19 noviembre 2015

LOS ACTUALES ASPIRANTES A CÉSAR




En una reciente conversación salió el cansino tema de Cataluña y, sin saber cómo, apareció Baroja en la tertulia y su novela César o nada; no le di más importancia hasta que, al poco, la asociación me vino al magín; primero recordando a Vázquez Montalbán (O César o nada) y después al impío don Pío de los viejos manuales de bachillerato, con el cesarismo de los candidatos a las más altas magistraturas, señores Mas y Rajoy. El carácter, la ambición por llegar a la cima, nos suenan en esta trifulca artificiosa y ya lo sentía  Baroja, su filosofía y su estética resuenan a Stendhal y Nietzsche, el tema del hombre que emplea todo su vigor, sin remilgo alguno, sin miramientos morales, en alcanzar la cumbre de la sociedad sigue presente hoy.
Baroja nos cuenta el ascenso político de César Moncada en dos escenarios, uno es Roma y los esfuerzos del joven César, sobrino de un cardenal, para  formarse en la brega política y ganar algún tipo de influencia que le ayude a empezar su carrera. Todo ello desde una posición cínica que le lleva a, pese a ser anticlerical convencido, no despreciar las posibles ayudas de su tío cardenal, o de cualquiera que le haga conseguir un acta de diputado. El segundo escenario transcurre en Castro Duro, César ha conseguido por fin iniciar y culminar con éxito su carrera política, entre los engranajes del caciquismo y la corrupción de la época, descritos con tono ácido y buscando la regeneración de la vida política. Sin duda la visita del protagonista a Roma, extasiado por la historia de los Borgia, le retrotrae a Julio César con un paralelismo pasmoso. Un joven Baroja acostumbrado a retratar el lumpen y que ahora nos describe negocios, tramas económicas, con solvencia, sin perder la llaneza de su pluma todoterreno, que enhebra diferentes visiones de la sociedad de su tiempo la rancia nobleza, el atraso de la industria, la pobreza del pueblo, la corrupción de los políticos… los males presentes a principios del siglo XX…
Sin salirnos de la trama, hay que ir a Vázquez Montalbán que en, O César o nada, nos deja una novela que trata de explicar la historia humana que hay detrás de la ascensión de los sobrinos del Papa Calixto III, el valenciano Alfonso Borja, que conforma un ciclo familiar con el papa Alejandro VI y los hijos de éste, César y Lucrecia, y se cierra con Francisco de Borja, uno de los inspiradores de la Contrarreforma; Se les presenta, saltando en el tiempo, como seguidores de Lucky Luciano: en cualquier negocio lo más importante es no ser el muerto, y como introductores de la modernidad en los crímenes, porque cualquier Estado se funda en un asesinato herméticamente cerrado en una caja, que será razón de Estado con Maquiavelo. Creo que a cuento de este tema fue el valenciano Joan Fuster quien dijo: En aquel tiempo todos eran asesinos, pero los nuestros eran mejores.

Ya me contarán cómo queda lo de Mas y Rajoy.

07 noviembre 2015

De honores mancillados


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2015/11/03/honores-mancillados/1010153.html

