17 junio 2016

Rajoy no empieza con buen pie el posible pacto educativo


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/05/31/rajoy-empieza-buen-pie-posible/1074789.html

Algunos recordarán el último intento de alcanzar el Pacto por la Educación, era el curso 2009/10, Ángel Gabilondo era el ministro del ramo y Zapatero, el presidente. Por diferentes razones la negociación de aquel acuerdo fallido me pilló cerca de algunos actores con responsabilidad y poder, en principio, para llegar a acuerdos. Entre noviembre de 2009 y marzo de 2010 hubo no menos de diez reuniones oficiales entre los negociadores socialistas, Mario Bedera al frente, y los populares con Juan Antonio Gómez Trinidad.
Todas las fuentes bien informadas citan la última reunión, una discreta comida en el café de Oriente en Madrid en la que socialistas y populares alcanzaron una entente en la que ni la educación para ciudadanía ni la religión suponían mayor obstáculo para el pacto, el PP no hacía batalla de esos temas, y se constataban acuerdos sobre FP, programas de cualificación profesional inicial, evaluaciones, 4º de la ESO? Pero al fin, fue Génova, fue la señora Cospedal, entonces plenipotenciaria y ascendente, la que pone el veto a los acuerdos a los que habían llegado sus compañeros. Por el camino se quedaba más de un año de acuerdos con sindicatos, patronales de la privada, asociaciones de madres y padres, en fin, la Comunidad Educativa, que tenía esperanza e ilusión para que se materializase en forma de ley y para largo.
Gabilondo decidió que si los acuerdos eran buenos para nuestra educación, aunque el PP se negara a firmarlos, había que incorporarlos al sistema educativo; era tarde para llevar a la Cámara un proyecto de ley de reforma de la LOCE, en la tramitación de la Ley de Economía Sostenible se introdujeron modificaciones producto del acuerdo no firmado: 4º de la ESO, PCPI y se promulgó un RD de reforma de la FP; pero todo se derogó en cuanto el PP ganó las elecciones.

Desde Wert ya no se ha vuelto a hablar de pactos educativos hasta la pasada campaña electoral y la presente; su heredero, Méndez de Vigo, ha vuelto a mentarlos, pero está quedando claro que la única forma que tiene de entenderlos se llama LOMCE, la ley más intransigente de la historia de nuestro sistema educativo.
Pero su jefe, Rajoy, ha dado un paso al frente en Valencia, comunidad en la que sus mandados dejaron la escuela pública en los barracones; aún no sé cómo se atreve después de todo lo que han contado, o no, sus amigos del alma. El nuevo gobierno autonómico ha puesto en marcha nuevas construcciones y plantillas para rehacer lo de todos y tal política ha supuesto el cierre de pocas aulas concertadas innecesarias, las sotanas han salido a las calles y raudo acudió don Mariano a socorrerlas defendiendo los privilegios de los de siempre disfrazados de libertades, cuando los derechos de la mayoría no están aún recuperados con calidad después de sus recortes y privatizaciones.

Familia y empleo. Cañizares y Rosell


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/05/24/familia-empleo-canizares-rosell/1072567.html


Supongo que recuerdan al jerarca católico con puesto de mando en Valencia, don Antonio Cañizares Llovera, que el año pasado se lució con sus declaraciones denunciando que en la invasión de los emigrantes y los refugiados "no todos eran trigo limpio" y que habría que pedirles certificado de cristiano viejo, sin sombra judía o musulmana, a los que aquí pidiesen asilo. Después quiso arreglarlo, pero ya se sabe.
Recientemente ha vuelto a impartir doctrina, no ya a sus seguidores, que en eso yo no me meto, sino marcando el camino que ha de seguir esta sociedad plural y ahí sí que no. En esta ocasión también se ha subido al pedestal del orgullo para intentar menospreciar a su posible auditorio y arengarlo para defender su modelo único de familia ante lo que ha llamado "escalada contra ella de dirigentes políticos, el imperio gay y ciertas ideologías feministas". Esta proclama belicista, dicen los entendidos, podría llegar a incurrir en el delito recogido en el artículo 510 del Código Penal, que castiga a quien incite a la discriminación y al odio.
Supongo que entre sus seguidores habrá de todo, incluidos los que son llamados al exterminio, y poco caso le harán; ha habido cierto revuelo mediático, pero muy localizado en su zona de influencia y escasa actuación de los poderes públicos. De la Fiscalía nada se sabe, salvo las denuncias presentadas, en fin, impunidad. También me escaman los bienpensantes que lo critican y acuden a su jefe Francisco para buscar argumentos, cada día está más demostrado que a Bergoglio pocos de sus subordinados con mando en plaza le hacen caso y, también cada día más claro, que sus aparentes buenas y modernas palabras son solo humo, faltan la verdad y los hechos. Aún no saben qué es una mujer, ni la maternidad, ni el futuro de los hijos, ni la educación y la sanidad, ni el trabajo digno, ni la vivienda y esas cosas que estos señores siempre tienen garantizadas.

