conyunda endogámica. 

Podríamos dejar a los austrias y pasar a los borbones y llegar a conclusiones similares, pero seguramente en la última generación se dieron cuenta de que la cosa ya no iba a funcionar así e implementaron la educación de los sucesores de forma más científica, la formación y la interrelación con el medio como posible solución a las taras genéticas se están poniendo a prueba. 

Algo parecido ocurre con el cruce de pedigrí pijo, en su ciudad, por ejemplo, ¿no observaron que esos revoltijos de apellidos cuádruples con los que infligieron a sus hijos los señoritos de toda la vida traen como consecuencia taras insalvables; que ustedes mismos los tuvieron de compañeros de pupitre y eran tontos de baba, sin remedio? 

En resumen, la genética importa, pero no tanto; incluso estamos demostrando que los tarados de solemnidad de toda la vida, de las mejores familias, pueden tener solución gracias a la ciencia, a la educación y al mestizaje. Lo que tiene delito es el estudio, es un decir, de la CEOE. Es que para qué nos vamos a matar a enseñar a los pobres si, como ya son pobres, nunca van a echar nada de menos y además la resignación es la virtud más característica de su clase social, pues eduquemos a los ricos, a la elite de siempre, que no nos va mal así, que si hace falta mano de obra barata ya la traeremos de los negros, que aún tienen menos genes y más defectuosos. 

Pasa después el estudio a analizar el papel de las mujeres como docentes, no entra en el detalle de que siempre fueron mano de obra barata, porque siempre fueron el segundo salario de la casa, y hace la observación de que desde que son maestras y madres la cosa ya se desmadra. Lo ideal siempre fue que las maestras fuesen monjas o seglares célibes, esas sí que con su exclusividad conseguían que las niñas fuesen buenas esposas y buenas fregonas. 

Para mayores encomiendas ya estaban los hombres -los curas también-, para ser profesores en el instituto y en la universidad. 

En este país y con este modelo productivo parece que es de recibo que tengamos los resultados que tenemos, pues se siguen sosteniendo en el creacionismo y en el sexismo en perfecta armonía para propiciar la salida de la crisis económica. La educación ya vemos que les importa un bledo, la manzana de Eva es la que marca tendencia. 

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21 junio 2011

Los pecados capitales del conselleiro de Educación

La educación hace al pueblo fácil de dirigir,




pero difícil de manipular, fácil de gobernar,



pero imposible de esclavizar.



(Maquiavelo)



Hace unos días en una cena algo protocolaria, comensales de una de las mesas resolvieron a la hora de los postres remover viejos conocimientos del catecismo escolar católico usado como prueba llave para acceder a los 9 años al bachillerato. Evidentemente los más jóvenes ignoraban preguntas y respuestas -incluso el significado de algunos de los conceptos mentados- y aún en los más maduros hubo lagunas imperdonables a la hora de recitar viejos listados, sobre todo teniendo en cuenta la pericia didáctica de los viejos adoctrinadores.



Entre las lagunas más destacadas triunfó en la noche la de la lista de los pecados capitales y las correspondientes vacunas-virtudes; al final y con la ayuda de algún móvil conectado a internet, los buscadores nos sacaron de dudas para completar ambas listas. Vinieron luego las risas y las aplicaciones prácticas ¿quién es el más pecador?¿quién el más virtuoso? Como no era cosa de que la noche acabara mal, se buscó mártir fuera del escenario y hete aquí que el conselleiro de Educación y su presidente estaban en boca y mente de los presentes por el anuncio de recortes en el servicio público educativo.



Empezó el examen de conciencia con la IRA, ahí sí que nos declaramos culpables, el cabreo y la indignación con la administración que incumple acuerdos que mejoraron la enseñan a pública desde 2007 modificando el número de horas de dedicación del profesorado para actividades que repercutían claramente en beneficio del alumnado; todo deja poco espacio para la PACIENCIA. Sin suda el demonio Amón, el marqués del infierno y sus cuarenta legiones nos poseían. Pero la SOBERBIA es otra cosa, esa sí que la tienen, esa pequeña diferencia de votos en las elecciones autonómicas y la prepotencia con la que se usa la mayoría es, sin duda, símbolo de falta de HUMILDAD, que sí, que se puede tener la razón, pero que se puede convencer en vez de vencer, que se puede dialogar; pero con ese ombligo tan sobredimensionado es imposible, de continuo se lo observan con deleite. No en vano dicen que Lucifer es el demonio que les inspira. La GULA y la AVARICIA les subyugan, lo quieren todo y lo quieren ya, les haga falta o no, representan lo privado, los negocios rentables y a corto plazo, para los menos favorecidos siempre quedará esa especie de beneficencia en la quieren convertir la escuela pública, mientras favorecen los intereses de las patronales del sector, Belcebú y Mammón les tientan a pecar sin que les queden fuerzas para la TEMPLANZA Y GENEROSIDAD, para hablar con padres y profesores.



