16 septiembre 2014

Palabrejas cada vez más frecuentes

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2014/09/16/palabrejas-vez-frecuentes/879225.html

Sin ánimo de presentarme como campeón de la pulcritud he resistido la tentación de usar el término "palabro", cada vez más frecuente, al referirnos a un vocablo que desconocemos o que no estamos seguros de su corrección. La RAE creo que nos sigue diciendo que es sinónimo de palabrota.
Hoy quiero reflexionar con ustedes sobre palabras que nos están introduciendo en el vocabulario cotidiano, que están mal o no muy bien usadas. Los responsables son, somos, los que hablamos o escribimos en público; pero me atrevería a señalar como culpables de un crimen de lesa crueldad gramatical a comentaristas y tertulianos televisivos.
Por ejemplo, se habla de "postureo", podría ser o llegar a ser un neologismo que se refiere a lo que siempre hemos denominado como la "pose falsa" que adopta alguien para aparecer ante los demás como lo que no es, la de aquel que se queja de que "Marbella ya no es lo que era" y nunca llegó más allá de Ribadeo. Claro que esta situación se puede complicar, yo no sabría decir, en el caso de Pujol, cuando hay o hubo "postureo", en su incógnito pasado o en su reciente reinvención como mártir de la causa nacionalista.
También lleva su tiempo introduciéndose en nuestras vidas la palabra "implemento", cuando comencé a oírla la asociaba a lo que en gramática se llamó toda la vida objeto directo, pero observaba que los usuarios de la palabra la usaban como sinónimo de incremento, aumento? cuando en realidad solo es utensilio, herramienta? Estoy convencido de que Pujol siempre usó el implemento como incremento de patrimonio.
Una de las recientes, que más me llama la atención es "empoderar, empoderamiento"; busco y encuentro su origen inglés (empower). Pese a que tuvo un significado equivalente a apoderar en el pasado, resucita como sustituto del término apoyo, discriminación positiva de un colectivo desfavorecido o minusvalorado. Sinceramente, creo que Pujol y sus semejantes han usado el empoderamiento para otras cosas distintas.
Sigamos con la palabra "paradigma", pocos recordarán su uso en la lingüística, es lógico; pero lo que es preocupante es que quien no la use hoy un par de veces en cada una de sus intervenciones públicas esté acabado como orador o como escribano; pero no porque la palabra no exista, sino porque no entiendo su uso en secuencias como "hay que cambiar de paradigma". ¿Qué querrá cambiar este señor cuando está hablando del contexto político, económico??
Si dijese que Pujol es el paradigma de la corrupción y el saqueo, hablaría correctamente puesto que es un ejemplo real de tales virtudes.
Mas lo que ya me deja las entendederas deterioradas es el escuchar la palabra "mantra" en infinidad de contextos, que si "te molesta mi mantra", "menudo mantra tienes"? Yo siempre lo he entendido como una suerte de sílabas o palabras cuya repetición sirve para relajar o liberar la mente, relacionada con la meditación y las religiones orientales; pero ahora va ser que es sinónimo de caradura.
Ahí sí que Pujol acertó acudiendo a la consulta andorrana donde la sanadora orensana le trataba de todos sus males espirituales, del mal de ojo, puede ser que del vudú. Veremos, si llega a los tribunales, que todas estas dolencias demostrables, en su "mantra-caradura" puedan llegar a ser atenuantes.

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