09 mayo 2017

¿A qué espera Rajoy para tratarnos a todos igual?


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Me parece estupendo que cada voto de un diputado canario o del PNV salga por unos cientos de millones, espero que repercuta en los servicios que reciben mis amigos que viven por allí y que los disfruten con salud. Me gustaría que el presidente Rajoy -igual que me hubiese gustado que sus predecesores en el cargo lo hubiesen hecho- pensase, también, en el hecho de que muchos cavilamos y llegamos a la conclusión de que, si no hay fronteras, el documento que llevo en mi cartera para identificarme en Bilbao, Córdoba, Alicante o Lugo es un cromo que lleva mi foto, un número y una dirección, quién sabe si la correcta. Soy consciente de que la igualdad de derechos del artículo 14 de la Constitución me otorga ciertas, pocas, garantías; por eso le pediría al presidente que los votos de todos los diputados valiesen lo mismo y no fuesen las rondas de copas pagadas por el ministro Montoro las que marcasen las diferencias entre convecinos.

¿Qué quieren que les diga?, no estoy de acuerdo con el régimen foral de origen medieval del País Vasco y Navarra, me parece un anacronismo; pero sé que tengo que respetarlo, porque Alfonso XII lo firmó en 1878 al acabar la II guerra carlista y a partir de entonces sus diputaciones forales recaudan los impuestos que ellos diseñan (salvo IVA?) y destinan un cupo a ceder al Estado negociando cada cinco años. Esta teoría está recogida en la Constitución del 78 y reconocida por la UE y sus tribunales, por lo tanto nada que objetar y pongo punto en boca, no rehabilitaré a Franco que los suspendió en Vizcaya y Guipúzcoa -por no acatar su ley- y los mantuvo en Álava y Navarra, por su fidelidad al régimen.

Pero no me quedo tranquilo con los resultados, porque tanto me da quién cobre los impuestos, Madrid o la diputación correspondiente, simplemente quiero que se cobre y se pague lo mismo. A ser posible que pronto podamos pagar los mismos impuestos que los alemanes. El ejemplo de mi desasosiego, sin ningún ánimo de demagogia barata, se puede señalar con pocos números y redondeando. Andalucía gasta en educación el 25% del presupuesto y 750 euros por cabeza, el País Vasco el mismo porcentaje y 1.200 euros por barba. Son las dos comunidades con mayor porcentaje de gasto educativo con datos aproximados, pero que pueden ilustrar la capacidad de inversión de cada territorio y, por lo tanto, los servicios de sus vecinos.

En el País Vasco los 535.000 pensionistas disfrutan del copago farmacéutico que nos regaló el PP en 2012; pero allí cuentan con el respaldo de un fondo de compensación que les permite, en los casos de rentas más bajas, recuperar el dinero abonado por la compra de los fármacos, 300.000 devoluciones de copago en tres años, por un montante de 20,5 millones de euros, no solo para pensionistas con rentas bajas, sino para parados sin subsidio, rentas de inserción, inmigrantes irregulares. Estaré dispuesto a creer que allí se gobierna mejor, que no hay evasión fiscal ni ingeniería financiera, que no hay economía sumergida y que no se vota al PP; todo bien, hasta que los nacionalistas les venden el voto al PP en Madrid.

02 mayo 2017

El 2 de mayo y Lluís Llach me indigestan


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2017/05/02/2-mayo-lluis-llach-indigestan/1176942.html


Me pasa con frecuencia, no entiendo las revueltas patrióticas, no creo que en 1808 me alinease con los curas sublevados contra el francés. Es una pena que Lluís Llach no hubiese escogido esta fecha para sus gloriosas declaraciones sobre su soberanía, su independencia y qué hará con la memoria del abuelo Siset y la estaca que todos contribuimos a que cayera para que él pudiera seguir vendiéndonos discos y entradas a los conciertos; pero mejor no hacer caso a estas fantasmadas, si no pasan de anécdota a categoría. De lo contrario, habría que tirar otra estaca, si toca lo intocable, la libertad.

Con el 2 de mayo, con Daoíz y Velarde, con las guerrillas de patente nacionalcatólica, y demás aventuras me pasa algo parecido, me lo creí en su momento -de niño- y crecí un tiempo sin ponerlo en duda hasta que pasó lo que pasó y, por fin, leí y supe que lo cierto es que la guerrilla estaba integrada por desertores cercanos al bandidaje, por campesinos, curas absolutistas.

