Más demogogia con el PISA de adultos

Otra vuelta de tuerca se le da al nivel cultural del españolito de a pie con el nuevo informe que nos compara con los países de la OCDE y que casualmente sale a la luz, bombo y platillo, cuando Wert pasa por el Congreso con su ley, sin escuchar ni responder a nadie y hablando de lo que le viene en gana. Lamentable espectáculo prescindible, otro plasma haría las mismas funciones del ministro parlamentando en el Congreso.

En resumen, el informe valora los resultados de competencia lectora y habilidades matemáticas de adultos entre 16 y 65 años, con ejercicios sobre textos del Quijote o la factura de la luz. Sabemos que no vivimos en la Arcadia feliz, pero seguramente tampoco los resultados son catastróficos, y con respecto a que la culpa de todo sea de la LOGSE, discrepo de los demagogos apoyándome en los datos del informe.

Lógicamente Finlandia vuelve a ser la mejor puntuada (288-282 puntos) ante España (252-246) en las medias de ambas pruebas, pero después el mismo informe revela que los resultados son mejores entre empleados y titulados, vaya novedad: la tasa de paro para los españoles con competencias matemáticas bajas es tres veces mayor (28,0%) que la de los que tienen competencias altas (8,4%) y que el salario de los primeros es la mitad del de los segundos (68% frente a 155%). Vaya descubrimiento, los mayores que estudiaron la primaria saben menos y ganan menos que los más jóvenes y mejor formados.

Otro detalle relevante de Perogrullo: los hombres mayores logran resultados ligeramente superiores a las mujeres y la diferencia resulta más amplia en matemáticas que en comprensión lectora; en el caso de los más jóvenes, esas diferencias son poco apreciables en ambas competencias.

Como no podía ser de otra manera el informe pone de manifiesto que los adultos de más edad tienen, en general, peores resultados que los más jóvenes, y señala que en España el grupo de edad de 16 a 34 años obtiene 37 puntos más que los de 55 a 65 años, mientras que en la OCDE esta diferencia es de 27 puntos, lo que significa que España ha recuperado 10 puntos con respecto a los otros países con el paso de los años. Algo tendrá que ver la universalización de la escolarización, los niveles de gratuidad alcanzados y la mejora del nivel de vida en los últimos 35-40 años. En resumen, estamos algo peor que EEUU, al nivel de Italia y no muy lejos de Francia e Inglaterra, y comparemos los niveles de inversión, no ya de los pequeños países nórdicos, sino de los del sur de Europa.

Pregúntese usted, adulto de 45-65 años, cuántos libros leyó en la escuela o en el instituto (los pocos que llegaban a él) o si recuerda problemas matemáticos diferentes de aquellos del cálculo del caudal de los grifos o de los trenes que circulaban en dirección contraria y nunca chocaban. Podría decirles que un maestro a mediados de los 70 podría titularse convencido de que la mejor novela contemporánea era La tesis de Nancy y sin haber leído una estrofa del Arcipreste de Hita, del Quijote ya ni les cuento.

La minoría que accedía al bachillerato superior, o después al BUP o FPII, se especializaba en lo suyo, pero podían llegar, los poquitos que llegaban, a la universidad sin saber hacer un resumen o esquema o sin haber visto una estadística.

Y sin embargo muchos llegaron a ministros y conselleiros de Cultura, recuerden las anécdotas de Saramago y Ainoha Arteta.
Si algo destaca este estudio son las pocas posibilidades y el autodidactismo de los adultos mayores y el fracaso de la metodología memorística empleada con los más jóvenes. Lamentablemente aún daremos pasos atrás.