Hablando de trabajo, no puedo terminar el folio sin avergonzarme de la incultura del señor Rosell, patrono mayor de las españas, que cree que el empleo fijo es cosa del XIX. Puesto que no ha leído, tendríamos que esperar a que Galdós o doña Emilia levantasen la cabeza y le contasen algo sobre los cesantes, le explicasen qué derechos laborales tenían las cigarreras trabajando a destajo, por labor entregada, ni el penoso trabajo infantil... No, señor Rosell, ni en el XIX ni en gran parte del XX, ya no pido que se lo estudie ni que se lea los Episodios Nacionales, sino que le recomienden alguna película basada en Dickens, así le sonará lo que ignora. Sabrá también que a partir de la segunda posguerra es cuando la socialdemocracia, en algunos países, se percata de que los derechos laborales pueden ser útiles. Menos mal que sus declaraciones no se leen en los institutos ni en el extranjero, pero deja entrever a las claras sus objetivos, volver raudo y veloz a ese feudalismo tardío que renace.

¿Por qué hablamos más de Cela que de sus obras?

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/05/17/hablamos-cela-obras/1070465.html


"Me queda el consuelo de pensar que, al haber escrito
tantas y tantas páginas, no he podido equivocarme en todas".
Juan Ignacio Ferreras (2010)

La respuesta seguramente será más tonta que la pregunta; también hablamos de Delibes, de Torrente... pensando que cualquier bachiller de ahora o de la LOGSE o del BUP o de los nuestros de 6º y reválida en los sesenta, podría hablar con fundamento de haber leído algunos títulos.
Dicen que Cela se consagró a crear su personaje y disfrutar de los dividendos que reportaba; apoyo la afirmación poniendo el límite original en los alrededores del Nobel, cuando se crea su industria, en serio. El caso es que al final de los setenta no sabíamos qué era una novela ni los criterios para valorarla; leer el Pascual Duarte (1942) sin conocer su contexto ni la narración en 1ª persona ni un tremendismo gratuito y poco verosímil, era consumir un libro publicado gracias a la protección del todopoderoso Juan Aparicio, a las órdenes del cual también sirvió Cela como censor, y después de que le dejase la vacante Eugenio Suárez cuando se va a fundar EL CASO. Es evidente que describía cruelmente la vida de la posguerra, pero quién habría podido pagar el precio de ese ejemplar con la cartilla de racionamiento.
Nada nuevo hay en la prosa sentimental de Pabellón de reposo o en el pastiche de las Nuevas andanzas?del Lazarillo (1944); pero otras dos obras, Viaje a la Alcarria, descripción magistral, impresionista, mas no novela, y La colmena (Buenos Aires, 1951), 250 páginas con cerca de doscientos personajes movidos por el hambre y el sexo que nos describen una estampa desoladora del Madrid de la posguerra, a golpe de fichero, con organización, precisión, un gran catálogo incompleto al que le pudo faltar la segunda parte para llegar al objetivismo, son relatos que perduran.
Mrs. Caldwelld habla con su hijo no pasa de ser un ensayo delirante y psicopático y La catira, un encargo venezolano, exagerado, poco legible sin el diccionario adjunto, pero ambos fracasos como novela.
Más adelante llegan el San Camilo 1936 (1963), un juego que refleja la propia ambigüedad política de Cela, y Oficio de tinieblas 5 (1973), con aspiraciones a renovación técnica ya caduca. La Mazurca para dos muertos (1983) nos lleva otra vez a la preguerra y la guerra, un texto muy trabajado que se agota en sí mismo, dejando al margen trama y personajes, después mejor no seguir, por respeto.
En fin, como nos abrió los ojos el bueno del maestro Juan Ignacio Ferreras, aquel verano en Denia, seguro que Cela intentó abrir nuevos caminos, pero no acabó ninguna novela. Por eso es un gran prosista, solo por haber escrito un cuento, Las orejas del niño Raúl, allá por los 50. Hace poco me enteré de que aquel jovenzuelo Ferreras, lector voraz, le ganó al ajedrez al prometedor narrador Cela, ¡jodido chaval!, masculló don Camilo, dándole un manotazo al tablero.

