11 octubre 2005

Suspenso no es igual a prestigio docente Vuelve estar de moda en los mentideros el problema del fracaso educativo, las cifras de las distintas estadísticas están sobradamente comentadas. Yendo más al detalle, el detonante que hace regresar los comentarios sobre el número de suspensos es la publicación de La constante macabra (editorial El rompecabezas) del francés André Antibi. Este profesor es un viejo conocido de sus colegas matemáticos, no hace mucho visitó Galicia invitado para exponer sus teorías. En ellas analiza y se preocupa de buscar las causas del gran número de malas notas en matemáticas, la asignatura hueso por excelencia de los estudiantes, aunque no descarta que en el resto de las materias también abunde el suspenso inmerecido. En resumen, describe el éxito de la tendencia por la cual muchos profesores equilibran inconscientemente, o no, los porcentajes de sus notas buenas, malas y regulares, incurriendo en injusticias patentes. Una de las causas la encuentra en la presión social, asegura que no está bien visto que un buen profesor ponga buenas notas a gran cantidad de alumnos, por lo tanto, en estos prejuicios piensa que está el caldo de cultivo para que aparezcan los exámenes más difíciles y las correcciones más estrictas y rigurosas. Investigando http://www.laopinioncoruna.com/secciones/noticia.jsp?pIdNoticia=38811&pIndiceNoticia=3&pIdSeccion=5

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