Para empezar, muy pronto confirmé que el bueno de Goya era un afrancesado de libro y que las imágenes que nos inoculaban - La carga de los mamelucos y Los fusilamientos del 3 de mayo- no eran la narración de la valentía y el heroísmo de un pueblo. Dicen que cerca de 500 muertos en 48 horas, en nombre de la épica y el romanticismo, sin que se cuenten entre ellos ni un duque, ni un humilde conde, ni un simple señorito. Nadie crea que eso lo pintó Goya cuando ocurrieron los hechos, movido por un sentimiento patriótico. Lo pintó seis años después, cuando Fernando VII retomó el poder, en 1814, cuando Goya le comunicó al gobierno "su deseo ferviente de perpetuar por medio del pincel las escenas de nuestra gloriosa insurrección contra el tirano de Europa". Goya estaba señalado como traidor así que se libró de esta manera de la muerte.

Todos baleados por los franceses que llevaban un mes allí, a mesa y mantel, porque el bobo de Fernando VII esperaba su reposición inmediata, es decir, nada de levantamiento heroico, solo un Madrid vendido a la matanza y el desastre por dos borbones geniales, Carlos IV y Fernando VII. Es cierto que el francés levantaba ampollas; pero los que se paraban a pensar un ratito, querían que la Ilustración llegase a España y por eso los preferían antes que a los lisiados de la flor de lis de los borbones.

Lo fundamental es que, gracias al agobio de Goya, conservamos pintura antibelicista, de la guerra como el mayor de los horrores. Ni ejércitos épicos, ni soldados heroicos. Solo hombres, vecinos, con el espanto en el rostro. En fin, que ni el pueblo fue una piña ni todos estaban en contra de Napoleón, ni el conflicto fue el mismo en toda España, ni los guerrilleros ni las élites estaban de acuerdo sobre qué régimen político apoyarían. Solo un país dividido entre absolutistas y liberales.

25 abril 2017

Algún día habrá que recuperar la vergüenza

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2017/04/25/dia-habra-recuperar-verguenza/1174693.html

"Que el príncipe no se preocupe de incurrir en la infamia de estos vicios, sin los cuales difícilmente podrá salvar al Estado".

El príncipe, Maquiavelo.

No sé qué más habrá pasado hasta hoy martes, pero estoy viendo a la ciudadanía enardecida, enervada con los casos de corrupción recién asomados a la justicia, a los votantes de los presuntos culpables denunciando e indignándose en los autobuses, en los bares, esperando el turno de la pescadería; no se habla de otra cosa, el pueblo municipal y espeso se reafirma en que, a estos que se lo llevaron crudo, no los votarán ni los vecinos de la escalera. Una pena, no tienen vecinos de escalera, ni de portal, solo de nube financiera, porque la política ya no da más de sí.

Ya supongo que el burdo intento de ironía no les ha convencido; pero las malas prácticas llevan siglos de historia y parecen inherentes al ser humano. En el fondo, ¿lo que ocurre hoy es tan grave?, ¿es y ha de seguir siendo así, toree quien toree?

Tenemos ejemplos, no en democracia, pero ejemplos. En el reinado de Ramsés IX, 1100 (a.n.e.), en Egipto, se documenta el Tebasgate, cuando Peser, antiguo funcionario del faraón, denunció a una banda de profanadores de tumbas.

En la Grecia clásica y en la descontrolada Roma imperial, no nos detendremos, Demóstenes o Pericles visitarían hoy la Audiencia Nacional; ya dijo Cicerón: "Quienes compran la elección a un cargo se afanan por desempeñar ese cargo de manera que pueda colmar el vacío de su patrimonio". De Julio César se recuerda "La ropa de sus gobernadores estaba llena de bolsillos".

En la Edad Media tampoco nos deleitaremos, ya sabemos que en aquel momento robar pasa a ser pecado católico -de los de confesarse y hacer tabla rasa-, los impuestos feudales no eran más que protección mafiosa a cambio de algo de tierra prestada.

Dante sitúa a los corruptos en el octavo círculo del infierno de la Divina Comedia, pero sufrió el exilio por sus chanchullos, prevaricaciones y cohechos y el papado de los Borgia merecería una antología de la amoralidad.

Pasamos de largo por la bancarrota de nuestros siglos de oro, para recordar cómo la llegada de Robespierre trajo un breve aire fresco, el jacobino Saint-Just se vio obligado a reconocer que "nadie puede gobernar sin culpas". Napoleón concedía robar un poco y administrar con eficiencia.

La llegada de la revolución industrial aumentó las prácticas ilegales, Madame Caroline, protagonista de El dinero, de Émile Zola, retrata sin piedad las costumbres de la época: "En París el dinero corría a ríos y corrompía todo. Winston Churchill asiente que "un mínimo de corrupción sirve como un lubricante de la máquina de la democracia".