12 mayo 2016

A Mafalda no le gusta la sopa, pero no tiene amnesia


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/05/10/mafalda-le-gusta-sopa-amnesia/1068347.html

-Sí ya sé, papá, tendría que estudiar este fin de semana; pero es una plasta la química y prefiero salir con la peña; total, no creo que sea tan importante, seguro que tampoco te sabes esa tontería de los sulfitos y los sulfatos ?
-Pero, chaval, ¿estás tonto?, ¿cómo vas a dejar tirado el bachillerato por no querer estudiar lo suficiente para aprobar la química? Siempre dices que quieres seguir estudiando, que entiendes que es necesario?
Ya suponen lo ficticia, pero verosímil, que puede ser la conversación anterior; también suponen que en el peor de los casos los chavales, ni éramos ni son tan sinceros como para confesar a lo bruto sus intenciones; presentábamos y siguen presentando hechos consumados; si había o hay mala suerte, no queda otra que apechugar con las consecuencias. A veces los negocios salían y siguen saliendo redondos, por lo tanto miel sobre hojuelas.
Algo de esto le puede estar pasando al señor Rajoy, que al ser solo presidente en funciones, le veo muy desinhibido, vaya, que estudia la prensa deportiva con más soltura.
Supongo que les habrá llegado noticia de la intervención que coronó su entrevista la semana pasada en un programa radiofónico matinal de máxima audiencia. La periodista estaba incisiva, pero sin mucha agresividad; incluso diría que el presidente tenía la guardia baja, pese a estar en territorio teóricamente hostil.
Era su obligación preguntar por los temas más conflictivos de los últimos meses, pendientes de explicación, y la cumplió; fue recordándoselos, desde la corrupción, cajas B, papeles de Panamá, dimisión del desmemoriado ministro Soria, la economía familiar del comisario europeo Arias Cañete, siendo ministro? En todos los casos el señor Rajoy se acogió al aforamiento por su pertenencia a la cofradía de la santa amnesia y la falta de constancia, en la que comparte hermandad con ilustres infantas, banqueros, mafiosos y demás ciudadanos ejemplares a los que nada les consta y todo se les olvida.
Ya acabando, le trae a colación el problema de los debates electorales, que siempre dan dolores de cabeza a periodistas y a candidatos, con los pactos, los horarios, los temas, las corbatas? El caso es que el presidente acaba confesando, como Mafalda, que no le gusta la sopa, ni los debates, que son pesados de preparar, que no le entusiasman, que entiende que ha de haberlos, pero si ese trabajo se lo hacen otros, él se queda viendo el fútbol, que a fin de cuentas es lo que le interesa a él y a la mayoría de los ciudadanos. Rendir cuentas y presentar proyectos ¿para qué? Siempre confundirá las cuentas con los cuentos. ¿Recuerdan tal ataque de sinceridad, así, al natural, en un personaje tan dado a los vericuetos, a las perífrasis y a envolvernos en la demagogia?

¿Es cara o barata?