Por diferentes razones estos días pasados, para estar algo informado de lo que me rodeaba, presté bastante atención a la radio y un poco a la televisión. No sé si se habrán enterado ustedes, por si acaso se lo cuento.
Ya sé que muchos estarán pensando en la trifulca montada en Cataluña entre patriotas de todos los colores y pendones, entre ladrones adscritos a diferentes banderías, en fin, nada que no se pueda solucionar después del 20 de diciembre -con el talonario- mejor o peor, dependiendo de lo que digan las urnas en toda España y en Cataluña en particular; por cierto y para acabar con este tema, no conozco la razón por la cuál honorables de burguesía catalana se presentan a las elecciones para ocupar escaños en Madrid, ya nos lo explicarán, o no.
Pero no era mi intención hablar de esto, que ya les cansa, sino de otro par de detalles. Uno de ellos se refiere a un jugador de fútbol, no recuerdo el equipo, que en el fragor de la batalla parece ser que utilizó una expresión malsonante de origen argentino, quedaba la duda de si se dirigía a un árbitro o era un simple desahogo personal; el caso es que honras de madres y hermanas quedaron en entredicho, no sé la razón, supongo que el supuesto infamador no las conoce de nada y poco podría opinar al respecto; pero el país se dividió casualmente en dos bandos apoyando cada uno su honor mancillado.
Es que estos temas de honor, sobre todo cuando estamos en tiempo de representar el Tenorio, hay que cogerlos (perdón no hay nada que coger), hay que tomarlos con pinzas. Ejemplo también de lo honorables que nos creemos es el actor Willy Toledo, llevado por sus ansias de salir en los medios, publicó en alguna red social ciertos comentarios algo escatológicos sobre sus necesidades de defecar en algunas instituciones, imágenes, entelequias varias; la cosa no tendría que haber pasado de ahí, pero siempre hay un roto para un descosido; el honor patrio no podría quedar sin venganza, de suerte que un viejo conocido de los alrededores del 23-F, el ya retirado general Monzón, no tiene mejor idea que retar a duelo con pistola al provocador. Todo un penoso sainete emulando las rivalidades entre don Juan y don Luis Mejía.
Pero de lo que sí seguro se han enterado es de la bronca entre dos motoristas, al parecer uno italiano y otro del país; cuando competían en una carrera a velocidades de vértigo, el del país sale despedido, parece ser que por culpa de una patada del extranjero, que lo considera no más que un gaje del oficio sin mayor transcendencia. Supercámaras, grabaciones por satélite, físicos especialistas en medir nanodistancias? no se escuchaba otro debate sobre las intenciones y malas artes de ambos contendientes. Servidor no va ni con el toro ni con el torero, pero ya está bien, ¿no será hora ya de preocuparnos de algo?

No soy trigo limpio, Sr. Cañizares


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2015/10/20/trigo-limpio-canizares/1005732.html

Supongo que todos sabemos que me refiero a unas declaraciones de don Antonio Cañizares, alto directivo del estado vaticano en Valencia, en las cuales sembraba duda y confusión sobre la calidad humana de los refugiados que intentan buscar asilo en un mundo supuestamente tan civilizado como el nuestro. Los ciudadanos del reino de España podríamos poner alguna tacha a los regímenes de los que huyen por falta de democracia, pero desde luego el poderoso ejecutivo de amplia trayectoria en las hemerotecas, puesto ahora en el candelero, no puede cuestionar absolutamente nada, por su historia y la de su empresa, por el presente que se intenta maquillar con el nuevo mandatario afincado en Roma y por el futuro que les espera, sin novedad alguna en el mercado.
Pues bien, el ínclito personaje se despacha a gusto, pero sin hablar del todo y clarito, pontificando que los refugiados que hemos de recibir -quiera él o no- son clientes de otra empresa y no tienen pensado cambiar de proveedor de necesidades espirituales expendidas por la marca a la que son fieles, o también puede suceder que no sean consumidores del producto que vende el señor Cañizares ni de ningún otro de la misma línea comercial, que venda parcelas en otros mundos.
Como pueden ya suponer no soy cliente ni seguidor de la mercadotecnia del señor Cañizares ni de ninguna otra, incluida la que pagan los perseguidos que buscan refugio. Es más que posible que todo se deba a un problema mercantil, es decir, que los recién llegados -si es que llegan- constituyan una masa crítica que ponga en peligro el monopolio de la empresa del señor Cañizares y ahí se mueve mucho dinero, porque es bien sabido que los que no compramos esa mercancía, de ninguna marca, sufragamos religiosamente -y perdón por el sarcasmo- los gastos de todas las empresas del sector, aunque la del señor Cañizares se lleve la mayor tajada cada vez que se publican los presupuestos generales del estado; la razón no hay más que buscarla en el tratado internacional suscrito a finales de los años 70 entre el estado vaticano y el reino de España, gracias a la vigencia del cual los dineros fluyen sin control desde la hacienda pública a las cuentas bancarias controladas por el señor Cañizares y sus colegas de otras demarcaciones.
En todo caso, creo que hay que darle las gracias a los que les suministraron las sustancias necesarias para que don Antonio se desinhibiera y dijera lo que en realidad pensaba, sin entrar en mayores profundidades. Cierto que después quiso desdecirse, autocensurarse; fue un vano intento frustrado, para que se le corriera el rímel que maquilla sus pensamientos.
Curiosos son los silencios aprobatorios de sus colegas de la empresa vaticana. Nadie se rasgó las vestiduras, quizá el grado de coincidencia sea mayor del que pensábamos.

