04 noviembre 2014

El mundo al revés, por ejemplo, en Sevilla

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2014/11/04/mundo-reves-ejemplo-sevilla/895508.html


"El cadáver no se queja de los gusanos que le comen, porque él los cría; cada uno mira que no se corrompa, porque será padre de sus gusanos".
Francisco de Quevedo 'La Hora de todos y La Fortuna con seso'
La gran depresión de final del S. XVI y S. XVII se refleja en esta sentencia de Quevedo, en la desoladora y lacerante hegemonía de una miseria en el país, una política funesta y catastrófica y una arbitrariedad que se basa solo en la corrupción, en el enriquecimiento de unos pocos y el desvalimiento de la mayoría de la sociedad, un modelo social basado en la degeneración y la peste de las malas prácticas y corruptelas. Una letrilla contemporánea insistía en el tópico del mundo al revés:
La gran depresión de final del S. XVI y S. XVII se refleja en esta sentencia de Quevedo, en la desoladora y lacerante hegemonía de una miseria en el país, una política funesta y catastrófica y una arbitrariedad que se basa solo en la corrupción, en el enriquecimiento de unos pocos y el desvalimiento de la mayoría de la sociedad, un modelo social basado en la degeneración y la peste de las malas prácticas y corruptelas. Una letrilla contemporánea insistía en el tópico del mundo al revés:
"Todo el mundo está trocado, / sólo reina el recibir, / ya nos venden el vivir / y vivimos de prestado; / el que tuviere un ducado / se verá grande en un día / Todo el mundo irá al revés, / el bajar será subir, / valdrá barato el mentir, / reinará el interés".
Parece que las cosas no han cambiado tanto, los informes de las ONG sobre la pobreza no son suficientes para que la sociedad se mueva, se revuelva; siguen funcionando las redes familiares y los círculos próximos, pero hay quien carece de ambos y escucha con asombro que buscarse la vida, por ejemplo en Sevilla, puede significar una multa de 750 euros, solo por revolver en los contenedores buscando yogures caducados, cartones o algo de metal que pueda ser vendido. El señor alcalde y sus concejales que han propuesto esta medida adolecen de inteligencia y de humanidad, su adolescencia les llega a impedir comprender que ningún sin techo les pagará semejante cantidad y, además, no dejará de hacerlo porque a las autoridades les salga del ombligo; les aconsejan ir a los servicios sociales para que se rían de ellos censándolos, aunque su domicilio sea un cajero automático. Yo les recomendaría a esas lumbreras que, después de hacer el censo de indigentes, les obligasen a hacer un curso de manipulación de alimentos, para que recojan los desperdicios con guantes de látex proporcionados por el municipio y que no contagien enfermedades infecciosas al que llega más tarde para comerse las pelas de los altramuces. Más tarde, una vez superado este nivel, sería conveniente que fuesen aleccionados con los consejos para seguir una dieta correcta, para que no abusen de las grasas, que las verduras y las frutas son fundamentales cinco veces al día, que no se excedan con el alcohol? Unas buenas presentaciones en Power Point o un vídeo didáctico en los centros cívicos sobre la materia serían suficientes para que los sin techo tuviesen una vida más sana.
Pero no se me depriman, Dolores de Cospedal lo ha dicho muy clarito: "La corrupción es parte de la condición humana". Será de la suya.
Para terminar unas frases de Galdós que vienen a cuento hablando de los gobernantes que le tocaron:
No acometerán ni el problema religioso, ni el económico, ni el educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril, trabajo de recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica, y adelante con los farolitos...
Benito Pérez Galdós, La fe nacional y otros escritos sobre España (1912).

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