Rajoy tiene enciclopedia y banquillo para aburrir, pero el esclavismo, los señores feudales, el antiguo régimen, todos han pasado a mejor vida; arrieritos somos.

Y Wert volvió, como McArthur, para sacar pecho


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Yo, en el Congreso, soy un portento de humildad. José Ignacio Wert (22 de octubre de 2013)

Ha pasado casi un mes y me prometí estar callado, no lo he conseguido. Fue ya al final de marzo, a iniciativa de Unidos-Podemos y aún no entiendo la razón, cuando el ínclito llegó convocado a la subcomisión del Congreso encargada del Pacto Educativo a la que van acudiendo representaciones sociales, sindicales, científicas y demás, para dar su opinión sobre cómo ha de ser el necesario acuerdo, pero a los convocados se les supone la voluntad; llamarlos para darles un altavoz de lujo y que se hagan propaganda, es tontería; es más útil que se la paguen en la prensa.

Aunque no se lo crean, en toda su comparecencia no se refirió -ni en su exuberante exposición ni en las respuestas- a la Lomce, no la nombró ni una vez, solo habló de sus logros, sus preocupaciones, sus esfuerzos y la desgana del resto de los partidos empeñados en hacerle la puñeta. Pero hubo autocrítica, no se crean que este portento de humildad no es capaz, confesó que por culpa de la crisis, "hubo muchas decisiones subóptimas", a ver si ponen este palabro en la selectividad de este año, y qué dicen los correctores, no sé si se incluye entre los malentendidos de las evaluaciones o reválidas, a remojo por lo de ahora.

Por cierto, sí fue preguntado por estas paralizaciones, si le afectaban y no dudó en afirmar que "a mi edad, no me siento desacreditado por nada". Ancha es Castilla, paisanos y paisanas; ya que tenemos una edad -o dos edades- podemos decir y hacer lo que nos venga en gana, tenemos patente de corso, por lo menos él la tuvo para llenar la sesión de gráficas y porcentajes para maquillar su ley en un "período de extraordinaria dificultad", un "periodo de restricción fiscal", un decir, él pasaba por allí.

Es una penosa desgracia ver que gracias a él el profesorado en los centros y, lo que es peor, el que se prepara para opositar trabaja con unas normas rígidas en las que la innovación y las metodologías activas aparecen en un anexo, de página y media, de una orden posterior de 2015 en la que se ofrecen orientaciones para facilitar el desarrollo de estrategias que permitan trabajar por competencias.

Fíjense en un par de detalles, por favor, la ley tiene 64 folios, en todos ellos la palabra innovación aparece nombrada en 4 ocasiones y la palabra evaluación, 180. ¿La ley estaba pensada para el progreso y el futuro? Seguramente sí, pero no de la enseñanza pública. Un burócrata solo podría estar pensando en más burocracia, no en espacios para el trabajo colaborativo, sino en cientos de páginas para evaluar estándares de aprendizaje. Decenas de tablas cuya repercusión real en la práctica docente es el aumento de burocracia.


14 abril 2017

El 'efecto Streisand' o el cochino mal capado

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2017/04/11/efecto-streisand-o-cochino-mal/1170567.html

Últimamente parece que vivimos tiempos agrios, en los que a todo se le buscan las vueltas, se malinterpreta y hay que llevarlo al juzgado, como si allí no tuviesen más faenas importantes que ocuparse de mensajes de texto malsonantes, chistes anticuados, burlas más modernas y frivolidades varias. Además creo que está ocurriendo lo que desde hace años se viene llamando efecto Streisand; desde que en 2005 Barbra Streisand denunció a Kenneth Adelman por hacer fotos aéreas en las que aparecía su casa; por supuesto, solo consiguió que un hecho intrascendente pasase a tener gran repercusión mediática, es decir, le salió el cochino mal capado o el tiro por la culata, como gusten usar el refranero.

A poco que hagamos memoria nos llegan al magín persecuciones como la de la inquisición contra el Lazarillo de Tormes convirtiéndolo en un fenómeno sociológico en su tiempo, ediciones clandestinas e, incluso, manuscritas.

También recordarán el berrinche que pilló el magnate de la prensa William R. Hearst cuando lanzó toda su artillería periodística contra Orson Wells y Ciudadano Kane por verse, lógicamente, representado en la película. Hoy todos recordamos a Wells y a Kane, pero pocos a su inquisidor.