La LUJURIA y la PEREZA son sin duda pecados del ámbito privado, pero yo creo que en este caso sí tienen un componente público y me explico; lo que se dice vagos no son, entran a saco, pasan el rodillo, caiga quien caiga y desprecian cualquier tipo de pacto o acuerdo, es decir, para eso sí son perezosos, les cuesta sentarse y reflexionar, para hablar de cómo se organizan los tiempos escolares, de cuántos profesionales y con qué perfil se precisan.



Por otra parte, el lujurioso no busca la relación natural, civilizada, respetuosa, busca el dominio, el placer egoísta y yo no veo CASTIDAD política en estos populares gobernantes, veo onanismo.



La ENVIDIA lleva a la mentira compulsiva, lleva ala difamación, al desprestigio del antagonista, a la degradación moral por antonomasia, lleva a decir que sus empleados, los profesores, son una panda de vagos y maleantes, aunque estén sacando adelante un sistema público educativo sin ayuda de nadie y menos de sus gobernantes populares.



Para terminar también con Maquiavelo, recordemos aquello de "Todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento".



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14 junio 2011

El Cristo de la vega

Hace pocos días, un compañero extremeño, discreto, siempre alerta aunque no lo parezca, silencioso, en un debate trascendente me dijo, para que se oyera, algo así como que cuando el pueblo dice que hay que sacar al santo para pedir agua y el cura dice que no está de llover, es mala cosa. El dicho tiene su enjundia conservadora, pero realista, nos deja en el lugar, seguramente no muy bueno, de los más papistas que el señor arzobispo. Y no me sean malpensados, que el santo del que hablo no es Rubalcaba, ni el cura es Rajoy.




Ya sabemos que este país no tiene mucho remedio; para la crisis, sí, no se me preocupen por los pepinos; pero para el asunto ese del pensamiento, andamos un poco lentitos; si hay que echar una maldición, de inmediato nos acordamos de los patucos del niño Jesús o nos subimos al tejado del pajar para retar a dios a ver si tienen dos asuntos como cualquier hombre y baja a discutir las razones por las que él tiene que soportar un pedrisco que le arruina la cosecha.



La verdad es que creo que fue Galdós uno de los que recordó la clásica imagen de los españoles y los curas, siempre corremos con ellos, unas veces detrás y otras delante. Sin embargo creo que, aunque nos quieran convencer de lo contrario, en la actualidad alguno puede tener las visiones que prefiera persiguiendo sotanas y algún purpurado puede vivir en la paranoia de que cualquiera con pinta de acampado quiere colgarlo del campanario de la iglesia en llamas.



Pero la verdad es que la cosa se va llevando mal que bien en el terreno privado, estamos en época de primeras comuniones, y las catequesis rebosan, o no, y los restaurantes para los convites hacen lo que pueden para captar clientes menesterosos y esclavos de la convención social. Por cierto, y hablando de las BBC, una madre universitaria y cultivada se sorprendía de que las clases de religión no se convalidasen con el catecismo parroquial, porque le estropeaban el horario del fin de semana, le pregunté de qué religión me hablaba, porque en la escuela pública de estos andurriales se impartían, por lo menos, tres distintas. Ante lo cual fuese, y no hubo nada, como dejó dicho Cervantes, a todos los efectos que a servidor le vengan bien.



El caso es que, hablando de cristos, Camps, Cotino y compañía les pusieron uno a los diputados levantinos para que jurasen -los imputados por ser ladrones también- que serían buenos, honrados y se adornarían de los demás atributos predilectos de los próceres de cualquier patria que se precie sin problemas de sastres, gurteles y demás fantasías.



Es una pena que la imagen expuesta a los diputados no fuese la del Cristo de la Vega, aquel que repone el honor de Inés, puesto en duda por Don Diego en A buen juez, mejor testigo:



"Jesús, hijo de María,



ante nos esta mañana



citado como testigo



por boca de Inés de Vargas,



¿juráis ser cierto que un día



a vuestras divinas plantas



juró a Inés Diego Martínez



por su mujer desposarla?"



