10 enero 2006

Ritos e impertinencias Durante la ceremonia en la que recordamos a Pita hace unos meses hablaron varios amigos, alguno recitó un poema cómplice, emoción, rabia, mucho silencio, sin aspavientos melodramáticos y no porque no hubiese nada que llorar, que sí había. Era algo atípico a lo que muchos de los asistentes no estaban acostumbrados. Al salir, José María comentó su impresión inmediata en voz baja y, pensando en esa situación extraña en la que se encontraban los presentes, dijo que faltaba el rito, la costumbre de la rutina cultural sin historia. Seguramente quería dejar claro que muchos de los presentes asistían con regularidad a otros entierros, funerales de cualquier tipo, con cualquier rito religioso. De cercanos o de lejanos, con más o menos pesar; pero siempre sabrían qué hacer, aunque poco se compartiese con muchos de los presentes. Pero allí faltaba el rito. Trataba de decirnos que cuando se abandonan las convenciones tradicionales hay que sustituirlas por otras distintas, aceptadas por la mayoría, en las que todos se encuentren lo cómodos que puedan estar en una situación en ocasiones no deseada. Cuando eso se consigue, entra a formar parte del sustrato cultural. Hoy nadie tiene problemas ni temores, sabe cómo ha de asistir a una boda civil, el rito ya existe, por imitación o por sustitución. http://www.laopinioncoruna.com/secciones/noticia.jsp?pIdNoticia=46457&pIndiceNoticia=4&pIdSeccion=5&pNumEjemplar=1907

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