Muerte, ciencia y razón


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2015/10/13/muerte-ciencia-razon/1003501.html

No sé qué enlaces neuronales me han traído, otra vez, a la memoria una vieja novela; todo comenzó con la muerte del niño sin vacunar de la difteria el pasado junio y la irremediable de la niña de Santiago con enfermedad incurable, torturadora. He recuperado notas remotas.
Quizá por eso hoy les hablo de Luisa Forrellad y su primera novela Siempre en capilla, premio Nadal en 1953, otra mujer que ganó este premio después de Carmen Laforet, Elena Quiroga, Dolores Medio y que todas fueron abriendo camino a Carmen Martín Gaite o a Ana María Matute. Quizá haya sido Forrellad la que más desapercibida pasó, no en su momento, sino en las largas décadas que permaneció en silencio hasta el 2006 en el que recupera su producción en catalán Foc LatentSempre en capella (2007), Retorn amarg (2008), El primer asalt (2009) y L'Olor del mal (2010). Ella misma confesaba no hace muchos años que en su juventud, nació en el 27 y tenía 26 años el año del premio, se la menospreciaba, incluso se la llegó a acusar de plagio, que no tenía el Bachillerato y no había podido estudiar medicina. Encarnaba la discriminación por ser mujer y pertenecer a una clase media poco estimada.
La novela trata de las vicisitudes personales y morales de un grupo de médicos jóvenes, Leonard, Jasper y Alexander, que se ven enfrentados a una epidemia de difteria en la Inglaterra del siglo XIX , en un suburbio de Londres; no hay tratamiento médico para la enfermedad; por esto Jasper, siguiendo los métodos científicos de Pasteur, está desarrollando una vacuna, aun cuando no osa probarla en humanos. Un asesinato misterioso precipitará de forma sorprendente los acontecimientos y pondrá en riesgo la vida de los protagonistas. Se inscribe en un realismo social muy acentuado, pero sin caer en melodramas ni exageraciones. Es precisamente su sobriedad y la viveza del estilo lo que concede a esta obra una fuerza que le permite seguir siendo una lectura interesante pasados más de sesenta años.
Los personajes de la historia, sin ser descritos en detalle, reflejan pinceladas suficientes para trazar un espacio, un espacio moral ante todo, en el que se debate sobre el sentido de lo que las personas anhelan, la necesidad de buscar una vocación o algo que llene la vida, y la enfermedad de la voluntad, convertida a veces en enfermedad física, que corroe las ganas de vivir a través de la apatía.
En algunos pasajes la novela tiene un ligero tinte gótico que la hace aún más atractiva, y hasta algún detalle policíaco, como el crimen que cambia el sentido de la trama de un modo que quizás hoy nos pareciese poco admisible; pero que, en la época en que se escribió, era perfectamente ético.
Los enfermos viven o mueren con perfecta aleatoriedad, sin que podamos adivinar por las simpatías del narrador su destino, y eso siempre es de agradecer. Lo que no logra sobrevivir es la inocencia.