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/05/03/cara-o-barata/1066079.html

Esta pregunta nos la hacemos a diario varias veces y terminamos haciéndonos trampas, porque no nos paramos a pensar qué es lo que estamos pagando y quién se beneficia de lo que pagamos. Ponga usted el ejemplo de una prenda de ropa comprada en una tienda legal. Sabe que paga el IVA que repercutirá en servicios públicos, más o menos necesarios todos ellos, sabe que paga el coste de una materia prima que vaya usted a saber de dónde viene, paga también la mano de obra de un taller textil próximo a su casa con unas pésimas condiciones laborales o puede que sean niñas de India y Bangladesh que trabajan esclavizadas más de 72 horas a la semana por menos de 1 euro al día y adoran a su amo; también paga logística, transporte, diseño, beneficios empresariales y la publicidad que usted no ha pedido, solo ha pedido una blusa veraniega y le han machacado por todos los medios las neuronas para que acudiese a esa marca y no a otra. Usted lo asume como lo más natural del mundo, no hay ningún control sobre cuánta publicidad ha de soportar en un par de horas de relax el fin de semana ante el televisor, dicen que controlan la publicidad engañosa, permítanme que me ría. Usted y yo podemos presumir de consumidores informados y responsables, pero seguimos pagando la publicidad. Y mejor no hablamos de lo que nos cuesta el fútbol.
Pese a todo, no voy a ser yo el que diga que ha de limitarse o prohibirse la publicidad, faltaría más, prohibiciones las mínimas, información la máxima y toda esta perorata viene a cuento del comentario que hizo estos días algún diputado del Grupo Mixto después de salir de la audiencia real y que reprodujo ante la prensa con total indiscreción. Dando por supuesto que sea cierto que el monarca le solicitó "que no cansasen al pueblo con la campaña electoral" y "que no hiciesen una campaña gravosa para el país", ambas afirmaciones me producen un profundo rebote gástrico, porque hay muchos gastos gravosos que no recuerdo haber votado.
En primer lugar, porque el soberano puede hacer todos los comentarios que quiera en sus tertulias de café, pero en las conversaciones oficiales, no y tendría que haber salido inmediatamente a desmentirlas, si no lo ha hecho? es que son ciertas.
Además se escapa de sus competencias tutelarme y preocuparse por mi cansancio, consumo la publicidad que quiero, podríamos hablar de costes gravosos durante un rato y por variados conceptos que le implican; pero además de que cada partido -no pago cuota a ninguno- gasta su dinero, de los presupuestos salen compensaciones: el 20D cada escaño se pagó a 21.167,64 euros, mi voto para el Senado, a 32 céntimos y al Congreso, a 81 céntimos. Mal patinazo demagógico que han aprovechado los malintencionados; si la educación nos parece cara, probemos con la ignorancia, si la política democrática parece cara, probemos con la tiranía barata.

Hable y cállese, o viceversa, amado líder


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/04/26/hable-callese-o-viceversa-amado/1063782.html

Estará la mayoría al tanto de que los insultos y los desprecios a los profesionales de los medios de comunicación que cubren la información política de primer nivel van aumentando de velocidad, sin frenos, cuesta abajo, en caída libre. Es racional y verosímil que cualquiera pueda tener una subida de tensión, un momento de ira, un ataque de calentura que le lleve por el mal camino y termine diciendo alguna inconveniencia. No es tan racional que esos brotes de cólera siempre salten desde arriba y le den al de abajo; nunca al revés, el profesional que asiste a mirar el plasma, a que le den un folio con un comunicado o que sea seleccionado para poder hacer una pregunta, pocas veces, o ninguna, se saldrá del tiesto poniendo al figura en entredicho o volverá a la redacción algo humillado, por lo menos en el amor propio, aunque la dignidad no hay quien se la toque, el finiquito del despido puede ser que sí; mas eso ya es otra cosa.
Pero como decía más arriba, el diputado Hernando -portavoz del PP- es un artista de la provocación que parece que recibe clases particulares de los entrenadores de fútbol a la hora de cortar por lo sano con las preguntas incómodas, evidentemente no quiero poner a la misma altura los dos contextos ni la importancia de los mismos. Claro que es peor cuando uno osa evadir respuestas sobre un penalti y otro se atreve a pronunciarse sobre lo que no sabe ni se informa, como el accidente ferroviario de "Angruas" en Santiago y su negativa a la investigación (Angrois, 79 muertos en 2013). Se hará, como se hizo la del metro de Valencia.
No le van a zaga en osadía el portavoz de Ciudadanos, el señor Girauta; o las ocasiones en las que el socialista Hernando se sale de quicio, o en las que los nacionalistas vascos o catalanes pierden su tradicional moderación e intervienen como si estuviesen en un congreso algo extraño; de lo que puede salir del grupo mixto mejor no hablamos, porque desde que no están Bandrés, Sagaseta o Labordeta, ya no es lo que era.
Pero yo hoy venía a hablar de la nueva política, del nuevo líder que ha llegado para cambiar las cosas y, además de amenazar con dejarlas como estaban, no deja ejercer al portavoz parlamentario y se remoza como máximo mandarín con patente de corso para dar lecciones de cómo han de informar los veteranos que han gastado sus suelas y sus libretas en el anterior milenio, incluso antes de 1981 y a los jóvenes que empiezan, ya baqueteados después de años de becarios, a hacerse un hueco; pues bien, para el amado líder, no lo hacen bien y además son unos trepas que solo saben hacer la pelota a sus jefes para conservar el curro. A ver si aprenden, el amado líder es el que da las noticias, por lo tanto se dan como él quiere, que es el máximo experto después de Belén Esteban. ¡No es serio!

¡Hay que ver lo que estoy aprendiendo!


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/04/19/hay-ver-aprendiendo/1061500.

Un servidor estaba convencido de que ya a estas alturas de canas y de más conchas que un galápago, pocas sorpresas educativas se llevaría; solo aquellas que buscase conscientemente por puro interés personal, que uno nunca deja de aprender.
Pero es que lo visto estos días colma mis aspiraciones, ya que la cantidad de novedades que llegan a mi magín son difíciles de procesar, a fin de cuentas ya vamos mayores y nuestra relación con las nuevas realidades cada vez es más difícil.
Por ejemplo, los paraísos; todos nos acordamos de la tortura del catecismo, del paraíso terrenal, de la maldita manzana que vino a jorobarlo todo y que a cambio nos proponían el paraíso de la vida eterna si no nos portábamos mal y zafábamos el infierno. En el catecismo de los musulmanes la cosa viene a ser la misma, mas o menos adornada para que atraiga a la clientela con más ganas, que si los ríos de agua, leche o miel, que si las huríes; en fin, distinta mercadotecnia. Decían que había más paraísos a disfrutar en vida, que si lujos, que si viajes, que si lugares exóticos? todo pasajero y aburrido.
Pero lo que cuentan ahora de los paraísos fiscales debe ser harina de otro costal, por ejemplo, para aprender geografía. Antes los profesores de geografía tenían un globo terráqueo, unos mapas más o menos modernos y lo suplían todo con la prensa, porque no había mejor forma de hacer viajar a la chavalada que con la imaginación, localizando los itinerarios de cualquier vuelta ciclista, los países participantes en una competición deportiva, el recorrido de un rally; pero es que ahora lo tienen más fácil con los paraísos fiscales, yo sí sabía donde estaba Panamá y su canal, pero las islas Caimán me sonaban a película de aventuras, Delaware aún no sé lo qué es, Jersey para mí era un tipo de ropa y podríamos seguir con todo lo que nos ha enseñado el exministro de Industria. Solo hay un problema, habría que explicarles también qué es una empresa offshore radicada en esos lugares paradisíacos y qué tiene de malo para que se vaya contando mentiras, sin que su jefe le tire de las orejas. Yo no sé, pero me lo imagino.
Otra cosa que he aprendido estos días es lo desaprovechados que están los funcionarios de elite, como el abogado del estado Mario Conde -número uno de su quinta- que acumuló grandes cantidades de riquezas en esos lugares sin explicarlo en las universidades, no hay derecho.
Como tampoco hay derecho a que el ilustre y nunca bien ponderado inspector de hacienda, José María Aznar, supiese que creando con su señora una empresa, interpuesta entre ellos y el fisco, se ahorraban una pasta gansa en impuestos. ¿Por qué se lo guarda para él y no lo cuenta en sus charlas? Solo se lo contará a sus discípulos de Georgetown a cambio de pingües beneficios.