18 noviembre 2014

Ríos de tinta contaminada

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2014/11/18/rios-tinta-contaminada/900248.html

Aprovechando que el Guadiana pasa por Mérida, no sé la razón por la cual se me ha venido al magín una vieja polémica surgida en la Cámara de los Comunes del Reino Unido allá por el 2009, cuando el speaker de la cámara baja se vio obligado a dimitir, siendo el primero en hacerlo desde finales del S. XVII, trescientos años antes su antecesor había aceptado un soborno de 1000 guineas.
En efecto, hace cinco años, más o menos, un periódico destapó los gastos de los diputados que la ciudadanía británica consideró escandalosos y que casi hacen tambalearse al gobierno; el presidente de los Comunes leyó un comunicado de poco más de treinta segundos y se despidió, después de más de treinta años de trabajo parlamentario.
Automática e inmediatamente el presidente del gobierno laborista, de Gordon Brown, tarda pocas horas en presentar un propuesta sensata y rupturista, consensuada con el resto de partidos para adaptar las tradiciones centenarias al siglo XXI, es decir, poner fin a la autorregulación y crear una comisión independiente que controlase el comportamiento de los parlamentarios de forma que el parlamento dejase de funcionar como un club de señoritos que se ponen las reglas y se autogestionan. No hubo otra forma mejor para alcanzar el objetivo de recuperar la confianza en sus partidos políticos, todos se dieron cuenta de que el problema no era una persona, sino que el propio sistema era el que podría entrar en crisis; es decir, a grandes males, grandes remedios. Los derroches de sus señorías se centraban en la financiación de segundas residencias de los diputados con escaño fuera de Londres, algo sabemos de eso por aquí. Desde entonces y trimestralmente las cuentas de gastos de los diputados se publican en la Red. Seguramente seguirá habiendo cierta picaresca o gastos reservados de los grupos parlamentarios, pero el contribuyente tiene más información; al que pillan en un renuncio, violando las normas, ya sabe que está inhabilitado para volver a presentarse a las siguientes elecciones. A partir de entonces se acabaron los caprichos y lujos a cargo del erario público como el del propio presidente del gobierno que había cargado una factura de 6.500 libras por la limpieza de la casa de su hermana; claro que eso aquí sería pecata minuta. Les revisaron las cuentas de los cuatro años anteriores y tuvieron que devolver lo indebidamente cobrado.
Supongo que aquello funcionará bien o por lo menos, regular; lo que no funciona es lo que circula por aquí; entre tanto espectáculo bochornoso no sabes qué elegir y qué pasará mañana. No sé qué habrá pasado a estas alturas con Monago, es cierto que lo han apuñalado los suyos por la espalda, pero dicen que las estaba buscando, cada uno sabe donde se mete. Nos regala melodramas contradictorios cada dos por tres sin ponerse colorado, que no nos interesan por pertenecer a su vida privada. Yo casi estoy decidido a ejercer mi derecho a decidir y pedir mi independencia.

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