Retocar las fotografías para que desaparezcan personas inconvenientes también es viejo truco, desde la famosa arenga de Lenin en la que originalmente aparecía Trosky a la derecha del estrado, hasta que desapareció, primero de la foto y después del mapa; hasta la retocada imagen de la entrevista de Franco y Hitler en Hendaya, que hubo de ser recompuesta por la escasa estatura de nuestro dictador.

Internet y las redes sociales cada vez dan más sustos, recuerden por ejemplo a Mariano Rajoy y su famoso vídeo Viva el vino, que se quiso hacer desaparecer, que se quiso doblar, que se quiso enmudecer y solo aumentó su difusión.

Secuestrar la revista El jueves hace años por una caricatura de los príncipes en situación íntima, hizo florecer reproducciones en todos los medios legales o no.

No sé si alguien piensa que le hace algún favor a las víctimas del terrorismo juzgando a la gente por reproducir antiguos chistes de Carrero Blanco o del Valle de los Caídos, se equivoca, porque la verdad es que el efecto llamada va camino de dejar al Streisand en mera anécdota, casi les sugiero a los de la secta paramilitar El Yunque, su pantalla HazteOír y demás hierbas, que busquen otra táctica.

Que se ocupe tanto espacio en las noticias con estas aparentes cortinas de humo para desorientarnos, es grave, pero es más aún cuando son verdaderos aludes de nieve para sepultarnos; pero creo que ya es un poco tarde para ahogar la libertad de expresión. De todas formas puede ser que reverdezca el tono de La Codorniz, aquella revista que se publicaba cuando reinaba un fresco general llegado del N.O. y se enseñaba la regla de tres con el sillín es a sillón como cojín es a X y me importa 3X que me cierren la edición.

Los centros educativos en femenino

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2017/04/04/centros-educativos-femenino/1168340.html

Como todo el mundo, uno ha trabajado en sitios muy raros, uno de ellos era una especie de academia de pisos, muy céntrica, cuyo nombre hacía referencia a los espíritus celestes creados no se sabe bien por quien, y, en particular a los que pertenecen al último de los nueve coros; pero en su original nombre no se hacía referencia a su género ni a su sexo. Ir allí no costaba trabajo, pese al ínfimo salario y a los prepotentes niños pijos que pagaban la mensualidad.

Dejando atrás anécdotas que poco vienen al caso, pongámonos de acuerdo en la poca importancia se le suele dar al nombre de un centro educativo; incluso los más antiguos conservan referencias poco concordantes con la Ley de Memoria Histórica, cuando no son claramente ilegales. Afortunadamente van quedando menos casos, pero la memoria no falla y aún recuerdo sargentos provisionales, generalísimos, innombrables ministros y el santoral completo.

Así mismo, nos encontramos con gran cantidad de centros que se denominan simplemente haciendo referencia al lugar de su enclave; no es intrínsecamente negativo, pero se desperdicia la ocasión para vincular el centro a un personaje destacado, propio del lugar o no.

La reflexión que quiere introducir este folio va dirigida a las comunidades educativas de los centros escolares sugiriendo que mediten con más detenimiento la elección del nombre del centro.

Constatamos que el número de colegios e institutos con nombres que homenajeen a mujeres destacadas en su tiempo, en cualquier actividad, es escasísimo. Por supuesto, y sin restar méritos, puede parecer que no hay más mujeres que Rosalía, Pardo Bazán o Concepción Arenal, que sin duda han de seguir teniendo sus reconocimientos; pero desde hace tiempo barrunto y observo que conviene que salgan de anonimato y se pongan en valor multitud de nombres de mujeres dedicadas a las ciencias, las letras, las artes, la educación, los movimientos sociales, el feminismo? es decir una discriminación positiva más que servirá sin duda para despertar curiosidades y conciencias, que visibilice más el hecho de que la historia también la escriben las mujeres. Conozco el Colegio Público John Lennon en Fuenlabrada, pero no conozco ninguno con el nombre de Janis Joplin, un ejemplo tomado por los pelos. En muchos lugares sería imposible y las razones serían largas de explicar para el ajeno a las realidades del minifundio cultural en el que se sobrevive, en el mundo rural con las cabezas tapadas, el luto riguroso y los cerebros ortopédicos.

De todas formas saludamos con satisfacción la iniciativa, seguramente no aislada, del ayuntamiento de Culleredo, A Coruña, que recientemente ha dedicado la escuela unitaria de Celas a Amparo Prego, maestra durante dieciséis cursos; el antiguo centro de salud de Peiro que llevará el nombre de Adela Jean, maestra durante 22 años y el centro social Sagrada Familia honrará que a la poeta local, Emilia Calé, las tres nacidas a mediados del siglo XIX.