09 julio 2013

De espías, curas, militares, banqueros

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2013/07/09/espias-curas-militares-banqueros/740366.html


Seguro que en estas tardes de calor agobiante y si goza de la libertad suficiente para disfrutar del ocio voluntario, no el ocio forzado por el paro, le haya pasado por el magín la idea de preguntarse quién le gobierna la vida, la suya particular, la de la gente que ve en las noticias de la tele, la de las que no ve ni en la prensa?y llegará a la conclusión de que a todos se la gobiernan gentes a las que usted no ha elegido, en caso de poder hacerlo, y mucho menos usted gobierna la suya.
A lo mejor cree que en su vida laboral usted manda algo, pero en realidad entre empresario y banqueros parten el bacalao, su bacalao de usted; decidirán si tiene o no convenio colectivo, extras, vacaciones. Es cierto que tiene mecanismos de defensa, teórica tutela judicial, pero no es menos cierto que cada vez nos miramos más nuestro ombligo y nos despreocupamos más de lo que nos afecta colectivamente a los que vivimos por aquí; ya sabe usted que en los países exóticos solo se sobrevive y los problemas son otros, los edificios donde se confeccionan las prendas que compramos de rebajas se derrumban con las mujeres dentro, a pie de máquina de coser.
Seguramente también usted cree que gobierna la república independiente de su casa, que dice el chusco anuncio de los muebles-tortura suecos; pero ni su casa es suya, ni una república ni es independiente, siempre habrá un clérigo que le impondrá vestimentas, rituales, festividades, alimentación, la educación de su prole, si tiene que parir, usar preservativo o tomar los vinos el sábado.
¡Ah! Usted se creyó feliz y seguro hablando por teléfono o usando las nuevas tecnologías, los mensajes y teleconferencias de balde, reservando billetes para viajar desde su butaca casera?y ahora se da cuenta de que entre la maraña de espías y espiados las películas de Bond, James Bond, son más inocentes que Mary Poppins. No se consuele pensando que eso es cosa de que los gobiernos se espían entre sí y hacen el ridículo como el del avión de Evo Morales y las supuestas violaciones del espacio aéreo de cualquier país ¿a qué jugamos? ¿Es que los satélites respetan las fronteras? ¿Es que Google me pregunta si quiero mantener en la web las imágenes de mi casa y la de mi perro muerto hace meses?
Podríamos seguir poniendo ejemplos y echarle imaginación al asunto, pero lo único que propongo es un ejercicio de fantasía para que usted se viese, por ejemplo, como ciudadano egipcio, un participante en aquellas manifestaciones para derrocar el régimen de Mubarak, y hubiese vivido triunfante su procesamiento o que se viese hoy sometido a los fusiles y los uniformes militares que le salven otra vez sin saber de qué.
También podría imaginarse usted como ciudadano iraní votante de un islamismo moderado ¿para qué y comparado con quién?
¿Por qué no puede ser usted un joven turco de acampada reivindicativa? Sin duda es loable su activismo laico y es deplorable la actuación de las fuerzas represivas, pero basta un susurro berlinés amenazando con el veto a la entrada en el mundo occidental para que las movilizaciones turcas no existan en los medios.
Seguramente ya hemos interiorizado que todos somos un poco espías y cotillas, banqueros y tacaños, militares y violentos, curas e intolerantes, además de otras hierbas inconfesables y que consentimos que gobiernen nuestras vidas, nos desahogaremos despotricando contra políticos corruptos, pero nuestro grado de impureza, nuestro grado de corrupción, la personal, es para hacérselo mirar.

No hay comentarios: