http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2015/03/03/mitos-ritos-escuela-responsabilidad-padres/933070.html
Acaban de ser publicados en el BOE los contenidos y objetivos del alumnado que curse religión católica en la escuela pública como materia optativa y evaluable; para los que no son seguidores de esos ritos son inaceptables. Seguramente, porque hasta ahora y desde hace décadas, era una simple opción de padres y madres de las criaturas sobre lo que querían: que fuesen a la clase de religión o se quedasen leyendo en la biblioteca.
Para los afectos a esa disciplina, supongo que serán los deseados, de otra forma sería incomprensible que matriculasen a sus pequeños y pequeñas en cualquier asignatura confesional y el porcentaje disminuyese a medida que la prole crece e influye en la elección.
Manden la vista atrás los más maduros para recordar que los sábados por la mañana había que ir al colegio para estudiar historia sagrada, en el mejor de los casos, ya que las misas semanales, las novenas, el mes de mayo? a muchos y muchas no les sonarán extraños. Tampoco les sonará lejos aquel código de preguntas y respuestas, incomprensibles todas, que era el catecismo, imprescindible para superar la prueba de ingreso en el bachillerato, previo paso por la primera comunión. Creo que hoy no sería capaz de responder correctamente a ninguna de las misteriosas preguntas que guardaba aquel cuadernillo.
La mitología de la historia sagrada era otra cosa más entretenida, Sansón, su pelo, su fuerza y las columnas, Moisés y sus tablas de la ley, Judit y Holofernes, Noé y su arca, a fin de cuentas eran aventuras que a cualquier mocoso le gustaban tanto como La isla del tesoro o los tebeos del Capitán Trueno. Lo malo era el mensaje del pecado, del infierno, del peligro de las mujeres?era lo que carcomía las entrañas.
A partir de ahí, y comparando con los nuevos sucedáneos de catequesis en las escuelas e institutos que nos prometen, veo más peligro. Antes no nos hablaban de aborto, eutanasia, ni de homosexualidad, ni de libertad, ni de sexo seguro; el problema es que ahora tampoco, y si la Conferencia Episcopal que redacta el contenido del BOE persigue algo es disciplinar a su auditorio coartando su libertad de pensamiento, su condición de ciudadano libre, sea aquí de forma más o menos sibilina, sea lapidando adúlteras en cualquier región subdesarrollada.
Respetando la libertad de creencias, los chavales y las chavalas deben saber lo que se dice y se respeta en su casa, pero el Estado ha de salvaguardar su laicidad y que esas creencias -siempre y cuando respeten las leyes civiles y penales aplicables a todo hijo de vecino- se queden en el ámbito de domiciliar y del templo que se escoja.
Conocer la mitología católica es imprescindible para comprender a Teresa de Ávila; sin saber algo de la mitología griega no podremos entender El rapto de Europa o Dafnis y Cloe?Para todo esto estudiemos historia y literatura, siempre podemos separar la historia de la leyenda; peor lo tienen los profesores de ciencias, ellos y ellas chocan con Adán y Eva...y con la manzana, han de hacerles ver la diferencia entre la verdad y el mito. Los padres y las madres tienen la palabra, del Estado ya se ve que no podemos fiarnos.
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