El absolutista Bergoglio


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2015/10/06/absolutista-bergoglio/1001384.html

Sostengo que el jefe del Estado Vaticano es el último ¿rey, emperador?? que queda en una Europa en la que mal que bien se van guardando las formas y el maquillaje democrático se va sosteniendo con todas sus grietas que dejan a la luz arrugas y necesidades de regeneración; a Europa no le llegará con botox, pero el Estado Vaticano precisaría toda una corporación dermoestética para sacudirse el pelo de la dehesa milenaria y tratar de encajar en el siglo XXI. Ya sabemos que los mortales usamos reloj, agenda, calendario y, como mucho, álbum de fotos para hablar del tiempo, por el contrario los jerifaltes de la curia, con su jefe a la cabeza, solo piensan en siglos, su política y su diplomacia desdeña que centuria más o centuria menos poco importa, aunque tarde, siempre vendrá alguno al que le compense disculparse por lo que se le hizo a Galileo o a Giordano Bruno.
Sí hay que reconocerle al político Bergoglio un talante distinto a Wojtyla, fiel aliado de Reagan con el que compartió siempre objetivos militares; pero no llega a haber diferencia entre ambos, su reloj de los siglos sigue al mismo ritmo. Con Ratzinger las aparentes diferencias solo son eso, aparentes, aunque nos hayan presentado al teólogo alemán como un intelectual elitista, se ha mantenido en su puesto despreciando a sus masas y apoyándose en los relativamente pequeños grupos de creyentes más activos bien colocados en los núcleos de poder más importantes para difundir y amenazar con los terribles males que sufrirían los descarriados.
Viene a cuento todo esto a que Bergoglio hizo recientemente una ruta que salió de Cuba y se extendió por EEUU. Fue un viaje de estado, las entrevistas con Castro y Obama fueron un éxito, para que él se apunte los tantos del desbloqueo que pueda llegar. Que se sepa no ha habido mucho interés en el conflicto ucraniano y mucho menos en los de Siria, Afganistán? Eso sí, todas las bendiciones a los perseguidos y exiliados. Un boato casi parecido al de Artur Mas en llamamiento a la unidad de la espiritualidad catalana.
Mas hay temas que no se pueden tocar, aunque haya dicho en público que él no es quien para juzgar las orientaciones sexuales de nadie, pronto se supo que mantuvo una reunión secreta en la nunciatura apostólica de Washington con la activista ultra Kim Davis, una funcionaria de Kentucky que saltó a la fama por negarse a dar licencias matrimoniales a los homosexuales; allí ella recibió un mensaje claro de Bergoglio: "Mantente firme". ¿Les suena de algo?
La funcionaria pasó algunos días en la cárcel por no cumplir con su obligación, dictada por el Tribunal Supremo, pero ya es un símbolo en plena campaña contra los "intrínsecamente desordenados" . La última por ahora, es la destitución de un cura polaco por decir quién es. Una vez más se les ve el plumero

La educación en España, cada vez más pobre


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2015/09/29/educacion-espana-vez-pobre/999178.html

Cuando le toque al ministro Méndez de Vigo rendir cuentas en diciembre se le caerán los palos del sombrajo, puesto que los números, por mucho que los maquille, reflejarán una gestión regresiva en cantidad y calidad de la educación, no culpará a su brillante predecesor y se comerá, él, el disgusto, sin remedio.
Las políticas de austeridad adoptadas durante la crisis han provocado una pérdida de equidad como consecuencia de la reducción del gasto público educativo, al afectar a los programas más compensadores desde el punto de vista territorial y personal. Además, el descenso en el gasto público educativo ha afectado más a las familias con menor renta, que han crecido con la crisis. Según la Encuesta Condiciones de Vida, en los hogares donde vive el 20% de la población con ingresos más bajos, el porcentaje de niños y niñas que no pueden disponer de ropa nueva ha crecido desde el 3,8% de 2009 hasta el 6,5% de 2014, y los que reflejan las carencias alimentarias (comer fruta o verduras a diario, tomar al menos una comida de carne o pescado cada dos días) también han aumentado considerablemente, triplicándose en algunos casos. En cuanto a las necesidades educativas o de ocio, el porcentaje de niños con carencias ha aumentado en todos los indicadores investigados desde 2009. De nuevo, son los hogares de población con ingresos más bajos, tanto nacionales como de inmigrantes, los que sufren más las consecuencias de las políticas de austeridad frente a la crisis, donde todos los indicadores que se miden muestran una mayor incapacidad de acceso en 2014 que en 2009, es decir, el incremento de la desigualdad se hace patente. Datos de otros informes, como el de Save the Children, señalan que la evolución decreciente de las becas, las ayudas de comedor y libros de texto, etc. inciden negativamente en este repunte de la desigualdad. El alumnado perceptor de becas no universitarias en España descendió, entre los cursos 2009/2010 y 2012/2013, en un 27,25%, mientras que, en estos años, el total de estudiantes se incrementó en un 5,4%.
El curso 2015/2016 es el primero que arranca con los presupuestos de educación de 2016 en tramitación. Esta circunstancia nos permite tener datos más fiables de lo que va a ocurrir a lo largo del año escolar y vaticinar las perniciosas consecuencias que supone continuar la implantación de la Lomce sin unos recursos suficientes que aseguren las condiciones básicas en el ejercicio del derecho a la educación. Además, el Gobierno se ha comprometido con Bruselas a reducir la inversión educativa al 3,7% del PIB en 2018, lo que implica retrotraerlo a niveles previos a 1990, año en el que no había ESO (obligatoria hasta los 16 años), Formación Profesional de Grado Medio y Superior ni Educación Infantil. Esta cifra, contemplada en el Programa de Estabilidad 2015/2018, augura un sombrío panorama para la educación española. Luego dirán que esto es Jauja.