Asida a un brazo desnudo



una mano atarazada



vino a posar en los autos



la seca y hendida palma,



y allá en los aires ¡Sí, juro!,



clamó una voz más que humana.



Una verdadera pena que no se hubiesen repartido ejemplares de la leyenda de Zorrilla en las tomas de posesión, a lo mejor alguno se arrepentía y se daba media vuelta por miedo al castigo del más allá por falso testimonio.



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07 junio 2011

Vuelta al pasado

Desde hace varios meses se vienen estrenando eventos que recuerdan la muerte de Valle-Inclán hace 75 años, enero de 1936, y se aprovecha la ocasión para desempolvar entrevistas, manuscritos...Es una pena que ese goteo informativo y documental esté impidiendo estudios, publicaciones y conclusiones que vayan redondeando una biografía y obra tan importantes para la literatura española, y que tengamos que ir consumiendo poco a poco esas dosis que nos van prescribiendo los que pueden hacerlo mientras quieran que todo siga así.

Es costumbre en este folio echar mano de Luces de bohemia de vez en cuando y recordar, por ejemplo, ahora la escena en la que el poeta maldito y ciego, Max Estrella, se cabrea y se lamenta que intenten explotarlo malbaratando los libros que intenta revender para sobrevivir y para los que Don Latino no encuentra mejor postor, la ley de la oferta y la demanda a principios del siglo pasado.

MAX: ¿Qué sacaste por los libros, Latino?

DON LATINO: ¡Tres pesetas, Max! ¡Tres cochinas pesetas! ¡Una indignidad! ¡Un robo! (...)

DON LATINO: Max, si te presentas ahora conmigo en la tienda de ese granuja y le armas un escándalo, le sacas hasta dos duros. Tú tienes otro empaque.

Una sociedad que nos parece rediviva cuando abrimos los periódicos por las mañanas y que amenaza con convertirse en el pan de cada día, en una especie de regreso al pasado sin vergüenzas, planificado y con los peones, alfiles, caballos y torres bien situados en la estrategia para el ataque y defensa de rey y reina hasta que el desarrollo de la partida les demande actuación.

Y ya que hablamos de viejos tiempos, de la vieja España, no es perdonable pasar por alto sin comentar lo ocurrido esta semana al saltar a la luz ciertas publicaciones en el Diccionario biográfico de la Real Academia de la Historia. Yo creo que se exagera mucho, que se está magnificando y dando pompa y boato inmerecidos al presidente de la institución y al hagiógrafo de Franco, el medievalista Dr. Suárez, autor de la entrada y del que no oyeron hablar en su vida, encumbrándoles a los altares de la ciencia. Simplemente creo que solo hay que detenerse en la fecha, 1999, en la que se encargan estos trabajos, ¿quién es el presidente del Gobierno? ¿Quién la ministra de Cultura? Lo malo no es que en ese momento Aznar y Aguirre busquen quien perpetre la maldad, lo malo es que eso esté ya en los libros de texto de la ESO de varias editoriales. Pero la vuelta al pasado no vive solo de estas anécdotas que engordarán tertulias y profanarán memorias que en silencio han sufrido, que lentamente se han visto horadadas por larvas asesinas, años y años.

La vuelta al pasado real se lee en las páginas de economía -ya no hay páginas de laboral, ya todo es salmón- salvo algún titular que salta a la primera. Y estos días se deslizó, el tablero estaba en tablas entre patronos y empleados, hasta el día 22, las cesiones estaban hechas; pero este país aún no tiene la elite empresarial independiente que se merece, siguen al frente de los patronos los lacayos del poder político más reaccionario, esperando que salga en el BOE lo que no son capaces de conseguir en las mesas de negociación, lo quieren todo, ya y gratis. Si Valle levantara la pluma reescribiría la escena sexta en el calabozo donde se encuentra Mateo, el obrero anarquista al que aplicarán la ley de fugas y Max Estrella:

MAX: ¿De qué te acusan?

EL PRESO: Es cuento largo. Soy tachado de rebelde... No quise dejar el telar por ir a la guerra y levanté un motín en la fábrica. Me denunció el patrón, cumplí condena, recorrí el mundo buscando trabajo, y ahora voy por tránsitos, reclamado de no sé qué jueces. Conozco la suerte que me espera: Cuatro tiros por intento de fuga. Bueno. Si no es más que eso...

MAX: ¿Pues qué temes?

EL PRESO: Que se diviertan dándome tormento.

MAX: ¡Bárbaros!

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