¿Usted ya se ha hecho independiente?


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2015/09/22/hecho-independiente/996994.html

Esta es una ilusión que me hago para engañarme y no amargarme mucho, voto siempre que me convocan y no tengo pensado dejar de hacerlo, aunque a veces me parece que me lo prohíben el próximo domingo, porque las decisiones más importantes que me pueden afectar no tengo ni idea de dónde se toman y quién las toma, puedo tener una sospecha o una racha de intuiciones; pero pocas certezas. Supongo que no solo me pesa a mí este pasmo incapacitante, muchos caen en el nihilismo ácrata y otros nos revolvemos en el fango y damos muchos palos de ciego y pocos palos de vidente -como decía Benedetti- con la esperanza de que alguien de los que realmente mandan pongan la cara, no tanto para partírsela -que es una posibilidad remota- sino para decirle un par de cosas en voz baja. Muchos pensarán que tendríamos que poder votar a Obama, a Merkel o a Putin, por ejemplo, por lo que sufren nuestras carnes y nuestros bolsillos; no creo que nos sirviese de consuelo, y mucho menos de remedio.
¿De qué nos ocupamos últimamente? Haciendo un rápido recorrido de fotos, titulares y reportajes, además de los eventos deportivos permanentes, nos han inundado lógicamente del problema de los refugiados, sobre todo de los han salido en la foto y han conseguido un mecenas rápidamente; de los que no han conseguido salir de su infierno nada sabemos.
Por otra parte, no sé lo afectados que están por presunto asesinato en primer grado del toro de Tordesillas, que me llamen insensible, la verdad es que me preocupa muy poquito que una pandilla de nostálgicos descerebrados celebren su fiesta lanceando a un bicho de 600 kilos, pero no entiendo que sea portada de los informativos, por muy lamentable que sea y que la noticia de que unos cientos de empleados lleven seis meses sin cobrar un duro ocupe la esquina inferior izquierda de la página par del periódico del día porque su patrón solo es un jeta, un ladrón o ambas cosas. Creo que son los ingleses los que no comen conejos, porque son mascotas, y aquí hacemos arroz con ellos.
Por fin, el culebrón catalán. No quiero ser superficial ni faltarle a nadie, pero estoy hasta las narices de las barbaridades, falacias, mentiras y puñaladas traperas que nos tenemos que merendar mientras se increpan cuatro listos que al final no quieren más que negociar con Madrid un pacto fiscal al modo vasco y navarro, es decir, quieren más trozos del pastel; me revientan los que se envuelven en las banderas, como forofos futboleros. Le escuché hace días a un paisano: si se quieren ir que se vayan, pero haciendo cuentas antes y a mí que me devuelvan los euros que puse para llevar el AVE a Barcelona. Evidentemente, no comparto esa demagogia, pero confieso que hay momentos en los que me entran ganas de dudar.